lunes, 17 de septiembre de 2012

MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES, LA MUJER QUE NOS DARÁ LA PAZ

Decenas de miles de personas asistieron estos últimos días a las celebraciones litúrgicas que se hicieron en nuestro país en honor de la Santísima Virgen. Personas de todos los sectores, y de todas las tendencias políticas volvieron a unirse, a una sola voz y como hermanos que somos, a rezarle y a cantarle a Nuestro Señor Jesucristo y a su Santísima Madre: nuestra querida Madre del Cielo.
El 11 de septiembre, en todas las parroquias de Caracas (las del Norte, Sur, Este y Oeste) se llenaron las iglesias para celebrar la fiesta de la patrona de Caracas: la Virgen de Coromoto. En Nueva Esparta, el 8 de septiembre, se celebraron los 101 años de la coronación canónica de la Virgen del Valle y miles de personas (bajo los inclementes rayos del Sol) alabaron unidos a Dios y a Su Madre con una bellísima eucaristía.  En Guanare, ese mismo día, se celebraron varias misas solemnes donde también asistieron las autoridades de la región, luego de una multitudinaria vigilia de jóvenes que se movilizaron de todos los rincones del país para conmemorar, nada más y nada menos, los 460 años de la aparición de la Virgen de Coromoto en nuestra tierra. Un mes antes la Asamblea Nacional, por unanimidad, aprobó un acuerdo para conmemorar esta ocasión tan especial.
El cardenal Jorge Urosa Savino señaló en Guanare en su homilía que: "celebramos este significativo aniversario de las apariciones de María Santísima al pueblo venezolano en estas tierras benditas. Ella, la llena de gracia sin pecado original concebida, y colmada de dichas por la fe que vivió; Ella, la madre virgen que quiso siempre cumplir la Palabra del Señor, y estuvo al pie de la cruz acompañando a su Divino Hijo; Ella, que fue asunta al cielo en cuerpo y alma, y reina gloriosa al lado de Cristo, fue enviada por Dios a nuestra querida Venezuela como misionera de salvación, como estrella de nuestra evangelización. El año de 1652, cuando tuvo lugar  la aparición de María Santísima en las sabanas de Guanare, es sin duda un momento estelar en la vida de la Iglesia en Venezuela. Aquella incipiente Iglesia recibía la espléndida visita de María. Ella vino para indicarnos el sendero de la vida, de la justicia y de la paz: la fe en Cristo, verdadero camino de la realización humana, de la fraternidad y de la convivencia social, de la salvación y de la felicidad en esta vida y en la vida eterna.  Las apariciones de la Coromoto son una muestra indudable del amor de Dios a nuestro pueblo venezolano.  Son también un motivo para que nosotros, los fieles católicos, tengamos una inmensa confianza en la maternal intercesión de María,  y sintamos hacia Ella  una profunda e intensa devoción.  La reliquia y la imagen de la venerada reliquia de la Coromoto la muestran sentada en un trono, coronada como Reina y al Niño Jesús coronado como Rey y sentado en su regazo, también con la mirada al frente, quien sostiene el orbe en su mano izquierda y con la mano derecha levantada hace el gesto de bendecir.  Se muestra así la centralidad y el señorío universal de Cristo y la maternidad divina de Nuestra Señora. Por otra parte, el mensaje coromotano manifiesta el designio divino de hermanar a hombres y mujeres procedentes de pueblos étnicamente diversos, al llamarlos a ser hijos de Dios por medio del sacramento del Bautismo ¡Demos gracias al Señor por habernos concedido esa maravillosa visita, esas apariciones a nuestros antepasados, y esta devoción que palpita en nuestros corazones a nuestra madre amorosa de Coromoto!".
Pues si hay alguien en esta hermosa tierra que reúne a todos los hermanos venezolanos, en todos los sectores (políticos, militares, sociales, etc.) es esa hermosa mujer la Virgen María quien nos ha mostrado un amor muy especial a través de toda nuestra historia.  Es tanto su muestra de amor hacia nosotros que el día de las elecciones (cuando algunos pronostican falta de paz en nuestro país) serán el día de la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y cuando se celebra un nuevo aniversario de aquél 7 de octubre de 1950 cuando el Papa Pío XII nombró a la Virgen de Coromoto Patrona de Venezuela.
¿Casualidad? no lo creo. Dios y la Santísima Virgen se encargarán, desde lo alto, de protegernos.  Millones de venezolanos irán desde muy temprano a votar (muchos, con su rosario en la mano) y contaremos también con la protección de nuestros militares (quienes también son muy marianos) para que en nuestro país no pase nada malo. Esa mujer, que nos ama tanto como a Su Hijo, nos cubrirá con su manto a todos y nos ayudará para que se lleven a cabo unas elecciones claras, transparentes y en Paz.
Ese día, cuando triunfe la paz en Venezuela, daremos un gran ejemplo al mundo; y triunfará nuevamente el amor de nuestro Señor Jesucristo que la Santísima Virgen nos ha enseñado a la inmensa mayoría de los venezolanos. Aquí les coloco el link del rosario por la paz en Venezuela por si se animan a rezarlo:http://www.venezuelaentrelineas.com/images/Rosario_por_La_Paz.pdf

mariadenissecapriles@gmail.com

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