jueves, 23 de enero de 2014

LENIN CARDOZO, SE NECESITAN POBRES, MIENTRAS MAS POBRES MEJOR!!

Imagínense, un País o una Ciudad o un Estado sin pobres. Mas que un sueño, para los políticos seria una real pesadilla. La pobreza, les conviene a todos. A todos los que la necesitan como medio de permanencia en la política o como masa muscular para hacer riqueza. La pobreza, es buena para los imperialistas, anti imperialistas, pitiyankees o anti yankees. Y si es pobreza extrema mejor. Las ganancias son mas extremas.

La pobreza es dócil, maleable, manipulable, sensible, emocional, cómoda, ingenua y buenisima, para ser llevados por esperanzas terrenales y extra terrenales. La pobreza, es un estilo de vida. Más que física, la pobreza es mental, es una creencia colectiva, donde todos supuestamente somos minusvalidos, incapaces de valernos por nuestros propios medios, de avanzar en la vida o de progresar. Se percibe como un estado aletargado de la mente, que hace mover el cuerpo casi de manera instintiva. Para no decir, primitiva. La pobreza además, crece, se reproduce, de manera solitaria o inducida. Pero sea cualquiera de sus formas, siempre es útil. Quien tiene para sí, un pedazo de pobreza controlada, tiene un camino seguro para el éxito. Allí, se cumple, el dicho: dime de cuanta pobreza dominas y te diré de cuanto es tu riqueza.

Contra la pobreza, todos luchamos, todos queremos salvar a los pobres. Morimos y vivimos por ayudar a los pobres. Quien no quiere a los pobres?.

Pero tanto agite por que? Simple: Manejar, manipular pobreza es uno de los mejores negocios del mundo. Es la gran industria. Es tener súbditos, siervos baratos, ejércitos de zombis privados, eternos seguidores, que se hacen incondicionales bajo la promesa, que esa pobreza desaparecerá algún día, siempre y cuando se dejen guiar, por su amo, líder, pastor, jefe, padre, o como se hagan llamar los propietarios de esa pobreza en particular.

Lo que no saben los pobres, es que los últimos interesados en acabar con la pobreza, son los mismos que prometen luchar contra ella. La pobreza es como el cuento del “coco”. Ahí viene el coco, vamos todos a luchar contra el “coco”, dice el líder, y sorprende a todos, por su elocuencia, arrojo y valentía, pero eso si, que nadie aniquile al “coco”, porque sin el “coco”, ya no habría líder a quien seguir y se acabarían las prebendas.

La pobreza es una verdad que todos lo saben pero nadie lo dice. La saben los mismos pobres, y los copropietarios de esas pobrezas. Pero se oculta, se disimula, todos se hacen los desentendidos, para que fluya sin mayor tropiezo, la perversa relación entre pobreza y copropietarios. La pobreza también ha hecho su aporte lingüístico a la humanidad, al acuñar, sus propias palabras e integrarlas al lenguaje cotidiano: cachifas, cachifiando, pobrecitos, pobre diablo, pobretón, “in cobrito", pelao, “no money”, “muerto de hambre”, “pata en el suelo”, miserable, lambuceo, y muchas otras mas. También con ella, ha nacido una nueva ciencia: Administración de la Pobreza, con su respectivo MBP, con mucho más potencial y futuro que la ya desgatada Administración de Empresas y su MBA.

Finalmente, hemos descubierto que el mundo no se divide entre pobres y ricos. El mundo se divide entre copropietarios de pobreza y la pobreza que se arrima al mejor postor. O mejor dicho, pobreza cómoda. Los que no estamos alineados a ninguna de esas dos categorías, somos simplemente unos pobres desadaptados.

ETIQUETAS: CACHIFAS, CACHIFIANDO, IN COBRITO, LAMBUCEO, MISERABLE, MUERTO DE HAMBRE, NO MONEY, PATA EN EL SUELA, PELAO, POBRE DIABLO, POBRECITOS, POBRES, POBRESA CRITICA, POBRETON, POBREZA

lenincardozoparra@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

RÓMULO LANDER HOFFMANN, MIENTRAS MÁS POBRES, !MEJOR!

