lunes, 13 de abril de 2015

CARLOS ROMERO SÁNCHEZ, ¿“CASTROCHAVISMO” O COMUNISMO?, DESDE COLOMBIA

 “En lo concerniente a la orientación de la cultura nacional, el papel dirigente le corresponde a la ideología comunista; debemos propagar activamente el socialismo y el comunismo entre la clase obrera y educar de forma adecuada y metódica al campesinado y demás sectores de masas en el socialismo.” (Mao Tse Tung, Sobre la nueva democracia, en Obras Completas, vol. 2, Ediciones en lenguas extranjeras, 1968, p. 394).  
 “Entre las orientaciones impartidas por el Comité Ejecutivo Central [del MOIR] se destacó la de no limitar la campaña educativa a los textos de Marx y Engels, sino ampliarla y sustentarla con los acopios posteriores de sus principales discípulos, Lenin, Stalin y Mao. Recomendación pertinente, pues se trata es de remarcar la trascendencia del marxismo.” (Francisco Mosquera Sánchez, La vigencia histórica del marxismo, en Resistencia civil, Tribuna Roja, 1995, p. 91).   
En la permanente reingeniería social impulsada por la izquierda –no hablo de extrema izquierda pues de suyo la izquierda es extrema, por lo menos acá en Colombia, y, por tanto, decir extrema izquierda es un pleonasmo- la manipulación política del lenguaje para enmascarar la realidad ha sido una de las múltiples formas de lucha incruentas con que se han servido los izquierdistas para destruir la cultura Occidental y así allanar el camino hacia la “construcción” de la “nueva sociedad” que se realizará en total plenitud en el comunismo, objetivo final del Foro Social Mundial, del Foro de Sao Paulo y sus aliados. 
Este enmascaramiento del lenguaje ha tenido tanta popularidad que es frecuente hallarlo en estudios académicos, en artículos de prensa, en libros de historia y en labios de generadores de opinión que sin ningún vínculo con el movimiento marxista ayudan, sin querer queriendo, al profuso éxito cultural de la izquierda.
 A esta subversión del lenguaje, vieja forma de lucha marxista, recientemente la ha puesto de relieve Viviana Padelin en su artículo Políticamente correcto: el lenguaje del neocomunismo. 
(Ver http://www.periodismosinfronteras.org/11846.html). 
Al respecto, la periodista uruguaya subraya el temor de la “oposición” de llamar comunismo al peligro que planea sobre el continente americano. En vez de ello utilizan circunloquios como “populismo”, “gobierno corrupto”, “régimen de Maduro”, “dictadura de Maduro” o “modelo chavista”. A esa subversión izquierdista del lenguaje se ha sumado un sector del coro “opositor” para entonar con potencia, cuales tenores wagnerianos, el eufemismo “castrochavismo” para señalar a los regímenes reinantes en Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y demás lacayos del Foro de Sao Paulo, principal liga comunista contra la democracia, el cristianismo y el capitalismo en América.
Preguntémonos: ¿Fidel Castro, Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, el Foro de Sao Paulo han dicho, escrito o hecho que impulsan o están construyendo el… “castrochavismo”? Dejemos que los socialistas del siglo XXI respondan a tan imbricada cuestión y así sabremos con certeza si la oposición afina o desafina en su aria. Las negrillas son nuestras.
En Cuba, tras la toma del poder por Fidel Castro en sus primeras arengas rechazaba que su gobierno fuese de corte comunista, empero su presunta negativa de aceptar que desde su juventud había abrazado el marxismo-leninismo obedecía a una jugada estratégica que buscaba apaciguar las sospechas que recaían sobre él para así consolidar el poder, como efectivamente sucedió. El dictador lo reitera en una rueda de prensa donde reafirma que desde sus épocas de estudiante, y durante la conformación del Movimiento 26 de Julio, ya era un ferviente y convencido marxista-leninista (Ver: https://www.youtube.com/watch?v=deDqWUxwtEA). Hasta el día de hoy esa ha sido la ideología que profesa y defiende Fidel Castro y su comitiva del Partido Comunista de Cuba. No en vano se llama Partido Comunista y no Partido “castrochavista”.
