Obviamente que
cuando Henry Falcón expresó la contundente frase; Venezuela necesita un nuevo
gobierno, estaba emitiendo una opinión que circula de boca en boca en la
mayoría de los venezolanos, de una manera silvestre, franca, debido a la
desesperación del soberano, por la poca respuesta a los problemas y vicisitudes
confrontadas, los cuales se han agravado durante estos últimos 15 años, por
parte de la pésima gestión de este gobierno comunista y despótico.
Y es menester
que los venezolanos de buena voluntad, formados en democracia, con sentido de
la racionalidad y con ética, pensemos que este gobierno tautológico vio pasar
sus mejores días, desperdiciando su tiempo tratando de imponer una ideología
trasnochada que no ha surtido ningún efecto en los pocos países que se ha
pretendido implantar.
Frescos están los casos de Rusia, Alemania Oriental,
Checoeslovaquia, Polonia, Hungría, Yugoeslavia, China con su revolución
cultural y Cuba, en la cual todavía tiene como ductor al último dinosaurio del
planeta: Fidel Castro, que a lo largo de sus 50 años de dictadura arruinó a la
economía más solida del Caribe y ha implantado la moda de vivir chuleando a sus
admiradores a los cuales se les pega como sanguijuela extrayéndole el numen
para su perpetuidad despótica
Si hacemos una
abstracción de estos 15 años de gobierno chavista, lo cual equivale a tres
lustros democráticos, observamos que hemos sufrido 6 devaluaciones y la excusa
del gobierno era la necesidad de mejorar la economía, de lo cual todos nos
hemos dado cuenta, menor capacidad de compra, escasez de productos, destrucción
del aparato industrial en todos sus aspectos, fíjense que la producción de
petróleo está estancada en 2.400.000 barriles diarios y el único comprador que
paga al contado lo queremos eliminar, no hay producción de vehículos, tampoco
hay producción de granos, cereales, caña de azúcar, leche y carne en todos sus
cortes. Esto implica que tenemos la
mayor inflación del continente y la 2da del mundo, mientras países como Irán,
con controles internacionales y Siria, en estado de guerra, tienen sus reservas
internacionales con cifras que rondan los 300 mil millones de dólares y las
nuestras si acaso se acercan a los 21 mil
millones de dólares y los tres países señalados son productores de
petróleo.
El gobierno en
vez de estimular la producción nacional la cercena, imponiendo rígidos
controles para que los industriales y comerciantes cierren sus santamarias, con
el objeto de convertirse el estado en el comprador, vendedor y
distribuidos de bienes y servicios, es
decir un estado monopolio contrariando el espíritu de La Constitución Nacional
que reza que en nuestro país no se permite el monopolio. Se acuerdan de la
aberrante, dogmática y despótica idea del partido único que quería imponer el
felón de Sabaneta, eso quiere ahora el usurpador de Maduro cuando pretende imponer un organismo
policial al estilo de la policía de Pinochet en Chile, La Dina, que controlaba
los medios, censaba y censuraba a los demócratas
para que emitieran noticias que no contrariaran las propuestas del dictador.
Esos son los émulos del Inmaduro.
No es justo
que los ciudadanos del país dependan de la producción de caraotas de Nicaragua
y Santo Domingo, porque ya no se cosechan en Venezuela, igual cosa ocurre con
los pollos y gallinas, carne de ganado y porcina, que nos viene del creciente
desarrollo endógeno de Brasil, Argentina y Uruguay, por la sistemática
arremetida del gobierno hacia los grandes productores nacionales. Es que acaso
Los Aspurua, dueños de La Marqueseña, se tomaban ellos los 20 millones de litros
de leche que producían al año, o los dueños del Charcote, se comían ellos las
1000 toneladas que carne que producían al año, no eso iba para el pueblo, para
el soberano. La cuestión era que el resentimiento del incapaz e inepto felón de
Sabaneta, veía con envidia como los
productores nacionales producían y generaban riqueza y bienestar, que llegaba a
los distintos sectores de la geografía nacional.
Dense un paseo
por los fértiles Valles de Aragua o por Yaracuy, para que vean como los
seguidores del gobierno, “Los Círculos Bolivarianos” arrasaron con millones de
hectáreas sembradas de caña de azúcar y que para constituir “Los Fundos
Zamoranos”, y ahora no se encuentra ese producto, o veamos como acabaron con
las granjas avícolas ubicadas en el corredor vial de Anaco a Úrica en el estado
Anzoátegui, y sólo comemos pollo y gallina que viene de los países del sur.
Por esas razones, entre otras que no he mencionado por
cuestiones de espacio, coincidimos con el gobernador de Lara, Venezuela
necesita un nuevo gobierno. Y ese nuevo gobierno lo podemos empezar a construir
si salimos todos aquellos quienes creemos en que este país tiene infinitas oportunidades
de salir adelante, con gente que lo quiera y trabaje por el bienestar de la
patria.
Esa salida de
todos para construir ese nuevo país y ese nuevo gobierno, empieza por votar el
8 de diciembre por los candidatos para las diversas Alcaldías y concejales que
representan el sentimiento democrático en nuestro país. En Vargas, nuestro
municipio tenemos a Fabiola Colmenares que se está comportando como una heroína
en contra de dos gamonales producto del oscurantismo de la peor y primitiva
peste militar que ha azotado Venezuela en su historia republicana.
rubencontrerasg@gmail.com
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