viernes, 6 de septiembre de 2013

EUGENIO MONTORO, “PRINCIPIA”


         De principio queremos aclarar que el título “Principia” de este artículo no es ninguna chanza al pobrecito Maduro que ya bastante tiene con sus “millonas”, las curiosas mutaciones de panes y peces y los pajaritos preñados.

         Por el contario, nos proponemos escribir algo serio y, por supuesto, que sea de utilidad.

        
“Principia” es la forma como muchos científicos se refieren a una obra grandota cuyo título original es en latín “Philosophie naturalis principia mathematica” y que se traduciría como Principios matemáticos de la filosofía natural.

         Es una de las obras (para muchos la más) importantes de la  historia de la ciencia y fue escrita por un filósofo, matemático, físico, teólogo, inventor  y novio de la madrina llamado Isaac Newton.

         Newton se hizo famoso por  su teoría  de gravitación que predice el movimiento planetario, pero también puso orden y fórmulas al movimiento de todos los peroles, propuso la teoría corpuscular de la luz, inventó sobre los fenómenos ópticos y desarrolló el cálculo infinitesimal que sirve para toda vaina.

         Pero lo que queremos destacar de Newton, aunque dicen  era  altanero y peleón, es una de sus frases célebres que muestra más bien a un tipo que se sabía parado sobre los pies y necesariamente poseedor de la humildad frente al error que requiere el científico.

         La frase dice “Yo he podido ver más lejos porque me subí a los hombros de los gigantes”. Bonita cosa, pues Newton reconoce a todos los aportes científicos que le precedieron y hasta los llama “gigantes”. Este es el tema.

         En el campo de la ciencia se propone una teoría, se demuestra su validez con experiencias y de allí en adelante todos estamos de acuerdo.

         En las teorías sociales la cosa no es tan fácil y las propuestas pueden ser bonitas y aunque los resultados sean muy malos, siempre habrá alguien que le busque la vuelta y siga defendiendo la propuesta original.

          Ese es el caso del comunismo. Hasta ahora no ha pegado una y ha sido un horrendo fracaso en todas partes, pero eso no impide que Fidel Castro, Maduro, Jaua y muchos otros bichos de uña lo sigan defendiendo. La respuesta es simple en la ciencia el fanatismo se rinde ante los resultados, pero en las propuestas sociales los fanáticos ven solo lo que quieren ver.

         Sobre los hombros de quienes estamos subidos??. Los de Marx, Engels, Lenin, Stalin??. Todos los recoge latas fracasados de la historia? . 

       Claro que se puede entender el enorme dolor moral que significaría que Maduro y Jaua salgan un día por televisión diciendo: “Hemos estado equivocados”, pero tampoco tienen el derecho de estar ciegos y destruir a su País con un fanatismo idiota.

         Hay muchos hombros a los que subirse, hombres y mujeres que ayudaron de verdad a sus paisanos y a sus Naciones.  Gente sencilla, abierta, buscadoras de futuro, buenas y honradas.

         Si tenemos donde subir y ver nuestro futuro con optimismo y de este mal pasajero vamos pronto a salir.

montoroe@yahoo.es

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