martes, 13 de agosto de 2013

WILMER CHIQUIN SANCHEZ, CIEGA, SORDA Y MUD-A

CIEGA, SORDA, MUD-A

Porque esta MUD no entiende

de consejos, ni razones
se alimenta de pretextos

y le faltan pantalones

                                                                                (Parafraseando a Shakira)

Es difícil entender la estrategia de la MUD en estas horas de crisis tan profunda que ya se puede hablar sin ambages, no de dictadura, sino de autocracia, aunque a los propios líderes la MUD parece darles pena susurrar que este gobierno es ilegítimo, producto de unas elecciones fraudulentas.

La MUD es ciega a la crisis general en la que está hundida Venezuela. Es sorda al clamor popular de democracia y respeto a la vida y a la propiedad, y es muda para denunciar con voz firme los atropellos, ilegalidades, fraudes y latrocinio que está cometiendo el régimen cubanoide en tierra de Bolívar.

No es posible afirmar que las elecciones les fueron robadas a la mayoría de los venezolanos y pocas semanas después reconocer al gobierno que surgió de ese fraude. No es posible que en una entrevista en una cadena mundial de noticias, Leopoldo López se haya negado a calificar a este gobierno de ilegítimo, pasando luego a medio susurrar que sí podría ser ilegítimo, pero jamás una dictadura.

No es posible que le allanen la inmunidad a Richard Mardo al margen de lo estatuído en la constitución-toilet y el resto de los diputados opositores solo comenten que la democracia  está en riesgo de recibir un golpe fatal.

¿Cuál democracia, por amor a Dios?

¿Por qué se empeña la MUD en maquillarle la cara al cucuteño espurio y al régimen?

Si estuvieran los politiqueros de siempre en la cúpula de la MUD, yo no dudaría en decir que vendieron sus conciencias o que sus negociados personales se impusieron al interés de la nación. Pero en la cúpula de la MUD hay gente que conozco y respeto; gente de cuya idoneidad, honestidad y rectitud no puedo dudar. Henrique Capriles Radonsky, Ramón Guillermo Aveledo, Leopoldo López, Maria Corina Machado, Diego Arria Salicetti, Julio Montoya e Ismael García no son vendidos ni chavistas despechados o destetados. Son demócratas convencidos y me consta.

Entonces, ¿Qué está pasando?

De algo estoy seguro, no hay nadie asesorando a la MUD, pues esta conducta sumisa y entreguista no puede venir de un estratega político pensante.

¿Qué le está pasando a la MUD?

Si la estrategia MUD-A busca desmoralizar al pueblo y sembrar el conformismo entre los amantes de la libertad, está en franco camino al éxito absoluto.

Willmer Chiquín Sánchez
venezueladigna@hotmail.com

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