Una
vez más mi agradecimiento a la Cátedra Pio Tamayo y al Prof. Agustin Blanco
Muñoz por la gentileza de convocarme a debatir estos temas de importancia para
el país.
El
titulo del Foro de hoy “¿Cual es la salida a la situación actual?” a mi parecer
no es la pregunta correcta. Las preguntas correctas son las que llevan a las
respuestas correctas. La salida a la situación actual debería ser la
consecuencia de una serie de acciones que debimos iniciar los venezolanos desde
hace muchísimo tiempo y que han producido metástasis en el cuerpo social y
político de nuestro país, como bien lo ilustra la caricatura de Weil estampada
en la convocatoria a esta conversación.
Yo
ensayaría las siguientes preguntas “¿Tenemos los venezolanos el adecuado
sistema de organización política e institucional, capaz de enfrentar las
complejidades del mundo moderno, y a la vez producir desarrollo y bienestar?”.
O mejor esta otra “¿A estas alturas de nuestro devenir histórico es posible
pensar que un sistema centralizado de toma de decisiones basado en la figura de
un líder único, llámese, Chávez, Capriles, María Corina, Leopoldo Lopez o
cualquiera, puede resolverle a los venezolanos todos sus problemas, esta vez
con mucho menos dinero del que tuvimos en el pasado, con una complejidad
administrativa multiplicada de manera exponencial?”…
Decía
en una nota que publiqué hace poco que si, por ejemplo, hay un sistema que le
da la responsabilidad a un portero para que administre la agenda de reuniones
de un Ministro, este solo terminará atendiendo a quienes el portero desee.
Incluso invariablemente llegará al extremo de cobrar por ver al Ministro.
Entonces, no es el portero quien tendrá la culpa que el Ministro no vea a quien
deba o sea ineficiente en su gestión sino a quien se le ocurrió la tremenda
idea de un sistema donde el portero administra la agenda de reuniones de un
Ministro.
Y
eso es exactamente lo que está ocurriendo en Venezuela. Todo el sistema de
relaciones de poder está obsoleto, dañado y muy corrompido, y no es capaz de
satisfacer las necesidades del país, independientemente de quien lo conduzca. Y
esto no es desde ahora sino desde hace muchos años. Y este sistema empezó a
hacer aguas desde que los venezolanos no entendieron las señales de que estaba
necesitando a gritos un ajuste y se ignoró deliberadamente o por negligencia
criminal.
Una
señal significativa fue el Caracazo. Al utilizar las elecciones de Gobernadores
y Alcaldes de 1989 como válvula de escape a la presión de la población, se le
vendió a la gente la ilusión de “control político” del país. Nunca se soltaron
los recursos y siempre quedo a la discrecionalidad del Ejecutivo el desarrollo
regional y nacional. La corrupción hizo el resto cuando los ingresos subieron.
Teníamos Gobernadores y Alcaldes electos pero sin poder resolver los más
mínimos problemas de sus comunidades.
Surge
entonces una nueva excusa: “no me bajan los recursos”. Un ejemplo: en el 2014
del total del Presupuesto Nacional de BsF. 552.632,6 Millones solo corresponde
al Situado Estadal y Municipal BsF. 88.024,00, esto es el 15,92% de los
ingresos totales del país. Óigase bien,
lo que ADMINISTRAN realmente los gobernadores y Alcaldes para resolver los
problemas de la gente es solo el 15,92% de lo que ingresa al país, y eso cuando
se los entregan. El restante 84,08% queda a la discrecionalidad de una persona,
el Presidente de la Republica. El
Presidente decide si le entrega o no los recursos a los Estados en obras o
servicios. Todo esto sin contar con los reales que le han sustraído a PDVSA y
administra directamente el Presidente enviándoselo a otros países y a las
Misiones del gobierno sin ningún control. Ni siquiera en la empresa familiar
más modesta ocurre nada semejante. Ningún país puede funcionar así.
Y
esto es solo una pequeña parte del problema. Existen otros igual de grandes
como los de la administración de la justicia. ¿Sabían ustedes que los Pranes de
la Penitenciaría General de Venezuela en San Juan de los Morros asignan los
CUPOS de la Universidad Experimental Romulo Gallegos? Las madres van a
entrevistarse a la cárcel con los Pranes para negociar cupos para sus hijos en
la Universidad. La perversión en su nivel más extremo. Esa cárcel no depende
del Estado Guárico de ninguna manera pero afecta la vida de esa gente. Si la
justicia no está donde pasan las cosas, no está en ningún lado. Tenemos que
cambiar eso.
Entonces,
si los venezolanos creemos que porque se vaya este régimen y venga “la
democracia” nuestras condiciones de vida cambiaran significativamente,
manteniendo este sistema de hacer las cosas, nos estamos engañando de una
manera ingenua, por decir lo menos. En poco tiempo volveríamos al caos de 1998.
El problema a debatir entonces es cual sistema debemos diseñar y construir para
que pueda existir una Venezuela viable y de futuro.
