Un grupo de amigos ecologistas de varias
agrupaciones ambientalistas me pidieron, a raíz de mi artículo Ecología y
Nazismo (los interesados pueden verlo en mi blog El Tambor del Hortador), que
elaborara un poco más sobre el tema del ecofascismo.
Esto, motivado a que uno de estos compañeros
ambientalistas, acababa de regresar de Europa y había constatado el poder
político que las agrupaciones del llamado ecofascismo habían adquirido en
diferentes parlamentos, ayuntamientos y países miembros de la comunidad Europea.
Y ciertamente el fenómeno es extendido pero
no solo en Europa, sino en varias partes del mundo incluyendo Latinoamérica,
para explicarlo tenemos que hacer un rápido inventario de lo que en materia
ambiental está ocurriendo en el mundo.
Sobre población: El pasado 1 de Enero del
2014 llegamos a los 7 mil doscientos millones de personas viviendo en nuestro
planeta Tierra, según información del Fondo Alemán de la Población de la
Tierra; según estadísticas de la ONU, cada minuto nace un estimado de 358 bebes
en el mundo.
El gran incremento poblacional se está dando
principalmente en países del Tercer Mundo donde se ha incrementado los niveles
generales de pobreza.
Aproximadamente 1.3 billones de seres
humanos, que viven en países en desarrollo, sobreviven con menos de US$ 1,25 al
día, la gran preocupación de la ONU es el incremento en los costos de la comida
que han escalado recientemente luego de dos décadas de estabilidad.
Este aumento de la población en el mundo,
a partir de 1950― se debe a la fuerte y
constante reducción de la mortalidad, y al aumento generalizado de la esperanza
de vida.
La revista científica Nature en una edición
especial, donde participaron 22 investigadores de todo el mundo, advierte: “El
crecimiento demográfico, la destrucción generalizada de los ecosistemas y el
cambio climático pueden conducir la Tierra hacia un cambio irreversible en la
biosfera. La investigación explica que este escenario tendría su punto de
inflexión en la cantidad de superficie terrestre intervenida para uso urbano o
agrícola, la que actualmente, con una población de siete mil millones de
personas, alcanza alrededor del 43% de la superficie planetaria. Las
proyecciones indican que hacia el año 2045, ésta aumentará 9 mil millones,
empezando a verse estos efectos en el medioambiente a partir de 2025. “Creo que
si queremos evitarlo, debemos intentar que la cifra de ocupación de superficie
terrestre se mantenga alejada de la marca de 50%”, dijo Anthony Barnosky, de la
U. de California”.
Sobre el clima: La ONU insiste que el 95% de
las causas del cambio climático son producidos por la actividad humana. El
informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) fue
redactado durante una semana en Yokohama (sur de Tokio) por cerca de 500
expertos internacionales y responsables políticos de 70 países a partir de los
últimos estudios científicos. Este recoge 120 impactos en los seis continentes
que se atribuyen total o parcialmente al cambio climático.
Entre ellos hay significativas reducciones
del rendimiento de los cultivos en diversas partes del mundo, "eventos
climáticos extremos" como olas de calor, tifones, lluvias torrenciales,
inundaciones, sequías y cambios en los patrones migratorios de diversas
especies animales, como explicó el vicepresidente del panel de la ONU, Vicente
Barros.
Sobre el descenso del rendimiento agrícola
"se observa en regiones como el Sur de Europa o Sudamérica", y sobre
todo en cultivos como el maíz o el trigo, según Barros. Pero las mayores consecuencias del cambio
climático sobre la seguridad alimentaria se observarán en zonas como África o
el Sudeste asiático, "donde la población rural hace en su mayor parte una
economía de subsistencia", precisó Barros.
"Esto afectará a cientos de millones de
personas si no hacemos nada. El mundo debe tomarse este informe muy en
serio", alertó el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri.
La privación alimentaria y los eventos
climáticos extremos "provocarán con toda seguridad un aumento de los
flujos migratorios y de los conflictos entre poblaciones, y tendrán
implicaciones en la integridad territorial, sobre todo en las zonas menos
desarrolladas", subrayó el experto.
