martes, 16 de julio de 2013

ANGELICA MORA, LA ESTRATEGIA DE SNOWDEN, SAINETE

¿Mm, qué tiene anotado?

Pareciera que el no arribo de Edward Snowden a Venezuela fuera un fracaso del gobierno de Nicolás Maduro, quien abrió de par en par sus puertas al famoso fugitivo de la justicia estadounidense.

Asimismo, el que el ex contratista tampoco haya arribado a los otros paises del Clan bolivariano, ha hecho que surjan rumores de posibles arrepentimientos.

Nada más lejos de la realidad.

Lo que ocurre es un táctica acordada por todos los participantes en esta sainette circense: no crear posibilidades para que Snowden sea apresado por  el gobierno de Washington, quien lo reclama por haber hecho públicos documentos sobre la vigilancia electrónica de Estados Unidos en el mundo.

Los gobiernos, que forman parte del conciliábulo, no crearán la oportunidad para que el espía caiga en manos de la justicia  estadounidense, por eso es que se está caminando, midiendo todos los pasos y consultando todos los libros jurídicos sobre el caso.

Para aplacar la ira de Estados Unidos, el gobierno de Moscú condicionó el asilo a Snowden a que el ex agente de la CIA cese la entrega del material que tiene en su poder y que robó del Departamento de la CIA donde el trabajaba.

Snowden se ha comprometido "a no dañar los intereses de Estados Unidos", pero nadie puede impedir que le entregue directamente a Putin documentos altamente sensibles que él posee.

Recientemente, Glenn Greenwald, un columnist de The Guardian, el periodico que hizo públicos los informes de Snowden, dijo que el ex analista posee documentos que permiten conocer el completo plan de acción de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

Entonces, como van las cosas, es posible que el asilo a Snowden le sea concedido temporalmente por Moscú, a la espera de un momento propicio en el futuro para enviarlo a un refugio seguro de forma permanente, en países que estarán gustosos de saber y aprovechar sus múltiples secretos de seguridad de los Estados Unidos.

angelica morabeals 
angelicamorabeals@yahoo.com

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LEONARDO PADRÓN, PERDIGONES EN LA CÉDULA

Se llama Ivonne, usa pelo corto, boina y personalidad. Trabaja como chef en Barquisimeto. Ese día, el 16 de abril del 2013, decidió no trabajar y sumarse a la protesta  por el turbio resultado de las elecciones presidenciales. Una parte de sí hubiera preferido amasar el cansancio de tantos días en la promesa de su cama. Pero andaba incrédula y rabiosa. Al llegar a la Avenida Morán se sumó a la multitud que manifestaba pacíficamente. Se sentía más ciudadana de su país que nunca. Hasta que el aire se embutió con el crujido de los perdigones. 
Llegó la guardia. Ivonne quiso correr. Pero un peinillazo aterrizó en su cabeza. Y otro. Y otro. Era una mujer militar quien la golpeaba con una vehemencia gratuita. La llevó, a ritmo de peinilla, hasta una tanqueta cercana. Se inició  un tejido absurdo de escupitajos, órdenes de caminar en cuclillas y gritar loas a favor de Nicolás Maduro. Cuando quiso entender ya estaba en el Comando 47. Esa sería la escenografía de su pesadilla. Una sargento se acercó con una botella de agua. Juraba que era un pequeño gesto de desagravio. Pero la botella de agua estaba congelada. Dura como granito. La Sargento la llenó de golpes de agua congelada. Le dio con su casco militar, con sus botas militares, con su rabia militar.
En el Comando 47 descubrieron dos afrentas mayúsculas para la revolución. Ivonne era homosexual y bisnieta de Jóvito Villalba. “Tú sabes que nosotros odiamos a los gays, ¡no?”, le dijo La Sargento mientras apaleaba sus rodillas. Ivonne ni siquiera entendía el delito de su condición sexual en un día de efervescencia política. “¿Quién de ustedes es la Villalba?”, graznó alguien que ostentaba un alto rango militar. Ella levantó la mano  desde el orgullo, desde la conciencia que se sabe limpia. “A ti es que te voy a sacar la mierda!”, y el Alto Rango clavó esa línea en sus tímpanos. Ivonne Echenagucia recibió descargas eléctricas en sus manos y piernas. El estupor crecía como una nube oscura. El zapato derecho se le derritió por la electricidad. Un grupo de soldados recibió la instrucción de golpear a los detenidos. Uno de ellos les daba patadas de bajo impacto, molesto con la orden. En un gesto secreto le dio un celular a Ivonne para que avisara a su familia. Los adoctrinaban en el socialismo mientras hacían cinco horas de sentadillas. La Sargento Aquella decidió trasladarla al médico del Comando. Venía otro acto de “desagravio”. En el trayecto, cuando nadie las observaba, arremetió contra Ivonne. Golpe al estómago. A las piernas. Al orgullo. Al gentilicio. “Nunca en mi vida había tenido tanto miedo”, llora debajo de su boina.
Ivonne me cuenta, al borde de un refresco, que luego de haber hecho la denuncia pública, dos hombres la interceptaron en la calle. “El primer balazo va a ser en la pierna. El segundo en la cabeza”. Una gentil manera de pedirle que se callara la boca. Le pregunto por qué insiste en denunciar a sus agresores. “Mi abuela nació en la cárcel”. Ella le contó de la lucha irreductible de Jóvito Villalba contra las dictaduras de Gómez y Pérez Jímenez. La conminó a no callarse. El silencio y la libertad no combinan moralmente. Y allí está Ivonne. Quiere justicia. Y eso que llaman democracia.
***
Ehisler Vásquez lo reconoce: es el galancito de su familia. Diecinueve años, elocuencia y una carismática sonrisa. Aunque es una virtud compartida. Porque es gemelo. Una virtud lesionada. Porque cinco perdigones le reventaron la cara. Una tronera en carne viva que le hizo voltear la cara de repulsión al más pintado. Eso ocurrió también el martes 16 de abril. ¿Su delito? Marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral en Barquisimeto para consignar un documento, junto con miles de personas, donde pedían el recuento de los votos de las elecciones presidenciales. Insistían en que el ganador había sido Henrique Capriles. Cuando llegó la Guardia Nacional ellos se resguardaron en el estacionamiento del Sambil. Finalmente, salieron con las manos en alto cantando el himno del país donde nacieron. ¿Quién puede suponer que cantar el himno nacional ocasione cinco perdigones en la cara?
Los médicos apenas pudieron extraerle un perdigón. Los otros cuatro –quizás, dicen- serán expulsados en dos años por el propio cuerpo. Ehisler fue uno de los casos más notorios en la barbarie represiva de las autoridades militares. Su mejilla explotada se reprodujo en la prensa y en las redes sociales. Parecía el mordisco rabioso de un monstruo. Una brusca llaga en su autoestima. Durante un mes entero no salió de su casa, escondiendo el lado derecho de su rostro. El galancito de la panadería. El efusivo estudiante de Mercadeo y Publicidad. Durante quince días solo pudo ingerir alimentos a través de un pitillo. Ha sido operado tres veces. Falta una operación más. Falta dolor.
Eishler se quita la dramática venda que cubre su mejilla. Me enseña la monumental cicatriz. Me conversa su indignación. “¿Volverías a ir a una manifestación contra el gobierno después de lo ocurrido?”, le pregunto. “Ahora más que nunca!” responde y su rostro se infla de certeza. Los militares lo bautizaron como “Cachetón”. Y justo allí, le descargaron la furia de su mal llamada patria. Una patria, cinco perdigones en la cara.
***
“Yo ni siquiera estaba en la manifestación”, me cuenta Yorgelis Piña con el apremio de sus 18 años. Pero resulta que se tropezó de pecho con el país. Ese día estaba entrenándose para trabajar como centralista en una línea de taxi en Barquisimeto. Sabía del alboroto en la calle y prefirió postergar su hambre. Cuando salió, con una amiga, resurgieron los disparos. Ellas hicieron señas para que no les dispararan. De nada sirvió. Fueron seis guardias contra dos jóvenes aterradas. Una mujer militar, una réplica de La Sargenta Aquella, le puso una navaja en el cuello: “Maldita, te vamos a matar!”. Yorgelis apenas atinó a defenderse con una verdad urgente: “Yo soy hemofílica”. La mujer, vestida de verde furia, le respondió: “¿Y?, yo no soy doctora”. Las golpearon. Las insultaron sin pausa. Les vaciaron encima una ruda porción de terror psicológico: “Las vamos a mandar pa’Uribana, pa’Tocuyito. Ahí les van a hacer de todo”.  Yorgelis pensó en el infierno que son esas cárceles. “Me puse a llorar”. Sintió que salía humo de su corazón.
***
Ninguno se conocía desde antes. Los unió la vejación sufrida. La impotencia de ver cómo -días después- el Consejo Legislativo  condecoraba a los guardias nacionales que formaron parte de la embestida.  Descubrieron que algo más los unía. Sus familiares habían sido luchadores por la democracia, perseguidos por la dictadura de Pérez Jímenez muchos de ellos. La abuela de una, el padre de otro, tíos. Una poderosa casualidad. La indignación puede germinar como una mata de toronjil. Decidieron hacer algo. Fundaron un movimiento para apostar por la paz, la justicia y los derechos humanos. Todo eso que sintieron vulnerado en carne propia. FUNPAZ, así se llaman ahora. Jackson Escalona, su propulsor central, me cuenta que ahí están congregados al menos 120 afectados por los sucesos del 15 y 16 de abril en Barquisimeto. Sucesos que el gobierno no menciona. Gente imputada por delitos que ni saben nombrar. Gente que apostó por otra versión de país. Gente que sigue amenazada. Que venció el miedo. Gente que insiste en su derecho a protestar. El orgullo ha sido vapuleado con agua congelada. Hay perdigones en la cédula de identidad. La patria no es una consigna en cadena nacional. Quizás es, simplemente, una cicatriz en el rostro.
***
Me mostraron un collage de videos. Todos grabados desde celulares por testigos. Cuando comencé a verlos tuve que pedirle un whisky al mesonero. Necesitaba estómago para lo que estaba viendo. Mucha sangre. Heridas grotescas. Gente con las manos en alto recibiendo disparos. Guardias penetrando a un edificio para sacar a los manifestantes y empujarlos, golpearlos, humillarlos.
Esa noche, después de hablar largamente con ocho ciudadanos de este país y oír las insólitas historias de 70 detenidos en Lara por reclamar un recuento de votos, sentí que la indignación era imposible de domesticar con un simple whisky. Nada ha pasado con sus denuncias. Están en un pozo negro. “La protesta política está proscrita”, me dice uno de ellos. El informe de Provea sobre esos días es alarmante. Los derechos humanos son letra muerta. Tanta impunidad exige que se active el deshielo de nuestra indiferencia. Es urgente, impostergable. El país anda herido. Cierto. Pero hay gente que más nunca se va a callar.
¿Y tú? ¿Sigues hibernando en el silencio?
@Leonardo_Padron