Mucho antes de la instauración del comunismo en Cuba el Kremlin hizo denodados esfuerzos para poseer países satélites en suelo americano. Recordemos, por nombrar algunos casos, el 9 de abril de 1948 en Bogotá y el prosoviético Coronel Juan Jacobo Arbenz Guzmán durante los años cincuenta en Guatemala. Entonces, aceptar que la agitación marxista en América empieza en enero de 1959 con la llegada de los barbudos al poder y previo a esa fecha los diversos Partidos Comunistas americanos, y otros grupúsculos revolucionarios, han sido unas dóciles oropéndolas que respetan el Estado de derecho no tiene el más mínimo asidero en la realidad.
La toma de la isla caribeña, con la contribución determinante de marxistas camuflados de demócratas, facilitó la tarea chino-soviética de penetrar y debilitar las democracias americanas. La pretensión de acomodar el comunismo en toda América no se diluyó tras el derribamiento del Muro de Berlín. La disolución del bloque soviético –pero no del comunismo o sino pregúntele a un cubano, a un norcoreano, a un vietnamita, a un chino si el comunismo ha caído- fue una fortísima herida de la cual la izquierda lograría curarse.
Corría el año de 1990 y para limpiarse del polvo que había esparcido el Muro de Berlín el líder de Partido de los Trabajadores del Brasil, el socialista Luiz Inacio Lula da Silva emprende un viaje urgente a La Habana para reunirse con el entonces primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Fidel Alejandro Castro Ruz, y convocan a todas las formaciones comunistas, socialistas y anticapitalistas a Sao Paulo, Brasil, para redefinir las tácticas, estrategias y/o formas de lucha para persistir en la toma del poder. De allí el nombre de Foro de Sao Paulo. 

HUGO CHÁVEZ: SOY SOCIALISTA

A los dos años el Teniente Coronel del Ejército venezolano, Hugo Rafael Chávez Frías, se alza en armas para tomar el poder en Venezuela e iniciar un traumático proceso revolucionario socialista. El intento fracasa pero el ánimo de llevar a cabo la empresa subversiva no decae. Había que emplear e instrumentalizar otras formas de lucha para tomar el poder, las urnas. Chávez y sus aliados conforman el Movimiento V República y apoyados por el Partido Comunista de Venezuela, por el Movimiento al Socialismo, entre otras agrupaciones izquierdistas, el aprendiz de dictador es elegido presidente en 1998.
Luego de cumplir dos años de prisión por su fallida aventura golpista Hugo Chávez es invitado a la isla-laogai por Fidel Castro. Allí, el 14 de diciembre de 1994, pronuncia un emocionado discurso en la Universidad de La Habana ante el dictador marxista y la plana mayor del Partido Comunista de Cuba donde afirma con voz potente, briosa y orgullosa que es la primera vez que visita Cuba pero que “en sueños a Cuba [comunista] vinimos infinidad de veces los soldados bolivarianos del Ejército venezolano que desde hace años decidimos entregarle la vida a un proyecto revolucionario, a un proyecto transformador”. Más adelante revela que desde tiempo atrás dentro de las filas de Ejército venezolano el prurito marxista –es decir, la infiltración había hecho su trabajo- ha estado presente y proclamaban que la “Cuba [comunista] es un bastión de la dignidad Latinoamericana y como tal hay que verla, y como tal hay que seguirla, y como tal hay que alimentarla”. (Ver: https://www.youtube.com/watch?v=G75tVRv2LQo).
