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| HUGO CESAR RENES |
LA ANÉCDOTA:
Hace unos veintitantos años en
una charla con el entonces diputado nacional por la provincia de Buenos Aires
Oscar Alende, me comentó que
siendo gobernador de Buenos Aires había nombrado Ministro de Economía a Aldo
Ferrer, quien como primera medida aumentó la contribución territorial para
incrementar la recaudación. Fue un gran error, la Unión Industrial publicaba
avisos de una página en los principales diarios con el título “Nos echan de la
provincia” y la Sociedad Rural se quejaba entonces porque no podía llevar el
campo a otra parte.
Había llegado el mes de octubre y
los nuevos impuestos no se habían comenzado a cobrar. Alende llamó al entonces
Presidente del Banco Provincia para pedirle adelantos de fondos. Jorge Wehbe le
explicó que los había adelantado durante todos estos meses, pero que ya había
llegado al límite legal de lo que podía prestarle a la provincia.
Sabía Oscar, según su relato, que
enfrentaba una situación límite. Dentro de tres semanas llegaba el fin de mes
cuando debía pagarles a las maestras y a la policía. Si no cumplía se acababa
su gobernación. No le quedó más remedio que cambiar de caballo en medio del río
y llamó a Wehbe.
El nuevo ministro al hacerse
cargo encontró un gran salón atestado de “expertos” de la CEPAL que estaban
reuniendo estadísticas y dibujando gráficos con cálculos de la recaudación
estimada. La cantidad de gráficos que preparaban era la razón de la demora en
cobrar los impuestos.
“¿Los echo?” le preguntó un
asistente al Gobernador. Como siempre medido, le contestó “Dejalos. No le hacen
mal a nadie y están entretenidos”.
La situación, según la
interpretación del entonces Gobernador de la provincia de Buenos Aires, no daba
para medias tintas. Ni siquiera habían impreso las boletas para el pago del
nuevo impuesto. No había tiempo para imprimir nada.
Wehbe resolvió echar del padrón
al 90% de los contribuyentes que tenían pequeños lotes y/o casas muy modestas
que siempre pagan menos que el costo de cobrarles, pero que la burocracia
valora porque permite nombrar funcionarios.
Al 10% que quedó le rebajó el
impuesto a la mitad. Podrían pagar con la boleta del año anterior pero pagando
la mitad.
La respuesta fue, primero una
gran incredulidad, después un apuro para aprovechar la ocasión ante que el
gobierno cambiara de opinión. Se formaron largas colas frente a todas las
sucursales del Banco Provincia.
En quince días, cobrando la mitad,
la provincia recaudó el doble que el año anterior.
LA CURVA DE LAFFER
Mi contacto con Laffer, o mejor dicho con su curva, comenzó en
1974
Laffer es un economista norteamericano que un día almorzando con
el Secretario del Tesoro opinó que cada impuesto tiene una tasa óptima de
recaudación. Si el impuesto tiene tasa 0% recaudará 0, si tiene tasa 100%
también recaudará 0. Entre los dos extremos estará su tasa óptima de
recaudación. Para graficarlo dibujó en una servilleta de papel una curva que
partía de 0, subía mientras ascendía la tasa y luego descendía al seguir
subiendo la tasa más allá de la tasa óptima hasta llegar a 0 con la tasa de
100%.
Desde entonces (1974) se habla de la curva de Laffer, aunque el
propio Laffer, un hombre modesto, siempre insistió en que la había sacado de la
idea de Ibn Khalud un filósofo andaluz exiliado en Túnez después de la
Reconquista, y de John Maynard Keynes.
Allende había comprobado la certeza de la Curva de Laffer, aunque
Laffer todavía no la había enunciado.
COMENTARIO:
Ambos recuerdos, mi charla con el Dr. alende y la curva de Laffer,
me vinieron a la memoria al verlos antes de finalizar 2014 al Ministro de
Economía de Cristina y a Scioli, entre otros, aumentando tasas para el 2015
para poder recaudar más para poder cobrar más ellos (Senadores, Diputados,
Ministros, gobernadores, etc., etc.)
Aquí hay algo que les guste o no hay que reconocer y meter manos
hasta los huesos: ¡LOS GASTOS DEL ESTADO SON ESPANTOSOS!
Ya no hay impuesto que aguante!
Son tan altos los impuestos que: los que tienen mucho, hacen
dibujos para no pagarlos, o pagar menos. Los que tienen poco, no pagan. En
consecuencia lo que se recauda no alcanza para pagar todos los ingentes gastos
del Estado, entonces meten sus manos una
vez más en nuestros bolsillos para sacarnos cada vez más (aumentaron las
autopistas, gas, patentes, impuestos inmobiliarios provinciales vía revaluación
de la propiedad, impuestos municipales, todo ¡PUM! para arriba (ah!!! pero el
mínimo no imponible está CONGELADO, el impuesto a los bienes personales, hace
dos años que no se actualiza... y así estamos; cada vez hay más con menos, y
menos con más - ellos-).
MI SENTENCIA:
Hay un solo metodo para acabar
con el permanente apriete fiscal: ACHICAR EL ESTADO ES AGRANDAR LA NACION
Hay que comenzar a achicar la
cabeza (tenemos un Estado macro cefálico)
Tenemos que reducir la cantidad
de Senadores y diputados que parasitan en el congreso.
Disminuir la cantidad de
asesores.
Disminuir la cantidad de
ministerios.
Achicar al minimo la parte
diplomatica y las representaciones en el exterior. Hoy con las comunicaciones
no necesitamos tener tanta gente al CUETE en la embajadas, porque realmente no
hacen nada. Sabemos que tenemos un pajaro bobo en la cancillería que solo gasta
fortunas en nada.
Despues tenemos una infinita
cantidad de subsidios, cuando lo que necesitamos es una infinita cantidad de
puestos de trabajo.
Pensemos en la Patria, pensemos
en sacar los CORRUPTOS (y también a los corruptores), que tenemos.
Ningun funcionario debiera cobrar
mas de 3 salarios minimos por todo concepto. Al que no le gusta que se busque
otra cosa para hacer.
Hay que achicar los impuestos,
nada mas alla del 7%.
RECUERDEN: ACHICAR EL ESTADO ES AGRANDAR LA NACION
En azul y blanco, Hugo Cesar Renes
Hugo Cesar Renes
hcr1942@yahoo.com.ar
@hcr1942
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