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CARLOS E. AGUILERA A., LA DEGRADACIÓN DEL DISCURSO POLÍTICO

 “No se puede sustituir el pensamiento crítico por una conciencia sistemática falsa”
El insulto, el agravio, la descalificación y groseros epítetos contra quienes adversan al régimen es el vocabulario que cual guapo de barrio envalentonado, y al unísono de destemplados gritos en los escenarios en los que actúan, asoman quienes se jactan de ser socialistas-chavistas, en sus discursos vacíos y llenos de odio, venganza, retaliación. Quienes hoy detentan el poder, en su rostro y verbo asoman  la miseria de su pasado, divorciados del lenguaje civilizador, decente y respetuoso que merecemos los venezolanos.
Los medios de comunicación y los periodistas no han escapado del abanico de insultos y ante el reiterado comportamiento del gobierno y la acrecencia del embate su contra, observamos con marcada preocupación los acontecimientos a futuro inmediato. Una de las manifestaciones más reiterativas por parte de Nicolás Maduro y sus voceros gubernamentales, nos permite avizorar que vienen tiempos más difíciles aún para quienes tenemos el derecho y el deber de informar, pero ello sin embargo, no menguará nuestra lucha para que se cumplan los Artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Cabe recordar que dada la experiencia puesta de manifiesto por las democracias pluralistas, es necesaria una cultura de valores proclive a la tolerancia y al entendimiento, pues es garantía de la perdurabilidad del sistema democrático y de una verdadera libertad de expresión y de prensa.  Mientras que por otra parte observamos una de las manifestaciones más agresivas  como es la banalización lacerante y la degradación del discurso político, mediante la desvalorización de las palabras, la manipulación, visualización y orientación de la realidad en función de determinados intereses.
No se puede sustituir el pensamiento crítico por una conciencia sistemática falsa que funciona con frases, artilugios y muchas otras maneras desde el poder, pues la sociedad venezolana interpreta con fluidez los valores, conceptos y sus aspiraciones para resolver algunos problemas sociales y determinadas crisis, y entiende perfectamente lo que afecta existencialmente al pueblo y sus hombres.
Hoy en día todas las ideologías sufren los embates del aceleramiento de los cambios históricos, y el llamado socialismo ha sufrido una fuerte derrota, gracias al desencanto producido por el fracaso de la utopía comunista, que ilusionó a tanta gente durante más de siglo y medio.
Solo los gobiernos autoritarios imponen su voluntad sobre la Constitución y las leyes, conculcando los derechos humanos y los procesos institucionales democráticos. Pueden ser civiles o militares, de izquierda o derecha o sin definición ideológica. Los lideran, casi siempre, caudillos arbitrarios. Llegan al poder por la fuerza y a veces por la voluntad del pueblo, pero no renuncian al autoritarismo. Venezuela un ejemplo a citar.
El hecho radica que en se les permite encarnar los vicios y maldades para conseguir un ser de carne y hueso, para señalarle con el dedo y echarle la culpa de todas las desdichas de los pobres. El es culpable de la ineficiencia del Estado porque no paga los impuestos. El maneja todo secretamente, para perjudicar a las grandes masas. Es decir, se le va endilgando errores propios y ajenos hasta convencer a la masa popular de que para salir adelante no hace falta trabajar ni superarse, sino quitarles los privilegios y posesiones a los que siempre los han tenido.
No olvidemos que en su discurso apelan a ese resentimiento que es el caldo de cultivo con el que mantiene viva la luz y esperanza de quienes como hipnotizados aplauden, ríen y festejan la tragedia de sus propias vidas.
carduagui@yahoo.com
@_toquedediana