Los desposeídos, excluidos, pobres, o como quieran llamarlos, al igual que la clase media sienten la inflación, sienten la escasez, sienten que  su salario cada vez compra menos, que para unos la educación es solo una ilusión y para los otros el trabajo que encuentra no  puede pagar una institución que le garantice un nivel de competitividad suficiente y quienes hoy nos desgobiernan, lo saben.
Los desposeídos y la clase media han aprendido a sobre vivir dentro y a costa del esquema redistributivo implantado y dedican buena parte de su tiempo productivo, al rebusque “revolucionario” Sin querer darse cuenta de que este tan hábilmente creado esquema esta específicamente diseñado para sostener ; tanto la clientela política, como el bozal de arepa al que pareciéramos estar indisolublemente atados. Sin querer darse cuenta de que para ellos el hombre es más útil pobre que progresando, mas útil ignorante, que educado, mas útil divididos que unidos en provecho de la familia y de la Patria. Si se logra el cometido de multiplicar la pobreza, de pasar el rasero igualitario por debajo, la “revolución: habrá hecho el trabajo; nos habrá atrapado la servidumbre y al final surgirá EL HOMBRE NUEVO (y estupidizado).
En varios de mis artículos anteriores he afirmado que el desarrollo del modelo comunista necesita acabar con las libertades económicas y políticas, destruir al sector privado existente para poder crear su propia oligarquía, mediatizar el capital humano hasta hacerlo económico y políticamente dependiente del Estado. Y lo logra generando contingentes de “profesionales sub capacitados que insurgen en el mercado laboral sustituyendo a otros trabajadores verdaderamente preparados que se convierten en parte del contingente informal. Ahora, para poder subsistir todos están en el rebusque. Ahora TODOS somos iguales, aunque haya unos más iguales que otros. “VIVA LA ROBOLUCION!
Por ahora, pero no por mucho tiempo mas, los habitantes de esta tierra de gracia no nos hemos dado cuenta de cuánto, quienes hoy nos desgobiernan han empobrecido a la Nación en estos últimos 15 años en los que se han dedicado eficientemente a destruir el capital privado, descapitalizándolo con un ineficaz control de cambio y un atroz control de precios que ha tenido un impacto depredador que ha afectado por igual a el sector privado y a la población, este ha sido desde el principio su objetivo político.
El presidente maduro al no poder enfrentarse a quienes le imponen sus directrices, acaba de perder otra oportunidad dorada. El ambiente estaba listo para emprender una serie de reformas y políticas económicas que iniciaran el retorno de una economía robusta con verdadero crecimiento traducido en desarrollo, pero no para quienes lo manejan tras bambalinas; Mientras más pobres, ¡mejor!
Amanecerá y veremos.
rlander48@yahoo.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

EDDIE A. RAMÍREZ S., HISTORIA INCONSTITUCIONAL


El reciente libro "Historia inconstitucional de Venezuela: 1999-2012", del destacado jurista Asdrúbal Aguiar proporciona elementos para discutir sobre las  circunstancias que permitieron al  teniente coronel violar reiteradamente la Constitución. Chávez pasará a la historia como el autócrata que realizó estas violaciones sin necesidad de apoyarse en las armas. Gradualmente fue centralizando poder con la aquiescencia del Poder Judicial y de una dirigencia política que dejó hacer,  sea por impotencia, por tolerancia o  por desaliento. En el 2001 el régimen inició las violaciones con el intento de imponer una nueva Ley de Educación y con la aprobación de 49 decretos-leyes.

¿Quiénes llamaron a los ciudadanos a protestar? Básicamente la Asamblea de Educación, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Fedecámaras, los trabajadores de Pdvsa y organizaciones como Ciudadanía Activa, Mujeres por la Libertad y Vigilantes de la Democracia; la Iglesia y varios medios de comunicación social jugaron un papel importante.   La  huelga del 10 de diciembre del 2001 marcó un hito, seguida de la marcha del 23 de enero del 2002 y de la huelga petrolera iniciada el 4 de abril del 2002, apoyada a partir del 9 de abril por la CTV y Fedecámaras, que concluyó con la gran marcha del 11 de abril. Después ocurrieron los hechos controversiales del 12 de abril,  el paro cívico del 2 de diciembre y la abstención en las parlamentarias del 2005. Ninguna de estas acciones pudo impedir que siguieran las violaciones a la Constitución.

Tampoco se logró con la victoria  del 2 de diciembre del 2007 cuando rechazamos la reforma de la Constitución, ni cuando en el 2008 obtuvimos cinco gobernaciones (posteriormente sumamos dos más)  y la Alcaldía Metropolitana, ni cuando en  las parlamentarias del 2010 obtuvimos el 52% de los votos, pero menos diputados que el régimen.

Hoy el teniente coronel no está al frente del gobierno y  habrá una nueva elección  con un candidato gubernamental incapaz. El chavismo no se dividirá antes de las elecciones, pero después implosionará, independientemente de los resultados. La alternativa democrática  elegirá su candidato por consenso. Seguramente será Capriles. Algunos piensan  que no aceptará, en espera del deterioro del gobierno. Sería un suicidio político. Deberá correr el riesgo de que el Estado lo derrote, pero creemos que hoy tiene mayores probabilidades que en el 2012.  Los demócratas debemos acordar un gran frente alrededor de la Mesa de Unidad y ser contundentes frente a los atropellos y a la entrega de nuestra soberanía a los cubanos y chinos.

Comentar este  importante aporte de Asdrúbal Aguiar es tarea para expertos. Aquí solo pretendemos traerlo a colación. Aguiar describe 173 violaciones a la Constitución, es decir golpes de estado, cifra que aumentó con los recientes exabruptos del TSJ  ¡Ya basta!

