Durante estos días de reflexión en los que estamos sumergidos he encontrado mucha gente inconforme, incrédula, incluso indignada. Me gustaría que aquellos que votaron por Chávez hoy, hicieran un acto de constricción y se respondieran así mismos preguntas como estas:
Porque vote por Chávez? Creo realmente que el presidente ha realizado una buena gestión? Creo qué la revolución de la que habla es democrática y respetuosa de los derechos de todos sin discriminación? Creo qué el país ha avanzado económicamente y actualmente se encuentra mejor que hace 14 años, en cuanto a servicios públicos, a empleos justos, a la seguridad personal, a la calidad y diversidad de la educación, al sistema de salud? Ha mejorado la calidad de vida mía y de mi familia?
Si usted responde afirmativamente a todas estas preguntas, quizá necesite compartir con nuestros lectores su ubicación geográfica exacta. Yo no dudo en ningún momento que haya personas realmente convencidas de que la revolución que plantea Chávez es lo mejor para ellos y de que algunos lo admiran como si fuera un iluminado, e incluso que crean en lo que promete y nunca cumple. Lo que sí estoy segura, es que no son 8 millones de venezolanos, lo que siguen, idolatran y les gusta el gobierno del presidente Chávez, pero votaron por él, aún sabiendo que era la peor opción para el país.
Por qué ganó? Empecemos por cuantificar la nómina de empleados públicos. Cuantas personas dependen actualmente de un sueldo pagado por una institución del Estado? Cuantas personas dependen secundariamente de ese sueldo? Cuantos, de estos más de dos millones de empleados públicos, no se sintieron intimidados o amenazados -psicológica y emocionalmente- de cualquier forma para que votarán por Chávez?
Sigamos con las mentiras repetidas mil veces, que para las personas dependientes se convierten en verdades: cuantas personas no se vieron reflejadas en las mentiras del gobierno de acusar a Capriles de qué eliminaría las misiones e impondría un paquete económico, llamado por Chávez neoliberal? Pertenece algún conocido suyo a alguna misión? Sintió temor de perderla?
Continuemos: después de 14 años, el gobierno se acordó de que tenía que construir viviendas para tantos damnificados y personas necesitadas, y surgió la misión vivienda con su respectiva “lista” de venezolanos necesitados. Como en todos los regímenes, las listas, mecanismo de control y presión, son la mejor forma de asegurar votos cuando se necesitan. Conoce usted alguna persona inscrita en esas listas que esta esperando algún día ser favorecido con una vivienda digna, que no haya sentido temor de perder la oportunidad si no cedía al chantaje del presidente de votar por él?
La parte más improvisada, pero que también funciona, son los regalos para el pueblo. Desde bonos depositados en nóminas, hasta todo tipo de electrodomésticos regalados como si fuera el recuerdito de salida de una fiesta infantil. “A mi me toco un televisor” …! No podemos dejar por fuera el cash o efectivo pagado por asistir a concentraciones, ponerse la camisa roja y pasarse un rato haciendo bulto. Dígame usted si no conoce alguien que haya sido favorecido con algo de lo anterior?
Ahora bien, imaginen por un momento que hubiera pasado, si los venezolanos hubiéramos ido a votar, sin miedo a perder el empleo, la misión, la esperanza de una vivienda digna? Qué hubiera pasado si nos hubiéramos sobrepuesto al facilísimo y con dignidad hubiéramos elegido darle la oportunidad a una propuesta de progreso, de respeto, de democracia, sobre la intolerancia, el odio, el divisionismo? Con cuantos venezolanos cuenta el gobierno del presidente Chávez verdaderamente? Cuál es su piso político? Porqué Chávez, estimados lectores, no se contó en estas elecciones. Ni el mismo sabe a ciencia cierta cuantos estarían dispuestos verdaderamente a defender a capa y espada su revolución. Esa, es su gran debilidad. El 7 de octubre, ganó una maquinaria de poder y dinero, sin convicciones políticas ni idealistas. Fue como mover un rebaño al matadero, cada quien cargando con su propia hojilla que lo degollaría si perdía la línea rojita de la salvación.
De aquí entonces la pregunta que todos debemos hacernos: cuantos venezolanos votaron realmente por el Presidente Chávez porque creen en su proyecto de poder? Creo estimados amigos, que la respuesta es fácil y hay que seguir haciendo el camino…se hace camino al andar.
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