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PEDRO PAÚL BELLO, ¡CUANDO SE HAYAN IDO ES YA!


Cuando se hayan ido, volveremos a las calles  con nuestros hijos, para disfrutar con  tranquilidad renacida, después de tanta inseguridad por temor al asalto o al secuestro.

Cuando se hayan ido, iremos a nuestras playas y montañas, podremos de nuevo reconocer la belleza de nuestra querida Patria, sus gentes amables y sus paisajes hermosos porque, cuando se hayan ido, tendremos carreteras sin huecos ni derrumbes.

Cuando se hayan ido, podremos visitar familiares y amigos de día y también de noche, porque no habrá más apagones.

Cuando se hayan ido, encontraremos en mercados y farmacias alimentos suficientes, producidos en nuestra tierra y medicinas indispensables para nuestra salud y bienestar.

Cuando se hayan ido, no habrá largas cadenas y podremos ver en la TV o en la radio lo que nos interese y distraiga, porque no las va a cerrar capricho de un gobierno.

Cuando se hayan ido, si queremos viajar podremos hacerlo con nuestros recursos, sin dar cuenta a ningún gobierno de donde vamos, ni tener permiso para gastar lo que aquel nos conceda.

Cuando se hayan ido, recuperaremos el derecho a tener nuestros bienes, nuestra casa y nuestros negocios, porque nadie osará decir porque le de la gana: “exprópiese”.

Cuando se hayan ido, tendremos un gobierno responsable, que asumirá sus responsabilidades, sin peculado, ni maletines viajeros; sin altos funcionarios que negocien con drogas ni fortunas hechas con los dineros de todos.

Cuando se hayan ido, volveremos a ser una Nación verdaderamente soberana y no sometida a ninguna extranjera.

Cuando se hayan ido, viviremos de nuevo en democracia, y cuidaremos que nunca más vuelva un tirano a sojuzgar nuestro pueblo.

Cuando se hayan ido, abriremos de nuevo nuestros corazones y voluntades al semejante, sea compatriota o extranjero, porque renacerá la amistad cívica y la solidaridad entre nosotros.

Cuando se hayan ido, podremos trabajar a fondo para hacer, de esta bendita tierra de gracia, una Nación rica por el trabajo de su gente, que jamás de nuevo se someterá a tener que entregarse a la voluntad de un régimen tiránico que le ofrezca un mendrugo de pan o una inventada vivienda.

¡Dios! Haz que cuando se hayan ido sea ya! 

ppaulbello@gmail.com

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AXEL CAPRILES M. // GRANIER Y CISNEROS

En estos tiempos de política de masas y de colectivismo, también los individuos terminan por encarnar arquetipos. Así, en la imaginación colectiva de gran parte de la población venezolana, Marcel Granier y Gustavo Cisneros han dejado de ser personas para convertirse en símbolos de la integridad o de la degradación del país. Como Dorian Gray en la novela de Oscar Wilde o Hendrik Hoefgen en la película Mefisto de István Szabó, Cisneros se ha transformado, en nuestra imaginación política, en la personificación de un motivo típico de la literatura, la mitología y el folclor que representa la venta del alma al diablo. 

Con el estigma de la reunión con Jimmy Carter y Hugo Chávez en la que se sacrificó el país para salvar a Venevisión, Cisneros no hace sino representar a todos los individuos que han permitido la consolidación del totalitarismo a cambio del beneficio y lucro personal, a los empresarios que han bajado la cabeza y han vendido sus principios e integridad para mantener sus empresas y enriquecerse un día más. Es la imagen de la Venezuela de la decadencia, del fracaso de las élites que no asumieron su responsabilidad nacional y cedieron espacio por miedo, por acomodo, por el deseo de continuar participando en el reparto clientelar de la renta petrolera.

Marcel Granier, por el contrario, pareciera ser un personaje de la estirpe de John Galt y Hank Rearden, los protagonistas de novela La Rebelión de Atlas de Ayn Rand, arquetipos de la fuerza creativa y de la libertad individual que no se someten al poder. Para los Felicitadores y los Cerebritos de la Fiesta del Chivo, Granier ha cometido un suicidio empresarial, se ha inmolado innecesariamente por rigidez y tozudez. Granier, sin embargo, ha hecho lo que muy pocos empresarios se han atrevido a hacer: sacrificar sus propiedades para convertirse en símbolo de la resistencia y la integridad. Como en Globovisión y en tantos otros refugios venezolanos, la imagen del hombre que pierde lo suyo por fidelidad a su país da cuenta del potencial que aún nos queda para ganar la libertad.

acaprile@ucab.edu.ve

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PEDRO PALMA, INFLACIÓN FUERA DE CONTROL


El 3 de diciembre de 2012 publiqué en esta columna un artículo en el que planteaba que la desaceleración inflacionaria que se había operado ese año era artificial y no sostenible, y que no debía interpretarse la misma como el resultado de una exitosa política antiinflacionaria, sino más bien como un represamiento artificial y temporal de la inflación. 