Como en botica:   Para Rafael Ramírez "es irracional el consumo de gasolina en Venezuela", pero para él no es irracional el regalo de petróleo  a  otros países ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

ASDRUBAL AGUIAR, HISTORIA INCONSTITUCIONAL DE VENEZUELA

EL CHAVISMO Y SU HERENCIA: DESPOTISMO ILETRADO Y ECONOMÍA DEL NARCOTRÁFICO
El tiempo que transcurre entre 1999 y 2014 muestra a Venezuela como un país archipiélago, que pierde su identidad en el momento mismo de nuestra fragua final como nación civil y democrática, una vez como alcanzamos los activos de la modernidad.
En cuanto a lo último bastan pocos datos. El promedio de vida del venezolano, 53 años para 1958, crece a más de 72 años hacia 1998. La vialidad de 6.000 kilómetros que la democracia recibe aumenta a 98.000 km. Y las primeras 3 universidades de mediados del siglo XX suman casi 400 instituciones de educación superior al apenas iniciarse el siglo XXI.
En cuanto a quienes hoy ocupamos - como suerte de refugio de damnificados – el espacio de la otrora República civil, otra vez secuestrada por las espadas, cabe decir que morimos de mengua, pasados los efectos de la droga revolucionaria. Somos el escenario más violento del mundo occidental, con 19.000 homicidios promedio cada año. Las reservas se agotaron en más de un 50% y las operativas se encuentran en su nivel histórico mínimo. Alcanzan para pocos días. La construcción de viviendas - 2.033.481 unidades durante los 30 años previos a 1999 - en los últimos 15 años mal supera las 296.047 unidades. Y el país petrolero que somos, ahora importa gasolina para el consumo interno.
La consideración anterior viene al caso por los golpes de Estado y a nuestra constitucionalidad – para dividir a la sociedad y hacerla violenta - ocurridos desde el año final del siglo pasado, durante la primera década del presente siglo, y en los tres años que lleva la segunda, cuyo saldo es el indicado.
Pero he aquí lo típico y novedoso de la experiencia venezolana de destrucción. Se usan o subvierten las formas del Derecho para consumar “golpes de Estado” continuados vaciando de contenido ético y finalista al mismo Derecho: medios en apariencia legítimos con miras a fines ilegítimos y disolventes de lo institucional, y fines supuestamente legítimos a través de medios claramente ilegítimos.
El soldado golpista, quien se hace de nuestra realidad por la vía electoral como un perro de presa, y quien antes, ayudado por Fidel Castro, obtiene como candidato el apoyo financiero de los dictadores libio e iraquí, e incluso el ucase del Departamento de Estado, a horas de ungido como Presidente de la República – desde el Paseo de Los Próceres y en febrero de 1999 - declara que robar no es un delito cuando se tiene necesidad. Tira por la borda, así, la disciplina social mínima que, sobre todo por hábito, priva hasta entonces dentro de la sociedad venezolana.
Desafía luego la autoridad de los otros poderes del Estado: “Debo confirmar ante la Honorabilísima Corte Suprema de Justicia el principio de la exclusividad presidencial en la conducción del Estado”, reza la carta que en abril de 1999 le dirige a los Jueces Supremos. Y éstos, doblegados, aceptan que el Teniente Coronel y mandatario en cierne convoque a una Constituyente al margen del orden constitucional en vigor; que logre elegirla según sus reglas y la controle tanto como la usa para aprobar una Constitución a su medida, mediante un pacto entre los suyos, que excluye a quienes juzga beneficiarios del pasado, la otra mitad de Venezuela.
Llegada la hora se abstiene el 53,7 por ciento de los votantes inscritos y Chávez – dado el modelo establecido para la circunstancia – al obtener el 65% de los votos sufragados se hace con el 98% de los escaños de la nueva Asamblea: 125 constituyentes oficiales y 6 constituyentes opositores. Y tal Asamblea Constituyente, sin encontrarse apoderada para ello, declara ser depositaria de la soberanía popular originaria y no encontrarse atada al Estado de Derecho.
De modo que, sin avanzar aún en la redacción de la nueva Carta, interviene y paraliza al Congreso de la República y lo que a la sazón más le importa, destituye sin fórmula de juicio a todos los jueces de la República. Les sustituye con jueces provisorio, dispuestos a purificar constitucionalmente las inconstitucionalidades que se ponen en marcha.
Cabe decir que la constitución naciente - aprobada por el 80% del 40% de venezolanos quienes sufragan durante el respectivo referéndum - se afirma inicialmente sobre el ideario del "césar democrático" o gendarme necesario, que tanto defiende Simón Bolívar al prosternar la obra constitucional liberal, democrática y republicana de nuestros Padres Fundadores, hombres de levita e ilustrados.
No por azar, cambiando lo cambiable, en su lenguaje contemporáneo, adhiere a dicho credo y lo entroniza como columna del país naciente. “No estábamos preparados para tanto bien”, el de la república democrática, dice Bolívar, por lo que, en su defecto, en 1819, desde Angostura, pide la forja de un senado hereditario integrado por las armas, a las que todo debe – según él - la patria; y pide un presidente vitalicio a la manera del monarca británico. Y en 1826, al otorgar la Constitución de Chuquisaca, se repite para disponer la erección de un presidente vitalicio e irresponsable con la facultad de nombrar su sucesor en la persona del Vicepresidente.
Así se explica que, fallecido Chávez, le suceda por fuerza su vicepresidente –impuesto in articulo mortis – Nicolás Maduro Moros, a quien luego santifica la Sala Constitucional – antes del fingido simulacro electoral de abril pasado - haciendo mutar para ello y por dos veces al Texto Constitucional; pero sin vulnerarse la regla de oro, a saber, el mando permanece en manos militares.
1999 es el año cuando, a través de su director de inteligencia, Ramón Rodríguez Chacín, Chávez acuerda su “modus vivendi” con la guerrilla colombiana. La mantiene como huésped de honor para lo sucesivo, le ofrece auxilios financieros y petróleo, y hasta el lavado de sus narco-dineros. Y ya aprobada la nueva Carta Fundamental, decide congelar su publicación hasta finales del año, para que “su” Constituyente desmantele y sustituya de facto, bajo sus instrucciones, a los demás titulares de los poderes constituidos. Y hasta crea un “congresillo” de diputados, designado a dedo.
