• El
2 de febrero de 1897, Venezuela e
Inglaterra firmaron el tratado a través del cual se estableció un Tribunal de
Arbitraje.
El 4 de abril del pasado año 2011 la
Cancillería de Guyana envió un comunicado al secretario general de la ONU, Ban
Ki-moon, en el que cuestiona la objeción venezolana y solicita ignorarla, por
cuanto nuestro país desconocía el reclamo sobre la parte oeste del Río
Esequibo, sujeto al Acuerdo de Ginebra. En el documento de cinco páginas Guyana
criticó con dureza la posición venezolana, al mismo tiempo que ratificó que no
hay “disputada territorial”, pese a que el Laudo Arbitral de 1899 estableció
los límites terrestres entre los dos países y que el Acuerdo de Ginebra
establece una “controversia” por el contencioso venezolano de que el Laudo es
“nulo e írrito”.
Regiones Administrativas del Territorio Esequibo |
La posición guyanesa nos obliga
necesariamente a retomar este tema, por cuanto se trata de un vasto territorio
ubicado en la zona del Esequibo, que abarca dos tercios de los 215.000
kilómetros cuadrados que conforman el territorio guyanés, rica en minerales y
bosques, más aún, luego de la pretensión del gobierno de Guyana de extender de
200 a 350 millas marinas la plataforma continental, una acción que genera
muchas suspicacias, por tratarse de una decisión unilateral.
UN POCO
DE HISTORIA
En el escenario internacional las
circunstancias obligaron a un arbitraje el 2 de febrero de 1897 en la ciudad de
Washington, Estados Unidos, acto protocolario en el que Venezuela e Inglaterra
firmaron el Tratado a través del cual se estableció un Tribunal de Arbitraje,
en cuyas instancias se determinaría la extensión original de los territorio que
fueron de Holanda y de España y que ahora reclama nuestro país.
En el inicio de este litigio Venezuela
demostró en forma contundente la titularidad de todos los territorios situados
en la margen occidental del río Esequibo, mientras que Inglaterra no pudo hacer
lo mismo, y por el contrario presentó pruebas forjadas que no resistieron el
cotejo con los instrumentos jurídicos y gráficos presentados por Venezuela.
Sin embargo, casi tres años después el 3 de
octubre de 1899 se reunió en París el Tribunal Arbitral y burlando lo acordado
en el Tratado que tuvo lugar en Nueva York, tomó una decisión que no se
corresponde hasta la fecha actual, pues la misma se acordó mediante un fallo
írrito y fraudulento, porque se determinó que “la línea de demarcación entre
Venezuela y la Gran Bretaña seguía una línea equivalente a los actuales límites
del territorio en reclamación”. Con esta decisión inapelable Venezuela fue
despojada de 159.500 kilómetros cuadrados, ubicados en la margen occidental del
río Esequibo.
Mapa de la Capitanía General de Venezuela (1777-1810) |
Cabe significar que por las condiciones que
imponía el reino de Inglaterra, ningún venezolano fue admitido en el Tribunal
de Arbitraje que deliberó en París. Por lo que los intereses venezolanos fueron
representados por dos juristas norteamericanos: Melville Weston Fuller y Davis
Josianh Brewer. El árbitro fue un ruso, Fiódor Martens y los representantes ingleses:
Charles Baron Rusell y Sir Richard Hens Collins.
1966
Sesenta y siete años después de este despojo
territorial, en el año 1966, durante el gobierno del Presidente Raúl Leoni, se
origina una situación que es aprovechada por la diplomacia venezolana, pues las
fuerzas políticas que actuaban en aquel momento en la Guayana Inglesa,
reclamaban su independencia.
Venezuela, consecuente con su reclamación
territorial sostenida durante tantos años, reitera la nulidad de la decisión
del llamado Laudo Arbitral de París. Inglaterra condiciona las
conversaciones al reconocimiento, por
parte de Venezuela, de la naciente República de Guyana, como a partir de
entonces comenzó a denominarse la ex colonia británica.
Venezuela, a su vez, supedita el
reconocimiento a la fijación de las conversaciones, lo cual acepta Inglaterra,
pero a cargo de la naciente Guyana.
Inglaterra, nación favorecida por el Laudo
Arbitral de París, admite la reconsideración del reclamo venezolano y el 17 de
febrero de 1966 firma el Acuerdo de Ginebra con Venezuela, conveniencia que
garantiza la reanudación de las negociaciones limítrofes, esta vez y a futuro
con Guyana.
