“A los hombres se les ha enseñado que la mayor virtud no es crear, sino dar. Pero no se puede dar lo que no se ha creado.” Ayn Rand
En
la ciudad de Mexicali BC, desde hace
años se viene desarrollando un fenómeno interesante. Un grupo de
graduados del Tecnológico de Monterrey, mi Alma Mater, han tomado control del
timón del estado logrando excelentes resultados en áreas como la política y
desarrollo económico. El grupo ya ha producido dos gobernadores y, durante más
de 25 años, galantemente han enfrentado al partido de gobierno manteniendo las
riendas políticas en manos de un PAN, con muchos tintes liberales.
Uno
de ellos, mi buen amigo, Felizardo Verdugo, me dirige un comunicado expresando
la inquietud que entre ellos ha causado la publicación económica de moda: “El
Capital en el Siglo XXI”, obra magna del nuevo astro de los intervencionistas,
Thomas Piketty, y me honra solicitando mis comentarios.
Puntos
definidos por mis amigos:
1) Piketty tiene razón en su señalamiento de
la concentración de capital y las desigualdades.
Efectivamente
Piketty tiene razón al dibujar ese cuadro. Sin embargo, es igualmente
importante identificar las causas de este fenómeno antes de invitar a la
piñata. Si pensamos en países como México, nos daremos cuenta que la extrema
riqueza y la vergonzante pobreza, son consecuencias ligadas directamente a las
políticas gubernamentales desde el nacimiento del país en 1821. Los mayores
fabricantes de pobreza a nivel mundial, son los gobiernos.
Ahora,
si dirigimos la mirada a países ricos y desarrollados, podremos observar que,
en sistemas económicos que todavía guardan ciertos tintes de libertad, los
ricos son más ricos y se multiplican, los pobres son menos pobres y su nivel de
vida en otros países los ubicaría en la clase media.
2) La solución de Piketty es el viejo truco de
la redistribución a base de saquear a los ricos con impuestos draconianos.
No
tendremos que viajar largas distancias para darnos cuenta que, su receta es
Keynesiana, nada novedosa y con tintes socialistas que tanto se han aplicado en
Europa, para enviar el continente a la sala de emergencia a manos del FMI.
Ahora, ¿el capital es más redituable en manos de entrepreneurs (empresarios
libres, temerarios, sin ligas con los gobiernos), o en manos de gobiernos
ineptos y corruptos? Un empresario como Steve Wynn combate más efectivamente la
pobreza con sus millonarias inversiones creando empleos y, sobre todo, formando
capital. Un entrepreneur con fortuna en billones de dólares, no mantiene sus
billones estacionados en el closet de su casa, no, sus remanentes de capital
van a circular por los mercados financieros apoyando el desarrollo. Eso es
riqueza real cubierta con el sudor del trabajo, mientras que los gobiernos
pretenden crearla a base de emisiones fraudulentas de dinero que, a largo
plazo, empobrecerán a todos.
3) Bill Gates y Warren Buffett regalan sus
fortunas mientras que Carlos Slim argumenta la suya produce más bienestar
invertida por el mismo.
Mi
amigo Felizardo aquí me está tirando una bola ensalivada. Hace algunos años
alguien le preguntaba al filosofo liberal David Kelley ¿Quién ha hecho mas bien
por la humanidad, la Madre Theresa o Mike Milken? Milken es el odiado
entrepreneur que revolucionó los mercados financieros mundiales en los años 80,
con su invento de los bonos chatarra creando infinidad de empresas como CNN y,
sobre todo, con sus fórmulas financieras provocó una depuración del mundo
corporativo en EU. Milken amasó una fortuna incalculable y, finalmente,
cortesía de sus enemigos, tuvo que ir a prisión.
Pero
Kelley sin titubear responde; “Por supuesto que Mike Milken. El fue un creador
de riqueza y capital, mientras que la madre Theresa se dedicó a repartir lo que
alguien mas había creado. Para que existan las madres Theresas, primero deben
existir los Milkens”.
4) La receta de Piketty sería filantropía
obligatoria para los ricos.
La
filantropía es humanidad porque es voluntaria. Al momento que la “filantropía”
se convierte en obligación activada por la coerción de los gobiernos, invadimos
el mundo de la tiranía de las buenas intenciones, o, tal vez no tan buenas. Lo
afirmaba Buchanan en su teoría del “Public Choice”, no hay buenas intenciones
en los mortales abrazos de los gobiernos. Lo que políticos y burócratas buscan
activando la coerción de los gobiernos, es simplemente acrecentar su poder
dentro de esos gobiernos cada día más obesos disparando, a diestra y siniestra,
leyes, mandatos, regulaciones y, en especial, impuestos para saciar su
voracidad.
Si
un gobierno decide redistribuir la riqueza, explícitamente afirma que la
riqueza es suya para disponer. Nadie, que yo sepa, ha diferenciado esta
propuesta del principio básico del comunismo. Ahora, dirijamos la mirada hacia
los pasajes de la historia y nos daremos cuenta que, cualquier movimiento
social que inicia redistribuyendo ingresos, termina cubriendo a los pueblos con
miseria y sufrimiento.
5) La transferencia y redistribución tendría
que ser manejada por los gobiernos.
En
estos momentos tocamos el problema fundamental ¿Cuándo hemos atestiguado alguna
actividad que los gobiernos desarrollen con eficiencia? En nuestro continente
tenemos los casos más patéticos; Cuba y Venezuela. Hay antecedentes históricos
que nos muestran la situación de ambos países antes que los tiranos los
apresaran en sus garras. Mi padre, a su regreso de Europa en los años 30, por
invitación del embajador cubano en Bélgica, hizo una escala en Cuba de dos
semanas, y afirmaba no haber encontrado diferencias entre Cuba y los países de
Europa.
En
Venezuela tuvo la misma experiencia cuando, a principio de los años 80,
fuéramos a visitar a su compañero en la Universidad de Bruselas, don Julio
Báez. Era tal la impresión de mi padre ante el avance venezolano que don Julio
le decía; “Ya ves catire, te hubieras venido conmigo cuando, al graduarnos, te
invité para abrir un despacho aquí en Caracas.”
6) En países ineptos y corruptos, tal vez la
formula no funcione.
Mi
querido amigo, al 99% de los gobiernos del mundo son eso, ineficientes y
corruptos ¿Cómo se puede calificar un gobierno que endeuda al país en mas del
100% de su PIB? ¿Un gobierno que, en su contabilidad tiene extraviada una
partida de $40 billones de dólares? ¿Un gobierno que permite que las mafias
políticas y sindicales saqueen una empresa como Pemex? Es hora de arrendar los
gobiernos a su única responsabilidad original; Proteger vida, libertad,
propiedad y el cumplimiento de los contratos, no darles mas avenidas para
continuar sus saqueos.
El
Sr Piketty simplemente quiere castigar a los que producen para mantener a los que
no producen y no entiende lo afirmado por Thomas Sowell; “La primera lección en
economía es la escasez: Nunca hay lo suficiente para satisfacer la demanda. La
primera lección en política, es ignorar la primera lección de economía”
Ricardo
Valenzuela
chero13704@gmail.com
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