Explicaba que ese fenómeno se había debido, entre otras circunstancias, a un recrudecimiento desproporcionado de los controles de precios, particularmente de los alimentos, y a unas masivas importaciones de productos de consumo con divisas subsidiadas y artificialmente baratas, circunstancias ambas, sin embargo, que no se podían mantener por mucho tiempo. Los controles de precios estaban condenando a productores y distribuidores a trabajar a pérdida o con márgenes muy bajos, lo cual, a su vez, se traducía en limitaciones a la producción y en crecientes desabastecimientos que a la larga presionarían los precios al alza. Por otra parte, los tipos de cambio oficiales de Cadivi y Sitme estaban profundamente distorsionados, pues se habían mantenido inalterados por largos períodos, a pesar de estarse materializando una inflación local muy superior a la externa; esto generaba una sobrevaluación creciente de la moneda que abarataba artificialmente la divisa. De allí que cada vez más se afianzara el convencimiento de que esos tipos de cambio preferenciales iban a ser ajustados en breve plazo.

Adicionalmente, el acentuado aumento de la tasa cambiaria en el mercado negro que ya se estaba produciendo, multiplicaba la apetencia por los dólares preferenciales, y las autoridades cambiarias se vieron obligadas a restringir el acceso a los mismos, lo que produjo una escasez creciente de moneda extranjera. Las expectativas de devaluación, la carencia creciente de divisas y el divorcio de los tipos de cambio oficial y libre generaban presiones inflacionarias, ya que los precios tendían a establecerse por los crecientes costos esperados de reposición.

Terminaba ese artículo diciendo: “En resumen, la impostergable revisión de los precios controlados, la esperada devaluación, el disparatado gasto público, la expansión monetaria y las distorsiones cambiarias existentes, harán que la inflación repunte en el futuro inmediato”. Esta predicción antagonizaba con las proyecciones oficiales, que ubicaban la inflación esperada de 2013 en alrededor de 14%. Desgraciadamente, la realidad nos dio la razón.

Lo que hemos visto a lo largo de este año, y particularmente durante los últimos meses, es la materialización de una inflación fuera de control. En efecto, durante el primer semestre los precios aumentaron en promedio 25%, y entre junio del año pasado e igual mes de 2013 la inflación a nivel del consumidor fue de 39,6%, y es muy probable que en el futuro inmediato esa inflación anualizada tienda a aumentar. Algo muy grave es la intensidad con que se han encarecido los alimentos, ya que en los últimos doce meses los precios de ese rubro experimentaron un aumento promedio de 57,5%, y es muy llamativo el encarecimiento de los productos agrícolas que ha llegado a ser de 75% en igual lapso. 

Esto ha hecho que sea el segmento más desposeído de la población el que más alta inflación padece, ya que el porcentaje del presupuesto que estas personas tienen que destinar a la adquisición de alimentos es muy elevado, lo que los hace particularmente vulnerables al aumento de estos precios.

Resulta muy preocupante observar la inacción y reticencia al cambio de rumbo en el manejo de la cuestión económica por parte del Gobierno. Pareciera que los responsables de dirigir al país no fuesen conscientes de la gravedad del problema inflacionario existente, y de los profundos desequilibrios que aquejan a la economía y que requieren urgente atención. De continuar las cosas así, alto será el precio que pagaremos todos los que aquí vivimos y aspiramos a una vida mejor.

palma.pa1@gmail.com

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JOSÉ LUIS MÉNDEZ LA FUENTE, EL PLAN CAYAPA Y LA SOCIEDAD DEL FUTURO

Las  recientes declaraciones  de la Ministra para el Servicio Penitenciario,  Iris Varela,  en relación a que los presos que quieran ser atendidos  dentro del Plan Cayapa, deben revocar el nombramiento de sus abogados privados para garantizarles justicia a través de los defensores públicos, pues sino se le estaría haciendo el trabajo a los abogados privados y eso “sería corrupción”, han levantado una gran polémica en la opinión pública. 

Entre las múltiples manifestaciones de rechazo se encuentra la del Colegio de Abogados de Caracas que acaba de sacar un comunicado recordándole a la ministra Varela,  algunos de los derechos que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le confiere a quienes se encuentran privados de su libertad en los diferentes centros penitenciarios del país, como por ejemplo, el de nombrar un abogado de su confianza para que los defienda.
Es decir, que el reo que requiera evaluación psicológica o médica para gozar de algún beneficio de los que ofrece el sistema penitenciario, como por ejemplo, rebaja de la pena por buena conducta,  libertad condicional, régimen abierto, casa por cárcel, medida cautelar y cumplimiento de pena, entre otros, y lo que es más grave aún, ser llevado con la celeridad del caso a un tribunal para ser oído y juzgado en una audiencia sería, en vez de un derecho, una especie de  “favor”  que  solo recibirían aquellos presos que tengan un defensor público. Pareciera que los otros, los que tienen dinero para contratar un abogado privado, son capitalistas, ricos que por serlo deben renunciar a ese  “privilegio” y ponerse al mismo nivel de aquellos que son más pobres y no pueden pagarlo. Una discriminación por chantaje, que atenta contra cualquier principio básico de justicia y de sentido común. Cualquiera pensaría que la ministra Varela quiere evitar que los presos con defensor privado, que están pasados de tiempo dentro de las cárceles, algunos con la condena ya cumplida, por el consabido retraso procesal que hay en los tribunales penales, se puedan llevar el crédito que ponerlos en libertad conllevaría.
Pero pese a sus beneficios, esta Operación Cayapa,  en la que participan cerca de 150 profesionales de diferentes disciplinas y a la que hay que reconocerle su buen propósito, es al final del día, egoísta y mezquina, como todas la otras políticas sociales o económicas, que el gobierno nacional ha venido implementando en otras áreas, pues no busca beneficiar a todo el que lo requiere sino más bien hacer proselitismo político-partidista, es decir, enfrentando a los empresarios por ser capitalistas, a quienes se manifiestan abiertamente en contra del gobierno o contra los abogados que ejercen su profesión y cobren por ello. La vieja táctica militar de divide y vencerás, que aplicada a la política, se vuelve una agresión contra la sociedad civil.
Beneficios y medidas procesales, por otra parte, que otorga la ley, pero que no se han venido cumpliendo por la ineficiencia del sistema (falta de recursos y políticas, corrupción, entre otras causas) y que ahora, a través de operativos como este de la Operación Cayapa, buscan desahogar la situación de hacinamiento que hay en los penales y evitar tragedias carcelarias como las del Rodeo, Yare o La Planta, pero que lamentablemente, no van a resolver por si solos, la profunda crisis judicial y penitenciaria del país, que es estructural y no coyuntural, por lo que los paños calientes ayudan pero no resuelven el problema definitivamente.
Como se sabe, el papel de los abogados en un Estado comunista es prácticamente nulo, habida cuenta de que al no haber disposición de la propiedad, sino solamente uso personal, carece de sentido la mayor parte del derecho privado y también del público. Eso sin contar, que en una sociedad así, del futuro, donde se conformaría el “hombre nuevo”, los delitos prácticamente desaparecerían.
Quizás la ministra Varela esté adelantada a su tiempo y nosotros seamos incapaces de comprenderla.
Xlmlf1@gmail.com

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TRINO MÁRQUEZ , CORRUPCIÓN: ¿A QUIÉN CASTIGAR?