La mayor parte de la población mundial vive
en ciudades, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el último
estudio de este año realizado en 1600 ciudades en 91 países arrojó como
resultado que solamente el 12% de las personas que viven allí respiran aire
limpio y la mitad de su población está expuesta a 2.5 veces los niveles de
contaminación recomendados por la OMS. La contaminación atmosférica fue la
responsable de 3.7 millones de muertes en el 2012, convirtiéndose en uno de los
mayores riesgos para la salud a nivel mundial
Sobre biodiversidad: El ritmo de pérdida de
especies es 1000 veces superior al considerado natural. El costo de dañar al
planeta salta a la vista en la provincia china de Sichuan, donde puede verse
cada abril a miles de trabajadores colocando polen a mano, flor por flor, en
las plantaciones de perales. La labor manual es necesaria desde que el uso intensivo
de pesticidas devastó a los polinizadores naturales, las abejas.
Nick Nuttal, del Pnuma dijo: “Los gobiernos
gastan US$ 17 mil millones subsidiando la pesca industrial, que es una cantidad
desmedida, considerando la cantidad de recursos que hay en el mar. Hay que
frenar esa sobreexplotación”, dice. Otro dato: Un 12% de la biodiversidad del
mundo se ha perdido en 20 años y en los trópicos, ésta llega al 30% Lo
anterior, dice, no sólo generará cambios genéticos en las especies, sino que
producirá efectos en el desarrollo de industrias como la alimentaria y
farmacéutica, que extraen de allí gran parte de sus recursos. De hecho, el
informe dice que el cambio climático amenaza del 20% de los vertebrados en el
mundo.
Nuestros océanos, de las principales fuentes
de alientos de la humanidad está sufriendo de sobre explotación por la pesca
intensiva, contaminación sobre todo de petróleo y plásticos, destrucción de
hábitats, calentamiento y acidificación de las aguas.
Sobre la comida: Los patrones de alimentación
están cambiando mundialmente, la tendencia es ir hacia una dieta globalizada
basada principalmente en alimentos de alta densidad energética como la soya, el
azúcar y el trigo con su secuela de enfermedades cardiovasculares y diabetes y
deficiencias nutricionales, pero además hace que las poblaciones cambien sus
cultivos y dietas tradicionales perdiéndose cadenas completas de cultivos e
incrementándose el riesgo de pérdida de cosechas.
En cuanto al problema mundial por el acceso
al agua potable 2.8 billones de personas, por lo menos una vez al mes de cada
año tiene problemas para conseguir agua para satisfacer sus necesidades
personales y 1.2 billones carecen en absoluto acceso al agua potable para
beber.
No voy a seguir abrumándolos con los
problemas ambientales que padece nuestro mundo en la actualidad, pero la lista
se extiende sin piedad, en conclusión, vivimos en un mundo con grandes
problemas de subsistencia y eso es un arma política que, tanto la extrema
izquierda como la extrema derecha, no dudan en utilizar para asaltar y
apropiarse del poder.
De hecho el tema ambiental se ha posicionado
como uno de los más importantes temas políticos en agenda, los partidos
“verdes” abundan en todos los continentes la gran mayoría de ellos tienen
raíces en la ideología socialista, pero de igual manera se viene dando el
fenómeno de la gran popularidad de los partidos ecologistas de la extrema
derecha, sobre todo en Europa donde han tomado las banderas en contra de los
inmigrantes extranjeros basados en postulados fascistas de pureza de sangre y
rescate del suelo, de la tierra, costumbres y valores nacionalistas; “Sangre y
Tierra” el gran postulado nacionalsocialista todavía se escucha resonar por
toda Europa y aunque parezca increíble, también en Pakistán, Australia, India,
Indonesia, Arabia Saudita, México, Nigeria y otros muchos lugares del planeta.
Ante la tierra arrasada por empresas
transnacionales o empresas del mismo estado con equivocadas políticas
ambientales, la ocupación territorial por parte de minorías y el uso que hacen
de los recursos naturales limitados, despiertan intensas emociones en las
poblaciones locales, la explotación de recursos naturales con fines de
favorecer a unos pocos, sin importarles los daños al ambiente que tienen que
sufrirlos los nacionales, son causas a cuyo entorno se moviliza la gente.
