miércoles, 29 de febrero de 2012

ZENAIR BRITO CABALLERO: “LA FIERA HERIDA”

Venezuela vive la más suprema crisis de los últimos tiempos. El impresionante resultado de mas de 3 millones de votantes, que arrojaron las votaciones de la mesa de primarias el pasado 12 de febrero, cayó como una bomba en las toldas chavistas.
Desde ese momento el presidente se perturbó y duró tres días sin salir a la palestra pública. Como nunca lo había hecho, al regresar a las fulanas cadenas, se desbordó en insultos de deshonestidad elemental contra el candidato opositor. Copó en forma desconsiderada el espacio mediático. Siete, ocho, nueve horas diarias martillando, vociferando, insultando, repitiendo hasta el cansancio la misma cantinela.
EL GATO ATACA
Su actitud rebasa los límites del narcisismo, la egolatría y la soberbia. Todos estos días  las cadenas de radio y televisión antes de irse a operar nuevamente a Cuba, no registran más que el rostro tumefacto, hinchado, congestionado del presidente desgranándose en la misma parla.
El país empieza a verlo como un enfermo aquejado no solo de cáncer avanzado sino de una grave dolencia mental que lo inhabilita para seguir gobernando y sobre todo para aspirar a regir un país que en razón de sus atípicas circunstancias, clama por un dirigente sensato y un político capaz de enfrentar lo que viene.
Los días que faltan para el 7 de octubre, serán tormentosos, revueltos y turbulentos. El tiempo se rebeló y retrocedió a las oscuridades macheteras de la Venezuela analfabeta y servil del siglo XIX.
Los cuarenta años adeco copeyanos con sus innegables errores e  su indiscutible talante democrático, se esfumaron entre los alaridos y las arbitrariedades del cuartel. Se perdió la oportunidad de convertir a Venezuela en un país del primer mundo acorde con su reciente herencia civilista y su multimillonario ingreso petrolero, el cual se regaló a manos llenas a los seguidores países de la ideología socialista-comunista a la cubana, mientras en la nación aumentó la corrupción, la delincuencia, los sicariatos, los asesinatos, las expropiaciones de fundos y tierras agropecuarias y propiedades privadas, así como la nacionalización de la electricidad, Cantv, ferro-minera, las zonas agrícolas productoras de plátanos del sur del Lago de Maracaibo, agro isleña y muchísimas mas.
A pesar de la pérdida de popularidad, Chávez puede repetir en Miraflores (DIOS NO LO PERMITA). Su carisma populista, su demagogia de amor a los pobres, su retórica antiimperialista, su lenguaje escatológico que gusta a las clases populares, sus ofrecimientos de viviendas para todos los venezolanos que viven desde 1999 en refugios y que no ha cumplido en 13 años en el poder, el incremento de las llamadas misiones y los recursos de que dispone, no admiten competencia.
De llegar Dios mediante Enrique Capriles al poder, deberá emprender una obra titánica: restituir lo rescatable (que lo hay) e intentar rehacer la plataforma petrolera, empresarial y agropecuaria de un país destrozado por el odio, el resentimiento, la animadversión a los contrarios y la exclusión.
Por otra parte, la enfermedad del presidente que es un secreto de Estado, porque no se sabe dónde y en que grado está su cáncer, afila las garras del oficialismo y desata una pelea intestina a muerte entre los principales líderes. Los chavistas tienen mucho que perder, pero lucharán por conservarlo a sangre y fuego si fuera necesario con el Ministro de la Defensa a la cabeza. Que Dios nos agarre c
britozenair@gmail.com
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ANÍBAL ROMERO: SIRIA Y OCCIDENTE

