domingo, 24 de agosto de 2014

RAFAEL PIÑA PEREZ, PROBLEMATICA DEL DESARROLLO ECONOMICO VENEZOLANO, ACADEMIA DE CIENCIAS ECONÖMICAS DEL ESTADO ZULIA

La Academia de Ciencias Económicas del estado Zulia desde sus inicios en el año 2005, viene realizando análisis y recomendaciones a los sectores público y privado de la economía nacional en concordancia con lo establecido en el artículo 2 de su Ley de creación, particularmente en lo tocante a la cooperación  de los lineamientos de la Estrategia de Desarrollo Económico y Social, así como tomar iniciativa y hacer saber su opinión razonada en la elaboración de proyectos de leyes en materia económica en general sobre las políticas públicas que atañen a esta materia.  

A este respecto se han formulado cinco documentos, incluyendo el presente,  con diagnósticos y recomendaciones al gobierno nacional y a los sectores productivos de la economía nacional.  

En el año 2012, se presentó un documento a los candidatos presidenciales Hugo Chávez y Henrique Capriles, que fue ratificado a los candidatos Nicolás Maduro y Henrique Capriles en el año 2013 presentando propuestas concretas sobre la necesidad de reorientar las políticas públicas a objetivos que estimulen la inversión privada nacional y extranjera, sin la cual no es posible lograr una senda de crecimiento, desarrollo económico sostenible y abatir la inflación.    

A cuarenta años de iniciado el camino hacia lo que se denominó la “Gran Venezuela” a raíz del alza de los precios del petróleo en 1974, cuando el gobierno de la época llevó a cabo un plan de desarrollo basado en grandes proyectos de inversión en los cuales el país exhibía ventajas comparativas derivadas de los recursos naturales y, también a través del desarrollo de la pequeña y mediana industria para absorber el enorme desempleo y creciente fuerza de trabajo. Hoy en día la economía venezolana luce exhausta y desarticulada, con clara tendencia al estancamiento económico con alta inflación, lo que se denomina estanflación (neologismo de la expresión inglesa stagflation que significa estancamiento con inflación).

     Hasta entonces la economía venezolana no había sido más que la acumulación de sectores subdesarrollados que en diversas épocas iniciaron un proceso de crecimiento, pero, diríamos, quedándose a mitad de camino cuando otros sectores  vinieron a sumársele para terminar también en subdesarrollada. Así, la agricultura subdesarrollada del café y el cacao, vino a sumársele el petróleo a partir de 1920 con una escala de operaciones y tecnología más avanzada, pero básicamente un sector primario exportador con escaso grado de transformación y de valor agregado secundario, en suma, un sector petrolero subdesarrollado. Los planes petroquímicos prometieron desarrollar proyectos  de transformación del petróleo y el gas natural para agregar valor a estos productos primarios, se han logrado unos avances en este sentido, pero hoy lucen también estancados.

     Posteriormente se instaura el modelo de sustitución de importaciones y algunos logros fueron alcanzados a través de la industrialización sustitutiva, pero el patrón de industrialización liviana de bienes simples para el consumo, no trajo mejoras significativas en la distribución del ingreso y bien pronto, ese cuarto motor de la economía venezolana, sumado a los tres ya existentes (petróleo, gasto público y construcción) llegó a su agotamiento.

     Con el nuevo modelo de desarrollo a partir de 1974, se intensifica el papel del Estado en la economía con una estrategia para modificar la estructura social de la sociedad y abrir el camino hacia el desarrollo basado en la explotación soberana de nuestros recursos, con una más justa distribución de la riqueza y de los ingresos entre segmentos de la población y regiones, con revolución agrícola y agroindustrial e industrialización con énfasis en la producción de maquinarias, generación y adaptación nacional de tecnologías y una racional explotación de nuestras riquezas naturales y humanas.  

Se lograron buenas tasas de crecimiento económico con tasas reducidas de desempleo hasta que las políticas de liberación económica, a partir de 1979, trajeron el retroceso y estancamiento de la economía nacional. Se fue reduciendo el poder adquisitivo de la población por la elevación del nivel general de precios, ampliándose la pobreza general. Reducir la pobreza, la marginalidad y la indigencia, requiere obviamente un proceso de desarrollo dinámico, intenso y sostenido a largo plazo: a la tendencia descendente de la economía con recuperación entre mediados de los ochenta y mediados de los noventa, vinieron posteriores descensos y recuperaciones hasta que a comienzo de los años 2000 aparece otra vez la tendencia descendente con todo y los excelentes precios del petróleo sin que se vislumbre en el presente y futuro inmediato una nueva senda expansiva de la economía.

