Los problemas entre la economía y la política se acentúan cuando las ideas manejadas desde el poder buscan estructurarse alrededor de un sólo propósito. Más, cuando se sabe que no hay nada más peligroso que cuando se tiene una única idea.
ENTRE LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA
Las diatribas que históricamente se han
generado a consecuencia de las diferencias entre las posturas de la economía y
los gajes de la política, guardan alguna relación con la controversia de los
sentimientos más nobles del hombre: el amar y el querer. Ya Andrés Eloy Blanco,
el excelso poeta cumanés y habilidoso orador de los mejores tiempos de la
Venezuela política contemporánea, lo refería en su poema intitulado: Pleito del
Amar y el Querer. Con el verbo que caracterizó su poesía, escribe: “Dicen que
el querer se acaba y el amar es infinito (…) Parece que amar es lo que abotona
y querer lo que florece (…) Luego querer no es amar; querer es guerra con
guerra y amar es guerra con paz…”
Asimismo sucede cuando pretende atropellarse
la economía valiéndose del poder que la praxis de la política anima. Sobre
todo, cuando el ejercicio de la política recurre a formas coercitivas para
imponerse por encima de condiciones normativas apegadas a la justicia, la
libertad y a la democracia. Es decir, cuando la política se aprovecha de la
fuerza para tramar decisiones capaces de encaminar realidades hacia el fracaso
y la ignorancia. Para ello, se basa en la exhortación del resentimiento y la
exaltación de la miseria como espacio para incitar la vida social.
Es el problema de gobernantes cuya
desesperación por el poder, los convierte en perfectos mediocres. En crasos
obstinados, sectarios, obcecados. Por creerse imprescindibles, se reducen hasta
alcanzar la insignificancia. Y desde tan minúscula dimensión, intentan
obscurecer el horizonte que plantean los postulados de la teoría del desarrollo
económico ampliamente probada en naciones que padecieron los rigores de
arcaicos y pestilentes sistemas políticos. El socialismo, por ejemplo, ha sido
uno de ellos. Más, cuando se infesta por presunciones que han enfermado la
política, como el caso del fascismo o del fundamentalismo.
Es cuando en la fragua de tan repulsivo
ensayo de política mal concebida y peor realizada, las ideas asentidas desde el
poder se transforman en programas y políticas de gobierno que intentan ordenar
la economía. Pero desde la perversidad que reside en el abuso practicado a
través de ordenes y controles impuestos por la coerción. Y este problema se
acentúa, sobre todo, cuando escasamente las ideas se manejan alrededor de un
sólo propósito pues en realidad no hay nada más peligroso que cuando se tiene
una única idea. Y que además sea resultado de una mentira. Entonces, es ahí
cuando la situación se torna bastante delicada en virtud de la gravedad que su
manejo depara ya que puede augurarse cuando tan falaces ideas provocan un apoyo
político animado por la retórica fantasiosa del discurso populista.
Es precisamente cuando el politiquero,
fungiendo de agorero o de pronosticador de oficio, invoca principios de
justicia social para así comprometer emociones humanas que sirven a su causa
demagógica. En consecuencia, se hace de todos los recursos posibles para
allanar ilusiones. Asimismo, para penetrar la esfera de la economía y esparcir
las penurias que convalidan el proyecto político que busca implantar a costa de
lo que sea. Así que cuando estos gobernantes juegan con “cartas escondidas”, es
porque albergan intenciones tan oscuras que tienden a desatar vastos y
amenazadores conflictos entre la economía y la política.
VENTANA DE PAPEL
DEL CINISMO AL IRRESPETO
Definitivamente, debe reconocerse que el
actual régimen está empeñado en “arar en el mar” toda vez que sus ejecutorias
deambulan en medio de una suerte de limbo caracterizado por situaciones que
permiten al propio régimen hablar mucho y no hacer nada. O cuando hace algo,
sencillamente es para redundar en lo procaz, lo miserable y lo intransigente lo
cual ha sido representativo de la gestión llevada a cabo desde el mismo momento
en que se inicia, hace casi quince años, el mandato del actual régimen. Ante lo
que puede percibirse como un nuevo año, no hay muchas posibilidades que la
gestión de gobierno sea hecha de modo diferente. O quizás sí. Pero para
acentuar la intolerancia y la vulgaridad mediante novedosas tácticas al mejor
estilo cubano y a semejanza de mañas fascistas.