Su admiración e inscripción al marxismo desde su juventud lo reitera en otro discurso pronunciado el 30 de enero de 2005 en Porto Alegre, Brasil, a cuentas del V Foro Social Mundial. Pavoneándose ante un auditorio de 12 mil personas cuenta: “el Vicepresidente chino me trajo un regalo, yo [Hugo Chávez] soy maoísta. Desde muchacho, desde que entré a la Academia Militar comencé a leer a Mao Tse Tung, los escritos militares, los escritos filosóficos, las tesis políticas, el libro rojo […] En fin, me hice maoísta, bolivariano, una mezcla de todo eso y así que el Vicepresidente [chino] me trajo la colección de los escritos completos de Mao Tse Tung, el gran timonel”. De esa lectura, prosigue Chávez, aprende una lección del genocida comunista: que para todo revolucionario es “imprescindible precisar bien cuáles son los amigos y cuáles son los enemigos”.
Como buen totalitario socialista Hugo Chávez ha precisado cuales son esos enemigos: el capitalismo y la democracia liberal. En esa misma alocución insiste: “Yo, cada día me convenzo más, capitalismo y socialismo, no tengo la menor duda. Es necesario […] trascender el capitalismo, pero agrego yo, el capitalismo no se va a trascender por dentro del mismo capitalismo, no. Al capitalismo hay que trascenderlo por la vía del socialismo, por esa vía es que hay que trascender el modelo capitalista, el verdadero socialismo. ¡La igualdad, la justicia¡”. Y con alusiones a reconocidos comunistas como Trotsky, che Guevara, Luis Carlos Prestes, Salvador Allende, Muammar Al-Kadhafi y Fidel Castro, grita: “¡Qué viva el che Guevara carajo¡”. Por otra parte, también menciona la felicidad que le produjo su reciente visita a Rusia para dictar una charla en el Instituto de Filosofía de Moscú. Cuenta el dictador venezolano que se hablaba de Marx y Lenin.
Su fe socialista es renovada el 20 de junio de 2005 en una ponencia sobre la Alternativa Bolivariana para las América, ALBA, proferida en el Palacio Legislativo Bicameral de Asunción, Paraguay. Vociferando que el capitalismo es el demonio y la democracia representativa es una democracia formal o falsa democracia, declara: “Yo [Hugo Chávez] soy socialista y creo en el socialismo como camino y cada día creo –con mayor firmeza- que el único camino para salir de la situación de subdesarrollo, de miseria y de atraso en que está América Latina, en que están nuestro pueblos, es el socialismo, no creo que haya otro camino.”
RAFAEL CORREA Y EL CAMINO  SOCIALISTA
Su homólogo dictatorial, Rafael Vicente Correa Delgado, tampoco se va con medias tintas y expone que la única opción para Latinoamérica es el socialismo. (Ver: http://www.telesurtv.net/news/Correa-El-socialismo-es-la-opcion-de-Latinoamerica-20140819-0070.html y http://www.dailymotion.com/video/xwjo1f_rafael-correa-define-el-socialismo-del-buen-vivir_news). Y añade que se nutre del refrito marxista de la teología de la liberación, del socialismo “tradicional” y de otros socialismos como el “andino” y el agrario mezclado con la Doctrina Social de la Iglesia. Rafael Correa considera legítimo –ojo: como estrategia- hacer alianzas con grupos cristianos siempre y cuando sean orientados hacía la revolución pues el Reino de los Cielos es de este mundo. Pronto llega la contradicción del déspota ecuatoriano al decir que del análisis marxista no toman la lucha de clases pero, a la vez, reivindica la teología de la liberación que propugna ese choque frontal. Rafael Correa y la izquierda mundial sólo desechan o ponen al final de la lista una forma de lucha: la “lucha armada”. Eso no transforma a los marxistas o a los socialistas en demócratas pues persiste, como los hechos lo constatan, la meta de destruir la actual sociedad para “construir” la sociedad carcelaria. (Ver  https://www.youtube.com/watch?v=y5VmGaOUojM).