En el 2000, bajo alegato de errores de copia, se publica un nuevo texto constitucional distinto del aprobado mediante referéndum, sin participación de la Asamblea Constituyente. Y ésta, asumiendo potestades legislativas, dicta un Estatuto Electoral a conveniencia, prosterna el principio de representación de las minorías, y cambia el voto personalizado por listas cerradas, mientras su Congresillo designa a rectores electorales sin apego a las reglas de la nueva Constitución. La Sala Constitucional provisoria avala tales decisiones e incluso ajusta que ellos - los mismos jueces supremos provisorios - no requieren para su igual relegitimación de cumplir con la Constitución, pues ya ejercen sus cargos.
En el año 2001, Chávez ejerce como legislador supremo habilitado. Predica encontrarse a la cabeza de una lucha de negros e indios contra la oligarquía, y ordena mediante decreto la confiscación, sin mediación judicial, de la propiedad de las tierras privadas. Nacen, a pedido de éste, los Círculos Bolivarianos, como organizaciones de movilización popular para la defensa de la revolución a través de métodos de acción violenta, los cuales reciben su primer entrenamiento en la sede de la Embajada Libia, en Caracas. Su primer objetivo son los medios de comunicación social y los periodistas independientes.
En 2002 ocurre la renuncia presidencial – o el golpe de Estado, según Chávez – a raíz de la Masacre de Miraflores, que este propicia el 11 abril. Luego es restituido en el poder a manos de los mismos militares quienes horas antes lo inducen a renunciar y no del pueblo como lo sostiene el mandatario. Seguidamente, firma un acuerdo con Cuba para que médicos y paramédicos cubanos – parte de la “brigada internacional” de los 7.000 milicianos ya instalados en el país – drenen con su militancia sobre los sectores populares. La oposición viste de luto y el régimen celebra.
Llega en 2003 la tutela sobre Venezuela que determinan los Acuerdos de Mayo, propiciados por el ex presidente Jimmy Carter y el Secretario de la OEA, César Gaviria, a fin de encontrarle una solución pacífica y constitucional a la cruenta división del país, a su anomia manifiesta. Chávez privilegia sus relaciones con Irán y ejecuta, entre tanto, un “genocidio” en el sector petrolero, al expulsar de sus puestos de trabajo a 20.000 trabajadores de nuestra mayor industria. Los obliga, junto a sus familias e hijos, mediante el uso de la fuerza militar, al abandono de las viviendas que ocupan. Y nace la Lista Tascón, suerte de nómina oficial de la infamia, que marca la muerte civil de miles de venezolanos opositores quienes firman el pedido de revocatoria del mandato presidencial.
En el curso del 2004 se realiza el referendo revocatorio, cuyos resultados a favor de Chávez aplaude el presidente Carter. No obstante, ante la Comisión Segunda del Senado colombiano, la Canciller de Colombia Carolina Barco afirma que entre febrero y julio les son entregadas cédulas de identidad venezolanas a 500.000 colombianos en las zonas bajo control de la guerrilla. Y aquél, a la sazón, reconoce públicamente la injerencia directa de Fidel Castro para conjurar los riesgos a que se ve sometido por la realización del citado referendo, luego de lo cual anuncia “La Nueva Etapa, El Nuevo Mapa Estratégico de la Revolución”, que signa – ahora sí y de modo ordenado - el rumbo acelerado hacia la instalación del dominio cubano y sus prácticas sobre Venezuela.
En 2005, por decisión propia, el Presidente asume el rango militar de Comandante en Jefe con derecho a insignias y al ejercicio inmediato del control operacional del aparato castrense. El gobierno civil cede cabalmente. El régimen adquiere su verdadero perfil. Crea las milicias populares: el pueblo en armas, y en desafío a las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU le otorga su respaldo público y formal al programa nuclear de Irán. De modo que parte del pueblo, que rechaza el avance hacia un régimen totalitario y en medio de una crisis política e institucional que no resuelven los Acuerdos de Mayo, opta por la resistencia. Se abstiene durante las elecciones parlamentarias de finales del año y la Unión Europea denuncia la falta de garantías democráticas e independencia del organismo electoral.
Llegado el 2006 Chávez encuentra surco propicio para la instalación de su modelo comunal comunista, a despecho de la Constitución. Crea por ley los consejos comunales, a contravía y en detrimento de la organización municipal e histórica de Venezuela. Nace un remedo de las bandas del paleolítico.
En 2007, seguro de sí y teniendo bajo control legal a la prensa, ordena el cierre de Radio Caracas Televisión. Manda la inhabilitación política de numerosos dirigentes opositores y anuncia – sin lograrlo - la reforma de la Constitución a fin de liquidar el modelo económico de libre iniciativa privada y cambiar la geometría del poder u organización vertical del Poder Público para darle paso a las ciudades socialistas. Juan José Ravilero, Presidente de los Comités de Defensa de la Revolución Cubana, confiesa que 30.000 cederristas que cuidan de Chávez y su gobierno.
En 2008 este dicta por decreto 26 leyes fuera del lapso de su nueva habilitación como legislador y afirma que el objeto de ellas es “profundizar el plan socialista”. Crea, mediante normas extra constitucionales, las bases para afianzar el dominio militar sobre la vida civil, sobreponer autoridades regionales de su libre escogencia a las autoridades estaduales y municipales electas, y proceder a la expropiación forzosa de toda la cadena económica relacionada con la alimentación.
En 2009, de espaldas a la Constitución impulsa y logra la aprobación de una enmienda puntual que le asegura su reelección a perpetuidad. Y en mensaje ante la Asamblea Nacional reconoce formalmente a las FARC y al ELN como grupos beligerantes legítimos, destacando que no se trata de terroristas. Y Castro reconoce que compra, a nombre y por cuenta de Venezuela, los repuestos para sus equipos médicos.
