lunes, 9 de junio de 2014

EUGENIO MONTORO, FELIPE VI

         Hace poco el Rey Juan Carlos I de España sorprendió con el anuncio de abdicar a favor de su hijo Felipe.

LOS BORBONES DE ORIGEN FRANCÉS


         Con este evento Juan Carlos cierra su período del que se pueden comentar tres cosas importantes.
La primera es que manejó el proceso de transición desde la dictadura franquista a una democracia parlamentaria con enorme tacto político. Al comienzo nadie apostaba a su permanencia al punto de llamarle burlonamente “Juanito el breve”. Pero el tipo tenía habilidad y se convirtió en signo de fortaleza nacional.
         La segunda fue su inmensa capacidad para promocionar a España en centenares de ocasiones. Conocido de cerca por casi todos los gobernantes del planeta, tuvo la habilidad de juntar los buenos modales y la cultura con la informalidad risueña que lo convirtieron en un embajador gigante de su País.
         La tercera fue entender su hora de retiro. Nada fácil, pero lo muestra como hombre de olfato de la ocasión y poseedor de la humildad que distingue a los grandes.
         Le sucede su hijo con un nombre de larga historia en España. La consolidación de los reinos de Aragón y Castilla por la boda de Fernando e Isabel, los llamados reyes católicos, le dieron inicio a la Nación. Su sucesión fue Juana a la que casaron con un príncipe de la  casa de los Austria de nombre Felipe. Juana y Felipe I tuvieron varios hijos aunque Felipe murió joven. Eso trastornó a Juana y pasaron a la historia como Felipe el hermoso y Juana la loca.
         Los sucedió Carlos I y luego Felipe II, el del Escorial, y Felipe III y IV. Carlos II cierra el dominio de los Austria al no tener descendencia y nombra como sucesor a un príncipe francés de la casa Borbón. Eso generó una larga guerra por la sucesión que al final ganó Francia y se inicia  el período de los Borbones con, curiosamente, Felipe V. Después no se usó ese nombre en los reyes que siguieron y, en consecuencia, el nuevo rey será Felipe VI.
         Los entendidos afirman que Felipe VI es el príncipe con mayor instrucción y preparación en la historia de España. Conoce en detalle el mundo militar, posee títulos académicos, habla inglés y machuca otros idiomas y ya tiene una experiencia de muchos años como representante de su País en eventos internacionales.
         Por supuesto cuando ocurren estas cosas se despiertan los demonios que critican las monarquías. Pero lo cierto es que el sistema democrático español funciona bastante bien y respeta a los ciudadanos. Como prueba, hasta el nombramiento de Felipe debe ser aprobado por la representación civil del poder en España.
         En la Venezuela de hoy no tenemos monarquía pero tampoco un sistema democrático. No sabemos que será peor, pero el irrespeto a la Constitución en la tierra de Bolívar es ya de magnitudes groseras e intolerables.
         Podría ser buena idea que Maduro y su jauría pensara también en renunciar. Tal vez pasarían a la historia como un grupo  algo inteligente. Pero seguramente no lo harán por miedo y tendrán que salir entonces, como lo han ganado, con una buena patada en el fondillo.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67

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