AMÉRICO MARTÍN, CUMBRES BORRASCOSAS

Cumbres borrascosas, el nombre traducía los rigores que desencadenaba el viento cuando había tempestad. Emily Bronte

Cuba necesita acercarse a EEUU para salvar su precaria economía en el marco del capitalismo. Sospecho que al final no quedará tema sin considerar. Posiblemente Maduro tema o no entienda el acercamiento entre su principal aliado y su principal enemigo. Lo cierto es que su gobierno está envuelto en una diatriba más bien artificial contra EEUU, adornada de supuestas denuncias de invasión gringa que en puridad a nadie convencen, así muchos por estolidez diplomática hayan optado por no comentar francamente.

El totalitarismo ha sido uno de los tóxicos del siglo XX legados al XXI, solo que en la actualidad ya no se basa en razones teóricas discernibles sino en pasiones revolucionarias desmañadas y caprichosas, en conjunto destinadas a destruir a quienes piensan diferente.

De ISIS a, digamos, el socialismo del siglo XXI hay diferencias seguramente grandes, pero en última instancia lo son de grado, no de sustancia.

El totalitarismo es un movimiento de absorción de espacios, impulsado por su dinámica interior hacia sus posibilidades extremas. Solo ha sido detenido por movimientos democráticos orientados a defender y a rescatar todos los ámbitos de libertad.

En el siglo XXI ya no se habla con la misma fuerza de ideologías. No son el emblema de la época. La lucha es previa a los debates tradicionales, se sobrepone a la confrontación inter-ideológica o inter-programática.

Quieren conquistar el derecho a debatir, a pensar distinto, a ser plural. Las sociedades democráticas repugnan las imposiciones autocráticas.

En los sistemas de derecho, las discusiones toman contenidos ideológicos o temáticos sin ningún riesgo. Eso es un lujo en las regiones dominadas por autocracias de propensión totalitaria.

De allí la factibilidad, en ellas, de alianzas o confluencias plurales, susceptibles de anteponer la democracia al pentagrama ideológico, porque sin aquella éstas serían desvirtuadas o prohibidas.

Es la disyuntiva entre el pensamiento único que castiga la menor disidencia, y el sistema pluralista donde convivan y se toleren todas las corrientes del pensamiento. Se confrontan la Civilización y la Barbarie, para evocar al Facundo de Sarmiento.

La alternativa democrática, la MUD, son músculos de la civilización, sin la cual reinará sin disputa la barbarie. En ella la voluntad de los régulos se impone a cualquier vestigio de discrepancia.

La VII Cumbre de las Américas ha cobrado una importancia fulgurante en un mundo atormentado por tragedias que parecen marcar el joven siglo XXI de tanta violencia y pólvora como las que cayeron como negros heraldos sobre el siglo pasado.

Se publica este artículo un día antes de instalarse la notable asamblea. Antes del primer discurso la sustancia del asunto se refleja nítidamente en la pared. Sombras chinescas. Cumbres borrascosas.

El primer gran tema es la relación cubano-estadounidense. Las conversaciones entre las partes marchan aceleradamente. El punto de los derechos humanos será el próximo a discutirse, pero ya se percibe todo lo que hay detrás.

Cuba necesita acercarse a EEUU para salvar su precaria economía en el marco del capitalismo. Sospecho que al final no quedará tema sin considerar. Se anuncian más de 300 proyectos de inversión trasnacional en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), el levantamiento del embargo, la salida de Cuba de la lista de países terroristas y la apertura de fecundas relaciones que ambas partes quizá puedan aprovechar.

En la Cumbre se esperan nuevos avances: ¿cómo los conciliará Cuba con las presiones del presidente Maduro pidiéndole solidaridad en su campaña contra el presidente Obama? Es una de las fallas de cálculo más lamentables.

A Raúl Castro no le convendría enturbiar la marcha de sus relaciones con EEUU y la Unión Europea, pero es en cierto modo arrastrada por la fatalidad que conduce al gobierno de Maduro a un callejón sin salida.

Financiando grupos de choque para acallar críticas contra su régimen que crecen como la levadura, dispuso una descolocada pelea con la potencia norteña cuando más bien le convendría imitar a Cuba y ensayar un acercamiento. La crisis de Venezuela sencillamente no tiene salida.

Supongo que la necesidad obligará a sus toscos voceros a abrir el puño y buscar angustiados una salida a la retórica guerra divinal contra la invasión de los marines. En los albores de la Cumbre las nubes borrascosas siguen perfilándose nítidamente en el cielo.

Posiblemente Maduro tema o no entienda el acercamiento entre su principal aliado y su principal enemigo. Lo cierto es que su gobierno está envuelto en una diatriba más bien artificial contra EEUU, adornada de supuestas denuncias de invasión gringa que en puridad a nadie convencen, así muchos por estolidez diplomática hayan optado por no comentar francamente. Es posible que Maduro, inducido por el pragmático Raúl, reduzca la carga de sus acusaciones. Se percibe algo de eso.

Ya no habla de los marines invasores que por lo visto ve o veía detrás de cada árbol, y ha iniciado conversaciones con funcionarios del norte a ver si hay manera de salvar a los poderosos de su régimen sancionados en EEUU y de paso intentar colocarse en la línea negociadora aplicada por Raúl Castro desde el VI Congreso del PC cubano.

Al margen de la Cumbre y sin embargo con incidencia cada vez mayor en ella, aparece el asunto de la Cumbre paralela, con presencia de disidentes de Venezuela y de Cuba y con el protagonismo de 21 expresidentes hispanoamericanos, en su mayoría con más peso que los presidentes efectivos.

El alcalde de Panamá, José Isabel Blandón, invitó a la cumbre paralela a Mitzi Capriles y Lilian Tintori, esposas del alcalde Antonio Ledezma y del líder encarcelado Leopoldo López, lo que asoma el contenido enérgicamente volcado a la defensa de los derechos humanos, que va a mostrar esta asamblea.

El próximo lunes el panorama hemisférico exhibirá muy importantes cambios.  Los invito a descifrarlos en mi página web www.americomartin.com y en @AmericoMartin La jornada apenas comienza. Digamos con Buck Canel, el gran comentarista deportivo: “No se vayan, que esto se pone bueno”.

Americo Martin

amermart@yahoo.com

@AmericoMartin

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