Resulta reconfortante observar a tantos que en su momento se opusieron con furia al derrocamiento de Saddam Hussein, transformados hoy en fervorosos adalides del fin de las dictaduras en el mundo árabe-islámico. Si bien tal empeño contra los tiranos parece a todas luces digno de elogio, conviene aprender de la historia y asumir con prudencia los pronósticos.
En Occidente no nos hemos distinguido por la adecuada comprensión de la dinámica política y cultural árabe, y temo que sigue siendo un serio error creer que las protestas y cambios que ahora sacuden el Medio Oriente apuntan hacia la democracia liberal. Aún peor es concebir analogías entre, por ejemplo, lo ocurrido en Libia el año pasado y lo que hoy acontece en Siria, con la situación venezolana y nuestra atolondrada revolución tropical. Tales paralelismos son útiles como propaganda pero ocultan la realidad.
MATANZA EN SIRIA
Las grandes agencias de noticias y principales órganos de prensa occidentales han inventado una “primavera árabe” que dista de asemejarse a la versión que venden. Tales agencias y órganos noticiosos se han cuidado de revelar, por ejemplo, la verdad de lo que está teniendo lugar en Libia luego del fin de Gadafi. El país se ha hundido en la anarquía, las rivalidades entre tribus y regiones lo están despedazando, el gobierno central no manda más allá del edificio donde sus impotentes miembros despachan, miles de armas de gran poder han desaparecido o ido a parar a manos de organizaciones terroristas, y la OTAN y Washington, incapaces de detener el desastre, se lavan las manos y procuran reservarse sus cuotas de petróleo.
En Siria, donde las matanzas son quizás peores, la “guerra humanitaria” no se ve por ningún lado. Rusia y China, luego de haber sido engañados por Washington y la OTAN con relación a Libia, se cuidaron esta vez en la ONU y han vetado una nueva intervención “humanitaria”. De paso, el ejército sirio no es el de Gadafi, que sin embargo resistió durante meses y estuvo a punto de frustrar a los benevolentes libertadores del pueblo libio.
La triste verdad es que la situación normal que está generando la quimérica primavera árabe es la del caos permanente. La dinámica demográfica, cultural, tribal y política de países como Egipto, Libia y Siria, entre otros, garantiza que el descoyuntamiento de los regímenes establecidos no se traducirá en paz sino en guerra, en estabilidad sino en anarquía, en libertad sino en nuevas y quizás más siniestras formas de opresión.
En este orden de ideas, preciso que no pongo en duda la naturaleza oprobiosa de personajes y regímenes como los de Mubarak, Gadafi y Assad, sino tan sólo reclamo un poco de coherencia a la prensa y analistas bienpensantes, en tres sentidos: Primero, no hay dictadores buenos y malos; si hoy quieren que se acabe con Assad debieron desear lo mismo con Saddam, pero no lo hicieron. Segundo, es una ilusión absurda y una patética ingenuidad presumir que el mundo árabe islámico se orienta hacia alguna forma de democracia liberal. Continuar expandiendo ese espejismo demuestra una fatal ignorancia sobre lo que en efecto está ocurriendo, o bien la deliberada distorsión de las cosas con fines propagandísticos. Tercero, en Siria, con el derrocamiento de Assad, lo que cabe esperar es una feroz guerra civil, un nuevo Líbano, y el desmembramiento del país en función de divisiones étnico-religiosas.
Al carnicero Assad quieren sacarle del poder Washington, París y Londres, y también Al Qaeda, la monarquía Saudita y Hamas, entre otros. ¿Qué destino le aguarda a Siria ante semejante coalición?

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HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA: MUCHA DESCALIFICACIÓN Y POCO ARGUMENTO (SESQUIPEDALIA)

La frase del título no es mía, se la escuché hace unas dos semanas a la vicepresidenta de España. La dijo en el Parlamento durante la rendición de cuentas semanal del gobierno a los diputados; porque por allá los gobernantes sí se sienten en la obligación de contestar, cada siete días, las preguntas incómodas que les hacen los diputados opositores. Van, el presidente y los ministros, a rendir cuentas —no a burlarse de legisladores y mentirle al pueblo, como hace el Gran Patán una vez al año porque para eso tiene dominada a la mayoría de las focas. 

En la sesión del pasado quince, en la sede de la carrera de San Gerónimo se iniciaba como portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, y no se le ocurrió nada mejor para estrenarse en el cargo que dispararle una andanada de denuestos al gabinete novel del PP. A una tocaya suya, Soraya Sáenz de Santamaría, la bella vicepresidenta ibérica, fue a quien le correspondió contestar. Así fue como comenzó: "Nueva portavoz, pero vieja pregunta. Se estrena preguntando lo mismo que preguntó Rubalcaba el miércoles pasado, parece que andan poco sobrados de elementos de crítica…” Y dejó para un poco más adelante, lo que sentó de rabo a la portavoz socialista: lamentó que el PSOE fuese a hacer "una oposición de mucha descalificación y poco argumento" y "con poco sustantivo y mucho adjetivo descalificativo".

Frases que caen como de perlas en un país en el que el oficialismo —todavía ardido por la cantidad de personas que votamos en las primarias del 3-F— ha imitado una vez más las malas costumbres y feos modales de su “amado líder” y ha empezado a corearlo con eso de “¡majunche!”, “¡cochino!” y demás lindezas del jetabulario de alguien que emplea los recursos oficiales (aparte de tratar de endiosase), no para intentar hacer más educada a la población, sino para depravar y hacer más ruines su comportamiento y sus modales. La única diferencia es que allá los denuestos los pronuncia una oposición dolida por el revolcón electoral que los sacó del gobierno, y aquí provienen de quienes no han entendido —después de trece laaargos años en el poder— que todos, toditos, los venezolanos merecemos respeto. Y que en la función oficial también es válido el aforismo que relaciona la cortesía con la valentía. Pero sería como pedirle peras al olmo (o, como dijo un deleznable diputado rojizo: “al horno”).

