domingo, 15 de junio de 2014

CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, SEÑALES, SEÑALES Y MÁS SEÑALES…

“Señales” son  los mensajes que la gente envía en forma inconsciente que evidencian la personalidad, los deseos o los sentimientos reales.  Sin embargo, el receptor, también inconscientemente, no las reconoce, parafraseando una expresión bíblica: “Dios endurece el entendimiento”. 

Cuando esto ocurre a nivel personal quien no sabe ver las “señales”, puede errar al emitir un juicio de valor sobre determinada circunstancia; pero cuando ocurre a nivel de colectivo, entre la sociedad y su dirigencia política, la sociedad envía un mensaje claro y diáfano que el liderazgo no reconoce o desoye, erra esa dirigencia al pretender representar o interpretar a la sociedad. 

En efecto, cuando se hace el análisis político se parte de una premisa falsa: la conclusión es falsa. Entonces, como los procesos sociales son dinámicos y cíclicos, la sociedad produce su intérprete y surge un nuevo liderazgo.

Al hacer retrospección vemos cómo  la dirigencia política venezolana no ha sabido ver las “señales” que envía la sociedad en cuanto los cambios de conducción política. 
Voy hacer análisis en dos tiempos a titulo de titulo de ejemplo: el primero el que ocurrió en los años 80 cuando la sociedad presionó al ex Presidente Lusinchi y se instaló la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE). Este trabajo constituyó una importante expresión de una sociedad que exigía cambio de conducción en la forma de hacer política, fundamentalmente mayor transparencia e inclusión. Pero la dirigencia política desoyó esta necesidad y como explica Margarita López Maya en el Tejido de Penélope “lo que hacía en día lo deshacía en la noche”.  ¿Qué pasó? Que llegó un liderazgo que capitalizo esa necesidad, que gravitaba en la sociedad, el liderazgo de Hugo Chávez Frías, que justamente llegó a la Presidencia de la República ofreciendo ir contra la dirigencia corrupta y mayor inclusión.  El segundo en estos tiempos cuando la sociedad está reclamando paz y reconciliación, la dirigencia política del chavismo ha desatendido esa necesidad y al contrario se ha afincado en la agresión, la grosería y el irrespeto; no sólo contra la dirigencia política sino contra cualquier ente social que se atreva a pensar diferente.
En efecto, la actitud guerrerista que mantiene el gobierno en constante defensa en el contraataque: denuncia de magnicidios, golpes de estado y de meter preso a todo aquel que reclame un pensamiento diferente, es rechazado por la ciudadanía. 
El gobierno desoye a la sociedad para oír a los aliados extremos y se radicaliza. Esta radicalización trae como consecuencia que ningún Juez de la República, por miedo,  se atreva otorgar una medida humanitaria a favor de Simonovis,  con cuya acción han evidenciado más crueldad que los tiempos de Gómez. Esa cruel e inhumana radicalización, además de que este gobierno es el más ineficaz de todos los tiempos,  es rechazada por la sociedad, que al “curar sus heridas” producirá un liderazgo que sepa interpretar las “señales”.
Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.