EL
ACUERDO DE GINEBRA
El artículo 1º del Acuerdo de Ginebra reza
textualmente: “ Se establece una comisión mixta con el encargo de buscar
satisfacciones para el arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el
Reino Unido, surgida como consecuencia de la contención venezolana de que el
laudo Arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y la Guayana Británica
es “nulo e írrito”.
En el Acuerdo de Ginebra se establece como
señalamos en párrafo anterior, la constitución de una Comisión Mixta paritaria,
con representantes de Venezuela y Guyana, que debía explorar alternativas de
negociación y acuerdos. Transcurrieron cuatro años, lapso durante el cual se
celebraron 17 reuniones sin resultado alguno, por lo que cesó en sus funciones
el 17 de febrero de 1970 durante el ejercicio presidencial del primer gobierno
de Rafael Caldera.
PROTOCOLO
DE PUERTO ESPAÑA
Ante el fracaso de la Comisión Mixta, el
gobierno venezolano propuso la firma de un Protocolo que posteriormente sería
conocido como de Puerto España, en el cual quedaron congeladas las
conversaciones sobre el diferendo. Dicho protocolo se firmó el 18 de junio de
1970 en la capital de Trinidad y Tobago, entre representantes de Venezuela,
Guyana e Inglaterra.
Mediante este instrumento, el gobierno
venezolano propuso la suspensión de las conversaciones por espacio de doce
años, en busca de una especie de plazo de espera que propiciara nuevas y
mejores condiciones para las negociaciones. Esto implicó la suspensión durante
ese lapso de la aplicación de los artículos 1 y 4 del Acuerdo de Ginebra y del
artículo 33 de la carta de la ONU, que exhorta a las partes en conflicto a
buscar una solución por vía de negociaciones.
El plazo de doce años venció en junio de 1982
durante el gobierno de Luis Herrera Campins, quien descartó la prórroga del
Protocolo, y acogió la aplicación del Artículo 33 antes referido. Y fue
precisamente esta disposición, la que posibilitó la escogencia del mediador,
Oliver Jackman, quien falleciera a poco de ser designado. Con su nombramiento
como alto comisionado del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moom, se
esperaba una definitiva solución del diferendo territorial de nuestro país y
Guyana, que alcanza ya los 116 años.
LA
CONVENCIÓN DEL MAR
El acuerdo de la Convención del Mar de las
Naciones Unidas, señala que las extensiones de la plataforma continental no
prejuzgan la cuestión de la delimitación entre Estados con costas adyacentes o
situadas frente a frente. Es decir, un Estado no puede alegar dicho asunto para
reclamar la titularidad de la zona en reclamación de límites con otro Estado.
Además de ello, un documento académico titulado “La soberanía Venezolana en la
Fachada Atlántica”, refiere que “los derechos venezolanos, aún estando
salvaguardados, también son afectados por la solicitud guyanesa”.
Y aún cuando Venezuela no pertenece a la
Comisión de Límites de Plataforma Continental de la ONU, porque no suscribió la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, si puede presentar
sus alegatos, como lo hizo en el caso de la solicitud de extensión marítima de
Barbados en el año 2008. El entonces canciller Nicolás Maduro había asegurado
que el tema estará en manos del buen oficiante de la ONU para resolver la
controversia, quien deberá ser aceptado por los dos países y comisionado por el
secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo cual demuestra palmariamente que
la controversia entre Guyana y Venezuela existe, a pesar que la parte guyanesa
la desconoció al solicitar primeramente la solidaridad de los gobiernos de
Barbados, Surinam y Trinidad y Tobago, y posteriormente la solicitud ante la
Comisión de Límites de Plataforma
Continental.
Dolorosamente para nuestro país, la
reclamación venezolana sobre el territorio de la Guayana Esequiba permanece en
un limbo, cuya suerte se desconoce hasta los actuales momentos, por el poco o
ningún interés demostrado por el gobierno que presidió el Teniente Coronel (+)
Hugo Chávez y del cual fue Canciller durante siete años, Nicolás Maduro.
La historia juzgará a quienes por indolencia
y falta de patriotismo no han reivindicado aún esa rica porción de nuestro
territorio de 150.500 km2, hoy invadido por transnacionales que explotan ricos
yacimientos de bauxita, manganeso, oro y diamantes.
Carlos Aguilera
careduagui@yahoo.com
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