domingo, 30 de diciembre de 2012

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, FRAUDE EDUCATIVO SOCIALISTA, PIDO LA PALABRA, VENTANA DE PAPEL,

El año 1994 fue políticamente noticioso. No sólo por lo que representó el arribo a la presidencia de la República, por segunda vez, de Rafael Caldera. Igualmente, por la cruda declaración de quien para entonces fuera nombrado ministro de Educación, Antonio Luís Cárdenas Colmenter. Este alto funcionario expresó, sin empacho alguno, que la educación era un “fraude” al considerar que la pertinencia de los objetivos propios del proceso educacional y su consecución, se daban por hechas en una suerte de bondad generalista. Más aún, cuando muchos de estos propósitos fueran a todas luces imposibles de alcanzar o evaluar.
Tan valiente pronunciamiento, dejó ver una serie de problemas que pocas veces habían sido analizados. Precisamente, por la complejidad del contexto en que se suscribían. Su incidencia fue considerada, y parte de los mismos tendieron a revertirse gracias a la política educativa que procedió a aplicarse. Pero el devenir del tiempo no tuvo contemplaciones a la hora de continuar con la mitigación de tales problemas. Hoy, la educación venezolana es testigo del fracaso reivindicado por el actual régimen. Ahora puede hablarse de fraude, pero entendiéndolo en su acepción más trágica.
La educación que ha pretendido imponer, desde el mismo momento en que se inicia el gobierno militarista, en enero de 1999, ha venido resquebrajando la calidad de la acción creadora. Es así como ha podido desmejorarse la eficiencia que exige toda gestión educativa. Además, se ha desfigurado la equidad en relación con los sectores mayoritarios que debe atender la educación. En consecuencia, se han violado derechos que exhortan libertades. No ha sabido honrarse el hecho de que la educación debe considerar todas las corrientes de pensamiento. Por esta razón se ha obstruido la filosofía del Estado de Derecho, así como no se ha respetado la Constitución de 1999. Es decir, no se ha entendido que la educación debe verse como la función pública prioritaria de toda la sociedad. Así como tampoco se ha erradicado la moral de la mediocridad, o sea la del “más o menos”. Pero sobre todo, no ha habido intenciones serias de  diagnosticar y evaluar antes de perjudicar el hoy y para siempre.
Actualmente, puede acusarse con abierto conocimiento de causa  los estragos que ha se han causado como resultado de la pretensión de modificar la estructura educacional sobre la cual se moviliza el respectivo sistema, sin sopesar las implicaciones negativas que se han apostado en el curso de estos catorce años de régimen cerrado. Desde 1999, estos gobernantes han hecho 18 intentos por cambiar la educación lo que ha devenido en mecanismos y procedimientos que perjudicaron el funcionamiento de la universidad autónoma, crítica y democrática. El más estruendoso, resultó ser el que luego se convirtió en el fraude educacional jamás cometido contra el sueño de jóvenes que apostaron su futuro matriculándose en los programas de formación profesional dictados por las universidades gubernamentales de recién creación: Bolivariana de Venezuela y la de las Fuerzas Armadas. Sin descontar la mal llamada Misión Sucre.
Pero el caso de los médicos integrales comunitarios, es patético. Tanto, que una primera evaluación de su desempeño, realizada por la Academia Nacional de Medicina, apreció graves “deficiencias en competencias básicas para el ejercicio de la medicina”. Describe este documento, que “son incapaces de realizar un examen físico completo, realizar un diagnóstico y prescribir un tratamiento adecuado”. Encima de esto, emplean términos cubanos que no son aceptados ni comprendidos por la medicina universal. Sin duda que el ingreso de estos médicos formados a la usanza cubana-revolucionaria, generará riesgos de salud muy altos para la población que asiste a centros médicos implantados a instancia del mero populismo ramplón. Esto mismo se verá reproducido por las cohortes de egresados en las carreras de ingeniería, educación, abogacía y comunicación social, entre otras. Sólo puede decirse que todo esto es resultado de un fraude educativo socialista.