La inmoralidad calzó exactamente con la horma
de la bota militar que utiliza este socialismo criollo para aplastar cualquier
estamento que huela a democracia. Es así como el régimen no sólo se ha valido
de la ley que le otorgó poderes extraordinarios a Nicolás Maduro. También se
desenvuelve a tarugazo limpio cuando se apoya en la fuerza militar y del
supuesto “orden público”, para mortificar a cuanto opositor se le ocurra.
El estilo de controlar toda movilización que
tenga lugar desde lo político hasta lo empresarial y comercial, incluso
atreviéndose a invadir el plano de la educación, es la más grosera demostración
no sólo del miedo que siente ante el efecto político de una avanzada opositora
que poco a poco ha venido desmontando su artificiosa plataforma utilizada para
enredar incautos e ilusos. También con su actitud, el régimen deja al
descubierto su afán de conservar el poder político para lo cual acude a
prácticas inmorales que van del cinismo al irrespeto.
A ESCONDERSE “CHINAS” QUE LLEGARON LAS
GRANDES
Con motivo del encuentro anual de
motociclistas que se realiza en los espacios del Complejo Deportivo Cinco
Águilas Blancas (Mérida), la ciudad se vio fuertemente congestionada por la
presencia de más de cinco mil motos. Entre conductores y acompañantes, pudo estimarse
un universo de casi veinte mil personas que acudieron, como todos los años por
esta época, a disfrutar de eventos musicales, culturales y propios del
conocimiento de motores, neumáticos e implementos del mundo del motociclismo.
Esta reunión de moteros, denominada Biker
Mérida 2014, desplazó de las calles y avenidas merideñas a mototaxistas y el
resto de pequeñas motos, casi todas “Made in China”. Sólo que por la imponencia
de estas motos que coparon Mérida, se diferencian de las “ chinas” no sólo por el
estruendo característico de motos de alta cilindrada. Además, por sus
llamativos colores combinados con la vestimenta de conductores y parrilleras
cuya belleza le dan un toque especial al reconocido encuentro nacional.
De hecho, tan importante acontecimiento se
convierte en una fuente extraordinaria de ingresos para la ciudad que motivan
al turismo local. De esta forma, los expendios de comida y restaurantes,
hospedajes y establecimientos hoteleros y sitios de diversión tanto como de
interés turístico se alzaron para ofertar sus mejores atenciones, productos y
servicios. Así que Mérida, vivió aquello de: “a esconderse chinas que llegaron
las grandes”
ABRAZAR ES LA CONSIGNA
Una vez al año, se oye hablar del “Abrazo en
Familia”. Cuando el abrazo representa una actitud que a diario se brinda o es
motivada. Entonces, pareciera contradictorio esperar ese día que exalta la
Iglesia Católica para animar el “abrazo en familia” cuando debería estimularse
a que se realice el mayor número de veces, siempre que las circunstancias lo
exhorten.
Y pensar que abrazar induce una serie de
beneficios que deben saberse. Aunque primeramente debe concienciarse su
importancia para así insistir en tan significativo y hasta necesario acto de
afecto. Y entre las más notables razones, están las siguientes: Fortalece el
sistema inmunológico. Cura la depresión. Es rejuvenecedor. Es absolutamente
orgánico. Mejora el autoestima y la actitud mental de quien recibe el abrazo y
de quien lo brinda. Contribuye a la salud de toda persona. Energiza al provocar
el aumento del nivel de hemoglobina. Ayuda a disminuir síntomas de senilidad.
Aumenta la vitalidad y el bienestar físico. Constituye un acto que no incurre
en costos.
De manera que luego de lo acá referido, no lo
piense mucho y abrace al amigo o familiar más inmediato o cercano.
Particularmente, cuando ante la avalancha de condiciones difíciles que asoma
este nuevo año, no habrá duda alguna de que en lo sucesivo abrazar es la
consigna.
“Mientras que la economía enseña a gastar
menos de lo que ganas, la política enseña a gastar más de lo que recibes pues
así te ufanas de que tienes sin tener. Por eso, la economía y la política no
van de la mano casi nunca puesto que sus ejercicios resultan contrapuestos” AJM
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
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