miércoles, 29 de octubre de 2014

ENRIQUE MELÉNDEZ OROPEZA, ESTE OCTUBRE RETRÓGRADO

         La verdad es que en este octubre se ha podido comprobar que no dejan de tener razón esos astrólogos que dicen que con Mercurio retrógrado ocurren las cosas más insólitas del mundo; como terminan pareciendo lo que no son; pues esta retrogradación de Mercurio, que ha transcurrido entre el 4 y el 24 del presente mes arranca con el macabro asesinato de Robert Serra, y termina con una victoria aparente de los colectivos; es decir, los grupos paramilitares de este gobierno en un combate frío y calculado; que dejó un saldo de unos seis muertos, luego de una escalada de asesinatos; originados por una cierta situación de inseguridad que se percibe en el régimen; funcionarios policiales presos, desmantelada la directiva del CICPC.
         Digo victoria de los colectivos, porque el final de todo esto fue la sorpresiva destitución de Rodríguez Torres del ministerio de Interior y Justicia; habiendo sido él el padre de la criatura; es decir, han sido estos grupos paramilitares obra de su genio y creación; como se ha venido diciendo durante toda la semana, siguiendo órdenes de Chávez, y quien, al parecer, era de la tesis de tener a estos grupos preparados, para la contraofensiva, a la hora de un intento de golpe militar, y para lo cual han recibido entrenamiento miliciano, en ese sentido.
         Claro, desde el día jueves 23, y con ocasión de la suspensión de la manifestación de estos grupos paramilitares, que estaba pautada para ese día, ya se presumía que algo extraño ocurría en Dinamarca; habida cuenta de que se interpretó que este gesto de estos grupos, y quienes amenazaban tomar todo el centro de la ciudad; que iba a obligar a cerrar sus puertas a todo el comercio de la zona, y protesta que tenía como centro el solicitar la renuncia de Rodríguez Torres; este gesto –digo, no se había hecho en forma gratuita.
         Si algo aprendió de su maestro, este colombo-venezolano, que nos gobierna, es el factor sorpresa. Obsérvese como es la opinión pública sorprendida un viernes a las 5:00 de la tarde, por la noticia de la destitución de este señor, y el que como todo ciudadano venezolano no se viene a enterar de la misma sino por televisión. Porque las ejecutorias de este gobierno se basan en la arrogancia y en el atropello. Ninguna consideración hacia la condición de ser humano; de modo que es una forma de violación de los derechos humanos; habida cuenta de que tiene su parte de sometimiento al escarnio público. Chávez, ordinario como era de conducta, lo figuró una vez: “lo usaron como un preservativo, que se coloca y luego se lanza a la basura”, y lo decía, según sus palabras, de alguien a quien los sectores de la oposición lo habían puesto a jugar ese papel.
         Que es también la pregunta capciosa que viene a continuación: ¿por qué no fue llamado a Miraflores, y puesto al corriente de su traslado para “otras tareas”, dentro del mismo proceso revolucionario, como acostumbran explicar los burócratas de este régimen, y despedido con una carta de reconocimiento por su labor meritoria; entregada por el propio presidente en un ágape miraflorino? ¿Fue de verdad puesta en bandeja de planta la cabeza de Rodríguez Torres a los colectivos? ¿Aprovechó Maduro para quitarse a alguien muy incómodo de encima por esta vía?
         Pues resulta una paradoja que, los mismos que consideran a Rodríguez Torres un ministro frustrado por no haber logrado combatir el hampa; sean los mismos que lo censuren, porque ha decidido ponerle coto a los grupos violentos; que son los dueños de la calle en estos momentos en este pobre y desventurado país, y que a pesar de que muchos de ellos son ex funcionarios de la Policía Metropolitana y de otras policías políticas, y cobran por alguna Misión, además del pago de vacuna que les otorga alguna personalidad; personalidad que necesita su cierta protección, o alguna empresa de seguridad, interesada en algún dato de algún bandido del bajo mundo; andan con moto de alta cilindrada y pistola; lo cual es una tentación, para una persona que, a pesar de que vive rodeada de miseria, lleva vida de ejecutivo empresarial, y para lo cual se vale de toda una picaresca, partiendo del principio de que él roba, porque no hay razones para no robar.
         El problema es que Rodríguez Torres, a propósito de la Ley de Desarme, le hizo caso al consejo de “disparen primero, y averigüen después”; aparte de que hirió a dolientes con frases muy ofensivas: ¿cómo no iba a abrir frentes? Digo lo del averiguar porque trascendió que el tercio se reunió con el colectivo Alexis Vives, pocos días antes de su sustitución a los fines de limar asperezas; pero ya era demasiado tarde: esa manifestación de los colectivos para el jueves 23 amenazaba hasta la propia estabilidad del régimen, y de allí que Maduro actuara con semejante vehemencia. De modo que sí tenía su componente ideológico la misma. La lectura que hay de fondo de todo esto es que la pelea la gana Freddy Bernal, habida cuenta de la ascendencia que tiene éste entre los colectivos; antiguos conmilitones suyos, cuando Bernal formaba parte del famoso Grupo Zeta.
         ¿Queda entonces el país en manos de las fuerzas paramilitares? ¿Qué dicen los militares institucionales, teniendo presente que son grupos irregulares, y que gozan de la total impunidad para cualquier fechoría que estén dispuestos a cometer, siempre y cuando me sirvan como fuerza de choque, para el momento en que yo lo requiera? He allí la confusa situación en que nos deja la retrogradación de Mercurio, y donde quedan enigmas como el hecho de que la misma cantidad de puñaladas que le propinan a Rober Serra, es la misma cantidad de disparos que le propinan a Odreman: ¿hay una lectura subliminal en  todo esto?

Enrique Melendez O.
melendezo.enrique@yahoo.com
@emelendezo

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