Sólo los elegidos conocen los convenios con China, Cuba, Brasil, Bielorrusia, Rusia
 
En su discurso en el Campo de Carabobo el 24 de junio, Nicolás Maduro calificó la corrupción como un azote al que su gobierno debe combatir porque está "destruyendo la Patria". 

Desde entonces el dirigente del PSUV insiste en el tema cada vez que se presenta alguna oportunidad. Su intensidad forma parte de la estrategia dirigida a golpear los grupos que apoyan a Diosdado Cabello, señalados de haberse enriquecido de forma obscena a la sombra de negocios ilícitos, comisiones, tráfico de influencia, y de socavar las bases del poder de Maduro. 

Sus palabras en Carabobo fueron pronunciadas luego de un gesto insólito de descortesía con quien se supone es el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada. En ese acto, el comandante que dirigía el desfile le pidió permiso a Maduro para presentarle el parte militar (batallones, tanques, armas que se desplegarían) al presidente de la Asamblea Nacional. Este comportamiento desconsiderado, nada casual, lo enfureció.

Anécdotas e intrigas palaciegas aparte, la cruzada contra la corrupción emprendida por Maduro luce fingida e incoherente. El conflicto con Cabello no puede librarlo de forma abierta porque pondría en riesgo la unidad del régimen, aspecto esencial para su sobrevivencia. Toda diferencia interna se subordina a la necesidad de mantenerse cohesionados, y, sobre todo, parecer que lo están. Esa apariencia no es necesaria con la oposición. A ésta hay que tratar de aniquilarla. 

El "combate" a la corrupción apunta a aniquilar a Henrique Capriles, Henri Falcón y Liborio Guarulla, los tres gobernadores del campo opositor, tal como antes hicieron con Manuel Rosales y, parcialmente, con Leopoldo López. En la mira están Pablo Pérez y Richard Mardo. Como guillotina cuentan con un Poder Judicial obsecuente y una Contraloría, sin contralora designada por el Parlamento, sucursal de Miraflores. El ariete de esta operación destructiva es Pedro Carreño. Sin comentarios.

Si el régimen desease obtener resultados impactantes tendría que adoptar iniciativas ambiciosas. Debería comenzar por levantar progresivamente los controles de cambio y de precio, y eliminar las excesivas regulaciones y normas punitivas aprobadas. Parte significativa de la descomposición se encuentra asociada al régimen cambiario. Inmensas fortunas se han amasado al amparo de un mecanismo perverso que incentiva el tráfico de influencias y las coimas, y que solo se justifica por el dominio político que el régimen quiere mantener sobre los empresarios y la actividad económica. 

El control de precios es otra fuente de distorsiones. Eduardo Samán yerra cuando invoca la moral revolucionaria para preservar la pulcritud del esquema. Los precios regulados, en realidad congelados, representan un mecanismo perverso que deforma todo el sistema de precios, el cual debe estructurarse a partir de la libre competencia y la relación entre demanda y oferta. En todos los países socialistas, sometidos a férreos controles estatales, la corrupción campea. El socialismo del siglo XXI no es la excepción de esa ley universal.

Hay que desincentivar la corrupción. Crear motivos para que los funcionarios no delincan. Un Poder Judicial profesional, meritocrático y autónomo, capaz de perseguir, castigar e impedir la impunidad, razón principalísima de la corrupción, es una pieza clave de esa lucha. El sistema judicial forma parte de la red de complicidades que alimentan la corrupción. Los tribunales sirven para criminalizar a los opositores y proteger a los seguidores del Gobierno. Las investigaciones objetivas naufragaban en ese Mar de los Sargazos. Ningún caso de corrupción que comprometa seriamente al Gobierno, se examina. Por eso el Plan Bolívar 2000, Pdeval, el maletín del Antonini Wilson, la quiebra de las industrias de Guayana, los abusos electorales, forman parte de la historia de la picaresca criolla. Se castiga solo a los huérfanos, quienes sirven de chivos expiatorios.

La opacidad en la forma como el Gobierno otorga las licitaciones y los contratos forma otro capítulo de esta larga novela. Los convenidos con China, Cuba, Brasil, Bielorrusia, Rusia, son secretos tan bien guardados que solo los elegidos los conocen. Las firmas se estampan en el mundo del misterio. El país ignora arreglos irresponsables, entre ellos la compra de armas, firmados por el Ejecutivo, que comprometen el presente y el futuro de la nación.

Lo medular de la lucha contra la corrupción no se orienta a adecentar el Estado, sino a destruir la oposición.

cedice@cedice.orgve
@cedice

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ALFREDO LEUCO, ¿LENIN O PUTIN?, FUENTE TÁBANO INFORMA


Tábano Informa

Columna de Política - 12-Jul-13 - Opinión

http://www.continental.com.ar/opinion/bloggers/blogs/por-alfredo-leuco/lenin-o-putin/blog/1930443.aspx

¿Lenin o Putin?

 Alfredo Leuco

¿Qué se esconde detrás de la relación tan conflictiva entre el dinero y Cristina Fernández? No quiero caer en la psicología barata pero, para hacer cualquier análisis político ayuda conocer lo que hace y lo que dice la presidenta acerca del capital. Y lo que hace y lo que dice son dos cosas muy distintas.

Es un doble discurso permanente. Dispara misiles contra los millonarios parada en el lugar de millonaria. Como si sintiera culpa de su fortuna personal. O de cómo fueron conseguidos los billetes de todos los colores que atesora en sus cuentas bancarias o transformados en propiedades o en hoteles de lujo. ¿Los Kirchner también habrán pesado la plata igual que su socio, cómplice y amigo Lázaro Báez? ¿Los unió el amor por los negocios o la pasión por las bóvedas y cajas de seguridad? Ayer en su discurso en Tucumán volvió a la carga. Dijo que los empresarios antes se la llevaban en pala y ahora van a tener que llevarse la guita en cuchara sopera. ¿A quien se lo dijo? ¿A Lázaro, a los empresarios del capitalismo de amigos que se enriquecieron con el kirchnerismo o al espejo? Después sentenció que la plata no te hace más inteligente.

