Esta podría ser una buena definición para esta trágica farsa
que llaman socialismo del siglo XXI. Con la llegada del gigante destructor al
poder, se entronizo el absurdo. La mentira se convirtió en política de estado,
y el país fue transformado en tierra fértil para todos los desvaríos
imaginables. Los disparates de Chávez
deberían ser compendiados, convertidos en libros, y distribuidos en el país y
el mundo para que se sepa cómo destruyo un país rico.
Maduro, quien recibió una Venezuela en franco proceso de
desintegración, no estuvo a la altura de las circunstancias, y en vez de asumir
la responsabilidad de poner coto a las locuras del finado, cedió al chantaje
del “legado de Chávez”. Un legado de miseria, hambre, escases, desempleo,
deudas, con todos los problemas
multiplicados y el desarrollo de una incivilidad pavorosa. Al contrario,
Maduro parece estar interesado en competir con el gigante destructor, y anda
enfrascado en promover sus propios disparates.
El caso del cubano Borrego, es un ejemplo de órdago. Su
papel en la historia de Cuba, al igual que el de Fidel, Raúl y demás miembros
de la privilegiada casta gobernante, no ha sido otro que la destrucción
absoluta de ese martirizado país. Ahora, dígame usted amable lector si no
constituye una aberración traer a un experto en acabar con un país, para que
nos diga cómo construir el nuestro. Del señor Borrego también se dice, y no
tiene nada de extraño habiendo sido como se asegura alto pana de un sanguinario
legendario como el Ché, que asumía con empeñoso interés, el fusilamiento de
ciudadanos enemigos del “proceso”
cubano.
A todas estas Maduro informa esta barbaridad, afirmando que
con ello, “el gobierno entrara en una etapa de eficiencia” ¡Después de 15 años!
Hay que tenerlas cuadradas.
Pero hay otros ejemplos que hacen pensar que Venezuela
pudiera estar convirtiéndose en cualquier vaina, menos en un país. Encuentro una noticia según la cual, entre febrero de 2011 y junio de 2014, el
régimen pago a Cuba casi 40 millones de dólares por ¡asesoría eléctrica! , un
país que después de 55 años de ¡mar de la felicidad!, se alumbra con velas,
salvo en las zonas reservadas al turismo de donde obtiene los odiados dólares
de los turistas de los países capitalistas.
Pero la última aberración, y extraordinariamente peligrosa,
tiene que ver con la decisión del tsj, autorizando la participación de los
militares activos en mítines, marchas y demás eventos políticos. Este es un
asunto muy grave. Al promover el tsj
la expresa violación de los artículos
328 y 330 de la vigente constitución, cualquier ciudadano –en sana lógica-
puede asumir que aquí no existe legalidad alguna que respetar puesto que
quienes están obligados a velar por ella, la violentan. Terrible precedente.
Por lo demás, pareciera un reconocimiento del fracaso
absoluto del régimen, de su modelo, y el deseo en consecuencia de usar a la
fuerza armada nacional como vulgares tontón macoutes que salgan en cualquier
circunstancia a defender un gobierno que esta hoy repudiado por las mayorías
nacionales. Más terrible aún.
Freddy Nuñez
freddynm6311@gmail.com
@freddynm6311
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.