El ecofascismo pone a la naturaleza por
encima del hombre y de la comunidad, o por lo menos la valora en igualdad de
condiciones, sus fines de protección del ambiente desplaza los intereses
humanos a un segundo plano, la tierra debe ser protegida a cualquier costo y si
esto implica desplazar comunidades y desterrar al humano del territorio a
proteger, se hace.
Una buena parte de estos grupos ecofascistas
apelan a creencias religiosas, mitos y leyendas astrobiológicas, de tendencias
New Age, para explicar sus motivaciones, en países del Tercer Mundo se escudan
en creencias aborígenes y tradiciones ancestrales para justificar el uso de la
violencia al momento de reclamar posesiones territoriales.
En este punto quiero tratar el caso
venezolano, que por sus características explican muchos aspectos que quiero
tratar en este escrito.
Luego de la caída del muro de Berlín y del
fracaso estrepitoso del “socialismo real” en la ex-Unión Soviética y sus países
satélites, el comunismo internacional quedó en descredito y en desbandada, uno
de los pocos reductos donde anidó de nuevo, fue en los movimientos
ambientalistas que formaron la punta de lanza de lo que se llamó la Nueva
Izquierda.
Fidel Castro fue uno de los aventajados
marxistas que se valieron del pensamiento ambientalista para levantar su imagen
de tirano y esclavista de su propio pueblo, para él fue muy fácil proteger
grandes áreas naturales de la isla, incluyendo playas y arrecifes, no tanto
para fines conservacionistas sino para desalojar al pueblo cubano de esos
territorios y hacer de ellas, lugares para el turismo extranjero, incluso el
turismo científico.
Para los que leemos regularmente los escritos
del dictador cubano, a partir de la
caída del muro de Berlín su discurso se fue haciendo cada vez más “verde”,
resaltando algunos de los grandes problemas ambientales del mundo y
endosándoselos al capitalismo salvaje, es conocida su particular saña en contra
de la industria de la energía nuclear, de los alimentos transgénicos y de la
ingeniería genética en general.
Cuando Chávez llega al poder en Venezuela, no
paso mucho tiempo en que su protegido y pupilo se convirtiera en su agente
operativo en nuestro país, y dispusiera de sus riquezas para trabajar a favor de la revolución
comunista continental.
El movimiento chavista se disfrazo de verde,
el tema ambiental fue fundamental en sus campañas electorales, desde un inicio
proclamó que un verdadero revolucionario era primero que nada un ambientalista,
que el campesino era conservacionista por destino por aquello de que su trabajo
y forma de vida estaba ligado a la tierra, su acento en la protección y
consolidación de territorios aborígenes se convirtieron en un momento en la
pièce de résistance de su programa de desarrollo regional.
Igual que Hitler, trato de reordenar el país
por regiones, en su caso, en torno al Eje Orinoco-Apure, su gran fantasía
ecoregionalista.
Pero todo era parte de la propaganda de
guerra del chavismo castrocomunista, cuando se iniciaron las invasiones y los
robos de haciendas, cuando las unidades productivas en el campo fueron tomadas
militarmente, se dio comienzo a una destrucción sistemática de nuestra
agricultura y ganadería, la tan cacareada seguridad alimentaria de la nación se
cambió por una economía de importaciones que nos hizo vulnerables al grado
máximo.
Debajo del disfraz “verde” se ocultaban
verdaderos garimpeiros, explotadores rapaces de la tierra y sus riquezas,
mineros sin alma que asolaron cuencas hidrográficas en busca del oro y la bulla
diamantífera, minas a cielo abierto de carbón, de bauxita, de arenas y piedras,
de materiales estratégicos, como una plaga de langostas se abalanzaron sobre la
riqueza rápida y fácil, y lo que les daba mucho problema transformarlo en
dólares y euros, lo vendían al mejor postor, pero por sobre todo, nos robaron
el petróleo para regalarlo a los países revolucionarios y clientes de Cuba.