Una obviedad que, otra vez, pareció una confesión personal. Pregunta que hay que hacer a esta altura: ¿Cristina está contenta con ser millonaria? ¿Siente culpa por haberse enriquecido a la velocidad de la luz y desde el estado? Porque tanto Néstor como Cristina fueron empleados públicos durante mas de dos décadas ganadas por ellos. Sin embargo se la llevaron en pala, en cuchara sopera y en bolsos y bolsas. Cristina habla como si fuera una líder obrera salida de la pobreza como Lula o un canto a la austeridad republicana como el Pepe Mujica o Raúl Alfonsín.

Cristina está muy lejos de esos hombres. Si tanto odia el dinero haría muy bien en repartirlo, en despojarse de todos los objetos de la frivolidad mundana y burguesa. Si el dinero no te hace más inteligente o más feliz, ¿Para que quiere sus carteras Luis Vuitton o sus zapatos carísimos de marcas top, o sus mansiones dignas de Beverly Hills? La presidenta ejerce una extrañas lucha de clases. Habla como Lenin pero vive como Putin. Y son dos cosas incompatibles. Es un mensaje confuso que baja desde el poder. ¿Es bueno o malo progresar y aumentar el patrimonio personal? ¿Es bueno para ella y malo para los demás? Nadie olvida aquel día en que la presidenta apeló a la ironía para presentar a Amado Boudou como “un concheto de Puerto Madero”, como si Cristina viviera en la Villa 31. Ella también tiene dos departamentos y ocho cocheras en el mismo edificio de la financiera trucha experta en lavado de dinero conocida, no casualmente, como “La Rosadita”.

Néstor y Cristina son los presidentes mas acaudalados desde el retorno de la democracia y tal vez de la historia. Ella mintió con impunidad frente a los estudiantes de Harvard cuando dijo que todo lo había logrado siendo una exitosa abogada, como si fuera Hillary Clinton. Un estudiante, “seguramente” golpista o agente de la CIA encubierto, le había preguntado su secreto para lograr en solo 8 años multiplicar su patrimonio de 2 a 79 millones. La verdad es que Cristina nunca litigó en ningún caso importante. No se conoce que haya cobrado honorarios abultados. Es famosa la situación que contó el ex diputado Rafael Flores. Fue a propósito de un juicio en el que el estudio de abogado de los Kirchner había intentado embargar la casa de una señora humilde que no pudo pagar unas cuotas. Flores, que también militaba en el peronismo pero defendía presos políticos y presentaba habeas corpus, en confianza, le preguntó a Cristina:

- ¿Por qué hacen esto, no los entiendo. Cual es la necesidad?

Y la actual presidenta le contestó, sincericida y muy campante: “Para hacer política en serio necesitas platita”.

Para defender a los pobres, los Kirchner tomaron el camino de la usura en Río Gallegos, de comprar terrenos a precio vil en Calafate, de recibir el pago de alquileres astronómicos por sus hoteles y departamentos o de cobrar intereses monumentales por sus plazos fijos. Para ellos el poder y el dinero son dos caras de la misma obsesiva moneda. Como decía mi abuela: el que guarda, siempre tiene. Como escribió Francisco de Quevedo “Poderoso caballero es Don Dinero”.


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GABRIEL BORAGINA, LOS IMPUESTOS CREAN POBREZA Y DESIGUALDAD

Un tema frecuentemente tabú en la conversaciones corrientes de la gente, inclusive en muchas discusiones académicas, es el del los impuestos. 
No son pocas las personas que comparten la necesidad de desregular los mercados y -en general- los intercambios económicos, pero que al llegar a la materia impositiva cambian bruscamente de orientación, por creer, en buena medida, que los impuestos reportarían o redundarían en alguna clase de "beneficio", sobre todo para los sectores más "desfavorecidos". Este, como tantos otros en materia económica, no se trata más que de un mito, que -a su turno-, se sustenta en otro mito no menor, que es de la tan manoseada (hasta el hartazgo) y mal llamada "redistribución de la riqueza".
No son muchos los autores que han tenido una visión tan preclara de lo nocivo de los impuestos como medio para "redistribuir riqueza" como lo fue el pensador francés decimonónico Frédéric Bastiat, quien decía:
"Pero si llega a introducirse el principio funesto de que so pretexto de organización, reglamentación, protección y apoyo, la ley puede quitar a los unos para dar a los otros, echar mano a la riqueza adquirida por todas las clases para aumentar la de una clase, a veces la de los agricultores, en otros casos la de los manufactureros, negociantes, armadores, artistas o comerciantes. ¡Oh!, por cierto en ese caso, no hay clase que no pretenda -con razón- echar mano a la ley también ella; que no reivindique curiosamente su derecho de elegir y ser elegida, y que no esté dispuesta a trastornar la sociedad antes de renunciar a sus pretensiones. 
Los mismos mendigos y vagabundos probarán que tienen títulos incontestables. Dirán: “Nunca compramos vino, ni tabaco, ni sal, sin pagar impuestos, y una parte de tales impuestos se da por vía legislativa en forma de primas y subvenciones a hombres más ricos que nosotros. Hay otros que hacen servir la ley para elevar artificialmente el precio del pan, de la carne, del hierro y del paño. Ya que cada uno explota la ley en provecho propio, también nosotros queremos explotarla”.[1]
En efecto, aunque los gobiernos pueden de hecho imponer impuestos fuera de la vía legal, la gran mayoría de estos lo son a través de la legislación, la que específicamente denominamos hoy en día legislación fiscal o impositiva. Bastiat hace hincapié precisamente en la desigualad que los impuestos generan a la población y la manera en que los más desfavorecidos tendrían derecho a exigir compensaciones a los gobiernos por los efectos adversos que les acarrean dichos impuestos.
Para Bastiat, los impuestos forman parte de lo que él denomina ingeniosamente la expoliación legal, y va más allá todavía cuando nos explica que la expoliación legal no es más que otro nombre diferente para lo que se conoce como socialismo. En sus palabras:
"Ahora bien, la expoliación legal puede ejercitarse en una multitud, infinita de maneras; de ahí la infinita multitud de planes de organización: tarifas, proteccionismos, primas, subvenciones, fomentos, impuestos progresivos, instrucción gratuita, derecho al trabajo, derecho a la ganancia, derecho al salario, derecho a la asistencia, derecho a los instrumentos de trabajo, gratuidad del crédito, etc. Y es el conjunto de todos aquellos planes, en lo que tienen de común que es la expoliación legal, lo que toma el nombre de socialismo."[2]
 Compara a los socialistas con un jardinero así:
"Y al igual que el jardinero, que para efectuar la poda de los árboles, necesita hachas, serruchos, sierras y tijeras, el público necesita para el arreglo de su sociedad fuerzas que sólo puede encontrar en las leyes; la ley de aduana, ley de impuestos, ley de seguridad social y ley de instrucción."[3]
Y al respecto aclara:
"Nótese que lo que pongo en duda no es el derecho de inventar combinaciones sociales, de propagarlas, aconsejarlas y experimentarlas en ellos mismos a su costo y riesgo; lo que disputo es el derecho de imponernos todo eso por intermedio de la ley, es decir por la fuerza y obligamos a pagarlo con nuestros impuestos."[4]
Bastiat ya criticaba en su tiempo el hoy tan incuestionado por muchos redistribucionismo, llegando a advertir, con total nitidez, como el impuesto (como instrumento del redistribucionismo), no hace más que crear pobreza y desigualdad allí donde se aplica.
Otros autores señalan al impuesto como un instrumento de agresión y de violencia. Por ejemplo, Murray N. Rothbard es uno de sus exponentes:
"... el axioma fundamental de sistema [según Rothbard] es la posesión que la persona tiene de sí misma, esto es, una propiedad privada absoluta que la persona tiene de sí misma y por ende de todos los frutos de su acción libre y voluntaria. La moral objetiva pasa por respetar este axioma y sus consecuencias, una de las cuales sería el principio de no agresión, esto es, nadie tiene el derecho de iniciar la violencia contra un tercero, y tiene consiguientemente el derecho de legítima defensa contra una agresión tal. Por eso Rothbard reconoce a Locke como un antecedente evolutivo de su propia posición, le perdona relativamente su “confusión” respecto a ciertas cuestiones del derecho de propiedad, pero se distancia claramente de Nozick en la aceptación que este último tiene del estado mínimo: en este esquema, un gobierno liberal clásico al estilo mínimo, que cobrara impuestos compulsivamente, es indebido precisamente porque viola el principio de no agresión".[5]
En suma, resulta claro que los impuestos, además de constituir un acto de violencia y agresión contra a los que inexactamente se les quiere llamar "contribuyentes" (denominación errónea, había cuenta quien contribuye a algo -por definición- lo está haciendo en forma voluntaria) no sólo ataca y agrede a quien resulta sujeto pasivo del mismo, sino que asalta y violenta a la sociedad toda en su conjunto, volviéndola cada vez mas y mas pobre.

