lunes, 26 de mayo de 2014

CARLOS PADILLA CARPA, ENTRE INEFICACES Y ERRÁTICOS, QUEREMOS UN PAIS QUE FUNCIONE

Ante un gobierno ineficaz y una oposición errática queremos un país que funcione.

La inmensa crisis en que está sumergida Venezuela amerita propuestas que tiendan a presentar alternativas de solución que de ponerse en práctica generarían un país viable hacia el bienestar en libertad.

El problema básico es la ingobernabilidad. Estamos ante un gobierno que no gobierna pues dedica todo su tiempo a la política y al palabreo inútil en interminables palabreos utilizando para ello el uso y el abuso de una hegemonía comunicacional que ha vulnerado las libertades de información y de expresión hasta los límites de la censura y la autocensura de los pocos medios que se defienden de esa  verborrea incesante.

No hay republica pues es inexistente la independencia de los poderes públicos en un régimen convertido en un partido político que controla de manera total las instituciones destinadas a gobernar, legislar y proteger a la ciudadanía. Todo ello  en un marco de corrupción, la mas alta de America,   que ha creado una nueva oligarquía poseedora de la riqueza nacional de la cual dispone a su antojo y en atención a sus intereses personales y geopolíticos.

Estamos ante una cruda realidad social que condena a los más pobres a vivir de las dadivas del populismo clientelar con la manifiesta intención de mantenerlos como votantes para conservar, mediante sufragios amañados,  la máscara de democracia con la cual se cubren intenciones totalitarias y de permanencia  indefinida  en el poder.

Existe una clase media en depauperación continuada ante las inconstitucionales medidas contra los pequeños y medianos propietarios para el uso y disfrute de sus bienes, muebles e inmuebles y pequeños comercios,  adquiridos mediante un esfuerzo familiar. 

El pais vive una inseguridad inmisericorde, una inflación galopante, amenazado por la expropiacion y un desabastecimiento que obliga interminable colas para acceder a una cesta básica siempre signada por precios crecientes y la escasez.

Un parque agro industrial destruido por expropiaciones ilegales que han  mermado de manera importante la producción nacional pues las empresas expropiadas no han podido alcanzar los límites mínimos de funcionalidad.

Una economía signada por  centralismo, la monoproduccion, el control de cambio, el control de tasas de interes, control de precios, desplazamiento del sector privado por el sector publico ante la Inflacion mas alta del planeta.

Una empresa petrolera en manos inexpertas que ha bajado ostensiblemente sus posibilidades de autoabastecimiento y exportación de un país mono productor que se defiende a duras penas mediante una economía de puertos importando de manera asistemática bienes y servicios.

Una educación que no educa pues se dedica a la ideologización  de las nuevas generaciones haciendo omisión de la formación de valores posiivos y de las bases curriculares necesaria con una adecuación pertinente de lo que se enseña y lo que el país necesita para su desarrollo.

Un fascismo autoritario con máscara socialista que en usufrutuo de los ingresos petroleros ha instalado un centralismo donde muy pocos ostentan el poder y otros piensan que tienen algún tipo de poder a punta de falsa retórica.

La crisis de la salud se hace insostenible ante el deterioro de los centros de atención, la falta de insumos y medicamentos lo que nos hace vulnerables ante el ataque de las enfermedades y epidemias que reaparecen por la negligencia existente.

Por ello es un deber comprometernos por restablecer las libertades conculcadas, defender los derechos de propiedad, los derechos individuales y propender hacia un estado federal descentralizado en el cual el gobierno se ocupe del orden, la seguridad, la justicia y la infraestructura y en donde la responsabilidad del desarrollo regional, estadal y municipal recaiga en los ciudadanos en procura de un  ascenso social de todos con la creación   de oportunidades para el  desarrollo individual y colectivo en lucha frontal contra el desempleo mediante la reactivación del parque agro industrial que garantice la seguridad social y familiar de todos. 

Es urgente gestionar el fortalecimiento de la clase media mediante programas de apoyo a los emprendedores para la constitución de pequeñas y medianas empresas que brinden bienestar a quienes las dirigen  y a los que coadyuvan a la creación de bienes y servicios.

Debemos agenciar la vuelta de la meritocracia en todas las instancias y muy especialmente a la industria petrolera nacional cuyos  beneficios   deberán ser para todos mediante participación accionaria y equitativa.

Combatiremos por la vuelta a una educación de calidad con alta pertinencia a los requerimientos nacionales, con programas correlacionados con los conocimientos de la contemporaneidad y a la cual tengan acceso todos los venezolanos de acuerdo con sus preferencias y si  más limitaciones que las derivadas de sus diferencias individuales.

En resumen, hay que batallar por un país que funcione en beneficio de todos sus habitantes.

Carlos Padilla Carpa
carlos.padilla.carpa@gmail.com
@chino121

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