Luego, en un programa de televisión ecuatoriano Correa Delgado ratifica por enésima vez su credo político al insistir que hay que poner “más ideología en el Ministerio de Relaciones Laborales: nosotros somos socialistas, estamos con la clase trabajadora, estamos con el trabajo humano, estamos con la supremacía del ser humano sobre el capital”. Y en el colmo del estatismo, encomia las cargas tributarias para encadenarlas a una sugerente venia al marxismo. (Ver: https://www.youtube.com/watch?annotation_id=annotation_3413862917&feature=iv&src_vid=YsTcBgyfVWY&v=kNHDCmY15Sc).
EVO MORALES Y GARCÍA LÍNERA: SOMOS MARXISTAS
Más hacia el sur nos topamos con Juan Evo Morales Ayma. De extracción humilde, tras finalizar su servicio militar se muda con su familia a Cochabamba y en el cultivo de la coca los Morales mejoran su estilo de vida. Su carrera pública inicia en el sindicalismo cocalero y minero boliviano. En 1983 Evo Morales ingresa al Sindicato Agrícola de San Francisco; en 1993 es elegido presidente del Consejo Andino de Productores de Coca y en 1994 es reconocido como el líder más destacado de la Confederación de Productores de Coca. Ya su visión del mundo estaba apresada por el marxismo. En 1997 decide lanzarse al parlamento por Izquierda Unida, una coalición revolucionaria dirigida por miembros del Partido Comunista de Bolivia, siendo elegido diputado nacional. En 1999 abandona Izquierda Unida y funda su propio grupo: Movimiento al Socialismo –han leído bien, movimiento al socialismo, no dice movimiento al… “castrochavismo”- y se presenta como candidato presidencial en el 2002 saliendo vencedor su contendor, Gonzalo Sánchez de Losada. Sin embargo, el Foro de Sao Paulo no ceja en su empeño de instalar un títere en la silla presidencial y finalmente, en 2005, Evo Morales es elegido presidente de Bolivia.
Con el firme propósito de erigir el Estado socialista –sí, el Estado socialista no el… “modelo chavista”- Morales ha impulsado un fuerte adoctrinamiento dentro de las FF.AA y en la celebración de los 188 años de independencia de Bolivia declara que “ahora tenemos unas Fuerzas Armadas nacionalistas, socialistas y antiimperialistas para defender la patria”. Como leen no hay discrepancia entre socialismo y nacionalismo: no olviden el nacionalsocialismo. En perfecta concordancia con el dictador, el Comandante en jefe de las FF.AA de Bolivia, General Edwin de la Fuente Jeria, recalca que “los militares serán adoctrinados con el principio socialista y para ser antiimperialistas y descolonizadores”. (Ver http://www.presidencia.gob.bo/fuente/noticia.php?cod=1089). 
Recientemente, durante la III Cumbre de la CELAC celebrada en enero de 2015, Evo Morales ha afirmado que Latinoamérica debe ser anticapitalista para que pueda avanzar pues el “capitalismo le hace daño a la humanidad. La región debe ser antiimperialista, anticapitalista para avanzar. Yo [Evo Morales] soy rojo, soy comunista, soy marxista. Siento que la Celac es una OEA, pero sin Estados Unidos.” (Ver: http://www.nacion.com/nacional/politica/Evo-Morales-presidente-Bolivia-anticapitalistas_0_1466453429.html).  
No es la primera vez que Morales nos dice en nuestras narices la ideología y el sistema político que está implantando en su país y el que poco a poco se ha ido apoderando de nuestras naciones. Corría abril de 2009 y sesionaba la VII cumbre del ALBA, Evo Morales pide la palabra y aprovecha la ocasión para arrojar loas a Fidel y Raúl Castro y declararse un liberticida: “Cuba ha sido expulsada [de la OEA] por ser leninista, marxista, comunista. Yo [Evo Morales] quiero decir a los miembros de la OEA, aquí, yo [Evo Morales] quiero declararme marxista, leninista, comunista, socialista y ahora que me expulsen, quiero que me expulsen de la OEA; no se puede creer que por ser marxista leninista [lo] expulsen de la OEA”. (Ver   https://www.youtube.com/watch?v=5pErBpC3tro).