Los rojos, tan dados a igualar por debajo, intentan, y seguirán intentado —infructuosamente, espero— llevarnos a ese torneo de ofensas e infamias donde el drogo hojillero de VTV pareciera ser el principal corifeo y multiplicador de la porquería que sale de la cloaca miraflorina. Están chingos de las ganas de que desde la Unidad se les conteste a sus agravios y dicterios: necesitan bajar el debate al chiquero donde, naturalmente, se mueven mejor. Pero se van a quedar con las ganas. Bien bolsas serían los de la MUD y el candidato elegido si se dejan llevar a ese terreno.

Desde la alternativa democrática, la respuesta debe ser con argumentos sólidos, con razonamientos bien fundamentados, con unas palabras convincentes y al alcance de las mentes más simples, que es donde se ha aposentado (y se nutre) el potingue dizque socialista. El lenguaje tiene que ser de denuncia de las tristes circunstancias en las que está sumido el país; de censura  por la gravedad de la situación económica que están dejando tanto las medidas tomadas sin meditar bien, como la inacción inepta, y el afán populista; de revelación de todos los negociados, matuteos, corrupción  y coimas que abundan en las alturas del poder, Pero sin caer en bajezas. Que cale en las masas pero que —con palabras limpias, sinceras y nobles— se les haga ver cuánto y cómo las han manipulado estos trece años, se les explique que sí puede haber verdadera redención para ellas sin que tengan que vender su alma.

Ya Elke Tekonté ha proferido insultos de todo orden. Parece que es lo único que sabe hacer bien —aparte de hacerse el loco cuando ve que los suyos están robando a manos llenas. Ha quebrantado la Constitución repetidas veces. De hecho, la desvirgó cuando apenas era una neonata. Una de las más recientes violaciones perpetradas fue lo de sacar a relucir la religión de algunos de los ancestros del candidato de la Unidad, como si profesar la fe con la que nació, creció y murió Jesús fuese algo vergonzoso. Esa insinuación va contra la letra y el espíritu constitucionales. Y demuestra lo preocupado que está por la aceptación que tiene su contrincante entre los pobres que ahora sí comienzan a percibir que lo que ha hecho el régimen es pisotear su dignidad y tratar de bajearlos "con poco sustantivo y mucho adjetivo descalificativo", como dijo la española de bellos ojos.

hacheseijaspe@gmail.com

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ODOARDO LEÓN-PONTE: DESARROLLO HUMANO: ¿OBJETIVO U OBLIGACIÓN?

El desarrollo es el resultado de las acciones ejercidas por la sociedad. Todos los sectores promueven el desarrollo y en la medida que sean exitosos en su actividad, contribuyen con su producto o servicio a la satisfacción de las necesidades de sus accionistas o el desarrollo social, o ambos. El Estado lleva la mayor carga, y sus accionistas son la gente; el conglomerado social para con el cual debe actuar, para proveer las condiciones que hagan viable el logro de su desarrollo integral. Si entendemos que el Desarrollo Humano, en sus dimensiones, es la verdadera medida del progreso de una sociedad y, si aceptamos que individual y colectivamente tenemos la responsabilidad y la obligación de conducir el país hacia su desarrollo, debemos comprometernos con un proceso en el cual contribuyamos al desarrollo del país siendo actores principales de ese proceso.
Nuestro país ha intentado todos los caminos con planteamientos desde los extremos de izquierda y de derecha, con un vaivén y una mezcla insólitas, sin que se haya logrado el desarrollo continuado y progresivo de nuestra sociedad. Solo se ha logrado el distanciamiento entre la mayoría más pobre y una minoría más rica. Y todo eso ha sucedido con inmensos recursos que habrían permitido convertir a nuestro país en una potencia económica internacional de calidad de Primer Mundo, de mundo desarrollado. Y nosotros mismos somos los culpables de esa realidad, a pesar de la eterna excusa que culpa a otros. No hemos sido capaces de incorporarnos colectivamente a un enfoque en nuestra forma de pensar y de actuar, de ser miembros del mundo globalizado. Solo en pocas actividades hemos logrado destacarnos y formar parte de ese mundo globalizado. Una de ellas fue la industria petrolera del siglo XX, que formó parte destacada de ese Primer Mundo.
Hemos llegado al momento en que ya no podemos justificar nuestros resultados en materia de desarrollo, de Desarrollo Humano y lo que pudiéramos razonar como un objetivo ya no podemos dejar de llamarlo una obligación: Nuestra Obligación.
¿Y QUE HAY QUE HACER?
Continuamos con las mismas promesas de siempre: la industria petrolera seguirá siendo propiedad de la nación; vamos a mejorar la educación; vamos a dejar de regalar lo que es de todos; nos ocuparemos de la gente; les daremos seguridad social, jurídica y personal. En fin, lo que todos necesitamos y que ha sido la oferta permanente no convertida en realidad. Por el contrario, cada día hace falta más. Queremos y tenemos que ocuparnos de la gente, pero no hemos encontrado el camino para que esa gente crea y sienta que ella es nuestro objetivo y que vea, a través de los resultados, evaluados por ellos mismos, que sus condiciones, su Desarrollo Humano, en términos de sus dimensiones, hayan mejorado y sigan en proceso de mejoramiento. ¿Por qué? Porque lo que ofrecemos no es producto de las necesidades y prioridades determinadas por y para la gente, obtenidas directamente de ellos y en cuya ejecución ellos participen.
Un nuevo proceso de este tipo requiere un profundo cambio de enfoque basado en una ideología orientada a beneficiar a la gente. Una ideología basada en un enfoque democrático que incorpore a la gente como miembro activo de su propio desarrollo, haciéndole entender que tiene que involucrarse en su propio desarrollo, en su Desarrollo Humano.
odoardolp@gmail.com

