1. Escribo sobre el 8, porque el 7 ya lo vivimos y sufrimos intensamente.
2. No voy a ejecutar hoy un balance de las causas, factores y responsables del infausto resultado electoral. No porque ello sea ocioso sino porque las urgencias de la hora nos exigen un enfoque prospectivo, de cara a los desafíos inmediatos.
3. No podemos negar que lo ocurrido fue una lacerante derrota espiritual para millones de venezolanos, para su dirección política y para el líder que encarnó su proyecto de cambio democrático.
4. Pero hay derrotas de derrotas y victorias de victorias. En este caso puede hablarse de una derrota con amplias y diversas posibilidades de ser transformada en victoria, en un plazo más cercano de lo que podría ser imaginado.
5. El primer dato que cabe observar para ese pronóstico optimista es que el ánimo de los militantes y simpatizantes opositores resistió con notable entereza el devastador boletín del CNE.
6. Esta atmósfera es hoy más susceptible de ser examinada debido a la existencia de las redes sociales, donde millones de ciudadanos se expresan e intercambian cada día y en tiempo real. Pese al desencanto y la frustración que se expresó en la redes, el balance es el de un activo humano dispuesto a levantarse de la derrota y emprender con renovado ánimo las tareas de la lucha democrática.
7. Es fácil de advertir, porque está en el ambiente y decenas de testimonios nos lo hacen ver, que una buena parte de la votación que dio una nueva victoria al presidente se trató de un apoyo condicionado, resultante de una adhesión utilitaria y esperanzada en promesas de cumplimiento inmediato.
8. ¿Está el gobierno capacitado para cumplir a corto plazo –o en el largo- tales promesas de eficiencia y cambio de actitud… Serán capaces de mejorar su forma de gobernar los mismos que acaban de admitir que no lo han hecho con eficacia y honradez… Dejarán acaso de ser lo que han sido o traerán marcianos para que los reemplacen en sus funciones?
9. El líder de la “revolución” recibió sin duda una prórroga en las expectativas de la población. Pero se trata de un contrato precario, con apenas 5% por encima de la varilla que separa el triunfo de la derrota.
10. Y él sigue siendo el mismo, con sus fortalezas y debilidades, un poco más de estas últimas en el caso de su salud, y poco nuevo que ofrecer en cuanto a su discurso. La lupa popular estará puesta más que nunca sobre sus errores u omisiones, dada la magnitud de lo que fue obligado a prometer por la presión de su formidable oponente.
11. Henrique Capriles Radonski emergió como un líder de colosal envergadura, mediante el crecimiento intensivo de sus cualidades forjado en el contacto con la gente, con sólidos y reales vínculos con millones de compatriotas de todas las regiones y condiciones sociales.
12. La proximidad de las elecciones regionales ofrece, al mismo tiempo que una amenaza de profundizar la derrota, una oportunidad de transformarla en victoria. Si revisamos los resultados de ayer encontramos 12 estados en los que la opción demócrata está por encima o bastante cerca del bando oficialista.
13. Si la oposición recupera su moral rápidamente y trabaja con eficiencia, desprendimiento y sentido unitario, le será posible disputar con éxito la totalidad o una mayoría de esas gobernaciones, ocupadas actualmente por mandatarios desprestigiados por su corrupción e ineficiencia.
14. No es lo mismo enfrentar a Chávez en Aragua o Carabobo que a Rafael Isea o Francisco Ameliach. Se sabe de estados donde la gente dice, por ejemplo: “Con mi Comandante todo, con Tarek Williams nada”. A estas alturas el gobierno no ha anunciado candidatos para muchas de las entidades.
15. Una sombría acechanza arroja peligro sobre este prometedor escenario: el relanzamiento, por demás esperable, de los cultores de la fantasmagoría del fraude electoral. Un grupo que no desmayó en su prédica durante toda la campaña y que hoy aprovecha la derrota para cantar sus alborozados “yo lo dije”, llegando algunos incluso a cuestionar la integridad de nuestro heroico candidato.
16. Muchos de quienes sostienen la tesis de fraude lo hacen de buena fe, pero no tengo dudas de que entre ellos hay factores impulsados desde el propio gobierno, quien es el principal beneficiario del escepticismo electoral de los votantes opositores, tal como ocurrió en las regionales de 2004.
17. Nadie niega que el proceso que terminó ayer estuvo plagado de ventajismos de todo tipo, violación de los derechos electorales de miles de residentes en el estado de Florida, parcialidad del CNE con el candidato oficial, abuso de los recursos públicos, amenaza e intimidación de electores y numerosas trampas puntuales en diversos procesos.
18. Pero no hay demostración alguna de adulteración electrónica de los resultados, tal como afirman los cultores del fraude, arrojando a millones de ciudadanos a la incertidumbre y las dudas sobre la validez del voto como mecanismo de lucha política. Su difusión en esta hora es sencillamente criminal.
19. La MUD, el Comando Venezuela y el propio Capriles deben dar una expedita respuesta a esta prédica, porque su crecimiento puede malograr cualquier intento de recuperar y mantener espacios en el proceso regional.
20. En los próximos días abundaremos en estos temas. Mañana: “Cómo convertir la Derrota en Victoria”.
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