En Venezuela la
elección de candidaturas vía primarias es de reciente data, quizás nadie
recuerde las primarias de julio del
2008 en el estado Aragua para elegir al
candidato a gobernador, este fue el
primer ejercicio unitario de la oposición venezolana por permitir la
participación del elector en la escogencia de candidatos a cargos de elección
popular.
Este ejercicio que
democratiza la participación o utilizando un término más apreciado por mi pensamiento,
descentralizar en el ciudadano el poder político de los partidos.
Ahora bien esta
descentralización fundamentada en los artículos 4 y 6 de la CRBV , se nos ha
presentado hasta hoy como un espejismo, pues ha sido centralizada por los
partidos políticos y sus militancias al ser ellos los proponentes principales
de las precandidaturas a primarias aduciendo un costo para su realización a
través del CNE, creándose así unas primarias semi abiertas o semi cerradas o semi descentralizadas.
TERCERA VIA |
Indudablemente que
las semi abiertas o semi cerradas tienen una ventaja para los candidatos de los
partidos políticos pues el universo electoral está básicamente conformado por
militantes y simpatizantes de la tendencia política. Por supuesto que conlleva
una ventaja intrínseca y es evitar que en una primaria abierta, la tendencia
política adversa escoja al candidato más débil o más fácil de derrotar
electoralmente, de tal manera de aumentar así sus probabilidades de éxito.
El argumento anterior
demoniza la descentralización del ciudadano pues lo induce a la polarización
perversa del “solo yo te puedo salvar” o del “aunque sea sinvergüenza este es
mi sinvergüenza” o “votar con una pañuelo en la nariz”. Esto dentro de la
idiosincrasia venezolana tiene un enorme arraigo y los partidos han sabido
aprovechar esta debilidad ciudadana, y no es otra cosa que el antiguo
bipartidismo.
Hoy las encuestas nos
muestran un panorama diferente, pues entre el 81,6 % de los venezolanos que ven con pesimismo la situación del país,
se encuentra 46,6 % de quienes se consideran ellos mismos como chavistas, 93,7
% que dicen no tener preferencia política, y 98 %de los que dicen ser
opositores. La militancia y simpatía partidista se encuentra según IVAD en
30,8% PSUV y 23,3% sumatoria de los partidos de la MUD y un 41,2% que no apoya
a ningún partido.
Estos datos
demuestran que el Ciudadano necesita ser representado por Ciudadanos que crean
en el ciudadano, que sirvan al ciudadano y que defiendan sus derechos con el
objetivo superior de llevar al País a niveles de prosperidad que nos permita
ser ciudadanos de primer mundo.
Alcanzar estos
estadios de bienestar solo ocurren en países donde el poder político,
económico, educativo e investigativo esta descentralizado en los ciudadanos, en
países donde el ciudadano participa en las decisiones del Estado.
Todo esto es posible,
pues es momentum ciudadano, es el
momentum de unas Primarias Globales sin tutelaje del CNE, ni de partidos
políticos, unas primarias donde el mundo civil organizado en ONGs no
partidistas, una Tercera Vía Ciudadana, sean el epicentro de un movimiento de
movimientos incluyente, donde ser ciudadano es la única condición para
participar como elector o elegible en precandidaturas a cargos de elección
popular.
La Primarias Globales
son pues el inicio de la participación ciudadana en el primer movimiento cívico
que busca descentralizar y federalizar al Estado, unas primarias globales
permite que cualquier ciudadano puede aspirar a ser electo como candidato o
votar como elector para elegir un candidato que lo represente.
A la pregunta,
¿pueden las organizaciones ciudadanas llevar a cabo unas primarias? La
respuesta es positiva desde el punto de vista constitucional y sobretodo
sabiendo que la gran mayoría de testigos electorales provienen de las filas de
las Ongs, por lo tanto tienen la experiencia electoral del manejo de los
procedimientos electorales. A la pregunta ¿tiene la sociedad civil organizada
fondos para realizarlas? En el marco de los valores ciudadanos unas primarias
organizadas por la sociedad civil no partidista y no tuteladas por el CNE ni
los partidos, los sistemas de seguridad no son necesarios pues la simple
presencia de un ciudadano honesto en los centros o puntos de votación
garantizan la pulcritud del proceso como ocurre en los países del primer mundo,
lo cual reduciría los gastos de impresión de boletas al mínimo, en conclusión
son totalmente factibles y realizables.
Ciudadanos, estamos a
las puertas de un paso gigantesco para crecer como País, tenemos el
conocimiento, la capacidad, la competencia y la pasión para lograrlo, solo
falta la decisión ciudadana y habremos trascendido al país centralista que
durante tanto tiempo nos ha mantenido como ciudadanos de segunda.
Maximiliano Donat
maximilianodonat@gmail.com
@maxidonat
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