En el año 2010 se cierra el ciclo del avance hacia la dictadura y comienza a ceder el “autoritarismo competitivo”. El PSUV, partido oficial, se declara marxista y en sus bases programáticas anuncia el final del Estado de Derecho y la afirmación de un socialismo a la cubana. El Tribunal Supremo de Justicia, al inaugurar el año judicial, anuncia que así como en el pasado los jueces civiles y penales persiguen a quienes atentan contra el Estado de Derecho, en lo sucesivo castigarán a los disidentes del socialismo. Acto seguido, el doblegado Consejo Nacional Electoral reformula los circuitos electorales y otorga sobrerrepresentación a entidades poco pobladas. La oposición gana las elecciones, pero las pierde. Obtiene el 53% de los votos y le asignan menos diputados que al gobierno. Y ante el hecho sobreviene el golpe de Estado terminal que ejecuta el propio Presidente. Demanda de la Asamblea saliente le habilite para legislar por decreto durante el tiempo que corresponde al nuevo cuerpo representativo nacional elegido.
El 2011, sin embargo, descubre al Presidente como enfermo terminal y acaso, por razón de ello, discurre y concluye el año con los estertores, con los arrebatos desbordados de quienes saben que morirán políticamente con el fin del último gendarme de nuestra larga historia de país que no abandona su mentalidad rural, ni deja de invocar a los caudillos.
Chávez ejerce el gobierno desde La Habana, su hospital – sin transferir constitucionalmente el mando a su Vicepresidente – y firma decretos como si estuviese en Caracas. Antes le entrega el control sobre la producción de las cédulas de identidad a Cuba, quien adquiere el dominio sobre la información de cada venezolano. Y mientras la bandera cubana en izada en el Fuerte Paramacay, en Naguanagua, el Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, informa al Presidente de nuestra deuda con el Fondo Chino por 20.000 millones de dólares, más los 8.000 millones ya recibidos, ocasionándole a Venezuela un daño patrimonial de $ 18.430 millones de dólares.
El 2012 lo signa, apresurada por la muerte inminente de Chávez, la muerte moral de la República. Las ratas abandonan el barco. Se descubre la entrega, por deliberada omisión gubernamental, de nuestro territorio Esequibo y marítimo a manos de Guyana. El renunciado Presidente de la Sala Penal del Tribunal Supremo, Coronel Eladio Aponte Aponte, confiesa haber condenado a inocentes – coludido con la Fiscalía General – y por órdenes presidenciales, y hasta liberado narcotraficantes como un acto de disciplina. Y el ex Fiscal y ahora Embajador en Roma, Isaías Rodríguez revela, cínicamente, que tanto él como el Comandante estaban al tanto de que ocurriría la Masacre de Miraflores en 2002. Y al hilo de la muerte, audaz ante la muerte, Chávez se hace reelegir para amarrar el futuro, sin medir el saldo de su aventura inconstitucional.
Es ésta, pues, la memoria inconstitucional e indecorosa de nuestra primera década y algo más de un siglo, el XXI, al que todavía no hemos ingresado.
La “heterodoxia” democrática o su fingimiento llega recién a su final, en 2013. Le sucede, en lo inmediato, un régimen abiertamente ilegítimo, quizás despótico en su intención e iletrado, el de Nicolás Maduro Moros, civil y desangelado, y el de su sostén militar, el teniente Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
Ocurre ello mediante golpes sucesivos, nunca más encubiertos como hasta ayer, al orden constitucional vigente. La Sala Constitucional se encarga de hacerle decir a la Constitución aquello que no dice, para cumplir con el testamento político del causante, dictado por los hermanos Castro: Maduro asume como Encargado sin haberse juramentado Chávez, y luego siendo Vicepresidente se le acepta como candidato y es elegido Presidente, todo en contravención de la Constitución de 1999.
Venezuela, en la hora y por ahora, es hoy un cuartel militar arruinado, regentado por Mayores Generales del Ejército. Pero en buena hora al populismo, verdadero resorte que ha sostenido a esta experiencia amarga y disolvente de nuestra democracia, también le llega su término. El causante dilapidó los 750.000 millones de dólares que obtiene de nuestras exportaciones petroleras y cuyo 70% ocupa para importaciones no reproductivas y sus obsequios revolucionarios. A sus herederos les queda una deuda externa sideral, que crece desde 28.000 millones de dólares hasta 105.000 millones de dólares desde 1999. La devaluación de la moneda alcanza a 1.798 % y ya no hay medicinas ni alimentos, y los que quedan aumentaron 75% en sus precios.
De modo que, sobre esos pedazos de territorio social hecho hilachas, dividido el gobierno entre facciones y también la oposición, y aquél sin capacidad siquiera para amalgamarse – como hasta ahora - lucrándose del Estado, lo que queda en Venezuela es otro monstruo que nace y crece a partir de 1999, y es la herencia ominosa de 15 años de Revolución Bolivariana: la economía del narcotráfico y su producto fúnebre.
Ella, aprovechando la tolerancia del régimen – el pacto citado con las FARC de 1999 - y la distracción de una sociedad que decidió mirarse en el ombligo, por agobiada y frustrada, esta vez nos empuja al abandono de nuestros hogares, casi a la huida. ¡Y es que en medio de la bonanza fiscal – ya exhausta – nos transformamos en el colectivo que más muertes violentas produce en Occidente, y Caracas se transforma en la 2ª. ciudad más violenta del planeta. Las víctimas de los llamados “ajustes de cuentas” ya suman más de 200.000 personas. Y al tema de la droga y el establecimiento de su gerencia en Venezuela le huyen los políticos y de suyo la opinión pública.
De los aspectos constitucionales de este deslave escribo a profundidad en mis dos últimos libros: Historia Inconstitucional de Venezuela y Los golpes de enero en Venezuela, ambos publicados bajo el sello de la Editorial Jurídica Venezolana (Amazon.com), en 2012 y 2013. Son mi legado para las generaciones que hoy se levantan y un ancla para que la falta de memoria no les engulla, nunca más y luego de la reconstrucción civil, nuestro indómito espíritu de libertad.
Asdrúbal Aguiar
correoaustral@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