     Si bien las misiones y la ampliación de la pensión del seguro Social ha permitido aumentar el poder de compra de la población de los segmentos D y E; pero la pobreza estructuralmente hablando no se reduce sin una economía en expansión que aumente la ocupación de la mano de obra que cada año se incorpora al mercado de trabajo. 

Los pobres no pueden dejar de ser pobres mientras vivan en los mismos ranchos y viviendas inadecuadas que siguen conformando los cinturones de miseria en todas nuestras ciudades.  En todo caso, la reducción de la pobreza ha estado enmarcada en un cuadro de continuada distribución desigual del ingreso, inhibiendo la expansión del mercado interno, factor impulsor del crecimiento económico conjuntamente con la acumulación de capital, no favorecido por la limitación del mercado y el progreso técnico. 

De una inversión bruta que evolucionó del 25% del PIB a mediados de los setenta hasta 30% entre 1985 y 1990, posteriormente ha sido fluctuante y luego, a finales de la década del 2000 era solo de 20.9%: este debilitamiento de la acumulación de capital nos explica la desaceleración de la tasa de crecimiento de la economía en los últimos años, particularmente a partir de el año 2010.

     Al agravamiento en la tendencia descendente del producto y bastante pronunciada en el ingreso por habitante vino a sumarse un proceso inflacionario que en los años 2000 se ha disparado desde el 20% hasta llegar al 56.2% el pasado año 2013. 

Los ajustes inoportunos de los tipos de cambio, ha generado encarecimiento del dólar respecto al bolívar, la fuerte expansión monetaria causada por la transferencia directa de dólares de las reservas internacionales al FONDEN sin que el gobierno entregue la contrapartida en bolívares al BCV que se los compra a PDVSA.  

Esta transferencia viene generando doble monetización y en consecuencia liquidez sin respaldo en la producción real de bienes y servicios.  

Esta situación se agrava con la monetización de déficit público como es el caso del financiamiento del flujo de caja de PDVSA por parte del BCV (dinero inorgánico).  La doble monetización de dólares de las reservas internacionales y la monetización de déficit público, ha disparado el crecimiento de la liquidez y por ende de la inflación que hoy es la más alta de América y una de las más altas del mundo.  

Para este año 2014, se vislumbra una inflación mayor a la de 2013, dadas las presiones al alza de los tipos de cambio que se acentúa con la reducción de las reservas internacionales. Así mismo se espera un decrecimiento del PIB en un 0.5% para este año de acuerdo a proyecciones de la CEPAL, segundo año consecutivo con estanflación; esto es, estancamiento económico con alta inflación.  

     Es de considerar, que los ajustes cambiarios según la teoría de la paridad de los poderes adquisitivos no se ha aplicado, lo mismo que por la paridad ajustada por los flujos financieros según la oferta y demanda de divisas. 

Desde Abril de 2003 se viene aplicando control de cambio, van 11 años, un lapso demasiado largo, la experiencia enseña que los controles de cambio deben aplicarse en un corto plazo para superar desequilibrios macroeconómicos de balanza de pagos, ya que el control cambiario reduce el dinamismo de la economía y se presta para manejos irregulares como de hecho se viene denunciando con empresas ficticias que han recibido dólares preferenciales de CADIVI (según el ex ministro Giordani, más 20.000 millones de dólares se entregaron a esas empresas llamadas de maletín. 

Esta estafa a la Nación aunada a la transferencia directa de dólares de las reservas internacionales al FONDEN es la causa fundamental de la disminución de las reservas internacionales y de la incapacidad para satisfacer la importación de alimentos, medicinas e insumos de la producción como materias primas, maquinarias, autopartes, tecnologías, etc. Desde la modificación de la Ley del BCV en el año 2005 para permitir la transferencia directa de reservas internacionales al FONDEN, el instituto emisor viene compartiendo con el gobierno nacional la regulación de la liquidez monetaria; es decir, éste ha perdido en alta proporción su autonomía para mantener un nivel adecuado del  circulante monetario en concordancia con la economía real.

     Sin duda alguna, las diversas situaciones macroeconómicas van condicionando el devenir de la evolución económica, pero la situación estructural en que ha venido desenvolviéndose la producción, también influye en los logros macroeconómicos. Es así como después de haber alcanzado el sector industrial manufacturero un 18.5%de aporte al PIB en 1980 y un 20% en 1990, dicho sector que es gran dinamizador del desarrollo económico, ha retrocedido a 14.4% en el año 2012, mientras el sector de los servicios aporta un 60% para ese mismo año.  Se ha venido perpetuando el subdesarrollo, esto es, una economía rentista subdesarrollada, hasta el punto de que hoy somos más dependientes del petróleo y de las importaciones.