[1] Frédéric Bastiat. La Ley. Pág. 7.
[2] Bastiat, Ídem. pág. 9
[3] Bastiat, Ídem. pág. 15
[4] Bastiat, Ídem. Pág. 28
[5] Gabriel Zanotti. HACIA UN LIBERALISMO CLÁSICO COMO LA DEFENSA DE LA INTIMIDAD PERSONAL. Libertas. 1º semestre 2005, Pág. 3

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SUSANA MORFFE, MARGARITA MERECE UNA GERENCIA EFICAZ (ENTRE CIELO Y TIERRA)

“Los hombres se dividen en dos bandos: Los que aman y construyen, los que odian y destruyen” José Martí.
Lo primero que le enseñan a un militar al iniciar su carrera es la responsabilidad para ayudar y rescatar a la población civil. Pero cuando se desvirtúan esas prioridades para darle paso a las ambiciones políticas y económicas, según los parámetros actuales, se pierde el esfuerzo. El único que estuvo claro en su rol fue Simón Bolívar.
Ahora en la Isla de Margarita ésta verdad queda consumada. Un nuevo gobierno con siete meses dirigiendo la vida social, económica y productiva de la región y al cabo del tiempo todos los neoespartanos, todos, tienen que sortearse la sobrevivencia entre calamidades, como la pobreza y la escasez. La existencia humana se ha convertido en una  “tribu isleña” que se diluye en promesas.
“Vamos a hacer, tenemos un plan, estamos trabajando para, próximamente o muy pronto”, son las muletillas que utiliza el general, sin concretar nada. La envergadura de obras (y la palabra viene como anillo al dedo) no se observa por ningún lado, como tampoco el apoyo del gobierno central. En la región insular todo está gris, colas para conseguir comida y transito de automóviles; de resto, quedan los vestigios de lo que pudo seguir construyéndose para hacer de la isla el destino turístico que tanto cacarean las especies al otro lado del charco. Gracias a Dios que, al menos, el sol sale para todos.
En posición imparcial tenemos las pruebas de esta soñadora gestión que se resumen en titulares de prensa engañosos. Responsablemente sostengo que si aquellos que publican no son capaces de decir la verdad, entonces no divulguen mentiras con la autoridad que les da un supuesto deber informativo,  porque a quien ofenden es al lector o al oyente. Ejemplos de titulares son los más recientes: Avenidas de Margarita tendrán pantallas de información y seguridad, Gobernador construirá 4680 viviendas antes de finalizar el año. Instalaran barcaza eléctrica en Nueva Esparta. Margarita tendrá línea aérea “La Mía”.
Hace siete meses atrás, el general en su programa de gobierno incluyó: Promoción de una red de farmacias populares comunitarias, programa de promoción de empresas socio productivas en el área de la pesca, el turismo y la agro producción. Se adelantará el programa “Pobreza Cero”. Crear un centro promotor de la inserción laboral de jóvenes, profesionales y adultos mayores, en el marco de la Misión Saber y Trabajo. Plan Estratégico de Seguridad Integral. Plan de Desarrollo del transporte colectivo urbano e interurbano, Desarrollo y mejoramiento de los servicios públicos y  terminación de la autopista La Asunción-Juan Griego.
Lo anterior, aún no se ha concretado como algunos otros planes que no hemos mencionado, pero están en el papel. Al cabo del tiempo, el general ofrece una rueda de prensa donde hizo señalamientos sobre la administración anterior, lo que tuvo una reacción inmediata del precitado, con la advertencia de “que su perjudicial retraso se le convertirá en el principal asunto que le generará un referendo”.
Al hacer honor a la verdad, a la isla de Margarita le esta faltando una eficaz gerencia para gobernar y es con lo único con lo que se puede seguir adelante y vencer a los engañadores y los que quieren ver a Margarita y sus habitantes destruidos como están hoy.
Susana Morffe
Twitter: @susanamorffe
www.desdelaisla.hazblog.com

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EGILDO LUJAN, NEBULIZANDO LA ECONOMÍA, FORMATO DEL FUTURO…

Definitivamente, julio del 2013 pasará a los anales de la economía venezolana como el mes cuando el gobierno de entonces, por decisión de algunos de sus ministros y la autorización del máximo liderazgo al frente del poder, se atrevió a dejar entrever que está dispuesto a asumir ciertos costos políticos, ante la imperiosa necesidad de flexibilizar su control de cambio.