El
planteamiento del Proyecto País Venezuela Reconciliada va mucho más allá que
descentralizar funciones. Va en el sentido de empoderar, vía la construcción de
un verdadero Pacto Federal, a las regiones diseñando un nuevo sistema de
relaciones de poder donde cada región y sus habitantes decidan su futuro de
acuerdo a sus potencialidades, haciendo valer sus Constituciones Estadales para
poder sostener las responsabilidades que involucran la administración real de
los recursos que les corresponden.
Explicamos
en 12 Ejes del Desarrollo cual podría ser esa Venezuela del futuro que hay que
construir. Es obvio que una nueva estructura de poder regional y federal, con
un Senado, un Poder Parlamentario fuerte, un Presidente y un Vice Presidente
Electos con doble vuelta, y una distribución regional y federal del ingreso
nacional, no se corresponde con la estructura constitucional que existe en la
actualidad. Y es por eso que la vía debe ser constitucional al convocar a una
Asamblea Nacional Constituyente.
Ahora
bien, explicado lo anterior, que las razones que nos mueven a un cambio
constitucional no son ni pueden ser “salir de Maduro y el resto de los Poderes
Públicos” ¿cómo llegamos a eso? Primero que nada, explicándole al país lo que
deseamos hacer, como lo estamos haciendo ahora. La respuesta de las regiones
que hemos visitado ha sido inusitadamente abrumadora: ¡¡¡¿¿¿Qué hay que hacer y
donde hay que firmar???!!!
Pero
las respuestas no son simples. Hay que explicar también que el cambio hacia un
nuevo país y una nueva manera de hacer las cosas se fundamenta en dos
principios consagrados en la Constitución: El Art. 5: “La soberanía reside
intransferiblemente en el pueblo…”, y el Art. 347: "El pueblo de Venezuela
es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho
poder puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de
transformar al Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una
nueva Constitución". Esto último es una bomba atómica para cualquier
régimen.
El
Artículo 347 es hijo de la sentencia de la antigua Corte Suprema de Justicia
que le dio a Chávez el poder de convocar una Asamblea Nacional Constituyente
sin estar contemplado en la Constitución de 1961. La regla de los
constitucionalistas funciona aquí como funcionó en 1999: “El Poder
Constituyente de hoy no puede condicionar el Poder Constituyente del mañana”. O
dicho de otra manera el Poder Constituyente de 1999, no puede atar el Poder
Constituyente que podamos invocar hoy. Hoy podemos invocar al Poder
Constituyente para hacer una nueva Constitución como se hizo en 1999, pasando
por encima de la realizada por Chávez y sus Constituyentes electos por unas
reglas tramposas, pero ahora sin la necesidad de una decisión de ninguna Corte
porque ahora está establecido en la Constitución. Lo que es bueno para el pavo,
también es bueno para los pollos.
Si
el Pueblo es el depositario del Poder Constituyente Originario, no puede en
ningún caso el Poder Constituido definir las reglas para su convocatoria ni su
elección, así sea convocada incluso por el propio Presidente de la República,
en cuyo caso deberá someter a la consideración del soberano las reglas con las
cuales ellos plantean su convocatoria. Y aun así, es discutible el contenido de
esas reglas ya que el proceso es constitucionalmente inédito, pudiendo nosotros
también plantear las nuestras, contadas de manera transparente y auténtica.
En
este sentido, planteamos una convocatoria de al menos un 15% del Registro Electoral
acompañada con las reglas o Bases Comiciales donde los propietarios o dueños de
la soberanía ordenan la manera en cómo se conducirá ese proceso, incluyendo la
instauración de un Tribunal Electoral que establezca, por ejemplo, una
auditoría independiente del Registro Electoral, escrutinios manuales de todos
los sufragios constituyentes, en estricto apego y respeto a la Representación
Proporcional de las Minorías, con la especificación técnica de cuantos
Constituyentes serían electos y en qué regiones del país, así como las normas
de funcionamiento de esa Asamblea, y toda normativa que nos garantice la
transparencia del proceso. En otras
palabras Elecciones Auténticas de esos Constituyentes.
Obviamente
eso no será fácil. El régimen se negará a eso como ya lo han manifestado, así
como ya lo han hecho también representantes de la oposición oficial. Este
planteamiento es la sentencia de muerte de ambos y el renacimiento del país en
manos de sus actores naturales, los ciudadanos. La diferencia aquí estriba en
una sola cosa: la lucha tendría un sentido y un propósito para todo el mundo.
El pueblo soberano depositario del Poder Constituyente Originario quiere
establecer unas reglas transparentes e imparciales para contarse y dirimir sus
diferencias en paz y no se lo está permitiendo el Poder Constituido que desea
quedarse en el poder para instaurar una dictadura comunista. ¿Quién en el mundo
nos puede negar eso? Entonces hay que pelear esa Constituyente en las calles
con un propósito. Esa es la definición, a mi juicio, de la llamada
Constituyente de Calle de esta Cátedra.
Entonces
no saldríamos pacíficamente a las calles buscando “sacar a Maduro” o a
cualquier títere que pongan los cubanos, ni a pedir su renuncia, sino buscando
un mejor país y un mejor sistema de gobierno para los venezolanos, de una
manera soberana, sin injerencias ideológicas foráneas de ninguna naturaleza,
basados en el sueño del país que deseamos y su forma de gobierno. Los
venezolanos no nos merecemos menos que eso.
Luis
Manuel Aguana
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.