El Estado venezolano ha venido haciendo inversiones importantes en educación, en todos sus niveles, particularmente desde el inicio de la Democracia en 1958. Ha venido aumentando la matrícula en primaria, secundaria y universitaria.  Sin embargo el aporte del progreso técnico a la productividad no ha sido como debiera esperarse. En este campo hay que redoblar esfuerzos para mejorar la calidad educativa como base esencial para avanzar en el progreso técnico, la productividad y el desarrollo económico
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     Otro aspecto que ha conspirado contra el desarrollo económico del país, es el creciente endeudamiento externo de la nación, inexplicable ante los elevados precios del petróleo más recientes, sin que el crecimiento económico del país esté en franca expansión. Hay allí obviamente una deficiente administración de los recursos del país. Ineficiencia y despilfarro que se ha traducido también en un peligroso descenso de las reservas internacionales a un nivel tal que están muy por debajo de lo  requerido para atender nuestras importaciones.

                                               CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

     Dados los actuales desequilibrios macroeconómicos expresados anteriormente, generados por erráticas políticas económicas, amenazas a la propiedad privada y expropiación desproporcionada de empresas  que han disminuido desde allí su eficiencia, ha venido desestimulando la inversión privada nacional y extranjera.  Esta disminución de la inversión privada  expresada en los informes oficiales viene incidiendo inexorablemente en la reducción del crecimiento de nuestra economía, también expuesto en los informes del BCV. Por el lado de la administración de nuestros recursos financieros, se observa un crecimiento de la burocracia del Estado que se ha duplicado durante los últimos quince años, estando por encima de dos millones de empleados públicos y lo que esto significa para el crecimiento del gasto público.  Otra deficiencia notable es el descuido en el mantenimiento de instalaciones productivas y de servicios públicos como se aprecia en los sistemas hidráulicos y eléctricos, cuyas fallas vienen afectando el nivel de vida de la población y la capacidad productiva de nuestra economía.  Esta deficiencia en el mantenimiento es también notoria en la empresas básicas de Guayana, PDVSA y otras empresas públicas, disminuyendo la producción de acero, cabillas, petróleo y derivados hasta el punto de que hoy estamos importando aluminio y  gasolina, después de haber sido exportador de esos productos.

       La Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia en uso de las atribuciones que le competen de acuerdo a lo establecido en la Ley de su creación, concretamente en el artículo 2 recomienda al gobierno nacional  lo siguiente:

I.                     Devolver la autonomía plena al BCV para ejercer su competencia en la regulación de la liquidez monetaria y control de  la inflación. Para lograr este objetivo se debe eliminar la transferencia directa de reservas internacionales al FONDEN y otros fondos parafiscales, sin que el instituto emisor reciba la contrapartida correspondiente en los bolívares emitidos para comprar los dólares que ingresaron como reservas internacionales.  De existir remanente de dólares en el FONDEN, en otros fondos parafiscales y en el Fondo Chino, debieran ser devueltos al BCV para aliviar la presión sobre el tipo de cambio y la inflación. La liquidez monetaria ha tenido un crecimiento vertiginoso por encima de las necesidades reales de la economía, creciendo en lo que va de este año 2014 hasta el mes de Mayo un 65%. Una de las causantes de este abultamiento de la liquidez monetaria es la transferencia directa de dólares de las reservas internacionales al gobierno a través de los fondos antes citados, así como la monetización del déficit público y del flujo de caja de PDVSA.

II.                  Sincerar los precios de los alimentos más esenciales como el arroz, el azúcar, la leche, el aceite, entre otros, a objeto de eliminar o reducir el contrabando de extracción hacia el vecino país, mejorándose así el abastecimiento nacional. El mantenimiento prolongado de los precios sin ajustes oportunos ha conllevado a la desaparición del mercado de unos cuantos productos y marcas, reduciendo la competitividad, disminuyendo la calidad y aumentando el nivel de precios.
III.                En cuanto al ajuste del precio de la gasolina que ya se viene planteando en el gobierno nacional y algunos sectores representativos de la sociedad venezolana, recomendamos que el ajuste sea gradual, dado el impacto inflacionario en un país que se mueve en ruedas, porque no tenemos transporte marítimo interno ni ferrocarril para transporte de carga y pasajeros. El contrabando  de extracción de la gasolina se viene dando desde hace varias décadas dada la diferencia abismal entre los precios internos y los existentes en Colombia.  Las medidas represivas  han sido siempre ineficaces para enfrentar el problema. A este respecto, no nos oponemos al ajuste del precio de la gasolina, pero consideramos que se debe eliminar los créditos y subsidios al petróleo y derivados que exportamos a PETROCARIBE y otros países. No es viable para el país en estos momentos mantener esos créditos y  descuentos, cuando estamos pasando por una insuficiencia significativa de divisas para atender nuestras importaciones.  

