La Oposición
democrática venezolana en sus diferentes expresiones y versiones le ha tocado
conducir, entre altos y bajos el esfuerzo político por evitar la consolidación
de un régimen autocrático que desde hace quince años ha querido conculcar las
libertades plurales y el derecho a la disidencia.
La naturaleza
democrática propia de nuestra historia y del concepto venezolanista que
poseemos ha ayudado a superar distancias entre el planteamiento de una
sociedad para la vida y este inmenso fraude que significo el llamado socialismo
del siglo 21.
En este sentido la
crisis política, ética y económica que padece la república en la actualidad y
cuyos responsables están debidamente ubicados en el entorno de quienes tienen
el poder, encuentra a los venezolanos
dándose la mano para conseguir con marcada dificultad los productos de uso y
consumo básicos para la subsistencia. Para un militante o un afecto al proceso
es igual de sufrido conseguir dichos productos o escapar de la inseguridad, que
un militante opositor, la misma falta de agua o de luz ha deteriorado el nivel
de vida de unos y otros sin importar que carnet tengas o que color prefieras.
Es así como la
tarea, por parte de los ciudadanos y su organización plural, de ir recobrando
los espacios que la democracia y la constitución nos dan es una imperiosa
necesidad, hoy acompañada por el gran rechazo popular al régimen y a su
pretensión de seguir polarizando el ambiente diario en aras al beneficio de
quienes gobiernan solo para grupos y
elites superado con creces los estilos
de la llamada 4ta republica.
La fuerzas
democráticas, dentro y fuera de la MUD, están obligadas a presentar un
planteamiento que abarque todo el conglomerado que se opone al régimen militar
cívico, un planteamiento que recoja el esfuerzo y el trabajo de concientización
que se viene dando en diferentes aspectos y escenarios, con la participación de
las organizaciones con fines políticos, organizaciones sociales y liderazgos
sostenidos. La unidad es la unión de todos los que de buena voluntad buscamos
superar esta dañina espiral en que ha caído la república.
Ni la MUD ni ningún
partido político puede erigirse como dueños del trabajo por reivindicar la democracia
y las libertades públicas en función de superar este mal momento que padecemos,
la necesidad de cambio es un sentimiento popular y por lo tanto hay que darle
ese contenido. La MUD de la mano de Chuo
Torrealba pudiera colocarse en esa perspectiva, nuevamente debe insistir en la
estrategia para todos y todas, que reúna en su seno las distintas vertientes de
pensamiento y acción. Igualmente partidos que desde la disidencia opinan y
actúan deben entender que el mejor aporte para lograr la despolarización y la
unión perfecta es contribuyendo y abriendo surcos para el encuentro, el MAS en
este sentido creo que se equivoca.
El compromiso
electoral inmediato es recuperar para el pueblo la asamblea nacional. Los
candidatos de las fuerzas democráticas deben ser escogidos por primarias, la
consulta eleva la participación y consolida la victoria, otra cosa es maniobra
y derrota. Las primarias colocan los liderazgos en posición legitima, con
comunicación directa con la gente, quien pretenda imponerse por la fuerza de la
maniobra será otro error de esos que llaman histórico. Las Primarias
reivindican la condición popular y democrática de la oposición venezolana. En
Trujillo no hay otra fórmula de unidad y unión.
Leonardo Alfredo Montilla Delgado
montillaleoa@gmail.com
@LeoMontilla
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