El presidente Juan Manuel Santos probablemente pase a la historia de Colombia como aquel que firmo la paz con las FARC, un mérito que por sí solo lo colocaría entre los gigantes de su país en este siglo y que de lograrse encontrará el reconocimiento del mundo entero, especialmente el de los países vecinos a Colombia que han sufrido las consecuencias del conflicto.
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Para Venezuela el tema es capital por sus consecuencias. Pues se trata de un asunto que por sí solo significaría la necesidad de crear desde varias instancias nacionales unidades de seguimiento a los Diálogos de Paz en Colombia: a nivel parlamentario, universitario, empresarial y de las autoridades de los gobiernos fronterizos, lo que parece no haber sucedido aún. Sin embargo, en la ONG Control Ciudadano nos hemos propuesto el modesto propósito de seguirlo por su trascendencia sobre la seguridad y defensa nacional en Venezuela.
La Paz de Colombia es un anhelo continental, sin embargo varios aspectos deben estarse mirando con atención por los venezolanos: 1) La situación de los secuestrados venezolanos que aún se encuentran en manos de las FARC. Este no es de los temas de micrófono pero sí obligantes por moral para el delegado venezolano designado en los Diálogos de Paz, el embajador Roy Chaderton. 2) El destino final de los desmovilizados de la guerrilla, pues ya sabemos de las consecuencias sobre nuestro territorio que la desmovilización en Colombia de los paramilitares generó durante el Gobierno de Uribe. Cientos de ellos traspasaron la frontera para instalarse con sus mañas delictivas en los Estados fronterizos venezolanos. Esto no puede suceder con los guerrilleros que se desmovilicen.
Pues un sistema de registro y garantías del destino migratorio de estos debe establecerse por seguridad en los países vecinos. 3) El espinoso asunto del narcotráfico. El Diálogo de Paz significará el tránsito a la legitimidad como actores políticos de las FARC. ¿Quién heredará el negocio del narcotráfico? es la consecuencia inmediata que debe determinarse. Esperemos no sea Venezuela, quedando la gloria y la paz para Colombia y los cimientos del infierno para nuestro país.
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EL UNIVERSO PARALELO
ResponderEliminar¿En que universo paralelo se ha sumido suramérica, cayendo nuevamente en situaciones decadentes? En vez de evolucionar, vamos en un franco deterioro político/económico y social.
¿Acaso se borró el "disco duro", la memoria escrita y vivida por muchos? No se ha aprendido nada de experiencias pasadas, se repiten patrones que han llevado a pueblos enteros a la miseria y hastío.
Don Uribe, a quien admiro profundamente, ve como su trabajo, desde los inicios, está siendo descosido de manera descarada por quien creyó tenía los mismos ideales.
¿Quién en su sano juicio negocia la paz de una nación a cambio de impunidad? Es como ¡echarle perlas a los cochinos! La incoherencia total.
El pueblo colombiano está cansado, por lo que algunos no quieren ver la trascendencia y la diferencia entre conseguir la paz tan anhelada y las consecuencias de permitir la inserción de semejantes personajes en el acontecer del país.
Lo mismo sucede en ésta, nuestra Venezuela. Realmente no importa quien maneja los hilos de la desestabilización democrática para instaurar un comunismo patético.
Aquí no hay ceguera, hay una ignorancia supina, que rebasa mi comprensión. (La ignorancia es aún más difícil de menguar).
Prefiero ser la "Mujer que corre con Lobos" a mantener una postura concebida en esperar a que los demás resuelvan. Venezuela, Colombia, Cuba y todos aquellos paises que están siendo cobijados por una gran nube de oscuridad, merecen ser sacados de ella. Abogo por la Libertad, Democracia y la Justicia. No rotundo a la Anarquía, Tiranía y Sometimiento.