domingo, 3 de agosto de 2014

ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA, EL ABSURDO UNIVERSO DE EL UNIVERSAL

Así, el petróleo ha logrado la octava maravilla: financiar la destrucción del país en donde brota, devorar el territorio en donde surge, tragarse la humanidad que lo extrae. Ese universo de zombis desalmados es el absurdo universo de una cosa pestilente mal llamada El Universal. El problema, para las almas que sobreviven es grave: ¿cómo se combate a los zombies?

Nadie compra un famoso club de fútbol para botar a sus mejores jugadores, porque entonces ¿qué se pretende alcanzar, dónde y para qué se quiere competir? ¿Comprar la filarmónica de Berlín para despedir a sus estrellas? ¿Los Lakers para botar a sus encestadores? ¿Un campo de golf para arrancarle la grama o a Las estrellas de Fania prohibiéndole a Willie Colón que toque el trombón y a Rubén Blades que interprete Tiburón?

Es la absurda, la monstruosa contradicción de una dictadura que paga cifras descomunales de un periódico incómodo para mantener el velo de una virginidad que desvirga con el ultrajae de los dineros públicos. Que en lugar de cerrar un periódico, lo compra por diez veces su valor para que un guachimán de alcurnia dispuesto a servir de verdugo se despache a sus periodistas. Y que perfectamente consciente de que desaparecerá del interés de sus lectores lo mantendrá en vida para ficción de un universo prostituido, hipócrita, inmoral y decadente, como el que administran Obama y Putin, los reyes de Holanda y el mandarín chino, Lula, Castro y Michelle Bachelet. El prostíbulo del Siglo XXI.

El tiempo les urge. No fue el caso de Globovisión, que se permitió una transición más pausada y en donde todavía se hacen amagos de neutralidad con lo que no tiene el menor valor y el menor interés. Ni el de Últimas Noticias, en donde no había nada que cambiar. En este caso, el guachimán desenfundó el machete nada más sentarse en el escritorio que un día sirviera de asentadera al hombre que hablaba con acento. Un rasgo de sinceridad: el periodismo le sabe a demonios. Debe demoler lo que costó ciento quince millones de euros. Con la clásica prestidigitación de la familia: vendiendo lo falso por verdadero.

Así, el petróleo ha logrado la octava maravilla: financiar la destrucción del país en donde brota, devorar el territorio en donde surge, tragarse la humanidad que lo extrae. Ese universo de zombis desalmados es el absurdo universo de una cosa pestilente mal llamada El Universal. El problema, para las almas que sobreviven es grave: ¿cómo se combate a los zombies?

Antonio Sanchez Garcia
sanchezgarciacaracas@gmail.com
‏@Sangarccs

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.