La manera como el chavismo manejo la
industria petrolera es el mejor ejemplo del pensamiento anti ambientalista que
ocultaban detrás de su discurso, no solo hicieron de esta industria ya de por
sí, sucia, una actividad altamente contaminante, sino que agredieron a
poblaciones importantes como Maturín, capital del Estado Monagas con derrames
de petróleo de consecuencias aun incalculables, envenenaron sus tierras y aguas,
enfermaron a su población.
Las
explosiones recurrentes en la refinerías, los derrames costa afuera, la
destrucción de hábitat completos sobre la faja del Orinoco, el mal manejo de
los deshechos de la actividad de extracción y refinación, dan testimonio de la
mentalidad explotadora y salvaje de un fascismo inhumano.
Pero lo peor estaba por suceder, Chávez, fiel
a su amo cubano, se encargó de prepararle el terreno a Fidel Castro para un
plan de ocupación territorial que tenían preparado, con la intención de que
inmigraran un gran contingente de cubanos, palestinos, sirios, bolivianos,
brasileños, argentinos, de diferentes partes del Caribe y Centro América,
africanos y chinos, la totalidad de ellos afines a la revolución, con toda la
intención de que ocuparan las tierras que el gobierno se había apropiado
ilegítimamente, de darles viviendas y trabajo, empadronarlos, cedularlos y
darles la ciudadanía express, con intención de fortalecer la revolución y
enfrentar a la oposición en el terreno electoral.
Pero para que este plan funcionara se
necesitaba que una parte de la población venezolana desapareciera, no importaba
si emigraba o si había que exterminarla; los chavistas en su trato con nosotros
los venezolanos han demostrado que nos ven como si fuéramos una enfermedad que
hay que curar, los que somos nativos de estas tierras y que no comulgamos con
el socialismo, somos considerados un estorbo para los planes de apropiación del
país que tienen estos revolucionarios que le vendieron el alma a Fidel Castro.
Los chavistas se pusieron a trabajar en todos
los frentes posibles, le hicieron la vida imposible a una parte de la población
que ellos consideraban burgueses para que se fueran del país, al día de hoy más
de un millón de venezolanos han salido de Venezuela en calidad de emigrantes a
otros países y la cifra sigue creciendo, casi todo ese contingente es un
recurso humano altamente capacitado, el gobierno ha demostrado una indiferencia
brutal ante esta fuga de cerebros, queda clara su intención de dejar al país desvalido
de profesionales.
Uno de las acciones que mejor les resultó,
fue utilizar el hampa común para producir gran cantidad de bajas en esa otra
parte de la población que querían eliminar, sobre todo en barrios y en el
interior del país, a una rata de trescientos mil muertos al año, el chavismo
lleva un acumulado de más de tres millones de víctimas en sus diez y seis años
de gobierno, todo un record genocida auspiciado desde el más alto gobierno,
convenientemente disfrazado de “fenómeno social”.
Pero la parte más eficiente de este plan
fascista de “reducción poblacional”, que es un viejo plan nazi de intervención
territorial para obligar al desplazamiento de los pobladores naturales y
sustituirlos por inmigración selectiva,
tiene que ver con la destrucción del sistema de salud que de manera tan
eficiente y rápida han logrado.
Destruir los servicios de salud les aportó
dos resultados definitivos, el incremento de enfermedades contagiosas endógenas
que sin tratamiento adecuado se convierten en fatales, y la progresiva
desaparición de la población enferma, débil o con necesidades de atención
medica, cosa que está ocurriendo mientras usted lee este articulo.
Se preguntará el lector, ¿Qué puede motivar a
que un gobierno realice una acción tan demoniaca en contra de sus propios
connacionales? La respuesta está a la vista, los fines del chavismo es tener el
dominio absoluto de las reservas petroleras venezolanas, se la pasan
advirtiendo de que son los gringos, el imperio quienes desean ponerle el guante
a nuestro petróleo, pero son ellos, aliados con Cuba, los verdaderos
interesados en tener el control total sobre esas reservas estratégicas.
