“ ...... el nuevo Estado esbozado, avanza hacia el Estado comunal planificado y orgánico, cuya concreción se da por la interacción dialéctica entre las viejas células organizativas, poco dinámicas y obsoletas y las formas organizativas superiores como las comunas, consejos comunales, Consejos Revolucionarios de Trabajadores y Trabajadores y Consejos Estudiantiles”. Declaración de principios del PSUV -del Estado capitalista burgués al Estado Socialista-
Mucho se habla en estos días acerca de
que Venezuela transita hacia el comunismo, hasta políticos
de oposición argumentan al respecto como
motivación para llamar a votar este 16 de Diciembre, y así evitar la
instauración del Estado Comunal que “justificado” por el castro-chavismo como
parte esencial de la fábula de que en el país
se viven tiempos de revolución,
llevaría a “aceptar” no solo la falsedad de que en los actuales
momentos, el pueblo consciente de su responsabilidad histórica actúa en defensa
de la Patria Socialista, asumiendo rol
de legislador, desarrollando el proceso
constituyente del cual surgirá a la brevedad,
la base jurídica que permitirá la instauración del Estado Comunal. Es
este contexto lo que confiere, importancia
al análisis…
¿ACTUALMENTE SE REALIZA EN VENEZUELA UN
PROCESO CONSTITUYENTE?
Veamos,
un proceso constituyente, es aquel que se realiza con la finalidad de
producir una constitución y así, echar
las bases jurídicas que determinaran la vida de una sociedad -históricamente determinada- razón por la que, un proceso constituyente
como característica fundamental requiere de la participación directa del
pueblo, en tanto, es expresión del ejercicio de la soberanía
directa, de hecho, no puede existir
proceso constituyente sin ejercicio de la soberanía directa, es decir,
que solo el pueblo ejerciendo su poder,
el poder soberano, es capaz de
producir una constitución (una nueva, no una reforma) y así, mediante dicha acción soberana, no virtual, establecer
las bases legales de la convivencia, en ajuste a las condiciones
históricas que la dinámica social requiera.
De tal manera que, para que
exista un proceso constituyente, el
poder soberano tiene que estar directamente involucrado, en vivo y directo, a tal punto, motivado de origen, que surge en
él la necesidad de la participación,
así, la motivación le moviliza su poder, adquiriendo
su carácter de fuerza
originaria, EL PODER ORIGINARIO!!! Por ello,
esa fuerza originaria es la SOBERANIA,
porque a tal punto adquiere fuerza, la motivación
inicial en el seno del pueblo, que esa fuerza se hace indetenible, por ello,
en ese preciso momento, EL PUEBLO
EJERCE CON PROPIEDAD TODO SU PODER, ASUMIENDOSE COMO LO QUE EN REALIDAD ES, EL SOBERANO!, condición autónoma sobre la que no existe
fuerza ni poder militar que la
contenga, la neutralice, la
menoscabe, por ello, si no se hace conexión con esta fuerza
originaria, por mucho que se diga que
existe un proceso constituyente, éste no
será más que mera apariencia, porque la
fuerza del poder originario si algo es,
es un barbarazo!!! que actúa de cuenta propia, por ello se habla de motivación de origen
pues no obedece a instancias externas ni mucho menos, se debe a ellas. El poder soberano no tiene miedo, por tanto, es una fuerza que nada ni nadie la
coarta!
En procura de avanzar en el análisis del caso
venezolano, recordemos que en el año 1998 Hugo Chávez Frías, una vez investido
del poder indirecto que adquirió mediante votación popular, aprovechó la circunstancia para hacer
igualmente de manera indirecta “la convocatoria” a una constituyente, de tal
forma que para no restar el carácter originario que es indispensable a todo
proceso constituyente, la convocatoria
la hace es a un referéndum para que mediante éste, se decidiera si se quería o
no, una nueva constitución, de tal manera que sin ninguna duda, hábilmente se
logró blindar de legalidad al proceso constituyente que derivó en la
constitución del 99, legalidad de la
cual carece precisamente, el actual
proceso constituyente que a decir del oficialismo, se adelanta actualmente en Venezuela con el
propósito de establecer la nueva constitución que sentará las bases jurídicas
para el denominado Estado Comunal (desde
el próximo período presidencial),
justificando, “el pueblo legislador” considera una necesidad histórica su instauración bajo el
argumento de que, el Estado Comunal es
la natural etapa superior que adquiriría el Estado Burgués en su evolución, falsedad ésta sustentada por el
castro-chavismo, aprovechándose del desconocimiento del pueblo acerca de los
postulados marxistas, pretendiéndose -al
amparo de la ignorancia, y a nombre de “la revolución”- la más burda adulteración del marxismo,
logrando mediante astucia, la supresión
total de la soberanía (realización de elecciones fraudulentas/falso proceso
constituyente/base jurídica del Estado Comunal/establecimiento a futuro de
elecciones asamblearias de representantes comunales/presidencia vitalicia).
A la luz de lo anterior, debe quedar claro,
el solo hecho de pretender la existencia de un Estado Comunal expresa de parte
de sus propulsores, la negación del marxismo,
ya que, hablar de Comuna como organización social implica, atendiendo estrictamente a la dialéctica
marxista, que el Estado como tal se ha extinguido, por lo que, hablar de Estado Comunal, es un
contrasentido, ya que, Estado y Comuna son mutuamente excluyentes, es
decir, mientras exista el Estado, no
existirá la Comuna, de hecho, el “surgir” de la Comuna lo que precisamente
estaría evidenciando –llegado su momentum-
sería que la Sociedad como un todo,
habiéndose asimilado a la fase superior de la vida en convivencia
armónica, habría deslegitimado la coerción como cualidad “opresora” de una
facción de clase sobre otras (razón de
ser del Estado), por tanto, ante el logro compartido de la igualdad de
todos (los comunes), la opresión, el ejército, la milicia, la policía, incluso,
la burocracia pierden razón de existencia y, así, careciendo de todo
sentido, el Estado, inevitablemente se e x
t i n g u e . . .
Lo antes expuesto lleva a afirmar que, el
Estado Comunal que tanto se ufana
en “defender” el chavismo como
expresión de su acción revolucionaria,
no es más que un absurdo, en tanto
la pretendida combinación de vocablos incompatibles, no solo
evidencia debilidad para el
análisis y falta de agudeza para brindar historicidad a la teoría marxista,
sino que cínicamente devela, la
pretensión de dominio a perpetuidad que
se pretende en contra del pueblo venezolano.
Basta de mentiras!!! No a la tiranía!
“Articulo 350: El pueblo de Venezuela, fiel a
su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz, y la
libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe
los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos
humanos.”
El poder soberano no tiene miedo, por tanto, es
una fuerza que nada ni nadie la coarta!
mariawalter@hotmail.com
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