lunes, 26 de mayo de 2014

AMÉRICO GOLLO CHÁVEZ, EL SOLOLOQUIO CON ANTANAGOGE DE MADURO.

Con mi gratitud a OSU, al hermano Jerez y a Marienbad Belugheilig    
                        Tuve  el honor de haber escuchado a Oscar Sambrano Urdaneta y haber recibido clases del hermano Jerez, eudista, sabios  a quienes tocaba enseñarnos gramática, semántica, prescriptiva literaria y otras cosas bellas. No fue mucho mi entendimiento,  pero gracias a esas enseñanzas,  caro lector,  se me ocurrió  acercarme a Maduro bajo esta perspectiva, queriendo ser fiel a las lecciones de aquellos sabios, de las cosas buenas de la retórica y el rigor semántico, y bajo la orientación  de mi terapeuta que, como algunos otros  venezolanos, si sanos quieren sobrevivir hacen lo mismo, recurro, pues,  en procura de su ejemplo, buscando emular  su amor a la pulcritud en el empleo de la palabra, en el vestir la verdad de inocencia para no que no duela  y a la pureza de su espacio, de las cosas, del cuerpo y el alma, en el respeto de su intimidad para garantizarse la suya,  vale decir, como dices, de quien, como vives,  donde vives, a quien escuchas, a quien te recuestas,  en eso se sabe  como eres,  eso eres. Pues bien, con esas ayudas he buscado acercarme a Maduro, quiero decir, a su discurso y a sus obras públicas de jefe  de estado y de gobierno amigo de Fidel, que invoca a Cristo, y se proclama de Chávez el hijo putativo y del pueblo, su ser.
         He recurrido a estas dos palabras, soliloquio y  antanagoge porque nada tienen que ver con el diálogo  – de eso si me he atrevido a escribir – pues, el diálogo  mas que sentarse a conversar dos distintos o mas, que opuestos, enemigos, incluso,  pueden ser para, con la razón, hacer las inferencias  a objeto de llegar a conclusiones que se ajusten a los propósitos, fines que orientan ese modo de comunicación. Un diálogo es un modelo de discurso que permite a  uno,  dos, muchos con variaciones sobre el mismo tema, llegar a acuerdos vinculantes a quienes participan y de  compromiso obligatorio según lo decidido. Un monólogo es mucho más que eso, como es fácil  demostrar según los sabios dramaturgos escribieron. Un monólogo, que al parecer es una “conversa” de uno consigo,  es mucho mas que eso,  un monólogo es, pues, una reflexión abierta a la cual recurre un pensador, un  poeta, dramaturgo, para que, a partir de un actor, que entra en escena,   representar lo que normalmente no podemos hacer nosotros mismos hacia dentro,  escogiendo  un tema que a la toda humanidad afecta sin dejar ni   uno fuera.  Pues bien, como dije, de Oscar Sambrano, sorbiendo una botellita de escocés, escuchaba impávido pero feliz, sus  reflexiones sobre el lenguaje, la palabra, el poema, el ser.  Eran los tiempos cuando todos podíamos comer y beber juntos y para ante cada divergencia un nuevo sorbo y una reflexión y seguíamos.   Si ateos, creyentes, todos, pero  nos unía la distancia al dogmatismo, no tener ídolos ni  refugios obscuros para esconder nuestras culpas ni arreglar negocios o hacernos cómplices en las permutas donde todo es posible poner en el “mercado”, en  beneficio de los intereses que el egoísmo insano alimenta, dinero, sexo, poder. Nada de eso,  la revisión constante, la crítica, era el camino para acercarnos más y para protegernos. 
         La anagoge, me dijo, es una forma del discurso que por carecer su emisor  de argumentos para recusar la consistencia, la verdad de otro discurso,  se las arregla para hacer responsable al otro de la  responsabilidad que le es propia.  
Años después  aprendí que ese estilo es viejo, desde Eva hasta acá y que ha adquirido bajo  la  política y en la pseudo moral un muy vil empleo.  Si no fuera por el imperialismo, Cuba seria el Edén, pues todas sus dificultadles se deben al bloqueo que USA ha impuesto a la Isla.   Del Soliloquio, dijo, hay que cuidarse aun más,  no es monólogo, aun cuando se parece, porque el monólogo es un verdadero diálogo de uno consigo, en donde uno somos todos, por tanto para todos, el mundo, buscando explicaciones, interrogándonos,  pero el Soliloquio no es eso, es hablar solo. Y detallaba el origen latino de  tal palabra.  Citaba ejemplos tomados de Shakespeare y de Calderón para precisar su distinción.  “Sueña el rey que es rey/ y vive con este engaño mandando/ sueña el que agravia y ofende/y en el mundo en conclusión/todos sueñan lo que son/aunque ninguno lo entiende”.   Los psiquiatras  afirman que son  discursos propios de los esquizofrénicos,   siempre solos por negar al otro, siempre solos por creer que son todo, siempre íngrimos para soportarse satisfecho su autoengaño, siempre sin descanso en lo mismo, adorar a su ídolo y refugiarse en alguien sin conocer quien es.