Evo Morales está flanqueado por el ex terrorista Álvaro García Linera, alias ‘Qananchiri’. Vicepresidente de Bolivia desde 2005, García Linera fue cuadrillero del ejército guerrillero Tupac Katari, EGTK, banda marxista-leninista. Su extenso prontuario criminal, que le valió una condena en prisión, no ha sido óbice para escalar posiciones en el mundo político y presentarse como un intelectual. (Ver: http://eju.tv/2012/07/la-mala-memoria-de-qananchiri/).
Su convicción marxista no ha cambiado un ápice sólo han variado las tácticas, las formas de lucha para llegar al poder y perpetuarse en él. Desde la página web de la Vicepresidencia, alias ‘Qananchiri’ rehace su pasado y se dibuja como un “luchador social” que desde siempre ha “defendido” los intereses de los más “necesitados”, en especial, de los “indígenas” y, aparejado con su pretendida “lucha social”, asegura que ha buscado “conciliar” el  indigenismo con el marxismo. También aprovecha, mientras la “oposición” mira hacia otro lado, para declararse un orgulloso marxista. (Ver http://www.vicepresidencia.gob.bo/spip.php?page=expositor&id_expositor=10).
García Linera no desperdicia ocasión para expresar su incondicional amor por el comunismo y en un homenaje a la Juventud Comunista de Bolivia, organizado por él, realza a los comunistas como los primeros coequiperos en la construcción autoritaria: “Quiero saludar el acompañamiento de la Juventud Comunista, su participación militante junto al presidente Evo [Morales], junto a nuestras organizaciones sociales, junto a los movimientos sociales. Esa es la lucha real que se desenvuelve ante nuestros ojos”. Y acto seguido exige reivindicar el comunismo pues es la única esperanza planetaria. (Ver http://www.semanariovoz.com/2013/07/01/gobierno-boliviano-rinde-homenaje-a-la-juventud-comunista/). 
Su activismo no se ha quedado en palabras. Con el sello de la Vicepresidencia, ‘Qananchiri’ ha organizado y participado en seminarios y lanzamientos de libros que exaltan a Marx y al comunismo. Uno de esos seminarios ha sido bautizado con el nombre de El marxismo en América Latina: nuevos caminos al comunismo. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=zdUZnBw-EM8).Ya). Y ha presentado el libro El sentido de la historia y las medidas geopolíticas de El Capital (Crítica a intérpretes del Manifiesto del Partido Comunista) del marxista Jorge Veraza, lanzamiento reseñado por Voz, órgano de propaganda del PCC-FARC. (Ver http://www.semanariovoz.com/2013/11/28/alvaro-garcia-linera-manifiesto-comunista-muestra-virtud-literaria-e-historica/). Otros frecuentes invitados por García Linera han sido el comunista español Pablo Iglesias y el comunista esloveno Zlavoj Zizek.
COMUNISMO ES BARBARIE
¿Y el PCC-FARC también ejecuta su parte instrumental en toda esta enorme orquestación izquierdista? Por supuesto. Aunque en otros artículos hemos remarcado, recalcado, subrayado que las FARC son PCC y militan y defienden el marxismo-leninismo, no sobra insistir sobre ello. Por otra parte, advertir la ideología del PCC-FARC no les otorga o les concede alguna ventaja política, ni relativiza su condición de cartel narcoterrorista; por el contrario: es mostrar todos los aspectos del enorme peligro que representa esa banda-partido: son una amenaza comunista que utiliza, entre otras “formas de lucha”, el terrorismo y el narcotráfico para implantar un sistema político dictatorial y genocida: el comunismo.
