Walter
Martínez ha difundido una noticia en su programa transmitido por VTV, donde
reveló los siguientes argumentos, leyendo y comentando con euforia un
comunicado presuntamente emanado de la cancillería rusa:
“Rusia
considera "inaceptable" la intromisión extranjera en los asuntos de
Venezuela. El portaviones ruso Kuznetsov se dirige al Caribe y concretamente
las costas de Venezuela. Rusia dice que está interesado en la seguridad
estratégica con la República Bolivariana de Venezuela, con Cuba y Nicaragua”.
Es
decir, enclaves afines al comunismo, uno definido claramente como tal como es
la Castro-comunista Isla de Cuba y los otros dos regímenes que se hacen llamar
socialistas bolivarianos y chavistas, como es el de Venezuela y en el caso de
Nicaragua, ésta es un satélite doble, del castro comunismo por una parte y
cuenta con el apoyo de la chequera petrolera venezolana de la espada que camina
por la américa latina, por la otra. O sea, es también un satélite de Venezuela.
Continúa
el corresponsal leyendo el comunicado:
“Rusia
se muestra inquieta ante "las alarmantes informaciones" que llegan
desde "la amistosa Venezuela" y aboga por no "instigar acciones
antigubernamentales y actos de violencia". "La clave es el respeto de
la Constitución y a las autoridades democráticamente elegidas de Venezuela,
encabezadas por el presidente Nicolás Maduro. Moscú insta a encontrar la
solución a los problemas "por medio del diálogo pacífico", subrayando
que "inmiscuirse desde el exterior en los asuntos internos de un Estado
soberano" es algo "inaceptable". "Es necesario detener la
campaña de desprestigio e incitación a las acciones violentas
antigubernamentales".
La
noticia del comentarista no concluye allí sino que agrega que portaviones
chinos con todas sus respectivas fragatas de guerra, han cambiado rumbo para
unirse a los rusos y arribar a Venezuela.
¡Dios
mío! ¡Qué susto, qué angustia!... toda
una cayapa imperial, ¿no? ¿Será esto intervención? ¿Libre determinación? ¿Cómo se llama esto?
Por
menos que esto Venezuela ha mandado al Ca…llao a más de uno, ¿no?
La
situación me trae a la memoria al menos tres eventos de la historia del siglo
XX. En primer lugar, la crisis de los misiles de octubre de 1962, donde a raíz de un vuelo de un avión espía
U-2 piloteado por el mayor Rudolf Anderson Jr., de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos (USAF), ese vuelo de reconocimiento fotográfico a alta cota sobre el
área de San Cristóbal, al oeste de La Habana detectó presencia de instalaciones
de cohetes. Tres días más tarde, el vuelo similar del mayor Anderson, dio como
resultado un nuevo descubrimiento de plataformas de lanzamiento para misiles
balísticos de alcance intermedio (IRBM) en Guanajay, al este de San Cristóbal.
Estados unidos acudió a denunciar a cuba a la OEA. Después de soportar la
mamadera de gallo y el vacilón del canciller ruso, el canciller de los EUA le
mostró las fotografías aéreas obtenidas, las cuales lanzó sobre la mesa, donde se dio el célebre intercambio:
“Adlai
Stevenson, en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se
enfrentó violenta y públicamente con el embajador soviético V. A. Zorin.
Esgrimiendo unas fotografías de las bases de los misiles instalados en Cuba,
preguntó a Zorin si era verdad o no que su país estaba armando con potencial
nuclear al régimen de Castro.
-¿Niega
usted, embajador Zorin, que la URSS ha instalado y está instalando misiles de
alcance medio y rampas de lanzamiento en Cuba? ¿Sí o no? No espere la
traducción: ¿sí o no?
-No
estoy ante un tribunal americano, señor, y, por consiguiente, me niego a
responder a una pregunta formulada en un tono de fiscal. A su debido tiempo,
señor, recibirá la respuesta.
La
crisis concluyó en que Rusia tuvo que retirar los misiles y que se hiciera un
pacto Kruschev–Kennedy, donde la URSS retiraba los misiles y USA retiraría sus
bases de cohetes de Turquía y no invadiría a Cuba. Fidel Castro, dejado fuera
de estas conversaciones, quien no fue más que una ficha de la geopolítica
mundial del imperio soviético, se abrogó un triunfo que no merecía y ganó
dádivas con escapulario ajeno; pues, durante más de medio siglo ha capitalizado
este beneficioso desenlace, de una crisis irresponsablemente provocada por él,
la cual casi dio comienzo a la
tercera guerra mundial.
De
paso, el dudoso papel jugado en la “Crisis de los misiles” por el dictador
cubano, bajo la estratagema propagandística de que la Unión Soviética
construiría en Cuba un gran puerto pesquero, engañó al pueblo cubano y, peor
aún, escondió su traición a la soberanía del país al entregar el suelo cubano a
los jerarcas comunistas de la URSS para que construyeran bases militares con
armas nucleares.
