Tiempos tormentosos los que estamos viviendo
los venezolanos, estamos transitando una vorágine inflacionaria que pareciera no detenerse, por
ahora. El desorden administrativo y la ineficaz gestión de Maduro y sus “brujos
en economía” no aciertan una para el combate a fondo de la subida de los
precios.
Sumado a ello, toda la
incertidumbre que existe en materia de escasez, ya no solo son los alimentos,
sino que la cadena se extienden a otros rubros. Las mesas de diálogo con el
sector empresarial ha sido más “Cháchara” que concreciones y cuando sale algún
“humo blanco” la alharaca” que arman es mayor que el cacareo de la gallina al
poner el primer huevo.
Tal vez, si el régimen se
dedicara a gobernar con mayor seriedad y humildad, es posible que las cosas
tomaran otro sendero. Esto acompañado de un ejercicio administrativo donde el
cáncer de la corrupción pueda ser extirpado verdaderamente. Es posible que esta
última frase sea una utopía, pues están en el tapete y sin respuesta
gubernamental muchos juicios en materia de idoneidad y honestidad en el manejo
del tesoro nacional. La opinión pública se pregunta:
1.- ¿Que paso con el caso de
los miles de contenedores que encontraron en Puerto Cabello con comida podrida,
millones de dólares esfumados y los altos funcionarios que autorizaron esa
escabrosa operación no aparecieron?
2.- ¿Qué grupos están detrás
del contrabando de gasolina, gasoil y alimentos? ¿Quiénes cuidan la frontera
que permiten a diario ese desangramiento? ¿Quién o quienes responden con el
bájate de la mula que hacen efectivos militares antes de llegar a Cúcuta, según
Sebastiana Barraez, la gente mete 100 Bs doblados al mostrar la cedula de
identidad? ¿Metástasis de la corrupción?
3.- ¿Que paso con el caso
Bandes? ¿Donde están los culpables de la falsificación de los títulos valores?
4.- ¿Dónde están los nombres
de los que salieron premiados con los 20 mil millones de dólares de Cadivi,
denuncia realizada por la ex presidenta del BCV y el ex ministro Giordani?
5.- ¿Quién fue el iluminado
que ordeno poner la máquina de ozono en el aeropuerto de Maiquetía, un nuevo
impuesto o una nueva entrada económica para algún alto “gurú del régimen”?.
6.- ¿Quién o quienes se
benefician de la entrada y manejo de armas en los centros penitenciarios del
País?
7.- ¿Por qué nadie licita en
los entes gubernamentales las obras de infraestructura o compra de bienes.
8.-¿Cuál es el propósito de
que los entes gubernamentales no apliquen la LEY DE SIMPLIFICACION DE TRAMITES
ADMINISTRATIVOS y hagan todo mas difícil y engorroso para el ciudadano? ¿O está
allí presente el “cuanto hay para eso”?
Ciertamente tenemos una
economía borrascosa, signada por unas líneas “partidistas ideológicas” que se quedaron en el pasado y que la
resultante es una inflación descomunal, una de las más altas del planeta
tierra, acompañada por la falta de ética y exacerbada corrupción Ahora se anuncia que vienen nuevas medidas
económicas. ¡Dios nos agarre confesados!. Por otro lado, tenemos sectores de la
oposición deseosa de mantener sus curules en la Asamblea Nacional, actuando por
el “bien propio” de cuatro o cinco partidos políticos y no pensando en el País.
Venezuela en crisis social, económica, educativa en salud, seguridad y todavía
hay quienes miran solo su ombligo. El suelo patrio, amerita una oposición
seria, responsable, honesta y al servicio de la gente, capaz de comprender y
actuar en consonancia con la exigente situación que atraviesa la democracia
venezolana. Venezuela requiere de los mejores propósitos, ideas, sentimientos y
de un programa común para salir de esta aguda crisis económica y moral. Nada
sencillo, pero hay que trabajar en ese horizonte.
Adalberto Orta
orta.adalberto@gmail.com
@adalbertomas
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