En 2010 sale a luz una recopilación de escritos y entrevistas titulada Notas sobre la revolución Latinoamérica de Patricio Echegaray, miembro fundador del Foro de Sao Paulo y, a la sazón, secretario general del Partido Comunista de Argentina. Sí: han leído correctamente: Partido Comunista, no se denomina Partido “modelo chavista” o Partido “castrocomunista” o algo por el estilo. En ese libro, en el que incluye un escrito reivindicando la vigencia del marxismo, el argentino recoge una entrevista que le concedió en el 2004 Luis Edgar Devia Silva, alias ‘Raúl Reyes’, miembro del comité central del PCC-FARC. Entre los diferentes temas abordados, como la construcción del “nuevo Estado” o  la “nueva Colombia” -entiéndase construcción del comunismo-, Echegaray pregunta al cabecilla criminal si así como hay alianzas con otras bandas terroristas marxistas, “¿hay también una política de alianzas hacia sectores de la izquierda política que adoptó formas de lucha dentro del campo institucional, entre ellas el Partido Comunista [Colombiano, PCC]?”. Responde alias ‘Raúl Reyes’: “Claro que sí. La propuesta es un nuevo gobierno con amplitud y participación, y obviamente incluye la izquierda no armada. Esperamos que ellos también hagan su aporte en ese proyecto que nos tendrá que incluir a todos. Porque las FARC-EP, siendo Partido Comunista [Colombiano, PCC], se alimenta de la ideología comunista. Jamás podemos excluir a los comunistas, pues sería destruirnos a nosotros mismos”.
Así es: el mismo ‘Raúl Reyes’ reitera lo que desechan tan alegremente los expositores de la hipótesis del “conflicto armado interno” y los de la “amenaza terrorista”: las FARC son Partido Comunista Colombiano y profesan el comunismo. ‘Raúl Reyes’ no afirma nada indebido, divulga lo que han emitido o escrito otros miembros del comité central del PCC-FARC como lo rubricado en 1967 por Manlio Lafont Herrera en su libro Curso sobre la resolución política del Partido Comunista de Colombia: “El Partido Comunista de Colombia, [no escribe Partido “castrochavista” de Colombia] goza en cambio de gran autoridad y tiene respaldo material sobre el cual fundamentar su política. Las FARC se encuentran bajo su dirección hegemónica [del PCC] y de parte de éstas hay una posición clara sobre el movimiento revolucionario en Colombia y el camino para lograr la unidad del pueblo”.
En sintonía con ‘Raúl Reyes’, el mal llamado “canciller” del PCC-FARC Rodrigo Granda Escobar, alias ‘Ricardo Téllez’, envía un afectuoso saludo revolucionario a sus camaradas cariocas y a Iván Pinheiro, secretario general del Partido Comunista Brasileño, por la celebración del XV Congreso del PCB, y resalta: “Los planteamientos que en sus tesis esboza el PCB alrededor de asuntos como la conquista del poder político para la clase trabajadora, el bloque de poder revolucionario del proletario cuyo propósito es la construcción del socialismo como peldaño hacia la sociedad comunista, la integración de la contrahegemonía socialista en alianza con las capas medias e intelectuales y la juventud son un compendio de ideas muy bien elaborado que compartimos y consideramos pueden ser base para forjar la necesaria estrategia común de emancipación que guíe a los revolucionarios del continente”. Y aplaude el rescate del marxismo-leninismo impulsado por el PCB. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=pHDLbLmxJcw).
