Vamos
a utilizar ese argumento manido y conveniente de los socialistas más
retrógrados, “si la censura la utilizaron los gobiernos de derecha ¿Por qué no
la podemos usar los chicos de la izquierda?”. La respuesta natural sería
-
…porque,
precisamente, somos de izquierda y porque somos mejores, libertarios y
humanistas, es inmoral siquiera asumirla como recurso político; la censura la
consideramos una herramienta de dominación, por lo tanto inaceptable en la construcción
de nuestra utopía socialista; la censura es una interrupción del proceso normal
de las comunicaciones ¿Por qué tenemos que ser los de la izquierda los que
siempre nos distinguirnos por sensibilidades y temores a lo que digan de
nosotros, no es esto una actitud burguesa?.
Pero el
socialismo más retrógrado, de corte estalinista, autoritario y militarista,
respondería:
-
la
censura es un instrumento de poder como cualquier otro, y todo lo que nos ayude
a conservar el poder y a dominar al pueblo es bueno y bienvenido, por lo menos,
mientras dure esta fase de maduración.
Podemos
edulcorar la píldora aún más diciendo que “la censura es buena y necesaria por
aquello de que nuestros enemigos son poderosos, dominan los medios de
comunicación y la industria cultural y todo lo que hagamos para que no nos embasuren
al pueblo es moralmente aceptable, por lo que censurar es bueno”.
Esto
tiene varios bemoles, entre ellos, que
-
…
la globalización es una trampa ideológica del capitalismo; el mundo de la
información y del entretenimiento es una superestructura que soporta la
explotación burguesa, que la justifica, permitir que el pueblo venezolano beba
de esas aguas es cuchillo para nuestras gargantas revolucionarias, censurando
defendemos la revolución… No hay nada malo en evitar que nos alienen al pueblo,
¿Para qué vamos a colaborar con la dominación cultural de Hollywood, CNN o
YouTube? Hagamos como China, no se ve y punto, a nuestra democracia socialista
se le respeta.
Pero
el socialismo medianamente civilizado diría, que
“la lucha ideológica es de
ideas, de ejemplos, de convicciones, de argumentos, la censura lo que hace es
retrasar la confrontación de puntos de vista; el socialismo no le puede rehuir
a la batalla por las ideas, si censuramos estaremos prácticamente diciendo que el
pueblo no está capacitado ni preparado para entender esta parcela del mundo”; lo
cual crea un problema mucho más esencial, ¿Qué criterio, de quién, y porqué se
censura algo bajo el sol? ¿Quién decide cómo y cuándo el pueblo está listo o no
para confrontar una idea, imagen o texto? Si el socialismo es poder para el
pueblo, se supone que el pueblo esté suficientemente consciente y preparado
como para manejar esas contradicciones.
-
…
hay un sinsentido en ser socialista y permitir que censuren los medios de
comunicación, la gente debería estar preparada para rechazar, debatir,
contrarrestar cualquier idea que contradiga la naturaleza socialista de nuestro
régimen, aparte que todo lo que es prohibido por una autoridad, se hace
irresistiblemente atractivo ¿Para qué darle valor a lo que no tiene? La
comunicación socialista debería ser más interesante, atractiva, entretenida que
cualquier otra por la razón que la produce el pueblo en libertad ¿No deberíamos
estar dominando el escenario mundial de las comunicaciones? ¿Ayuda la censura
en este sentido? ¿Nos hace mejores personas?
El
comunista retrogrado respondería de inmediato, que “nuestro deber es liberar a
las personas de las cadenas que la sociedad capitalista nos impone; tenemos que
ayudar al pueblo a que tenga consciencia de la verdad y de su necesidad como
colectivo, desterrando para siempre el culto a la individualidad y el egoísmo, que
no pretenda el mundo que vamos a poner nuestros medios de comunicación a favor
del consumismo y del mercado, definitivamente, eso no sucederá con los
socialistas en el poder, la censura nos ayuda a detener ese ataque de una
guerra de quinta generación en nuestra contra, se nos quiere señalar de
corruptos, de ineficientes, de asesinos y violentos, lo que se muestra en los
medios es pura mentira en, no nos respetan, no podemos ni debemos permitir esta
campaña de descredito, tenemos que responder, y la censura es nuestro escudo”.
Y agregaría:
-
Tenemos
la tecnología los recursos y el talento suficiente para lograr el mejor
contenido para los medios de comunicación, un contenido socialista, que
transmita la paz y el amor que queremos que el mundo reciba, debemos salvarlo,
pero para ello tenemos que salvarnos primero nosotros, impidiendo que nos
tumben, que nos desalojen del poder por medio de un golpe mediático; sin
nosotros el pueblo estaría perdido y en manos del Imperio, la censura es un
medio, no un fin, vendrán mejores tiempos cuando ya no la necesitemos.
Pero
el socialista progresista riposta, “la idea del socialismo nunca ha sido el de
una élite que decida en nombre del pueblo ¿Qué credenciales tienen sus censores
para actuar en nombre del pueblo? ¿Son acaso mejores hombres o mujeres que el
promedio de nosotros? ¿Son personas integras, moralmente solventes, intelectualmente
capaces, son mejores socialistas que alguno de nosotros? O sólo son
funcionarios de segunda que obedecen las órdenes del apparatschick,
burócratas que imponen sus criterios a la masa porque se creen superiores y más
dotados. Y esto lo digo porque no quiero que nuestro socialismo, que tanto nos
ha costado, se pierda por culpa de unos burócratas que sólo miran su intereses
personales y de pequeños grupos, porque dentro del poder puede surgir la
contrarevolución, los equivocados que pretenden subrogar al pueblo a sus
designios, porque hay equivocados que pueden no valorar la consciencia de
nuestro pueblo y, por medio de artilugios como la censura, oprimen y
discriminan nuestros valores socialistas”. Y añadiría:
-
Ha sido tradición que la derecha es la que censura para
proteger la decencia, y la izquierda la rompe para fomentar la diversidad, ¿Por
qué unas páginas en la web son consideradas “incomodas” o en contra de la
revolución? ¿No se dan cuenta que censurar internet habla muy mal del
socialismo? Censurar nos pone al mismo nivel que la iglesia más primitiva, y
que más reaccionario que un censor… Ese complejo de superioridad del censor
estatal ha sido la perdición de muchos intentos del socialismo por triunfar en
el mundo, despreciando la capacidad de comprensión y respuesta del proletariado
organizado y en pie de lucha, sumiéndolo en un sueño embrutecedor, quitándole
la capacidad crítica, aplicando instrumentos de dominación como la censura.
Porque censurar implica desconfianza en el sujeto socialista, es un tratamiento
de desprecio de sus facultades, de su libertad y de su libre determinación… no
hay proceso de liberación en el mundo que pueda triunfar sin el concurso del
que va a ser liberado, ¿de qué sirve sostenernos en el poder con un pueblo
bobo, un pueblo incapaz de responder a los intentos de los otros por
confundirnos y desviarnos de nuestra ruta natural? El socialismo no debe temerle a la
confrontación de las ideas, censurar es una manera de excluir y el socialismo
debe ponerse en guardia contra quienes nos quieren ciegos, sordos, mudos y
brutos.
“Camarada, lo lamento - dijo el socialista retrogrado - sus
ideas son contrarrevolucionarias, está usted, de ahora en adelante, censurado”.
–
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
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