Esto
ocurrió en el marco de las relaciones post 2da. Guerra Mundial, en lo que se
llamó la Guerra fría, donde las grandes potencias peleaban por mampuesto; o
sea, por intermedio de terceros países satélites.
Durante
el siglo pasado, la URSS logró establecer enclaves ideológicos comunistas en el
área del Caribe (Cuba, Grenada) y en la región centroamericana (Nicaragua y El
Salvador) formando un triángulo de influencia (sin dejar de mencionar Chile, en
territorio continental al sur). Esta fue una tendencia que tomó lugar y fuerza
en Centro y Suramérica y el Caribe durante los años 50 y 60 del siglo pasado,
incluyendo las guerrillas establecidas en las montañas al oriente y oeste de
Venezuela, luego de la fracasada invasión cubana por Machurucuto, al oriente
del país. Medidas sociopolíticas, como la reforma agraria, no permitieron
cocinar el caldo de cultivo para el comunismo en Venezuela.
Ante
esta situación y habiéndose Fidel Castro y la revolución cubana declarado
comunistas por todo el cañón, después de haberlo negado, los países de la OEA
resuelven el 31 de enero de 1962, en la octava reunión de consulta de Ministros
de RR. EE. de la OEA, celebrada en Punta del Este, Uruguay, aprobar las
siguientes resoluciones relacionadas a Cuba:
1.
Que la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados
Americanos al marxismo-leninismo es
incompatible con el Sistema
Interamericano y el alineamiento de tal
Gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del
hemisferio.
2.
Que el actual Gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un
Gobierno marxista-leninista es incompatible con los principios y propósitos del
Sistema Interamericano.
3.
Que esta incompatibilidad excluye al actual Gobierno de Cuba de su
participación en el Sistema Interamericano.
4.
Que el Consejo de la Organización de los Estados Americanos y los otros órganos
y organismos del Sistema Interamericano adopten sin demora las providencias
necesarias para cumplir esta Resolución.
Estas
resoluciones fueron adoptadas por el voto de catorce países a favor, uno en
contra (Cuba) y seis abstenciones (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y
México), y por la cual se excluyó al actual Gobierno de Cuba de participar en
el Sistema Interamericano.
La
Doctrina Betancourt es previa a estas resoluciones, fue promulgada el 13 de
febrero de 1959, se hace sobre la base de que Venezuela cortará las relaciones
con los gobiernos de la región que lleguen al poder por vías no democráticas.
Según Betancourt Fidel no había llegado al poder por vías democráticas. La
doctrina Betancourt es derivación de la Monroe: «América para los americanos»,
la cual fue elaborada por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el
año 1823.
EL
segundo evento que me recuerda esta situación actual fue la invasión a Grenada,
que fue la operación militar de nombre en código Urgent Fury (Furia Urgente),
fue una invasión de la nación insular de Granada por los Estados Unidos y
varias otras naciones caribeñas en respuesta al golpe de Estado del viceprimer ministro
Bernard Coard. El 25 de octubre de 1983 los Estados Unidos, Barbados, Jamaica y
miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental desembarcaron buques
en Granada, derrotaron a la resistencia granadina y cubana y derrocaron el
gobierno de Coard.
El
tercer evento se conoce como Invasión de Panamá, el cual fue el operativo
militar realizado por el ejército de los Estados Unidos de América el miércoles
20 de diciembre de1989, con el propósito de capturar al general Manuel Antonio
Noriega, Gobernante de facto de Panamá, quien era requerido por la justicia
estadounidense acusado del delito de narcotráfico, así como neutralizar las
Fuerzas de Defensa de Panamá, milicia bajo las órdenes de Noriega. El operativo
fue denominado Operation Just Cause (Operación Causa Justa) por el comando
militar estadounidense.
Como
podemos apreciar esto parece un deja vu de eventos que ya han ocurrido en esta
parte del continente y del mundo. Particularmente creo que la situación actual
no es ni remotamente de la gravedad de la de 1962, aunque uno no sabe si la
barbarie e ignorancia de estos muchachos que nos gobiernan y su torpeza, así como su obsecuencia con el
dictador cubano (quieren ser más papistas que el Papa) pudieran llevar esta
situación a peores desenlaces, ya que uno sabe dónde comienza, pero no dónde
termina.
Los
rusos y los chinos sí deberían conocer los alcances y posibles desenlaces de
una torpeza como la que dijo WM ellos están emprendiendo y medirán con mayor
racionalidad geopolítica los alcances de que, efectivamente, la noticia así
revelada, analizada y comentada por este charlatán educado, lograre ser como él
la interpretó y difundió.
Amanecerá
y veremos.
Eddy
Barrios
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
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