ALEJANDRO MILLAN, NOBLEZA OBLIGA, VAMOS TODOS A VOTAR

¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Mateo. 18,12

El término se lo escuché por primera vez a Siro, hace ya algunos años. Si bien nació en la antigüedad, esta frase, nobleza obliga, es utilizada actualmente para señalar que se actúa con honestidad, de forma correcta y por voluntad propia.

En cierta ocasión, siendo víctima de la rotunda negativa de una dama, ante mis requiebros amorosos, le dije: “el que persevera alcanza” y ella respondió: “y a veces cansa”. El revés no me arredró y no sé si alguna vez la cansé, lo que si se, es que al final, alcancé.

El tango “Mano a Mano”,magistralmente interpretado por el inmortal Gardel, narra la vivencia de un hombre que halla el amor de su vida. No en balde comienza: “Tu presencia de bacana puso calor en mi nido. Fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido”. A pesar de lo que le quería y de lo buena y consecuente, determinó la desventura o el infortunio, que ella se abriera a otros horizontes. Correspondió a él, sumergido en la tristeza y amargura, contemplar a distancia los jolgorios y desenfrenos que signaron esos horizontes. Y a pesar del desengaño, del desencanto y la desilusión, finaliza esta pieza musical con la siguiente estrofa “Y mañana cuando seas descolado mueble viejo. Y no tengas esperanzas en el pobre corazón. Si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo. Acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo. P’ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión”

Esa es la gran virtud del amor, no en balde es considerado el don supremo. No importa que así como nos da a probar su miel, nos dé también a probar la hiel. No importa que nos haga sufrir. No importa que en un momento dado, nos abandone o nos dé la espalda o nos desprecie inclusive. Al momento de la chiquitica ese ser amado puede contar con nosotros. .

Y no me refiero tan sólo al sentimiento profesado a la pareja o al hijo o al padre o a los familiares o al verdadero amigo. Me refiero también al amor por el suelo que nos parió, por el país que nos albergó en su seno, por la patria que nos dio sus frutos y alimentos. Ese en el que nos educamos y divertimos. En el que nos desarrollamos y multiplicamos. En el que hemos triunfado y fracasado y en el que nos han consolado. Ese, cuyas aguas nos han bañado bien sea el Orinoco o el Caroní o el Neverí. O mejor aún Arapito, Playa Colorada, Conoma, Conomita, Los Hicacos, Isla de Plata o La Borracha. O mejor aún chico, Los Canales o Playa Cangrejo o cualquier exquisito recodo del Parque Nacional Mochima. Ese mismo país que nos ofrece nieves perpetuas en el pico Bolivar o un medanal infinito, o esteros y sabanas. El país cuyo norte es coronado por Margarita con su mar, el mar de la Virgen bonita.

Nadie pude decirle a otro que opinar. Nadie puede decirle a otro que pensar. Ni siquiera puede alguien decirnos que soñar. Cada quien es dueño de sus actos. Cada quien con su conciencia. Yo por mi parte se que nobleza obliga. 

Sé que quien persevera alcanza. Sé que este es el momento de la chiquitica. Sé muy bien que por mi país, estoy dispuesto a jugarme el pellejo. Y sin embargo Venezuela no me pide tanto. No requiere mucho de mí. Tan solo que el domino 8 vaya a votar. Puedo asegurarles que por encima de todo sé, que después de ese día, Venezuela se podrá rescatar y así entonces podré soñar, con el país sin igual, con la patria que vendrá y la que nunca más retrocederá. VAMOS TODOS A VOTAR.

Alejandro Millan

alejandrormillan@gmail.com

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