Desde luego, flexibilizar no equivale a eliminar, a borrar la figura restrictiva que nació como recurso “castigador” contra quienes, para el momento del alumbramiento, habían osado participar en un paro cívico dirigido, precisamente, a evitar que Venezuela transitara por el camino que concluyera en lo que hoy están viviendo los venezolanos.

Pero abre espacios para que, progresivamente, se supere el sometimiento al encarcelamiento que ha vivido la economía, bajo la rigidez vigente durante más de diez años  de “sólo pan y agua para el preso”, a la vez que, por la vía de la destrucción de la fuerza exportadora nacional, se obligó a los que producen a depender de manera absoluta del petro-estado recaudador de divisas, dispensador de divisas, libre condicionante de la existencia de empresas, como de la desaparición de aquellas inconvenientes, por los motivos que se dispusieran en una alocución dominical o en cualquier lugar  del país.

Es verdad, y minimizarlo equivaldría a pretender desconocer lo que ya es inocultable: en una mayoría importante de los 5.000 representantes de las empresas que fueron invitados desde mayo pasado a dialogar con equipos técnicos gubernamentales, para detectar problemas y evaluar eventuales soluciones, hay optimismo con lo que va a suceder con el acceso a las divisas, una vez que ha comenzado a darse la segunda fase del Sistema Complementario de Administración de Divisas -Sicad-, atribuido en su motivación y nacimiento a la dupla conformada por los ministros Nelson Merentes/Rafael Ramírez.

Y si bien no todos los asistentes a tales encuentros creen que se trata de un mecanismo oxigenador de la economía, sino de un paliativo nebulizador de las empresas que se prepararon para subsistir y sobrevivir en el medio de la restricción cambiaria, predomina el empeño de la vocación de los amantes de la libertad económica para, antes que imitar a otros colegas en la migración hacia países vecinos, perseverar, echar el resto por y para el crecimiento productivo, como de la generación de servicios eficientes en un país de oportunidades infinitas, como sigue siendo Venezuela.

¿Y esos ministros que están impulsando tales manifestaciones evolutivas, tienen garantizada su permanencia en los cargos y la perdurabilidad de su osadía?. Hoy nadie lo sabe, al menos fuera del ámbito del grupo gubernamental. Pero lo que también es indiscutible, sin duda alguna, es que de ese atrevimiento que comienza a sepultar en el recuerdo los atrevimientos impulsados desde el gobierno de los catorce años anteriores por la abundancia de petrodólares y el innegable respaldo popular, aparece actualmente, ante los ojos de propios y extraños, como la acertada recurrencia al recurso pragmático por excelencia, de detener la marcha hacia peores escenarios relacionados con la escasez y el abastecimiento.

Por supuesto, las diversas enfermedades que hoy exhibe la economía venezolana no se van a solucionar, al unísono, con la apertura de esta ventana hacia la racionalidad cambiaria. Y es allí, precisamente, en donde ahora se centra la atención de quienes, aun sobreviviendo dentro de dicho cerco, consideran que sólo este paso de poco servirá si, por otra parte, se mantiene activa y con posibilidades de ampliarse, la anarquía conceptual, orgánica y hasta administrativa que exhibe el desempeño gubernamental “pasillos adentro”.

Bastaría con analizar cada declaración ministerial, evaluar la orientación de cada visión del hecho económico nacional e internacional, y cotejarlo como cuidadosa referencia comparativa, para concluir en que las sanas intenciones de cambio forzadas por la gravedad del cuadro económico, social, político y moral que vive la nación, siguen atadas a intereses grupales -o individuales-, más empecinadas en resguardar cuotas de poder, que en apostar por la multiplicación de soluciones a esa ristra de problemas que viven millones de venezolanos. Sobre todo, y especialmente de los no convencidos con las bondades de la gobernabilidad mercadeada como revolución criolla, en vista de que hay otros millones que, aun haciendo “colas” para adquirir un rollo de papel sanitario y sacándole provechos a su desempleo real, creen en el acierto gubernamental del llamado socialismo del siglo XXI a la venezolana.

Los días que transcurrirán hasta la llegada del 2014, definitivamente, serán retos a la paciencia de cada uno de los venezolanos, ante cualquiera de esos dos escenarios en los que habrá de desenvolverse la ciudadanía: el de la progresiva consolidación de la evolución que asoma la vigencia del Sicad, además del acercamiento gubernamental con aquellos que ayer fueron despojados de sus empresas y bienes, y a quienes hoy se les ofrece un reencuentro con su país y propiedades,  en un ambiente de sincero respeto a la nueva relación. 0, en su defecto, en el de la continuación de lo que hoy obliga a centenares de protestas públicas, y de exigencia a soluciones impostergables. Aunque, poco a poco, es verdad, se asoma otra alternativa que tampoco puede desestimarse. Se trata de  que, forzados por las implicaciones del -para variar- nuevo proceso electoral  del venidero 8 de diciembre, al Gobierno le dé por ocuparse más de dicho objetivo grupal, jugar en función de ese propósito y, una vez más, tirar al país en el rincón, mientras se sale de ese valioso trance para quienes hoy están al frente del poder, primero de la zaga en ausencia absoluta de quien lideró el grupo político que dirige a la nación.

Y si a algo contribuye la evaluación desapasionada de todas las alternativas vigentes o por aparecer, es a creer, una vez más, que también todo va a depender de la voluntad de las autoridades a gobernar con sentido de país, a los factores democráticos opositores a construir condiciones reales para que la Democracia no sucumba por el peso de sus ineficiencias, y a la propia ciudadanía organizada a no dejar de presionar en los sitios donde opera y en las condiciones que pueda hacerlo, para que los venezolanos con ejercicio de liderazgo sigan  transitando por el camino del diálogo verdadero, de la reconciliación sin desequilibrios, para que la paz y la justicia no continúen siendo eternas esperanzas nacionales.

Esa es la salida ideal a lo que hoy sucede. Todo lo contrario, por supuesto, a esa añoranza y hasta convicción entre pocos, de que las plazas venezolanas deberían estarse convirtiendo en escenarios clonados de las experiencias por las que hoy atraviesan los brasileños y los egipcios. Unos y otros, ciertamente, podrán cerrar sus ciclos de protestas cambiando gobiernos. Pero no siempre tales cambios, en las condiciones como se están planteando, se traducen en el añorado efecto de las soluciones mágicas a los problemas que se viven y agitan el alma, sino en nuevos y más exigentes retos para que cada individuo sea un agente de cambio, y no un beneficiario de luchas ajenas.

Sólo para efectos de opiniones públicas como profesional y dirigente empresarial nacional e internacional

egildolujan@gmail.com

Enviado a nuestros correos por:
Edecio Brito Escobar
ebritoe@gmail.com

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