Se que los lectores siempre están prevenidos, de modo que me perdonen el recorte que hice a Segismundo, pero la intención  es clara, así como es  muy sencilla la incorporación  de la visión psiquiátrica. Porque, ¿como explicarse la conducta de Maduro?  Para Maduro  todo cuanto ha dejado de hacer, todo cuanto está obligado a cumplir, no lo hace, no lo cumple pero se no es su culpa.  
Permítanme  algunos ejemplos muy sencillos. Las líneas aéreas se niegan a volar porque el gobierno les debe más de 4000 millones de dólares, según pruebas. Y ¿qué dice Maduro?  O su ministro plenipotenciario de la economía, el petróleo, finanzas, el sabio, filósofo?  Que  las líneas aéreas tienen la culpa, porque venden sus boletos para el mundial de futbol  en Brasil. Las aerolíneas responden: hace año y medio que escribimos al presidente,  donde plateábamos la grave situación y  muy negativas consecuencias. Maduro nada dice, nada hizo, habla en cadena de radio y tv.  Vladimir Villegas dirá: las partes tiene que dialogar y  ceder de parte y parte.  Bueno, ya se dijo, solo que no fue Vladimir. Y siguen las argucias. Las líneas aéreas renuncien a la mitad de lo que se debe y la otra que quedamos debiendo entra en el negocio del mañana.  Así, el  próximo arreglo, renuncia a mil y el cuarto el gobierno no les debe nada y si se van que no vuelvan, son parte de la guerra mediática y económica mundial contra Venezuela.
         Maduro   “jefe de estado    y de gobierno” ,  del PSUV… del TSJ, del Poder Moral,  de la Fiscalía, del CNE, del banco Central  de las FAN  reconoce,  en pequeño, la  inflación, escasez, inseguridad, pero exclama, en proclama en cadena de radio y tv, que la oposición es  la culpable inmediata,  que el imperialismo que la amamanta es el titiritero  autor y que los opositores son fascistas, Capriles, Leopoldo, los estudiantes,  eunucos ejecutores de las decisiones   del imperio. Que todos, en fin, son desestabilizadores disociados  que quieren romper le hilo constitucional.  Maduro, “jefe de estado y de gobierno”,  dice  a cada instante,  en todas partes,  suelta su arma de Armagedón para acabar con todos los males  en Venezuela y en el mundo, exterminar el capitalismo, y, especifica aun mas,  en lo local la oposición, los estudiantes,  los ricos,  son los responsables de todos los males y el colmo, son el instrumento  del Norte para  dar un golpe de estado, precedido de un magnicidio, donde él es el magno a ejecutar.  Y Como esto es verdad según Maduro, y resultándole  cuesta arriba asaltar al Pentágono,  se conforma con aplicar en su patria  el principio de “muerte el perro se acaba la rabia” , por eso se reprime, se violan los derechos humanos, de difama, se encarcela sin  el debido proceso,  pero todo se hace por la democracia bajo la orientación de la palabra de verdad y amor de Hugo Rafael, y con su ejemplo, su acción y su obra,  se cumplirá la voluntad de supremo líder, del redentor de América, del salvador mundo, Hugo Rafael.
         Me gustaría creer que Maduro  pareciera acercarse  a la aproximación que han hecho los psiquiatras, psicólogos  del soli-loquio, que padece tan  terrible mal para un “presidente de  la república, jefe de estado y de gobierno”.  Casi me convence un psiquiatra de que Maduro  da la impresión de estar afectado por la bipolaridad, por tanto, mientras está sano planifica  el mal que va a hacer  y al estar enfermo lo ejecuta, pero algo me dice que la cuestión es peor. Este régimen es bastante   sincero, nada de hipocresía  cuando afirma, radical, que el socialismo sigue, que no hay nada que lo frene, que  es irrenunciable y que se va a imponer, que ese es el primer mandamiento a obedecer.  Luego que se le reconozca como todo eso que dice ser, presidente, jefe de estado y de gobierno, ese es el segundo mandamiento; que Simonovis y demás presos, que los estudiantes y todos los demás  “privados de libertad”, tienen que seguir presos y que, además,   para que la armonía siga,  serán acusados por la fiscal, defendidos por la defensora del pueblo, y garantizados su derechos por el TSJ, tercer mandamiento;   y que se acepte   todo lo demás  como ordenó el  Padre y Señor, supremo líder, HRChF,  ese es mandamiento sine qua non y equivale a amar a dios por encima de todas las cosas y al ídolo, refugio por encima de dios;   que es de obediencia total que Diosdado sea el jefe y presidente de la comisión de la verdad, del amor y la paz, cuarto mandamiento. Quinto, que se acepte el modelo educativo,  cargado de la buena voluntad para alcanzar el socialismo y la libertad. Fuera de esos mandamientos hay más que acoger,  creer que el despilfarro, la corrupción, el endeudamiento interno y externo, son buenos para el país, la patria y para el pueblo.  Que compartamos el cierre de medios de comunicación porque contribuye  a garantizar la libertad de expresión y la moral.
