Los chavistas y en
especial los maduristas aparentan tener una paranoia recurrente: el Imperio
Yanqui está a punto de invadirnos, con el propósito de apoderarse de nuestras
riquezas petroleras, y ellos, los chavistas-maduristas, tienen, como misión en
la vida, hacer lo imposible para que eso no suceda.
PARANOICO |
Lo he catalogado como
una afección mental, porque insisten en ese escenario, una y otra vez, sin
tener prueba alguna y, sobre todo, cuando las relaciones entre nuestro país y
USA no van bien, como sucede la mayor parte del tiempo.
Suman esta particular
fantasía al largo listado de conspiraciones que observan en diversos países del
mundo, instituciones, personeros y ciudadanos, los cuales hacen lo imposible
para que no puedan gobernar en paz y tranquilidad; esas son las razones que
esgrimen cada vez que surgen en el país problemas de orden público, con
protestas de los venezolanos por los pésimos servicios y la errática
administración pública de los revolucionarios.
Esta paranoia tiene
una raíz profunda en la psique roja rojita, y está soportada por cuatro tesis
fundamentales:
La primera es que toda guerra en la que se involucra los EEUU
busca apoderarse de los recursos naturales de sus enemigos, sobre todo de sus
fuentes de energía.
La segunda es que el
petróleo venezolano es altamente codiciado por el mundo, y allá afuera hay
intereses perversos esperando que nos descuidemos para quitárnoslo.
En tercer lugar está
que el mundo no podría sobrevivir sin el petróleo venezolano y controlarlo es
una cuestión de vida o muerte.
La cuarta
razón es que ellos, los chavistas, se han autoproclamado como “La Orden de los
Defensores del Petróleo Venezolano”, por lo tanto lo manejan en nombre del
pueblo y de los intereses socialistas.
No voy a discutir
ninguno de esos postulados y el lector tendrá que darles la credibilidad que
desee; lo que sí quiero hacer notar es que, efectivamente, hay una cierta
racionalidad que alimenta esa paranoia.
Voy a analizar con
ustedes lo que esos rojos rojitos han hecho con nuestro petróleo, en nombre de
esa enfermedad mental que los hace alucinar que el petróleo de Venezuela es de
ellos.
El hecho de que
estemos parados sobre esa riqueza energética es producto de un hecho fortuito;
tuvimos la suerte de que en nuestro territorio yacieran tales reservas
petroleras, y es mi opinión que los venezolanos no hemos podido aprovecharlas
para nuestro beneficio, al contrario, como comunidad humana que se ganó esa
lotería, parece que se nos ha convertido en una maldición, hemos malbaratado
una ingente fortuna, hemos degenerado en un pueblo corrupto, ladrón e
indolente, porque vivir de las rentas nos ha ablandado la fibra moral.
El que nuestro país
cuente con esas reservas de energía nos ha hecho especialmente responsables,
ante el resto del mundo, de su correcta administración y uso; por lo que
deberíamos poder ofrecerla, de manera amplia y justa, a las naciones que la
necesitan. Pero el simple hecho de
haberla utilizado como “arma estratégica” o mecanismo de presión internacional,
para afectar nuestros intereses políticos, dice mucho de nuestra falta de
visión y ética, porque, en vez de construir un mercado universal y accesible,
para que quien necesite esos recursos, los pueda adquirir, se ha usado esa
ventaja estratégica para chantajear e imponer ideologías, para comprar votos en
los foros internacionales y para castigar a quienes no estén de acuerdo con
algunos fines bastardos de la revolución.
Con lo que quiero decir que, a pesar de que los chavistas se hacen las
víctimas de supuestos intereses, que quieren despojarlos de “su petróleo”, son
ellos quienes tienen una política agresiva, de “guerra energética”, contra
quienes no satisfacen sus intereses y deseos; eso los define como unos
miserables y no como redentores.
Pero hay un elemento
clave en la ecuación energética venezolana, y es que, a pesar de que contamos
con unas extraordinarias reservas de petróleo, de nada nos sirve si no tenemos
la capacidad ni la tecnología para extraerlo, refinarlo, almacenarlo y
transportarlo hasta su destino final; mientras el petróleo permanezca bajo
tierra, realmente no nos sirve de mucho.
Son pocos los países
que cuentan con la tecnología y capacidad financiera para embarcarse en esos
procesos de construcción, operación y puesta en línea de sistemas altamente
complejos, que son los que convierten el petróleo crudo en energía consumible;
nuestro parque petrolero es viejo, las refinerías están obsoletas e,
igualmente, sucede con los pozos que seguimos utilizando, los estamos sobre
explotando y para el petróleo pesado, que constituye la mayor parte de nuestras
reservas, se necesitan nuevas tecnologías que son altamente costosas.
Uno de los errores
capitales de este gobierno revolucionario fue haber descuidado no sólo el
mantenimiento de la infraestructura petrolera sino su puesta al día, la
consecuencia ha sido una reducción de nuestra capacidad de producción y un
lento pero seguro declive en nuestra capacidad operativa.
