STRIPTEASE
DEL PROCESO
Los de la oposición experimentan una terrible
sensación de asco frente a lo que acontece en el país. Los chavistas también.
Obsérvese que no hay celebraciones porque el uno avance sobre el otro, sino
que, por el contrario, se impone la sensación creciente de derrumbe.
Solo una élite minúscula, desautorizada por
sus ejecutorias, moralmente revocada, camina sonámbula entre traspié y traspié
en ese pasillo oscuro que conduce a las empinadas escaleras que no advierte.
El resto es el hormigueo ciudadano de mercado
en mercado, de miedo en miedo, en el rastreo de medicinas que de tanto huir de
los enfermos ya ni curan, y de comestibles que desde los aparadores hacen
guiños embusteros antes de desaparecer. Venezuela, país en extinción por
voluntad de los cleptómanos y timadores, sin embargo resiste.
Corre un testimonio de cómo las cosas son y
han sido. El solo hecho de que conversaciones privadas sean grabadas por
propios o extraños, sustraídas y lanzadas a la arena pública, habla del
impúdico revoltijo que las políticas oficiales han promovido. Los próceres
rojos creían que los cubanos y otros oscuros operadores sólo
"montarían" a los enemigos.
En su frenesí, no se dieron cuenta que cuando
la inteligencia cubana se puso a trabajar en el espionaje no era solo para saber
que hablaban los jefes opositores sino, muy especialmente, para saber quiénes
en el Gobierno podían pensar por cuenta propia. Una vez que el régimen dio luz
verde a este inicuo sistema de espionaje, nadie podía estar a salvo, y menos
quienes tienen en sus manos las palancas para satisfacer o enfadar a los
insaciables hermanos Castro.
Lo verdaderamente sobrecogedor de la
confesión es que no dice nada que la oposición no haya dicho, solo que viene
con la confirmación de una de las criaturas engendradas por el Comandante y más
consentidas por este. Cuando se escucha lo que se escucha la reacción es de
asombro, no por la novedad (salvo en la alusión a unos "pim, pum" que
parecen aludir a ejecuciones sumarias) sino porque se devela el estado terminal
del régimen y su septicemia. El semigobierno de Maduro es un suplicio para los
demócratas y una lástima para los que ven perderse el poder.
RAÚL
CASTRO SALE DEL CLOSET.
Lo que los altos oficiales de la FAN que
aceptaron la tutela cubana no preveían cuando la aceptaron, fue que los
camaradas de la isla además de darles órdenes también dejarían constancia de su
sumisión. Hay que ser bien idiota para pensar que los cubanos solo grabarían a
los enemigos. Personajes que saben lo que se mueve en los lugares donde la larga
mano de los Castro ha llegado, cuentan que están registrados todos los altos
jefes militares que reciben en silencio instrucciones foráneas.
El proceso no ha sido simple. Cuando Chávez
vivía, él era el centro del poder y ejercía el papel de gran componedor, con el
apoyo y los "consejos" que Fidel prodigaba. Chávez era el cemento que
pegaba todo ese abigarrado conjunto de personalidades, ideologías, apetencias,
hambres demoradas, y aspiraciones. Cuando enfermó el que aglutinaba, se dio
paso a la guerra soterrada entre los bandos y bandas, lo cual habría de poner
en claro peligro la continuidad del régimen; fue entonces cuando los Castro -en
uso innoble del cuerpo del moribundo- comenzaron su nueva estrategia. Ésta
consistió en llamar a Cuba a los jefes de las facciones en pugna y tratar de
ponerlos de acuerdo en nombre de Chávez pero sin Chávez al mando. Así los
cubanos pretendieron sustituir a Chávez como punto de encuentro y constituirse
como la nueva amalgama entre los segundones, ahora en disputa por la herencia.
Raúl Castro se transfiguró en jefe político
directo de la sargentería y sus hombres pasaron de ser "acompañantes"
del proceso a comisarios políticos y militares. Ministros, doctores y
generales, llevados a látigo limpio en una estructura que se impuso, primero
como desinteresada ayuda, después como "pago" por las remesas de
petróleo y dólares, y finalmente como una capitulación vergonzosa ante el poder
extranjero. Traición a la patria dicen los códigos que se llama esta conducta.
SIN
RUMBO.
Lo que se confirma ya se sabía. El famoso
"nido de alacranes" sobre el que estaba el Comandante y que denunció
el fallecido general Müller Rojas, se reprodujo en forma ampliada. Los abrazos
que se prodigan Maduro y Diosdado no son más que expresión de estar en el mismo
bote salvavidas ante el naufragio de la embarcación madre. La pelea es a
cuchillo y la guerra, a muerte.
Si alguna vez hubo la idea de una
transformación profunda y de un país diferente, mejor que el que había, se
perdió entre la inopia intelectual, la corrupción y la enferma pasión por el
poder sin más objetivo que poseerlo. Si fuese cierto que lo de Diosdado y su
gente es pura corrupción, que lo de Nicolás y la suya es bobería y falta de
carácter, que los militares están divididos por el reparto del botín; si es
verdad que no hay más que robo y poder o poder y robo, como si el orden de los
factores alterara el producto; entonces este régimen estaría ya -como parece-
liquidado.
EL
TRÁMITE POSTRERO.
Si no fuera por la represión, el régimen
habría cesado. No por un golpe de estado sino por por implosión. Ahora Nicolás
anda en una de alianzas con el empresariado mientras insulta y veja a los
dirigentes políticos de oposición y trata de dividirlos. Es una táctica antigua
pero se emplea ahora, tarde y mal. Tarde, porque la descomposición del país,
dentro de lo cual la del chavismo ocupa el lugar que la pestilencia reciente ha
dejado ver, no les permite actuar de manera unificada; también se hace mal,
porque los dirigentes empresariales saben que lo que les propone el Gobierno no
es más que un chantaje destinado a inhabilitarlos como ciudadanos: "ganen
real pero callen", les dice, mientras injuria, enjuicia, amenaza y
violenta a los dirigentes políticos. Esa táctica ha de fracasar. Por cierto,
resulta fascinante ver a los ministros que hace 10 días insultaban a diestra y
siniestra, ahora blandir la rama de olivo porque les han ordenado jugar el
papel de "buenos" durante un rato.
El gobierno de Maduro parece que llegara a su
fin. Si hubiese sensatez se podría prever su renuncia para darle paso a un
reacomodo de las fuerzas políticas y sociales, en las que un programa mínimo
común permitiera que la transición fuese lo menos estrepitosa, hasta llegar a
nuevas presidenciales (desde luego, sin este CNE que el striptease volvió a
desnudar sin atenuantes). En caso de no ser así, como es muy probable, dada la
ausencia de sentido histórico de los personajes, el nivel de deterioro puede
alcanzar cotas monumentales.
No sé cómo ni sé cuándo, pero lo que sí sé es
que al poner no la rodilla, sino el oído en tierra, se oye un tropel que avanza
sin parar y que promete tomar la fortaleza. Es cuestión de tiempo.
www.tiempodepalabra.com
Twitter @carlosblancog
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.