jueves, 28 de agosto de 2014

PACIANO JOSÉ PADRÓN VALLADARES, NO A LA CHISMOSA

          No podía imaginar Fidel hace medio siglo -cuando impuso la inhumana tarjeta de racionamiento manual a las familias cubanas- que podría ordenar ahora para Venezuela la misma tarjeta, pero con el pomposo nombre de control biométrico o captahuella, la tarjeta de racionamiento del Siglo XXI. Es humillante el trato de delincuentes que pretende dársenos a todos, sin que eso resuelva el problema del abastecimiento, cuya solución sabemos está en el incremento de la producción. Esta chismosa genera un sistema adicional de control y sometimiento del pueblo, al informar al gobierno qué compró, cuánto y dónde. ¿Nos calamos esta también? Por Dios, que la calle no calle, que se sienta la protesta popular y el mundo se entere de esta atrocidad. No a la chismosa.

        
Nicolás no puede ser tan torpe y sus colaboradores tan mediocres, como para no saber que el problema no radica en unos cuantos kilos de alimentos que puedan pasar los bachaqueros al otro lado de la frontera, ni en que la madre o padre de familia en vista de las penurias para adquirir productos esenciales, cuando los encuentran, compren unos kilos más de Harina Pan o azúcar, o unos litros adicionales de leche o aceite. Ciertamente que cuando un producto desaparecido se hace presente en los anaqueles, todo el que puede se lleva algo más de lo que requiere para la semana. Esto es humanamente comprensible. Nicolás sabe que el problema está en la falta de producción, y el único responsable es el régimen que ha declarado guerra a muerte a los productores.

         Voy a formular una pregunta, a riesgo de que se piense que estoy obsesionado en echarle culpas al ineficiente Nicolás. ¿La escasez no habrá sido expresamente estimulada y calculada por el gobierno? ¿No será que Nicolás quiere propiciar la salida de Venezuela de quienes, teniendo medios para irse, no están dispuestos a pasar más penurias? ¿No es imaginable que el gobierno, al estimular el desabastecimiento, esté facilitando la imposición de la libreta de racionamiento bajo la justificación de luchar contra el acaparamiento? Sea cual sea la motivación del régimen, la respuesta debe ser contundente: no nos calamos la vejatoria chismosa que informará al gobierno de lo que hago, violando así disposiciones constitucionales protectoras de nuestros derechos ciudadanos, entre otros el de libre comercio.

         No es un exabrupto pensar que la reciente visita de Nicolás a Fidel Castro fue para consultarle esta medida que ha venido imponiendo y que genera un rechazo general de la población. Nicolás declaró, “Fui a la isla para saludar a Castro, con quien estuve reunido seis horas”. Largo ese “saludo”, que por cierto pagó con dinero de los venezolanos. De su parte, Castro “destacó la ayuda que Venezuela envía al territorio palestino” y agradeció que “en el día de su cumpleaños Maduro le envió frutas y un traje deportivo”. De los regalitos a palestinos y a Fidel no hablo ahora, cuando pregunto: ¿las seis horas de conversación fueron solo de “saludo”? Nicolás añadió al regresar, “estoy fortalecido por el encuentro con Fidel”. Esa fortaleza, a no dudarlo, está en las órdenes que Fidel transmitió para seguir sometiéndonos e imponiéndonos a la fuerza este régimen comunista, inhumano y depredador. Dejar que se arraigue, más que una torpeza es un crimen.

         Levantar la voz contra este nuevo control que pretende subyugarnos es hoy objetivo fundamental de la lucha por la libertad. Esta bandera suma a todos los integrantes de la alternativa democrática, más aún, suma también la voluntad de compatriotas que no obstante que creen en las banderas de la autodenominada revolución bolivariana, están en franco desacuerdo con estos controles y limitaciones que desmejoran brutalmente nuestra calidad de vida, y golpean derechos fundamentales.

         El silencio hoy es complicidad con estos destructores de la Patria y violadores de derechos humanos. No quiero una chismosa que esté diciéndole al gobierno qué compré, cuándo, dónde y en qué cantidad. Este tema y las consignas por la libertad no pueden quedarse solo en periódicos y rodando por las redes sociales. La calle debe conocer de nuestra protesta. Que la calle no calle, es hora de unidad en la acción para derrotar las pretensiones de Nicolás.

Paciano José Padrón Valladares
E-Mail: pacianopadron@gmail.com
Twitter: @padronpaciano


EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.