¿Por qué hicieron
esto? ¿Por qué dejar morir nuestra gallina de los huevos de oro? Mi respuesta
es porque quienes se ocuparon de nuestra industria - una vez que los chavistas
se deshicieron o dejaron ir a los profesionales que sí sabían cómo hacer
rentable el petróleo, que los había y muy buenos – llenaron la industria de
incapaces y principiantes que les permitió, a los miembros de la exclusiva
Orden, hacerse infinitamente ricos a costa de la prosperidad del país.
La otra causa de la
quiebra de la compañía matriz PDVSA fue que la usaron para mantener un programa
de desarrollo socialista, que exigía de una gran inversión, pero sin
producción, lo que significaba gasto y más gasto para proyectos que no tenían
retorno, que no eran programas sociales para la población sino el mantenimiento
de una masa clientelar política, que consumía insaciablemente esos dineros bajo
la ilusión de que el petróleo por fin era del pueblo.
Pero tenemos otro
problema y es que los chavistas con el cuento de “que son anti-capitalistas”
(dicen ellos), “anti-imperialistas” (mas que ellos, imposible) y
“anti-norteamericanos” (aunque les guste Dineyworld), se dedicaron en convertir
nuestros vínculos con el Imperio, que por muchas décadas fue amistosa y de
cooperación, en una relación imposible; esto, a pesar de que USA es nuestro
principal cliente, el que nos compra la mayor parte de nuestro petróleo
(pagando de verdad, en efectivo y casi por adelantado) y el que nos suministra
la mayor parte de nuestros bienes y servicios.
Eso explica una de
las contradicciones fundamentales de la enfermedad chavista: a pesar de que
acusan a los EEUU de querer apoderarse de nuestro petróleo, de querer intervenirnos
militarmente y de financiar golpes de estado contra la revolución, para sacar a
la “Orden de los Defensores del Petróleo Venezolano” del poder, han mantenido,
convenientemente, durante estos 15 últimos años, el suministro energético al
Imperio.
Pero no contentos con
eso, en un acto de entreguismo irracional y poco patriótico, han estado
entregándole sustanciales partes de nuestro territorio, vendiéndoselo a países
extranjeros como Rusia y China, a cambio de armas, viviendas, alimentos,
maquinaria y otras especies, la mayoría de ellas “chatarra” inservible y con
sobreprecio.
La Orden que,
supuestamente, debería defender nuestro petróleo, lo negocia ahora con dos de
los imperios colonialistas más agresivos del planeta, comprometiendo buena
parte de nuestros recursos a futuro, para poder recibir el financiamiento que
sus perturbados planes socialistas y sus estrafalarios estilos de vida
requieren; la generosidad revolucionaria implica regalar a otros países, no
sólo carreteras, aviones, instalaciones eléctricas, estadios, maletines llenos
de dólares o, en el caso de Cuba, mantenerlos con 100.000 barriles de petróleo
diarios, para que ellos, a su vez, los vendan en el mercado internacional y “se
ganen una platica”, a cambio de mercenarios, torturadores, espías y sapos, para
complacencia de La Orden y para mantener a su “ganado” en el corral. Estamos
malbaratando la mitad de nuestra producción petrolera honrando una deuda
totalmente ilegal con gobiernos y empresas que saben que este gobierno no
representa al pueblo y que además es ilegítimo, han otorgado financiamiento a
un gobierno violador de derechos humanos, militarista y corrupto, ninguno de
esos dineros ha servido para el desarrollo del país, los prestamistas están
plenamente conscientes que financian a un régimen forajido con todas las
consecuencias que esto trae.
Al día de hoy, los
venezolanos vivimos en la inopia para mantener a esta Orden, nos tienen
padeciendo necesidades, hambre, enfermedades, sin luz ni agua, en manos del
hampa, gaseados por la GNB, si nos atrevemos a protestar, y acusados de
terroristas por los tribunales al servicio de la Orden; no hay trabajos dignos,
la inflación nos mantiene en la pobreza, no tenemos papel toilette y estos
hijos de hetairas todavía tienen las gónadas de decirnos que “ahora el petróleo
es de los venezolanos”.
Bueno, mi conclusión
es la siguiente: los chavistas realmente no están enfermos de paranoia, se
trata de que están saqueando al país y explotándonos como esclavos. Su ideología es la excusa para ocultar sus
verdaderas intenciones, que son entregarle al país a Cuba, convertir a
Venezuela en la sucursal más grande del crimen organizado, el fundamentalismo y
la subversión del mundo.
El pueblo de
Venezuela ha tardado en darse cuenta de esta realidad, pero está despertando, a
pesar de que todavía hay en la oposición quienes colaboran con el gobierno para
ganar una mejor posición política y ser ellos los protagonistas de la escena,
mientras nuestros jóvenes arriesgan su bienestar y mueren en las calles; el mundo ya se
advirtió quiénes son nuestros supuestos gobernantes, la represión y al abuso de
poder es inocultable y, repito, aunque hay quienes no quieren que esto acabe
tan rápido y buscan salidas “constitucionales” que, en las actuales
circunstancias, significarían saltar de un tren desbocado y sin control,
siguiendo las instrucciones del fabricante del tren. Ya los venezolanos sabemos
que hay una salida y como lograrla.
Estoy seguro de que, una vez libres de esta pesadilla, seremos mucho más cautos y responsables con el uso de nuestro petróleo, lo que quede de él.
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.