Me fui unos días. Volví. Un shock cultural. Y eso que vivo acá.
Pero basta salir unos días del país, para que el reencuentro sea doloroso,
sucio, decadente, inseguro, pintarrajeado, el tránsito desordenado, las
personas decepcionadas, desesperanzadas, desoladas, descontentas y depresivas.
Igual al país que había dejado una semana atrás. Y sin embargo,
Argentina sigue siendo inesperada. A pesar de estar acostumbrada, como todos
los argentinos, a sucesos inexplicables y por regla general, malos, esta semana
ha sido para el Guinness.
Máximo ¡habló! Lo hizo sin papeles y razonablemente bien.
Considerando que no sabíamos que sabía expresarse. Con un mensaje claro para
evitar que su mamá sea considerada como lo que ya es: “un pato rengo”, es
decir, una presidente a la que le quedan 15 meses de presidencia, 446 días.
Para los argentinos no camporistas, ni cristinistas (el resto del FVP mutará veloz hacia el nuevo
faro que aparezca en el PJ), 446 días es muchísimo; para Cristina es un
suspiro. Salvo que tenga conciencia de la situación real del país que
gobierna, que está en picada. Pero no
creo que se dé cuenta. Ella vive en Disneylandia y nadie le cuenta la verdad.
Máximo intentó asustar con Cristina candidata, algo que hasta ella
sabe que no es posible. Pero permitió que los medios tuvieran tema por unos
días. Y en esta inesperada Argentina,
antes de la reunión anual de la ONU, partió hacia Roma para almorzar con
Francisco. Un Papa preocupadísimo por los argentinos. Tiene miedo que corra
sangre y pretende que la transición sea pacífica y en la fecha correcta. O sea
el 10 de diciembre 2015.
La preocupación de Francisco con respecto a un posible estallido
social, como a finales del 2001, esta vez sin fogoneros políticos, sólo gente
harta de la terrible situación hacia la que nos llevan, Barrionuevo la puso en
palabras, diciendo: “en diciembre hay un estallido”
No se necesita ser clarividente para pensarlo. En diciembre todos
enloquecemos un poco, balance del año que se va, vacaciones, regalos, la plata
que no alcanza y de seguir así, muchos privilegiados que todavía tienen trabajo
en blanco, no cobrarán el aguinaldo. De
ahí al estallido….
La presidente va a la ONU a buscar apoyo, pero el apoyo que va a conseguir, va a ser moral. Algo así
como: “tiene razón, pero pague primero, porque no le vamos a prestar hasta que
pague”. Y tendremos que pagar. En US$. Duele.
El US$ rompió la barrera de los $15 y no parece que algo vaya a
detenerlo en su ascendente carrera para igualar el 40% de inflación. En nuestra
insólita e inesperada Argentina la presidente y su escudero Kicillof, acusan de
la suba del dólar a “los medios” (un clásico K), a los “buitres” (otro clásico
más reciente) y a “ex funcionarios de Bush”. Ahora entramos en el delirio.
Psiquiatras se necesitan.
Además de echarle la culpa a los maoríes, los osos panda del
zoológico de San Diego y a los desfiles de moda en Milán, ¿el ministro de
economía y la presidente nunca se preguntan qué tienen que ver con el US$ a más
de $15, el desempleo creciente, el 30% de pobres, el 33% de trabajadores en
negro, la pérdida de mercados cedidos a Uruguay y Paraguay, la inseguridad y el
narcotráfico, la corrupción y, y, y? Ellos no conocen la responsabilidad.
Hemos sufrido malos gobiernos electos, ninguno como este. Venimos
de una década soñada en la economía internacional, que aprovecharon todos
nuestros vecinos, década que empezó con un default y parece que terminará con
otro. Perdón por nombrar la palabra prohibida: default. Lo hizo Kevin Sullivan,
encargado de negocios de los EEUU en Argentina, osó decir: “Argentina debe
salir del default”. Entendemos que un diplomático no debe meterse en la
política interna de otro país. Salvo que reciba ordenes de hacerlo desde su
país de origen.
La reacción de cancillería fue exagerada, como no podía esperarse
de otra manera. Creo que están pensando en declararle la guerra a EEUU. Algo
que le quita el sueño a Obama, aunque tiene otros problemas más serios que
Timerman.
Inesperadamente, por lo imbécil, el ejecutivo mandó el proyecto de
ley de abastecimiento, que imbécilmente las dos cámaras aprobaron y ya está
regulada. La antecesora de la ley viene de 1973. Creación de José Ber
Gelbard, fue un desastre que terminó en
el rodrigazo, que nos empobreció de golpe un 160%. Tampoco hay que ser clarividente
para augurar que esta ley de “desabastecimiento” terminará igual que las
anteriores: muy mal.
A este disparate hay que sumarle la idea de poner a cualquiera,
que sin ser maestro, se haga cargo de una clase de guardería o preescolar. Una
delicada manera de decir que los chicos no importan, que no son el futuro,
porque para este gobierno, después de Cris, no hay futuro.
Enfrente de todo este desvarío
que arruina la vida de 40 millones de personas, hay una nebulosa
opositora, desde donde los que pretenden ser candidatos, todavía no han
presentado planes, proyectos, objetivos, solo palabras y promesas “light”.
Esperemos que en esta inesperada Argentina nuestra, el respeto por la CN, la
libertad en todas sus formas, el sentido común, la seriedad, la justicia, la
transparencia, la honestidad y la idoneidad de los funcionarios, se hagan cargo
del gobierno.
No va a ser fácil corregir tantos horrores. Para empezar hay que
cambiar conceptos y paradigmas populistas, después de 12 años. Esperemos que el inesperado gran país que
alguna vez ayudamos a construir y que desde hace años toleramos que lo
destruyan, vuelva al buen camino, el camino del crecimiento genuino, el de la
libertad con responsabilidad.
Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi
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