ALICIA FREILICH, EL PROFE “ REI” LEANDRO

Yo no soy un maestro,sòlo un compañero de viaje a quien has preguntado por el camino.Te lo señalè màs allà de mi y de ti mismo. Bernard Shaw.

En mi Disco ya no tan Duro, guardo tres sonrisas, ideal fantasioso de lo que significa un ser integral. Max mi padre, el profesor Reinado Leandro Mora y el maestro Simòn Dìaz  sonrìen  desde esa rara fusiòn de  autoridad con ternura.

El profe Rei ,asì lo nombramos en privado sus privilegiados alumnos del Colegio Moral y Luces,Herzl –Bialik  en la dècada cincuenta, nos llegò saliendo de prisiòn donde se quebrantò su sensible sistema nervioso, para ejercer  la asignatura  Historia de Venezuela  cuando J.M. Siso Martínez, Pedro Felipe  Ledezma y Eduardo Gonzàlez  ya la habìan iniciado pero ejercida por  breve lapso pues fueron encarcelados o tuvieron que escapar hacia el exterior perseguidos por la siniestra Seguridad Nacional  pèrezjimenista.Nuestro Colegio fue refugio càlido para los disidentes anti-dictatoriales adecos, comunistas, copeyanos y sus hijos donde  sembraron esa rebelde semilla del amor por una  Venezuela libre  y bien educada que  todavía  estalla insobornable en medio de este agresivo desierto vigilado por la ignorancia . En especial Leandro Mora absolutamente informal  en su aspecto, conducta  y mètodo pedagògico transmitìa pasiòn libertaria civilista obviando fechas, siglas, elogios patrioteros militaristas , toda la hojarasca bèlica y literaria  que la dictadura  de los generales  habìa sacralizado desde los programas educativos para primaria y secundaria. Su càtedra era la moral cìvica de toda sociedad responsable que se respeta y pide respeto. Eso, en medio del sigilo y nuestro  miedo a que su posición ideològica  indeclinable lo llevara de nuevo a una celda. Recuerdo a Ryfka mi temerosa  madre regañando a su marido  porque permitìa que Leandro fuera visitante en nuestro humilde apartamento rentado , por cierto,  como el de muchos otros de judìos residentes en San Bernardino donde  el profe Rey se desahogaba y Max, periodista autodidacta, siempre lo defendìa  respondiendo a todo riesgo  “Es un hombre bueno, justo y ”Shoin”(basta en yiddish).

Durante su posterior y destacada labor polìtica de gran responsabilidad, conservò el mismo talante, sencillo, comunicador por excelencia de la hermandad  y promotor del perdòn a los equivocados, amor por la lectura como  escritor irrealizado  que fue por los avatares de su circunstancia y  puertas abiertas a quien lo solicitara.Fue uno de los principales precursores intelectuales  de la Pacificaciòn que luego acelerò el desarrollo de la frágil  democracia cuarentona.

Su semblanza total viene en un libro entrañable del  2011,Luces de Libertad, escrito por Nieto de Lecumberri,pseudònimo de un amigo y vecino en Propatria,por cierto el ùltimo que alcanzò a publicar personalmente en su Editorial Centauro, otro hèroe civil, Don   Josè Agustìn Català.

Venezuela posee dos lùcidos y generosos Mandelas, raros ejemplares en la zona  caribeña. Uno muy sereno, tìpico andino reservado, de hablar lento, obra escrita de importancia fundamental para comprender al paìs polìtico desde su fundaciòn pero en particular los siglos 19 y 20. Se llama Ramòn J. Velàsquez ya en su Cumple 97, ,hasta los ciento veinte.El otro, alegre guaireño, que hace poco dijo hasta siempre a los 93 años, Reinaldo Leandro Mora, bendito sea su recuerdo, locuaz, extrovertido, pionero y terco gestor de la conciliación bàsica  imprescindible para erradicar el uniformado salvajismo  que hoy nos devora.Y por completo, si no reaccionamos a tiempo.

Votar contra estas botas es  primordial.

alifrei@hotmail.com

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