jueves, 13 de marzo de 2014

JESÚS GONZÁLEZ BRICEÑO.¿EXISTE POSIBILIDAD DE ÉXITO DE LOS MOVIMIENTOS SEPARATISTAS EN VENEZUELA?, MENSAJE CON DESTINO

La hegemonía ideológico, político, económica y  la crisis social  son terrenos proclives para la desintegración de una nación.
La historia de la humanidad está llena de divisiones políticas y territoriales de muchas naciones e imperios, en que las crisis del poder entre sus ciudadanos, motivados por  divisiones étnicas, intervenciones foráneas o por fraccionalismos ideológicos, han causado indeseables movimientos  separatistas, muchas veces logrados, otros frustrados.
La misma España no ha escapado a estos sinsabores separatistas, Valencia, Sevilla,  el país Vasco y Cataluña que generaron  prolongados  luchas libertarias y terroristas, particularmente Euskadi, amortiguado por una sabia  decisión constitucional de reconocimiento de los partidos abertzale Sortu (País Vasco y Navarra) y la coalición Bildu, (febrero y abril 2011) lo que le ha traído la paz, más o menos  estable, en los recientes  años. Pero actualmente Cataluña se debate en una lucha independentista pacífica al convocar para noviembre del 2014, un referendo independentista que el gobierno central español no reconoce. Estos episodios separatistas han  tocado algunas naciones americanas como fue la Guerra de Secesión de Estados Unidos, ( 196l-1865 ) que concluyó en la  victoria militar del norte industrializado de 19 estados contra  los 9 sureños en la disputa por la abolición de la esclavitud defendida a ultranza por los esclavistas del Sur. En nuestra América es notable  la separación de la provincia panameña del resto de Colombia por la construcción de su canal, en 1903, tras de una guerra, pero que hoy  es reconocida por los panameños como una conquista esencial de su idiosincrasia y economía. Más al sur   de nuestra América en el cono de convergencia brasilera-argentina-paraguaya, bajo el asedio de las apetencias de potencias extranjeras y  el fraccionalismo entre blancos y rosados, se vio nacer la República  de Uruguay, antigua Banda Oriental de Uruguay, en una tesonera lucha que vio sus frutos definitivos  en 1852, después de tantas disputas entre sus propios conciudadanos y el intervencionismo extranjero.
En nuestro país no han faltado los movimientos separatistas desde nuestra propia emancipación de 1821, particularmente en  nuestra larga frontera occidental con Colombia, de        km  2.219 km de longitud, limítrofes de los estados actuales de Táchira  y Zulia, por aquello de la constitución de la Gran Colombia y del amor de Bolivar que él mismo creó y sembró la semilla de la unión y el destino común, por cierto fracasada en 1830.
Pero esta división político-territorial no ha sido óbice para que en etapas aciagas de nuestra vida republicana  se hayan producido acercamientos de  nuestras tierra tachirense y zuliana con  la Colombia  de Francisco de Miranda, por el dinamismo cultural, comunicacional, económico y político de sus habitantes fronterizos que comparten anhelos y desencuentros pero que nunca echan al olvido esos nexos de profundas raíces,  históricas y actuales. Pero no sólo se trata de una vinculación  con la hermana  vecina, sino también  por aspiraciones  separatistas que han blandido desde hace muchos años los zulianos, al percibir que la excesiva centralización capitalina de carácter económico y político los empujan a buscar su propio destino, como el caso de  la Cataluña actual que al conocer su pasado histórico y su  mayor aporte económico a España, que dan mucho más  de lo que reciben, y de la hegemonía del poder nacional. El estado Independiente del Zulia no ha sido una  mera ficción histórica trasnochada ni  romántica sino una realidad por aquello que  cantan los zulianos en su gaita de Ricardo Aguirre:
                                            Madre mía, si el   gobierno
                                            No apoya al pueblo zuliano
                                            tendréis que meter la mano
                                            y    mandarlo    al     infierno
La Provincia de Maracaibo, se convirtió en estado en 1881, principal productor de petróleo y carbón, rico en tierras para la producción agropecuario, riqueza pesquera y forestal en recursos hidrológicos y un lago de Maracaibo,  su corazón territorial, maltratado por la  contaminación y la industria petrolera, por desidia y corrupción de régimen actual, pero con una vocación de pertenencia y regionalismo de sus habitantes, por sus tradiciones, música y folclore que busca su propia identidad si cualquier gobierno no le devuelve en  bienestar su tranquilidad y riqueza gigantesca.
Las otras entidades  territoriales del occidentales venezolano, que se comunican entre sí por vía terrestre y con salida al Lago de Maracaibo, como los estados Mérida, Trujillo y Táchira, con profundos nexos históricos, familiares y socioeducativos,  desde sus orígenes  coloniales españoles, pasando por   la gesta de la Guerra Federal y su concepción autonómica, nunca han dejado de percibir este inmenso y rico territorio desde la perspectiva  de una UNION DEL OCIDENTE del país, con una Colombia que ha metido sus narices entre ellas, por compartir   una anexión o forma de asociación, por su conexión entre ellas mismas y  su vecindad, o por su vocación histórica independentista.          -
En el presente con motivo de esta profunda crisis  nacional de excesivo centralismo del régimen bolivariano,  desde una onda expansiva iniciada desde Táchira, juventud universitaria patriota  y vigilante,  por el alcance de esta conmoción febrerista-2014,  trasladada al Zulia y Mérida, han puesto sobre el tapete  el  SEPARATISMO ANDINO,  a través de una desmedida vocación por rescatar la democracia venezolana, la calidad de vida de sus habitantes y el poder de convocatoria juvenil universitario y liceísta, con una sociedad civil que estaba a la espera de una irrupción ante la  pasividad del liderazgo político opositor, con la CONSIGNA DE LA REPÚBLICA DE TÁCHIRA Y EL RESCATE  DE UNA REGIÓN CAPITAL QUE LANZÓ  EL GRITO QUE CARACAS DIO.
Los venezolanos no podemos aupar ni congratularnos con por una secesionismo regional que dé al traste con nuestra integridad territorial nacional pero tampoco podemos permitir que no se defiendan a ultranza y pacíficamente la oprobiosa situación de entrega de nuestra soberanía al castrismo ni se pisoteen los Derechos Humanos consagrados en nuestra Carta Magna de 1999.

Jesus Rafael Gozalez Briceño
jesusrafael768@gmail.com
@jesusgonzalezbr

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.