Ayer nos sacudió, la no por esperada menos dolorosa noticia, del fallecimiento del hermano de luchas y de ideales Eric Ekvall, un ciudadano y luchador ejemplar. Conocimos, muy superficialmente, a Eric cuando vino, apenas un muchacho, cargado de conocimientos, de eficaz y rápida inteligencia, acompañando a Joe Napolitan a asesorar -hace ya varias décadas- la campaña presidencial de Acción Democrática, aquel espigado gringo no se limitó a consustanciarse con Venezuela, se fundió a ella.
Dejé de verlo por muchos años, aunque sabía de sus actividades exitosas y brillantes, sin duda fue un profesional de primer orden.
Me tocó reencontrarlo en este "tiempo del desprecio" -como diría Andre Malraux- y había devenido en un ser tan criollo como yo, dispuesto a jugársela por devolverle la libertad y la dignidad al país que él conoció y adoptó como suyo.
En pocos meses le tocó vivir la tragedia de ver morir a su bella y joven hija, una de las mas recordadas Miss Venezuela, uno de los mas duros golpes que cualquier progenitor pueda padecer, sobreponiéndose a su agobiante pérdida, a las escasas horas de haber regresado al país, ya estábamos reunidos estudiando escenarios y estrategias de lucha civil y civilista para la reconstrucción de esta "Tierra de gracia". Poco había pasado, cuando en un viaje de trabajo a México, le descubrieron la misma artera y terrible dolencia
En estos lustros de oprobiosa guerra a todo lo que signifique evolución, progreso, bienestar, uno de los usos "oficiales" mas frecuentes ha sido el reiterar, con la machacona estolidez de los eunucos intelectuales, la necesidad de "odiar" al "extranjero", como si fuésemos, no solos los herederos de alguna gran civilización precolombina destruida por la conquista, como México o el Perú, sino ignorando la realidad sociológica de que somos un país gloriosamente mestizo, en el cual la población "indígena" no llega al 1% de la totalidad. Recuerdo que en una oportunidad acudí a un programa de TV en el "Canal de todos los venezolanos" ese canal 8 que después fue de Mario Silva y una morralla de cafres acomplejados. Me había invitado Ernesto Villegas y el otro entrevistado era el general Müler Rojas, en la conversación, entre tres amigos, porque así siempre los consideré a ambos y no puedo, ni deseo, evitar seguir sintiendo afecto por el sobreviviente, salió a relucir el obsesivo ritornelo de lo "endógeno" y "la oprobiosa planta del extranjero..." como dijo aquel otro orate de Cipriano Castro, yo pensé en recordarles la famosa frase de mi pariente Don Augusto Mijares: "... el problema indígena de Venezuela es que no hay indígenas", pero viendo el trío que formábamos, dije: no cabe duda, aquí estamos Ernesto Villegas POLJAK, entrevistando al general MÜLLER Rojas y a Alfredo Coronil HARTMANN, criollitos todos, puros y con plumas...
Así mas de una vez se pretendió calificar o descalificar a Eric por "gringo" el pueril argumento se estrellaba contra un sentido de pertenencia afectiva y de solidaridad con los dolores colectivos que ya serían deseables en muchos nacidos educados y enriquecidos en Venezuela y a costa de ella.
Es con hondo dolor que decimos hasta luego a este gran y ejemplar compatriota. Pronto deberemos respirar en la Patria libre y democrática que el soñó y por la cual luchó. Salud
NOTA: Recordando que ahora hay mucho "bachiller" que nunca ha leído a "Doña Barbara", me parece prudente aclarar que "Mister Danger" es un personaje de la gran novela de Rómulo Gallegos que, como su nombre sin ninguna sutileza lo indica, encarna el "peligro", el gringo malo asociado a los poderes feudales del llano de entonces, invadido de andinos gomeros y aventureros de toda laya que les servían de cómplices.En estos lustros de oprobiosa guerra a todo lo que signifique evolución, progreso, bienestar, uno de los usos "oficiales" mas frecuentes ha sido el reiterar, con la machacona estolidez de los eunucos intelectuales, la necesidad de "odiar" al "extranjero", como si fuésemos, no solos los herederos de alguna gran civilización precolombina destruida por la conquista, como México o el Perú, sino ignorando la realidad sociológica de que somos un país gloriosamente mestizo, en el cual la población "indígena" no llega al 1% de la totalidad. Recuerdo que en una oportunidad acudí a un programa de TV en el "Canal de todos los venezolanos" ese canal 8 que después fue de Mario Silva y una morralla de cafres acomplejados. Me había invitado Ernesto Villegas y el otro entrevistado era el general Müler Rojas, en la conversación, entre tres amigos, porque así siempre los consideré a ambos y no puedo, ni deseo, evitar seguir sintiendo afecto por el sobreviviente, salió a relucir el obsesivo ritornelo de lo "endógeno" y "la oprobiosa planta del
Así mas de una vez se pretendió calificar o descalificar a Eric por "gringo" el pueril argumento se estrellaba contra un sentido de pertenencia afectiva y de solidaridad con los dolores colectivos que ya serían deseables en muchos nacidos educados y enriquecidos en Venezuela y a costa de ella.
Es con hondo dolor que decimos hasta luego a este gran y ejemplar compatriota. Pronto deberemos respirar en la Patria libre y democrática que el soñó y por la cual luchó. Salud
Alfredo Coronil
acoronil@yahoo.com.mx
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.