         Maduro actúa a plenitud de sus facultades mentales y con el apoyo de las facultades militares. El discurso y la acción de Maduro es la continuación más eficaz  de la obra de Chávez. Chávez impuso el terrorismo de estado para crear el estado de terror en cada ser que aquí vivimos, habitamos.  Patria socialismo o muerte.  Creó un apartheid, los consigo buenos y los demás, por definición, contra él, los malos. La lista Tascón fue su primer éxito. Orquestó un lenguaje turbio, procaz, montado en la calumnia, la difamación para descalificar a quien ose pensar.  Se impuso a la constitución y subordinó todos los poderes a su voluntad.  Chávez creo un fundamentalismo sin fundamentos, por tanto su  núcleo es el culto a la personalidad,  su idolatría, su deificación. Chávez asumió la tesis de  Rodríguez Araque,   el hombre nuevo, el “socialchavista”  se levanta sobre la aniquilación del  hombre  marcado por el capitalismo voraz, salvaje.  Que la obediencia al líder es directamente proporcional a la ignorancia y la esperanza crece según se mantiene la miseria.  Chávez organizó  el odio, como medio para ligar, organizar al pueblo desposeído, a los frustrados, para  aniquilar, de ser posible, a quien  algo tiene, porque o bien se le supuso mal habido o bien, porque se le quitase a quien nunca lo tuvo o bien para decirle, puedes tener lo que otro tiene, si lo despojas. Chávez propició, organizó, financió el paramilitarismo, tupamaros, milicianos, colectivos, a la par  hizo de las fuerzas armadas su brazo armado sin principios, sin reservas a quienes se impuso como comandante y como su dios.  Chávez propicio el hampa y la premió con la impunidad para  reforzar tanto el terrorismo de estado como estado de terror y de ese modo acabar la disidencia, la crítica, el amor a la libertad, lograr, en definitiva, la abulia  que provoca el miedo y sumisión al poder.  Chávez aplicó la pseudomoral  de todo terrorismo, dogmatismo, fundamentalismo, todo cuanto se haga por la revolución, es decir por él, es permitido.
         Maduro trata de profundizar y continuar esas reglas del juego, solo que no tiene ni la inteligencia, lo confiesa él mismo, siendo Chávez el único, etc… ni la audacia de su ídolo, su putativo padre,  consejero refugio, pero ni él ni su padre putativo, en estos quince años trágicos,  pudieron enterrar la consciencia  social, de la cual sus estudiantes  son  la mas bella expresión, a quienes se suma cada vez mas la sociedad abierta.  Maduro lo sabe necesariamente, incluso si se trata de auto engañarse, sabe que la consciencia libertaria crece, que por ello no hay miedo a actuar contra su régimen. Pues bien,  Maduro tiene que cometer un  parricidio para no ser el verdugo de Venezuela. Si no lo comete tiene que afirmarse como dictador terrorista, si más ni menos.   El cuerpo de la revolución de Chávez fueron los dólares petroleros y su astucia sin alma, “barriga llena corazón contento”, pero la cosa se rompió. La revolución carece de alma, es decir de principios que afirmen  la libertad.  La ilusión de vivir mejor los desposeídos, el “pueblo” se desvaneció y  amor con hambre no dura y si dura no perdura, repetía la abuela.  A partir de la consciencia social que renace, sobre esta Venezuela destruida,  surge una  Venezuela autentica, que sustituye el oído por la solidaridad.  Al consejero manipulador por el crítico pensador. 
         Fedecamaras jugó a la trampa del diálogo, bajo el espejismo de que habría abundancia de dólares para satisfacer sus intereses. Fue hábil apuesta de Maduro “dialogar” en camas separadas con todos en orgias de promesas en dólares y  los dólares no saben de ética. Los estudiantes desvistieron al rey, la MUD sabiéndolo desnudo procura que la desesperación del Rey no sea trágica, para evitar que en su fealdad se entregue por entero a las milicias  y se sonría Fidel por la fidelidad.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com

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