IV.                No seguir expropiando  empresas que no sean por causa de utilidad pública, de acuerdo a lo establecido en la constitución, la experiencia con las empresas estatizadas ha hecho más daño que bien a la economía nacional. A este respecto planteamos revisar las empresas estatizadas, particularmente las que tienen dificultades de operatividad y eficiencia, para devolverlas a sus anteriores propietarios, las que fueron indemnizadas, venderlas y los recursos de la venta para aumentar el flujo de caja fiscal.  Las que no fueron indemnizadas, devolverlas a sus legítimos dueños.

V.                  Estimular la inversión privada nacional y extranjera para que nuestra economía reasuma su senda de crecimiento y desarrollo de las fuerzas productivas.  La inversión pública siempre será insuficiente para alcanzar ese objetivo.  A este respecto es importante establecer contactos y negociaciones con la Comunidad Económica Europea para atraer inversiones que nos pueden auxiliar en nuestro proceso de desarrollo.

VI.                Lo ideal en una economía  sana o que tienda a serlo, es un tipo de cambio único sin control cambiario. Llevamos 12 años con control de cambio y es un lapso demasiado largo. El control de cambio reduce dinamismo a la economía y se presta para manejos irregulares. La tendencia debe ser hacia un cambio único, pero antes de alcanzar esa meta debe simplificarse  el control cambiario estableciendo solamente dos tipos de cambio, uno para las medicinas y alimentos y otro para el resto de las importaciones. Aunque es discutible, consideramos que es conveniente legalizar el mercado libre de divisas, puede ejercer un efecto positivo en las importaciones.

VII.              Recomendamos no vender a la filial de PDVSA CITGO,  considerando que sus refinerías, tanques de almacenamiento, terminales y oleoductos en nuestro principal comprador de petróleo y derivados, como lo es Estados Unidos, es una fortaleza de la competitividad del petróleo venezolano, unos 750.000 barriles diario de crudo mediano y pesado que vendemos a ese país, son refinados en las refinerías de la CITGO.  No debemos olvidar que las mayores reservas de petróleo y gas de esquistos o lutitas, están en América, estando en los  primeros lugares en este continente Estados Unidos, Argentina, Canadá,  México y Brasil. Venezuela ocupa el último lugar en el mundo de este tipo de reservas en lutitas, pero el primer lugar de  las reservas convencionales en areniscas.  Ya Estados Unidos empezó a exportar petróleo de yacimientos de lutitas; se decir, la competencia la tenemos cerca en espacio y tiempo. La venta de CITGO significaría un paso de desnacionalización de PDVSA, por ser un activo importante que forma parte de su patrimonio, conformado por refinerías, oleoductos, terminales y administración en concesión de estaciones de servicios, etc. Consideramos que todos los sectores representativos de la sociedad venezolana deben pronunciarse en rechazo de la venta de CITGO.

VIII.            Ante el impacto inflacionario de las medidas de ajuste que inevitablemente se van a implantar en los próximos días, se requiere un ajuste del nivel general de ingreso de los trabajadores para atenuar el progresivo deterioro del salario real o poder de compra. Estos ajustes deben realizarse anualmente en acuerdos tripartitos entre el Estado, los trabajadores y los empresarios.

IX.                Esta Academia ratifica la recomendación de hace tres años de reinsertar a Venezuela en la Comunidad Andina de Naciones- CAN-  Fue un error salirse de esta Comunidad, se ha afectado nuestra agricultura y el sector industrial.   En la CAN está  nuestro mercado más cercano geoeconómicamente hablando.  Colombia y Venezuela son básicamente economías complementarias. Es perfectamente compatible participar al mismo tiempo en el MERCOSUR. La integración suramericana avanza, a pesar de las dificultades y las desigualdades en los niveles de desarrollo de nuestros países. 
                                                                                    
            Por la Academia de Ciencias Económicas del Edo Zulia

Rafael Piña Pérez                                                                               Thessaly González
Presidente                                                                                           Secretaria

Rafael Piña Perez
pprafael1912@hotmail.com
@RafaelPiaPrez

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