ROSALÍA MOROS DE BORREGALES, CISTERNAS ROTAS

A lo largo de las Sagradas Escrituras encontramos infinidad de símiles usados por Dios para dar un mensaje al pueblo de Israel; de la misma manera que Jesús de Nazaret usó parábolas, narración por semejanza de una enseñanza moral, para impartir sus lecciones. 

Entre las figuras que más ha llamado mi atención se encuentra la de las cisternas. Una cisterna es un depósito subterráneo donde se almacena y conserva el agua producto de la lluvia, o la que se hace llegar a ésta desde un manantial o río. Remontándonos a la antigüedad podremos entender claramente la función e importancia de las cisternas, pues desde tiempos remotos el ser humano ha basado la construcción de su vida en función del vital líquido.

Desde el punto de vista espiritual, Dios es la fuente primordial de agua de vida, tal como lo señala el evangelista Juan en su narración del encuentro de Jesús con la mujer samaritana. Nos cuenta Juan (4:1-46) que Jesús, cansado del camino, se sentó al lado del llamado pozo de Jacob, el cual se encontraba en una ciudad de Samaria de nombre Sicar. Estando allí, llegó esta mujer samaritana a sacar agua del pozo, entonces Jesús le dijo: -Dame de beber. A lo que ella, probablemente muy asombrada, argumentó con él, pues judíos y samaritanos no se trataban. Pero Jesús le responde: -Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice dame de beber, tú le pedirías y él te daría agua viva. Toda la historia se basa en el símil que Jesús hace entre la necesidad del agua para nuestros cuerpos y la necesidad del agua espiritual para nuestras almas. Quizá no exista otra historia bíblica en la cual el agua junto con la cisterna o pozo cobre mayor relevancia que ésta. Expresa un significado que trasciende el valor humano vital que representa el agua, nos lleva a la necesidad que tenemos de beber del agua que Dios nos ofrece, la cual se convierte en nosotros, en fuente.