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CARLOS R. ALVARADO GRIMÁN: POPULISMO CAMINO AL INFIERNO O A LA EMIGRACIÓN

 “Los líderes populistas invocan a Dios y al poder popular, para imponer sus políticas suicidas y accionares engañosos que arrastran a sus pueblos al infierno de la pobreza y la emigración”
CANTOS DE SIRENAS

En la novela de Homero La Odisea, Ulises para escapar de los alucinantes cantos de sirenas, se hizo encadenar al mástil principal de su navío y ordenó taponear con cera los oídos de sus marinos. Ahora estos cantos son difíciles de ignorar, no provienen de aquellas fascinantes ninfas marinas con bustos de mujer, sino de politiqueros con muchas ansias de poder, muy astutos y de lengua ligera que empujan hacia la destrucción económica, política y social a nuestros pueblos latinoamericanos.
Los populistas tanto de izquierda como de derecha, discursean y conceden a sus pueblos, lo que éstos desean escuchar y recibir, un mundo de bienestar social sin esfuerzos, disciplina y trabajo productivo. Los populistas dilapidan los recursos del Estado con políticas asistencialistas, subsidios y mendrugos que a la postre se devuelven contra el pueblo con elevada inflación y mayor pobreza.
Bouquet de flores envenenadas con apariencia inofensiva que roban la dignidad del individuo, menoscaban su integridad moral y ahogan su espíritu de independencia. El líder populista es una especie de Robín Hood moderno que conserva las mismas mañas del pasado: “proteger” a los pobres saqueando y arruinando a los “ricos”, obviando que éstos son los generadores de trabajo y de la renta que sustenta al Estado. Politiquero y absurdo afán milenario, de matar a la gallina de los huevos de oro, mientras condenan al pueblo a la más absoluta miseria.
Los ricos son mostrados por los populistas como una casta de impresentables haraganes sin méritos, que viven cómo sanguijuelas chupando la sangre de los trabajadores. Pocos o ninguno son capaces de ver a sus alrededores objetivamente, como para notar, que quienes han logrado prosperar en nuestras sociedades son individuos innovadores, creativos, proactivos y formados profesional e intelectualmente para triunfar.
Cada año miles y miles de personas empobrecidas y desesperadas huyen de los sistemas populistas plagados de pobreza, hambre y violencia, arriesgan sus vidas viajando como polizones dentro del tren de aterrizaje de un avión, desafiando mares en barcazas improvisadas o a través de desiertos, víctimas de “coyotes” y acechados por criminales. Estos sacrificios no lo hacen para recibir beneficios de algún Estado benefactor que los humille y menosprecie como les ocurre en sus países de origen, sino para trabajar duro, esforzarse para ser cada día mejores ciudadanos y alcanzar niveles de vida decorosos para ellos y sus familiares.
Los emigrantes son una fuente importante de inspiración en la lucha por la dignidad de nuestros pueblos. Ellos son sobrevivientes de esos cantos de sirenas populistas, recibieron sus dosis venenosas y saben que el populismo es el camino al infierno.
aserne2004@gmail.com

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