miércoles, 16 de julio de 2014

JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY, ¿COMO CABALLEROS O COMO LO QUE SOMOS?

La frase del recordado Cantinflas la traigo a colación como algo muy serio y de ninguna manera jocoso. La entrevista hecha al alcalde de Baruta el pasado 6 de julio, publicada en El Universal, contiene los criterios definitorios para constatar los propósitos y el espíritu de cuerpo reinante del declarante y de la mayoría de los partidos e individualidades que conforman la MUD ¡De curules se trata! y por "allí van los tiros".

Poco les importa que el CNE y las Salas  Constitucional y Electoral del TSJ permanezcan conformadas de igual manera a lo actual. Su estrategia consiste en ocupar el mayor número de asientos en la inútil Asamblea Nacional para proseguir con el esclarecido principio ideológico que los agrupa: "según vaya viniendo, así vamos viendo".


Todo indica también que los seguidores de la consigna "Asamblea Constituyente ya" están dispuestos a transitar por similar vía, especie de "horcas caudinas", de los mismos poderes.
  
Ambos sectores quieren jugar un partido de fútbol contra el equipo contrario cuyo árbitro es jugador efectivo, además dueño del balón y del cuerpo de seguridad interna que custodia el juego. Mayor torpeza y cinismo es imposible imaginar.
  
El alcalde -pésimo administrador municipal ya que como habitante del municipio me consta y lo palpo a diario- contó con mi voto  gracias a los acuerdos unitarios logrados en el pasado. Asoma de manera impúdica e inocultable ya, los deseos de los altos prebostes e individualidades pertenecientes a la MUD que están dispuestos a sacrificarse por la patria por un nuevo, reluciente y ornamental cambur parlamentario.
  
Desde hace algún tiempo estoy persuadido de que es hora de abortar de manera definitiva la gestación de una política equivocada puesta en marcha, entre gallos y media noche, que pone en riesgo mortal la salud de la República. El gobierno está y sigue interesado en arroparse con los pocos vestigios de legalidad y legitimidad que aún le quedan. Para ello cuentan con la trampa para atrapar -incautos unos y bribones otros- tontos útiles que siempre estarán dispuestos a prestarse al baboso juego. La típica miel para atrapar moscas o la zanahoria colocada delante del jamelgo para que arrastre la carreta.
  
En las recientes elecciones -nacionales, estatales y municipales- he participado con autodisciplina producto de convicciones  unitarias y votado por candidaturas que en lo personal no han gozado ni gozan de mi simpatía. He logrado sobreponer los intereses generales de una causa común por los particulares y no me arrepiento de ello, pese a determinadas conductas asumidas por algunos de los depositarios de mi voto.
  
Lo que no estoy dispuesto ahora es pecar por acción u omisión en políticas erradas que no tienen fundamento alguno y cuya finalidad se circunscribe a la satisfacción grosera de intereses subalternos. Invito a los venezolanos que padecemos del infortunio nacional a no dejarnos naricear por pseudo líderes, que desde ya y de manera tortuosa, lo único concreto que proponen es incrementar el número de parlamentarios. Que desde este mes de julio de 2014 al mes de diciembre de 2015 nos pongamos un pañuelo en la nariz y esperemos que el hedor se disuelva por los nuevos vientos que, utópicamente, piensan soplarán de manera antiséptica en la nación.
  
Me niego a votar por un nuevo diputado que permita el irrespeto continuo a su investidura porque carece de las agallas y la disposición de evitarlo ya que no discierne que ese irrespeto no es sólo inferido a su persona, sino al caudal de votos que lo llevaron al solio.
  
Me niego a creer en pajaritos en estado de gravidez y en que los cambios deseados van a ser concedidos de manera gratuita y en paz por un gobierno que irrespeta, viola y no cumple diariamente los preceptos constitucionales. Para ello se arropan con el poder milico como único argumento y medio de disuasión coercitiva.
  
Es hora que emulemos al chino que se paró desafiante ante el tanque de guerra en la principal plaza de Pekín. Estoy casi seguro de que en ese país no existe en su Carta Magna un texto parecido al artículo 350 constitucional.
  
Protestar de manera armónica y escalonada para que el gobierno convenga en transitar sin baches la vía constitucional con acciones concretas: modificación sustantiva del CNE, TSJ y demás órganos del poder ciudadano. Que la advertencia cívica se haga ostensible desde los barrios, urbanizaciones y centros de trabajo de manera progresiva, como una ola, a nivel municipal, estatal y nacional. Convocatorias a paros breves en las actividades cotidianas de la sociedad y/o negativa a cancelar los impuestos nacionales de marzo de 2015 al Seniat. Serían actos de reparo cívico, avalados por el contenido del citado 350 CN, hasta que se produzca la nueva interpretación de la Sala Constitucional.



José Rafael Avendaño Timaury


@CheyeJR


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1 comentario:

  1. Estoy completamente de acuerdo en todo lo expresado. Venezuela se desangra y algunos de los seudolíderes sólo se preocupan por ocupar un espacio para mantener su egocentrismo, etc. entre otras cosas.

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