A raíz de mis interacciones con personas que
se sienten identificadas con el proceso iniciado por Chávez, he notado varios
matices diferenciadores entre el pueblo chavista. Entendiendo de entrada que es
imposible cubrir a las personas en clasificaciones absolutas, me aventuro a
enumerar tres grupos:
El primer grupo está formado por aquellos que
estuvieron aislados durante los años de la IV República, en cordones de miseria
urbanos y rurales. Son fieles al proceso chavista porque han sido beneficiados
directa o indirectamente por los planes sociales del gobierno.
Estos no entran en debates ideológicos a
ultranza, simplemente para ellos ha habido una mejora tangible en las
condiciones de vida al tener acceso a vivienda, bienes y servicios como nunca
tuvieron y un discurso gubernamental que les habla directamente. En este grupo
pensaba yo al escribir "El Péndulo de la indolencia" en octubre del
2012, y es al que los ciegos opositores llaman ciegos.
El segundo grupo es el ideológico. Es el de
aquellos que sienten pasión al hablar de revolución. En ocasiones son
idealistas, humanistas, y se autodenominan socialistas. A diferencia del primer
grupo, estos afirman que la situación del país es precaria, pero tienen
esperanzas en que "el proceso" traerá a la realidad un mejor país
cuando se acaben los saboteos, la guerra económica, etc. El primer grupo vive
en el presente y lo acepta. El segundo grupo está inconforme pero ansía un
mejor futuro, y espera.
Sin embargo, es este grupo el que empieza a
pedir resultados. Están claros en sus objetivos y no los ven materializarse. Es
el grupo que tímida pero firmemente empieza a dar críticas contundentes y
argumentadas, y poco a poco abren una brecha entre "socialistas" y
"gobierno". En ellos pensé al escribir "Esta historia tiene su
fin" y "Amigo chavista, te están robando".
El tercer grupo son los oportunistas. La
lógica más básica indica que a todo al que le guste "el guiso" se
arrima al gobierno, no a la oposición. La plata fácil y por montones está en
manos del Estado. Así que ahí están ellos, y no son pocos. Son los que
arrasaron con Cadivi, los que están revendiendo todo lo controlado, los que
cobran comisiones e inflan presupuestos, y son los que encontraron en la dupla
"Controles del gobierno" y "Sistema judicial inepto (o
cómplice)" una oportunidad de oro para hacerse mil millonarios. Y son
tanto civiles como militares.
Este grupo repite a rabiar los coros
socialistas, se visten de rojo, ostentan credenciales del PSUV y juran
fidelidad eterna a Chávez. Pero tienen cuentas en dólares, andan en carros
blindados, tienen dos o más viviendas y
en general un estilo de vida extremada y descaradamente capitalista. Con
frecuencia se les denomina "los enchufados". Son el cáncer de la
sociedad venezolana se vea desde la oposición o se vea desde el chavismo.
Cualquiera podría preguntar de qué sirve
andar haciendo segregaciones de este tipo, y pues bien, yo creo que hacer estas
diferenciaciones es fundamental.
Primero porque creo que en el espíritu de
fomentar el encuentro y la construcción del país hay que diferenciar mensajes y
acciones dependiendo de a quién se dirija. No se puede hablar de "los
chavistas" y empezar a lanzar acusaciones. El único grupo realmente despreciable
es el tercero, y ahí hay un punto en común entre el pueblo opositor y los dos
primeros grupos chavistas. A ese hay que identificarlo y aislarlo, porque
mimetizado hace mucho daño.
Adicionalmente, creo que los líderes de
oposición deben ser más deliberados al hablarle al pueblo chavista. Aceptando
sus motivaciones y respetándolas, reconociendo que un grupo de venezolanos se
ha visto beneficiado con este gobierno, y eso no los hace enemigos, ni mucho
menos ciegos, y que existe quien tiene a la Justicia Social como norte y solo
la percibe en el discurso del gobierno. Pero es imposible que lo hagan si no
los comprenden, si no entienden sus miedos, sus alegrías, sus motivaciones,
etc.
De esta carencia de reconocimiento mutuo, por cierto, es que comienza a escucharse esto de la tercera ideología. Donde en vez de dividir al país en dos bloques verticales de izquierda y derecha, se habla de horizontalidad, basada en valores y principios. Donde somos mayoría los que queremos Justicia y Progreso y donde quedan aislados los enchufados oportunistas. Concretaríamos entonces una nueva ideología: la venezolana. Pienso que antes de descalificar, deberíamos empezar por entender. Venezuela bien lo vale.
@AntonioERivasR
rivas_antonio@hotmail.com
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