viernes, 6 de junio de 2014

PACIANO PADRON, UN REY ABDICA, UN PRESIDENTE RENUNCIA

         Un Rey o Emperador abdica la dignidad que ejerce, mientras que un Presidente renuncia al cargo que ejercita. No le exijo a Nicolás Maduro que abdique, porque él no es Rey -está lejos de serlo- le requiero que renuncie a la presidencia a la cual llegó por nefasta e inconstitucional decisión del CNE, y que ha ejercido con resultados desastrosos.  Se abdica cuando, amando a su pueblo y a la corona, el monarca entiende que prolongar su reinado perjudica al reino y a sus súbditos. Maduro debe renunciar si quiere a Venezuela y respeta la revolución que dice servir, prolongar su estada en Miraflores solo agrava la situación de crisis galopante e insostenible. Desiste Nicolás.

       
MALOS RESULTADOS
  La reciente abdicación de Juan Carlos I a la Corona de España tiene que ver -en mucho- con lo errores y escándalos que él personalmente y algunos miembros de la familia real han protagonizado, lo que ha mal puesto a la corona frente a sus súbditos, digo esto sin desmeritar sus logros al frente de la jefatura del Estado, que llevaron a la decaída España post franquista al sólido  Estado que es hoy, lo que hay que reconocer a pesar de la crisis de estos días. Como se sabe, en una monarquía democrática, con Parlamento que representa, legisla y controla como es el caso del Estado español, el Rey reina pero no gobierna, ya que quien administra es el Presidente, Jefe de Gobierno.

         En Venezuela no sabemos quién gobierna, a pesar de que Maduro es quien aparenta estar al frente del régimen diosdado-madurista sometido a los designios de los hermanos Castro, desde La Habana.  Los errores son de magnitud increíble, la ineficiencia es evidente y la corrupción devastadora; si Nicolás quiere a Venezuela y al proceso que dice servir, no tiene otra alternativa que renunciar. Desiste Nicolás.

         Venezuela está a la puerta de una recesión económica y el colapso se hace presente, es evidente e insostenible; la escasez es un flagelo, la inflación es la más alta de América y el bolíva, que fue calificado hace pocos años de “fuerte”, cuando se cambiaba a razón de 4,30 por dólar, hoy está oficializado a 50 y no deja de caer.  En los últimos tres años, según está sustentado, el régimen pro-castrista-comunista ha transferido a Cuba 18 mil millones de dólares, siendo por cierto la cifra transferida mucho, muchísimo mayor, según los indicios. Cada cubano que trabaja en Venezuela por cuenta de los acuerdos con los Castro, nos cuesta $ 7.600 al mes.

         La Ley Habilitante que Maduro le ordenó a la Asamblea le otorgara hace ya más de seis meses no ha servido para nada. Había prometido “decretar una emergencia nacional, pues la corrupción nos va a tragar a la patria” y la corrupción se lo está tragando a él, Maduro no ha firmado ningún Decreto-Ley para combatirla, porque significaría enfrentar el cogollo boliburgués de la revolución que se ha enriquecido groseramente y que se tragó los dólares. Mientras tanto la pobreza ha crecido durante los nefastos días de Maduro, el estrato “E” de la población, el de los más humildes, hambreados y desasistidos aumentó tres puntos entre 1999 y 2014, y 1 millón 667 mil 470 jóvenes no estudian ni trabajan, es un potencial que se quema sin generar futuro ni riquezas, mientras el gasto público se sigue incrementando.

         Benedicto XVI abdicó recientemente al Papado, y abrió las puertas a Francisco, cuando sintió que ya no era tan útil a la Iglesia que servía como su máximo conductor en la tierra. El agotado, venido a menos y desprestigiado Juan Carlos, a pesar de su pasado de logros, abdica la Corona por España, por razones que no confiesa con claridad, pero que en el fondo tienen que ver con sus errores y con excesos de la Familia Real, siendo sustituido por el Príncipe Felipe quien viene a darle un nuevo aire a la monarquía española. Con mucho menos títulos y logros, y sin posibilidad alguna de que las cosas mejoren, Maduro debe renunciar por Venezuela y por la causa revolucionaria que dice servir. Desiste Nicolás.

Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano

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