Al pensar en la cisterna, en el agua, y en nosotros, entiendo que no somos fuente; por el contrario, nos hemos convertido en un país deshidratado. Lo peor es que estamos viviendo los síntomas sin darnos cuenta de nuestro estado. Los venezolanos hemos sido permeados con toda suerte de fetiches que de alguna manera hacen pensar, a quienes los hacen el objeto de su culto o adoración, que se encuentran en algún nivel espiritual especial. Uno de los peores legados de la revolución cubana ha sido la oscuridad de sus prácticas religiosas, las cuales han ido en aumento a la par de sus efectos devastadores de pobreza y miseria. Lamentablemente, muchos se consideran dentro de las filas de una religión cristiana, ignorando que Dios no comparte su gloria con nada, ni nadie; ignorando que no podemos servir a dos señores porque aborreceremos a uno y amaremos a otro; ignorando que para llegar a Dios es necesario pasar primero por la cruz de Cristo.

¡Nos hemos olvidado de Dios! Hemos tomado todos los atajos posibles en lo que respecta a nuestra vida espiritual. Hemos alimentado nuestros cuerpos, los hemos engordado con los placeres del mundo; hemos llenado nuestras mentes con una infinidad de pensamientos que exaltan al hombre por encima de Dios. Nos hemos envanecido olvidando nuestra fragilidad; la soberbia ha sido nuestra conductora, la lujuria compañera del camino; hemos abrazado la ambición desmedida; hemos perdido el respeto a la vida.
¡Necesitamos ir a la cisterna, necesitamos agua de vida!

"Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua". Jeremías 2:13.

rosymoros@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

FAUSTO MASÓ, EN NOMBRE DE LA GUERRA ECONÓMICA


Maduro juega con fuego: el dólar y la inseguridad, dos enemigos malos. El hampón cuando asesina lleva la “guerra económica” a su última conclusión: acaba con el odiado burgués. Maduro gracias al asalto de los comercios en diciembre ganó el plebiscito; volverá a usar el argumento de la bendita guerra cuando quiera arrinconar a la oposición, que no sabe a su vez cómo responderle. Solo un ingenuo le pediría a Maduro que explicase públicamente que imprimir dinero provoca la subida de precios, y como viejo militante de la Liga Socialista, también le toca sus fibras íntimas ese discurso contra la burguesía. Pero dar palos de ciego tiene sus riesgos; ahora Maduro nombra ministros descabelladamente, mientras desaparece a Samán con un acto de magia. Ni Maduro ni la oposición saben hacia dónde vamos.

El cazador que confunde una vaca con un rinoceronte, una serpiente con un adorno navideño, malgasta municiones. Le ha sucedido 15 años a la oposición. Este cazador bizco apunta a los colmillos del elefante y le saca los dientes a un gato, mata al dulce conejo mientras la rata se refugia en las cloacas. Igual le ocurre a la oposición, que no logra definir al régimen que enfrenta, y a Maduro, que ignora a qué se refiere cuando habla de socialismo. ¿Es lógico llamar al gobierno una dictadura? Chávez celebraba tantas elecciones que nos resistimos a creer que no habrá una en 2014. ¿Se dirá que Venezuela es una democracia? ¡Por favor! Aquí la Constitución sirve de papel tualé, usado una y otra vez. ¿Calificaremos al país de la nueva Cuba? Se parece, pero hay diferencias; Maduro sueña con fundar un PRI venezolano, pero tampoco sirve esa comparación porque el PRI desarrolló México, contaba con excelentes políticos, técnicos, empresarios; sometió el Ejército al poder civil, se llevaba bien con Washington y con Fidel Castro. Tampoco Maduro es un nuevo Perón; aquí el Ejército manda, en Argentina daba golpes de Estado al peronismo.

El miércoles Maduro no aclaró nada. Mantendrá el 6,30 indefinidamente, pero seguirá el Sicad y habrá cambios, ¿cuáles? Logró que lo oyesen anunciando que revelaría medidas económicas y provocó tal decepción que el paralelo dio un salto mortal. En realidad, nunca en cadena nacional se anuncian devaluaciones ni aumentos del precio de la gasolina. ¿Qué significa fijar la utilidad de una empresa en 30%? Nada. Para la Polar 15% sería una maravilla; para un laboratorio que desarrolla medicamentos, la ruina. Maduro inventó un adversario fácil, las telenovelas. Hace suyo el discurso de tantos intelectuales que llevan décadas culpando a la televisión de la gripe y de la alienación.

A Maduro lo derrotará el dólar, no la oposición. Los centros comerciales ya no sirven de lugar de esparcimiento de los pobres, allí respiran una atmósfera terminal, de fin de mundo. Vivimos una cháchara triste como los pasajeros de tercera clase en el Titanic antes de agarrar tremendo resfrío. La riqueza petrolera hace aguas, el último en irse que no se robe el bombillo. Y, por fin, la guinda de la torta: en Aporrea, Toby Valderrama denuncia que Maduro presentó en la Asamblea un Plan de la Patria que altera el texto sagrado de Chávez. Maduro lo acusó de ultraizquierdista y resucitó a Rosa Luxemburgo, la primera en condenar a Lenin por ser dictatorial. Y, ¡oh, pecado!, Maduro plagió a Teodoro al decir que no hay revolución sin democracia.

