martes, 28 de octubre de 2014

ANGELICA MORA, LA HUELGA DE HAMBRE COMO RECURSO EXTREMO, DESDE NUEVA YORK

Más silenciosa que una marcha pero con el impacto de una protesta activa, la huelga de hambre se sitúa como una medida eventualmente desesperada y como el último recurso para llamar la atención de las autoridades y el mundo en general.

El recurso de la huelga de hambre aumenta en el mundo. En Venezuela, la muerte del ganadero Franklin Brito, ocurrida hace tres años, lejos de frenar esta forma desesperada de reclamo la estimuló, especialmente entre los estudiantes.

Venezuela hoy es un país donde la protesta es castigada con golpes y prisión, con el primer ejemplo del líder opositor Leopoldo López, encerrado desde hace 8 meses en la cárcel militar de Ramo Verde.

En Cuba, dos presos políticos obtuvieron recientemente su libertad, mediante el recurso de la huelga de hambre. Salieron libres, pero la salud de ambos puede haber quedado comprometida con secuelas de fallas en sus órganos vitales, como lo son el corazón, estómago y riñones.

Se trata de Marcelino Abreu Bonora quien protagonizó 133 días de huelga de hambre y ya está en su hogar en Caibarien y Vladimir  Morera Bacallao, quien sumó 272 días entre dos huelgas de hambre, ya está en su casa de Manicaragua, Villa Clara, bajo licencia extrapenal.

Abreu Bonora fue arrestado por oficiales de la policía Nacional Revolucionaria el 13 de agosto de 2012 cuando lanzaba octavillas antigubernamentales y daba gritos en contra de Fidel Castro -el mismo día que el dictador cumplía 86 años- en la céntrica calle Obispo en el municipio Habana Vieja. Las autoridades lo condenaron, en ausencia, a 4 años de cárcel bajo los cargos de “atentado”.

Morera Bacallao había sido condenado en noviembre del 2013 a ocho años de cárcel, bajo cargos de "desorden público, atentado, desacato y daños".
 Ambos activistas usaron la huelga de hambre para forzar a las autoridades a que los dejaran en libertad.

Han habido otros opositores que usaron este mismo recurso, como lo fue Orlando Zapata Tamayo, para denunciar las condiciones de vida de otros prisioneros y quien murió el 23 de febrero del 2010, después de 86 días en huelga de hambre. Las autoridades penitenciarias le negaron el agua durante 18 días, lo que le llevó a un deterioro de su salud y la muerte.

Varios activistas han recurrido en el pasado a la drástica determinación de declararse en huelga de hambre. 

También lo han hecho ciudadanos cubanos en protesta por abusos de las autoridades. 

El doctor cubano Jeovany Jiménez Vega fue a la huelga de hambre reclamando que se le devolviera su licencia para ejercer como médico.

Jiménez Vega fue inhabilitado desde el año 2006 por el simple hecho de reclamar un aumento salarial y mandar una carta al Ministro de Salud Publica quejándose del ridículo aumento de 48 pesos mensuales. Recuperar su licencia le costó a Jeovany Jiménez tres semanas de huelga de hambre y tener que ser hospitalizado con riesgo para su vida.

Hoy algunos opositores que se encuentran detenidos recurren a la huelga de hambre, como Angel Yunier Remón, rapero cubano conocido artísticamente como El Crítico.

También se declaró en huelga de hambre la Dama de Blanco Sonia Garro, pero la interrumpió por problemas de salud. Garro ha estado detenida desde hace más de dos años y las autoridades han pospuesto el juicio tres veces, en la causa donde está su esposo, Ramón Alejandro Muñoz González, y el también disidente Eugenio Hernández Hernández.

El activista Iván Hernández Carrilo ha dado a conocer la dolorosa huelga de hambre de una madre, Maira Conyedo, quien solo le pide que su hijo preso esté en la misma provincia donde ella vive para facilitarle el poder irlo a visitar. Esta madre, en vista de los oidos sordos de las autoridades carcelarias se declaró en ayuno hace tres semanas. Su estado de salud es alarmante y para mantenerla viva en el hospital de Santa Clara donde la tienen recluída, los médicos han tenido que ordenar la aplicación de  sueros para hidratarla.

Según Wikipedia, la huelga de hambre es una herramienta de lucha no violenta, que consiste en renunciar a cualquier tipo de alimentación para reivindicar el cumplimiento de algún derecho, eliminar reglas o normas consideradas ilegítimas por el sujeto huelguista.
 Puede tener una duración determinada o ser ilimitada, en el segundo caso el desenlace final será la muerte por inanición que sobrevendrá entre los 60 y 90 días del comienzo de la misma.

Indica la declaración de Malta de la Asociación Médica Mundial sobre las Personas en Huelga de Hambre que el médico debe respetar la autonomía del o la huelguista (...)

Toda decisión pierde fuerza moral si se toma involuntariamente bajo amenazas, presión o coerción de los pares. No se debe obligar a las personas en huelga de hambre a ser tratadas si lo rechazan. La alimentación forzada contra un rechazo informado y voluntario es injustificable.

La alimentación artificial con el consentimiento explícito o implícito de la persona en huelga de hambre es aceptable éticamente y puede evitar que la persona alcance un estado crítico.

¿Cuán válido es el recurso de la huelga de hambre para doblegar al gobierno?

Desde Mahatma Gandhi, pasando por el activista mexicano César Chávez, hasta nuestros días, se puede decir que es exitoso, pero a un gran costo en la salud y en el caso de Cuba, sin saber si las autoridades van a reanudar, aún con más saña, los hostigamientos.

Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.