ADALBERTO ORTA, DIALOGO POR VENEZUELA, GOTAS DE ALBORADA

Si  algo ha caracterizado el gobierno  actual en Venezuela, es su facilidad para encender su verbo en cada escenario de la vida política nacional, convencidos que son dueños y señores de la verdad absoluta, hablan del diálogo como si fuera una conversación en primera persona, donde los demás tienen la obligación de oír y el resto que escuche y”se la cale”. Hablan y se dan la respuesta a lo que ellos mismos quieren oír, todo el que difiera es catalogado de “golpista, imperialista, burgués, apátrida, oligarca y traidor”. 

El presidente Maduro dice que es un hombre de diálogo y que quiere diálogo. Pero;  ¿con quién lo quiere? ¿Con su entorno o con el País?

Claro dice  conversar, pero primero hay que oír insultos, amenazas y agresiones,  no es fácil asumir el dialogo en esas condiciones, pero tampoco nos podemos dar por vencidos.

Quienes profesamos amor por esta patria hermosa debemos continuar con la fe, esperanza y optimismo de que efectivamente es preferible el entendimiento que la violencia, es mejor el diálogo que la agresión. 

Hablar del diálogo en estos tiempos de polarización no es sencillo, pero el planteamiento  del dialogo, hay que hacerlo con lealtad, con respeto a los venezolanos, con hidalguía de patria, dejando egos e intereses partidistas.

Diálogo por el bien de todos, diálogo para la paz y el progreso, diálogo para frenar la constante violencia del hampa y también de colectivos que deambulan libremente bajo la solapa del gobierno, diálogo para encontrar un camino cierto ante el desconcierto de una política económica fracasada que solo multiplica pobreza, diálogo para abastecer al país de alimentos, diálogo para que cese la persecución política, diálogo para rehabilitar los hospitales y llenarlos de medicamentos para atender las emergencias de los sectores más deprimidos económicamente, diálogo para que la productividad vuelva a Venezuela y dejemos de ser una economía de puertos, diálogo para que el poder judicial actúe de manera autónoma, diálogo para que nuestras universidades tengan un presupuesto justo, diálogo para hacer una gestión de gobierno eficiente y transparente, diálogo para mirar al futuro con alegría, diálogo para lograr una política de amnistía general y puedan ser liberados los presos políticos, diálogo para la grandeza de la patria, diálogo para fortalecer nuestro signo monetario, diálogo para mejorar los escuálidos salarios y abrir senderos que frenen la escalada inflacionaria de los precios que no se resuelven con leyes impositivas y caducas, diálogo para respetar la Constitución Nacional, diálogo para que se respeta la libertad de expresión, diálogo para que nuestros jóvenes y estudiantes puedan manifestar libre y pacíficamente sus inquietudes, sin el temor de ser asesinados, golpeados, violados, pateados, vejados y encarcelados, diálogo de altura, diálogo entre venezolanos, diálogo para velar por los intereses de Venezuela y no de Cuba, Estados Unidos, China, Nicaragua, Colombia, Bolivia, diálogo para construir definitivamente una sociedad sin pobreza, diálogo para respetar los derechos humanos, diálogo para saber la verdad de los 20 mil millones que entregó CADIVI a empresas de maletín y que cada día el gobierno se hace el “yo no fui “con ese tema,  diálogo para que la oposición democrática y el gobierno se entiendan y entiendan que primera es la gente. No es tiempo de la política del avestruz, es hora de verdades y realidades  que la rabia no sustituya la profunda querencia por la humanidad y los aplausos que damos a la vinotinto o la fiesta que montamos en un Caracas -  Magallanes. Señores del gobierno tienen ustedes la palabra, bájenle DOS a la agresividad verbal y juntos transitemos el camino de la RECONCILIACIÓN DE VENEZUELA.  

orta.adalberto@gmail.com

@adalbertomas

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