sábado, 13 de septiembre de 2014

RICHARD CASANOVA, DE FANATICOS, INCAUTOS Y FARSANTES

Este gobierno no es socialista y dista mucho de ser revolucionario. Tal condición es una impostura del régimen, la cual asumió ante la necesidad de una excusa ideológica para justificar su proyecto hegemónico de poder. 

Realmente pudo apropiarse de cualquier etiqueta, siempre que ella luciera conveniente.  En efecto, si ser de "derecha" hubiese sido una buena coartada, el gobierno la habría asumido sin pena y sin asco. 

Pero prefirió autodefinirse como "izquierda" pese a su marcado rasgo militarista y para propiciar la confrontación entre dos polos, procedió a calificar como "derecha" a toda expresión opositora. El tema viene a colación porque algunos creen que atacan al gobierno acusándole de "izquierda" o "socialista", lo cual viene a reforzar su estrategia de polarización y reafirmar la supuesta condición de "derecha"‎ del atacante.

El gobierno ha querido colocar el debate en el terreno político y quiénes creen que lo atacan acusándolo de "socialista" no hacen más que complacerlo, por una parte y por la otra, facilitarle apoyos internacionales y agredir a factores de izquierda democrática que forman parte de la oposición. Pensar que esos “ataques” pueden fortalecer una referencia política liberal, neoliberal o de derecha –aun siendo un objetivo legítimo- es un craso error pues el dilema realmente no es entre izquierda y derecha. ‎El centro del debate debe ser lo social, las condiciones de vida de las grandes mayorías, la calidad de los servicios, las garantías de salud, educación y vivienda para la población, la posibilidad de ejercer sus derechos y la certeza de un futuro mejor.

Hace tiempo que Cuba dejó de ser un socialismo para convertirse en una vulgar dictadura caribeña. Hasta el comunismo en China evolucionó, asumiendo una audaz postura en los satanizados mercados internacionales ‎y convirtiéndose -en lo económico- en un capitalismo salvaje, casi brutal.  En nuestro país, aunque quedan en el gobierno algunos trasnochados de izquierda que no se han enterado que el Muro de Berlín se cayó, el excesivo y muy evidente poder militar aleja a este régimen del modelo socialista democrático que existe en buena parte de Europa y que exhibe notables éxitos en países como Noruega o Finlandia. Para ilustrar la idea, vale preguntarse ¿en Venezuela quien representa a la izquierda? ¿Teodoro Petkoff o el Teniente Diosdado Cabello?  ¿Pompeyo Márquez y Américo Martín, o el Capitán Ameliach? 

En todo caso, si acaso quedaba algún incauto pensando que el régimen es de izquierda, debe estar en medio de un verdadero sacudón, viendo a ‎este "gobierno socialista" vendiendo a PDVSA, poniendo a CITGO en bandeja de plata a alguna transnacional gringa o china.   Y si esta traición a la patria no les parece suficiente, bastará ver cómo se ha perdido la Soberanía Nacional con esa invasión cubana en las altas esferas del poder, cómo la FAN está subordinada a fuerzas extranjeras, cómo prácticamente han entregado nuestro territorio al imperio británico que ocupa el esequibo o cómo se hacen los locos ante el conflicto fronterizo con Colombia y hasta le rinden pleitesía a la narcoguerrilla que azota a la hermana república.  En fin, hay que ser muy fanático para creer que esto es socialismo o tiene otra vocación distinta al poder y el dinero.

Richard Casanova
richcasanova@gmail.com
@richcasanova

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