El plan Fidel-Chávez de limpieza poblacional,
requiere reducir a la mitad la población de Venezuela para ocuparla por una
migración afecta al régimen, estamos hablando de que no menos de15 millones de
venezolanos tienen que desaparecer, ya vamos a casi la mitad, la oficina de
estadística del gobierno lo que hace es ajustar sus números para ocultar este
rápido descenso demográfico, uno de sus “targets” principales es la niñez y la
juventud, por ello es que se ha incrementado la mortalidad de los neonatos y es
la razón que explica el porqué la violencia policial-militar, los asesinatos y
torturas de nuestros muchachos por parte del gobierno.
Este plan genocida no ha parado, fue afectado
por dos acontecimientos que redujeron su velocidad, la muerte de Chávez y la
crisis económica generada por el desastre administrativo del gobierno.
Pero Maduro continua con el plan a toda
máquina, ya empezó a “privatizar” áreas protegidas, playas y lugares
privilegiados para su plan de turismo “cheverito”, que no es otra cosa que
confiscar parques nacionales o habilitar fundos robados a privados, para el uso
privilegiado del turismo de alta gama, desalojando a los venezolanos y
prohibiéndoles la entrada a estos lugares exclusivos que generarán divisas
fuertes para el Estado, las ocupaciones en las islas de Los Roques, en el
Parque Nacional Morrocoy, el Hato El Frio y en la isla de Coche son claras señales
de que estaos siguiendo el modelo cubano.
La
próxima fase del plan del gobierno de Maduro-Diosdado, para seguir reduciendo
la cantidad de venezolanos indeseables, en forma acelerada, es una hambruna
generalizada que ya tienen planificada y están por darle inicio, el apuro en el
uso de las capta huellas es parte del plan de racionamiento y control de los
alimentos por parte del gobierno. La
nueva designación del marxista radical, Elías Jaua, a cargo de las comunas ya
apuntan como van a administrar esa hambre, van a tratar de utilizar la red de
comunas para hacer la peor y más inhumana de las políticas, jugar con el hambre
del pueblo para ganar adeptos a la causa, que no es otra cosa que matar de
hambre a quienes no estén registrado en las comunas.
Todas estas prácticas de ecofascismo son
parte de un programa de destrucción del país, no hay manera de explicar el
grave estado de nuestro sistema de salud sino como parte de este diseño
genocida aplicando formulas nazis de biopolitica, nuestra capacidad de atención
a la salud de la población fue sistemáticamente destruida de acuerdo a un
programa que fue aplicado paso a paso, con la intervención directa de Cuba, con
toda la intensión de dejar al venezolano a merced de los elementos y epidemias
para enfermarlo y que perezca por falta de atención.
Muy pronto vamos a entrar en la fase “dura”
de inmigración masiva y lo primero que vamos a recibir son los contingentes
palestinos y chinos que ya están negociados, recordemos que este plan ya tiene
tiempo activado, hemos recibido contingentes de haitianos, colombianos afectos
a la causa de las FARC, han traficado con africanos, con norcoreanos, pero han
tenido el problema, que esta inmigración no se queda en el país, prefieren
buscar otro destino mucho más seguro, moverse hacia México y de allí hacia USA.
O detenemos esta locura ya, o dejaremos de
existir como pueblo y nación.
El chavismo nos ha dejado en las peores
condiciones posibles en medio de un mundo con graves problemas ecológicos y de
sobrevivencia, en tales circunstancias va a ser muy difícil que podamos
levantar cabeza, una buena parte del dinero que se robaron en estos años de
gobierno, están depositados en bancos en el extranjero para ser usado en
imponer la dictadura chavista “por siempre”, la idea de Fidel es continuar con
una hegemonía dinástica de la familia Chávez, para que su dinastía cubana siga
manejando a Venezuela, o lo que quede de ella, pero el petróleo, no lo van a
soltar.
Seriamos unos irresponsables y nos
mereceríamos el destino que nos tienen reservados estos comunistas y su red de
cooperadores, si no reaccionamos. –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
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