lunes, 4 de marzo de 2013

ANTONIO LEDEZMA, EL REGRESO.

El Gobierno nacional tiene la necesaria obligación de ofrecer al país información fidedigna sobre el regreso a Venezuela de Hugo Chávez. En todo caso, es de destacar su retorno, y en tal sentido se acerca la hora de la verdad. La exigencia actual es conocer su estado de salud y que se determine lo relativo a su recuperación, y cuándo podrá ser conocida su situación real, tanto por partidarios como adversarios.
Para el oficialismo, exigir la verdad constituye una actitud de odio, pero hasta la mayoría chavista tiene el pleno derecho a saber quién está gobernando, quién decidió la medida de devaluación de nuestra moneda y si van a continuar en sus cargos todos aquellos ministros que han mostrado gran ineptitud.
Estamos a la espera de la activación de los mecanismos constitucionales. El presidente electo debe juramentarse ante el Tribunal Supremo de Justicia, tomar posesión, asumir el Gobierno y designar un equipo capaz de resolver los graves problemas que se confrontan en el país. Esperamos que Chávez gobierne, y le dé un parao al paquetazo del hambre que atenta contra el pueblo. Los venezolanos lo reeligieron a él, no a Nicolás Maduro.
Sin embargo, de una vez por todas deben despejarse las dudas sobre las condiciones de Chávez para gobernar. Es por ello que hemos pedido la designación de una junta médica por parte del TSJ. Hay que aclarar que esto es importante, y que ahora no vayan a decir que la tesis de su continuidad en el poder en las actuales condiciones es válida, porque no tiene base en nuestra Constitución Nacional; eso sólo dejaría a Venezuela en el limbo.
Por su parte, los voceros oficiales arremeten diariamente su sarta de insultos a la oposición. No hay diferencia política o ideológica que justifique la discriminación, la descalificación, la ofensa. Todos los venezolanos deben estar unidos en el respeto del otro, en el respeto a sus derechos de toda índole, a tener un sitio digno en esta sociedad que todos constituimos. Respeto a todos los sectores de todas las regiones. Respeto y reconocimiento democrático a la discrepancia y a la oposición. Respeto al pueblo.
El diálogo y la concertación deben ser principios fundamentales del Gobierno para la toma de decisiones. No debe haber una política que se adopte sin oír y considerar el criterio de las organizaciones, instituciones y representantes de los diferentes sectores que tengan algo que decir sobre la materia. Eso es democracia.
@alcaldeledezma

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1 comentario:

  1. Son muy pocos los personajes políticos a los que realmente guardo respeto, y Ud. es uno de los pocos. Por tal razón le comento lo siguiente:

    * De éstos personajes no se puede esperar nada fidedigno (No permitirán otra fuente que sea dada por ellos).
    * El único camino constitucional que se debe exigir es el Art. 233, y de no cumplirlo, el Art. 350.
    * Ud. como el resto de la tribu (MUD) saben perfectamente que el occiso ya se murió; y que gracias a las validaciones subsiguientes a las ilegalidades del gobierno de facto otorgadas por la Mesa, ha contribuido a prolongar ésta agonía.
    * ¿Cómo se atreven siquiera a asomar la posibilidad de unas elecciones con semejantes prioridades graves en el país? Es que ¿acaso no están viendo como reprimen a los estudiantes, quienen son los que están dado la hora a falta de oposición seria? Todos Uds. son los que deberían estár encadenados en primera fila y no sólo hacer apariciones de "apoyo". ¿Para qué? para que después sigan haciéndole el coro al desgobierno cantando las incertidumbres? ¡Por favor!
    * No se puede hablar de democracia ante un sistema de gobierno evidenciado como comunista, totalitario, anárquico y de paso usurpado e invadido por otro peor como el de Los Castro. Sabe perfectamente muy bién que no hay diálogo posible.

    Por último le agradezco le haga llegar a las autoridades de la MUD mi mensaje, la de una ciudadana de a pie:

    "Confundir la NO VIOLENCIA con ENTREGUISMO y SUMISIÓN, es incurrir en la misma traición de éste desgobierno y restarle la importancia que amerita. Negociar con éstos delicuentes, les hace se parte de ellos".

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