Otro de los miembros del PCC-FARC Luis Alberto Albán Urbano, alias ‘Marco León Calarcá’, nos espeta en nuestra cara, en tanto que los del “conflicto armado interno” como los de la “amenaza terrorista” persisten en la sordera voluntaria, el futuro que le espera a Colombia. Tutelado por una enorme estampa de Pedro Antonio Marín Marín, alias ‘Tirofijo’ o ‘Manuel Marulanda Vélez’, miembro del comité central del PCC-FARC, el terrorista marxista ‘Marco Calarcá’ reverencia a los organizadores de la conferencia Rosa Luxemburgo. Inicia con un epígrafe de la marxista alemana para luego yacer en el abrasador fuego de la ceguera socialista: “Compañeras y compañeros. Nuestras palabras recogen el sentimiento fariano [y del PCC] de gratitud y solidaridad. Gratitud por posibilitar la entrega de nuestro mensaje no sólo a quienes participan sino también a quienes lo oirán y leerán a través de los canales de difusión de la conferencia, en especial, la audiencia del diario Junge Welt. Y solidaridad porque nunca ha sido tan vigente y legítima la afirmación ‘socialismo o barbarie’ de Rosa Luxemburgo a cuya memoria se rinde tributo hoy”. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=TKzFXMwWZoo). 
A esa presunta vigencia de la comunista germana también acude Hugo Chávez en una diatriba revolucionaria bramada en el auditorio Teresa Carreño de Caracas el 13 de agosto de 2005 durante la realización del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Entre los asistentes estaban Fidel Castro, Armando Hart y el nacional-bolchevique Heinz Dieterich. El primero en hablar fue Fidel Castro. Nuevamente se declara marxista-leninista y un profundo admirador y colaborador del socialismo de la revolución bolivariana. Luego toma la palabra Hugo Chávez y comienza recomendado libros de autores marxistas, alaba a Fidel Castro, envía sus saludos a Muammar Al-Kadhafi para luego concitar a la Luxemburgo en su estruendoso y dañino sermón comunista y anticapitalista: “A estas alturas de la Historia consideramos que ahora sí tiene plena vigencia en tiempo, en tiempo y en espacio, aquel grito de Rosa Luxemburgo, aquel dilema cartesiano de Rosa Luxemburgo, inspirándose en Carlos Marx, cuando lanzó la frase: socialismo o barbarie, socialismo o barbarie”. Y en su visión apocalíptica de la próxima destrucción de la tierra, si no tomamos el camino socialista, Chávez impele a los jóvenes a hablar y a proponer el socialismo: “Por eso es que es tan urgente y por eso es que nosotros, desde Caracas, desde Venezuela, hemos hecho el llamado porque creemos que era el primer paso que había que dar, creemos que era el primer paso porque casi nadie en el mundo se ha atrevido en estos último años a hablar de socialismo, casi nadie, ¿excepciones? La Cuba revolucionaria y socialista”. Y excluido el temor “hay que salir definitivamente de las actitudes defensivas y hay que iniciar en el mundo entero una gran ofensiva hacia el socialismo, hay que decirlo en todas partes”. Así lo ordena: una ofensiva mundial hacia el socialismo, no hacia el… “castrochavismo”, no hacia el… “chavismo”, no hacia al… “régimen de Maduro”.
Y qué es el socialismo: Fidel Castro responde tajantemente: el comunismo (Ver https://www.youtube.com/watch?v=S4EuuLzzQMg).
Tras lo expuesto, sin duda ese sector opositor desafina al señalar lo inexistente: el tal… “castrochavismo”. Seamos claros: la meta absoluta de la izquierda, del Foro Social Mundial y el Foro de Sao Paulo es establecer, como lo pregonan, el comunismo.
Dicho sector de la oposición exige lo que no otorga: llamar a las cosas por su nombre. Exigen dejar la diplomacia para denunciar lo que sucede en Venezuela, pero sobresalen los eufemismos enumerados aquí para denunciar lo que sucede en Venezuela. Exigen dejar el miedo para denunciar a las FARC, pero sobresale el temor para señalar que las FARC son PCC, son comunistas y su ideología es el marxismo.
Una sugerencia que seguramente no será atendida por ese sector opositor: por favor, comiencen por ustedes: otorguen lo que exigen.
Carlos Romero
carromerillo@yahoo.es
@RomSanz

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