@faustomaso

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ, EL DESAFÍO DEL PRAGMATISMO CON IDEAS

  El país gira sobre un planteamiento ideológico trasnochado que implica el abandono de todo pragmatismo. No se informa sobre cifras o sobre logros o sobre lo hecho o lo que quedó aplazado. Se le habla de una ideología que, como tal, debería contener en su seno todas las respuestas o, al menos,  sustentar una vía donde lo inédito se iría resolviendo en base a la imaginación improvisada.

   La ideología es un  bloque cerrado del cual es imposible apartarse porque, aún en las dudas, su magia interna dará las respuestas, es lo que se nos dice. Contrariamente a la realidad del pensamiento, a las exigencias del siglo XXI, a la apertura mental que exige el tiempo presente, se nos pone, en las narices de un país en crisis, una ideología supuestamente omnímoda, una que recurre a citas de una ortodoxia pasmosa matizada con los relámpagos mentales del militar que la trajo a colación.

  
Mientras el mundo se mueve sobre los cadáveres de las ideologías, en Venezuela el cadáver de una ideología se convierte en el anuncio fundamental que se le hace al país. Los corsés ideológicos cayeron y sus restos desmenuzados por la acción implacable de la naturaleza no son más que detritus, viejos textos clásicos de los cuales nutrir la historia del pensamiento o viejos principios conceptuales útiles apenas para derivar un pensamiento absolutamente distinto sobre los viejos temas de lo humano y de lo social.

   Nadie habla de dejar de pensar. Una cosa es pensar y otra mantenerse aferrado a una evidente falsa ideologización. La falsa ideologización impide atacar los problemas puntuales, entre los cuales cabe anotar la indispensable armonización de los factores sociales en procura del bien común. Más que nunca se requiere pensar. Más que nunca se requiere tener meridianamente claro un proyecto de país y he aquí que nos encontramos con uno de los dramas fundamentales del presente venezolano: quienes están en el poder mastican ideología y quienes se le oponen carecen de ideas sobre el futuro, limitándose apenas a un proyecto de restauración de los términos clásicos de la obsoleta democracia representativa.

   Ideologizar en la segunda década del siglo XXI equivale a un proceso de corrosión del verdadero sentido del pensamiento, a uno tan grave como encerrarse en el pragmatismo de una acción política que sólo mira a la obtención del poder. Si se unen ambos, ideologización para conservar el poder, no veremos otra cosa que un neototalitarismo caracterizado por una vergonzosa incapacidad  de resolver las necesidades fundamentales de la población.

   El pensamiento no procura el establecimiento de fronteras rígidas, una especie de altas murallas dentro de las cuales se encierra una verdad incontrastable. El pensamiento es apertura, motivación al desafío, procura de hacer ciudadanos en el sentido de vigilancia sobre el poder y de facultad crecida de decisión sobre los caminos comunes a tomar. Las ideas son para evitar la caída en una acción política determinada por la banalidad, por la inmersión oscura en una cotidianeidad oprobiosa, en un desgarramiento cotidiano sobre lo intrascendente.

   Pragmatismo es hacer en su momento lo que conviene a los intereses colectivos, no el propósito determinado de recurrir a las habituales triquiñuelas para obtener el poder o para conservarlo. Y ese pragmatismo se ejerce dentro de un corpus abierto de ideas absolutamente claras del país que se desea. El requerimiento de los tiempos es, pues, la de un pragmatismo con ideas, no la del encierro en las manos de restauradores de viejos cuadros deteriorados. Si se quiere invertir los términos, la ecuación lo soporta perfectamente: ideas con pragmatismo.

   Es imposible gobernar hoy desde el encierro ideológico como es imposible para quienes pretendan constituirse en alternativa hacer oposición sin ideas. Siempre vencerá el que presenta el tinglado ideológico. En este cuadro de inmovilidad el poder seguirá siendo poder y la población inerme se debatirá a diario sobre las banalidades, en una incapacidad de alzarse sobre el juego macabro de los aparentes polos opuestos que conjuntamente, uno desde su fatídica ideologización y el otro desde un reclamo de restauración, construyen a diario gruesas murallas que impidan la salvación de las ideas que sitian.

   Lo hemos vivido a plenitud hace pocos días. El discurso del presidente en funciones Nicolás Maduro no fue ni “memoria” ni “cuenta”. No fue más que un compendio ideológico, uno que da una patada en el trasero al pragmatismo requerido y que, en consecuencia, no puede conducir a nada más que a un fracaso de la acción de gobierno. Una vez más reclamamos y replanteamos, como única posibilidad de superar el presente, una alternativa basada sobre un pragmatismo con ideas o, si se quiere, de ideas con pragmatismo.


EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,