VENTANA DE PAPEL
2012 CAÓTICO
A pocas horas de finalizar 2012, distintas son las lecturas que del mismo pueden hacerse en el marco de los problemas vividos por los desmanes promovidos desde el régimen. En la óptica política, bien puede inferirse que las elecciones presidenciales y de gobernadores y diputados regionales, representaron la chapucera manipulación por parte de los rectores oficialistas del Consejo Nacional Electoral a instancia de Miraflores con el fin de seguir atornillado al poder. Aún así, fue un año presidido por protestas de sectores afectos al régimen y que se confundían con aquellas protagonizadas por opositores o por miembros de organizaciones cuyos derechos eran burlados o violentados en aras de argumentar razones que luego justificaran estigmatizar reclamos o actitudes de procedencia democrática.
No hay duda de que desde el régimen se buscó hacer todo lo que formaba parte de su perverso plan para lo cual sacrificó principios, promesas y palabras dadas. Fue un año incoherente. No podría tenerse un retrato más deprimente del país, si este balance se atiene a lo siguiente: la presidencia de la República, fue todo una imposición. La administración pública, tuvo un descrédito galopante. La clase política, se vio zarandeada por deserciones.
El sector industrial, fue afectado por duras regulaciones. La economía, experimentó desmayos y porrazos. Y la moral colectiva, soportó más pérdida de valores y falta de referentes éticos. Fue tal la acumulación del deterioro, que Chávez fue reelecto por tercera vez. Luego de todo esto, dan ganas de salir corriendo o pedir que el país se detenga para empezar a construirlo de nuevo. En total, cuanta más crisis azotó a Venezuela, más se acentuó la polarización política. Definitivamente, 2012 fue caótico.
LA BASURA AHUYENTÓ AL TURISMO
Que no salga ahora la Corporación Merideña de Turismo, Cormetur, diciendo cosas que no fueron. Cualquier mentira se advertirá sin equivocación alguna. El turismo en la ciudad de Mérida, para esta temporada, alcanzó cifras vergonzosas. Y no podía ser distinto puesto que la basura le arrebata las calles a cualquiera que se atreva a caminarlas.
La otrora ciudad turística, quedó echa añicos. Más aún, no puede justificarse lo sucedido. Aunque tampoco puede negarse que hubo cierto esfuerzo tanto por parte de la Alcaldía del Municipio Libertador, como del Ministerio del Ambiente para evitar que el problema se desparramara. Pero las realidades son inexorables. La basura no puede desmentirse pues está ahí luciendo sus extravagancias y sus nauseabundos olores capaces de contaminar y causar enfermedades de origen respiratorio. La basura superó las capacidades de logística que en un momento llegaron a plantearse como solución.
Sin embargo, más pudo la mala educación de vecinos y habitantes de la ciudad que se acostumbraron a lucir la basura en calles y avenidas, a sugerencia de quien hasta hace pocos días fuera gobernador: Marcos Díaz Orellana, que la recolección sistemática de desechos sólidos promovida por las instancias de gobierno. Aun, cuando en franco desencuentro y de forma inconstante. Todo ello, a consecuencia del absurdo choque entre posturas político-partidistas en el marco de una repugnante y muy ensuciadora campaña electoral. Sin duda alguna, en Mérida la basura ahuyentó al turismo.
CHAVISMO NO TIENE DISCURSO
Con motivo de la toma de posesión de los distintos gobernadores sumisos de lo que se pauta desde el gobierno central, es importante destacar la falta de discurso que padecen estos personajes.
Ninguno escapa a la carencia de ideas y de proposiciones que puedan resultar del manejo apropiado de postulados de la ciencia y la gerencia política a partir de los cuales se elabore un discurso que trascienda la inmediatez, la charada y la exaltación al más rancio populismo del cual el presidente del PSUV es su más insigne expositor y ejemplo. Discursos que sólo se remiten a exaltar la figura del líder, a despotricar contra la oposición, a descalificar al adversario, a alabar al régimen cubano como ejemplo de revolución y a prometer más de lo mismo.
O sea, tan poco que se confunde con la ausencia de alguna propuesta que encare los desafíos de la industrialización o la consideración de un concepto de nación que englobe capacidades y población en función de un futuro devenido en desarrollo económico y social. En fin, es claro e indiscutible: el chavismo es hueco. El chavismo no tiene discurso.
antoniomonagas@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.