viernes, 7 de septiembre de 2012

EDISON CHIRINOS, LA JUSTICIA VS LA IMPUNIDAD


¿QUÉ ES UN JUEZ?
Es un funcionario Judicial, encargado de juzgar los asuntos sometidos a su jurisdicción, tales Magistrados están obligados al cumplimiento de su función, de acuerdo con la Constitución y las Leyes  a cumplir con  la responsabilidad que la misma determina. En el ejercicio de sus funcione los Jueces son autónomos,  independiente  de restos  de  los Poderes Públicos y solo deben obediencia a la ley y al derecho. En caso de que el ejercicio de sus funciones sea interferida estos  debe  informar  de inmediato al Tribunal Supremo de  Justicia sobre el asunto o acción que afecta su independencia a los fines de que ese nivel piramidal lo haga cesar. Estos funcionarios tiene la altísima responsabilidad de resolver los asuntos sometido a su arbitrio, obligación que no pueden evadir ni  abstenerse de decidir so pretexto de silencio o contradicciones deficiencia o ambigüedades en los términos de las leyes, ni retardar indebidamente sus decisiones. Si lo hacen incurren en el delito de denegar Justicia. Además tienen los  jueces el deber indubitable de  cumplir  y hacer  cumplir las sentencias y autos dictados en ejercicio de sus atribuciones Constitucionales y  Legales.
                               ¿ QUÉ  ES LA JUSTICIA?  
 Es la sacrosanta decisión de los órganos que gestiona y administran el poder Judicial. La  justicia fue definida en la época Imperial Romana por el jurisconsulto ULPIANO, como el deber que tienen los órganos que la administran en: “DARLE A CADA QUIEN LO QUE LE CORRESPONDE, VIVIR HONESTAMENTE Y NO DAÑAR A NADIE”. Este concepto ha prevalecido  a través del tiempo, sin embargo, en nuestro País la justicia clama a diario por sus principios rectores por su orden sacramental, su transparencia, por la probidad de los que administran y gestionan. El ciudadano no entiende y no aprueba que se designen en estos cargos personas con filiación política del partido que gobierna, copia exacta de los Tribunales del Terror de la Alemania Nazi de los años 1945. Esta designación tiene que tener como requisito fundamental el conocimiento y los meritos de los designados, tal imperativo lo plasmó el Legislador Patrio consciente de estos fundamentos, en la Constitución Nacional  en su artículo Nº (255) el siguiente mandato que  determina: “El ingreso a la carrera Judicial y el ascenso de los jueces y juezas se hará por concursos de oposición Públicos que aseguren la idoneidad y excelencia de los participantes y serán seleccionados o seleccionadas por los jurados de los circuitos Judiciales, en la forma y condición que establezca la ley. El nombramiento y el juramento de los jueces o juezas corresponderán al Tribunal Supremo de Justicia. La ley garantizará la participación ciudadana en el procedimiento de selección y designación de los jueces. Los jueces o juezas sólo podrán ser removidos o suspendidos de sus cargos por los procedimientos establecidos por la ley. La ley propenderá la profesionalización de los jueces, las Universidades colaborarán con este propósito, organizando en los estudios Universitarios de derecho las especializaciones judiciales correspondientes. Los jueces o juezas son personalmente responsables en los términos que determina las leyes, por los errores, retardos u omisiones injustificadas, por la inobservancia sustancial de las normas procesales por los delitos de denegar Justicia, por la parcialidad y por los delitos de cohecho y prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones.”
Como se observa en lo planteado, el ciudadano que aspire a una designación de Juez debe saber y conocer el perfil profesional que debe tener, su record académico, su experiencia profesional su honestidad, las limitaciones que le impone el ejercicio de la Sacrosanta Administración de Justicia. A tales efectos el Legislador Patrio estableció el mandato constitucional expresado en el artículo Nº (256)  que determina: “Con la finalidad de garantizar la imparcialidad y la independencia en el ejercicio de sus funciones, los magistrados o las magistradas, los jueces, los fiscales del Ministerio Público y los defensores públicos desde la fecha de su nombramiento y hasta su salida del cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto, llevar a cabo el activismo político, gremial, sindical o de índole semejante, ni realizar actividades privadas lucrativas incompatibles con su función, ni por sí, ni por interpuestas personas, ni ejercer ninguna otra función a excepción de actividades educativas”.
Ante lo expuesto  el ciudadano se pregunta ¿Por qué el Poder Judicial en el país  es Inoperante? Esa pregunta retumba en el horizonte y el eco, que produce su estridente repuesta   en su retorno  como un búmeran, nos da la  clarinada  basada en el imperativo que evidencia la existencia  de un Poder Judicial sometido, a la manopla del dueño de la discrecionalidad del Poder Público, quien sin espaviento  al elimino el principio de la Separación de los Poderes Públicos, suponiendo el criterio de la despersonalización del Poder Público su difusión orgánica y con ello la fijación de un límite y la concreción del viejo anhelo del constitucionalista americano que se tradujo tiempos más tarde en la expresión acuñada en Europa del estado de derecho, es decir, el gobierno de las leyes y no de los hombres tracaleros y mafioso  que  imponen sus mandatos descabellados  a las sociedades.
Este síndrome ha venido  afectando  el Poder Público Venezolano y en particular el Poder Judicial, cuya sintomatología lo evidencian algunos indicadores o variables de los cuales  me permito citar algunas como son la delincuencia organizada, la inseguridad pública desatada, la corrupción,  el homicidio por encargo delito foráneo, la delincuencia carcelaria.  Hechos que evidencian que el  Poder Público no está cumpliendo con su misión.
Lo más  grave de lo planteado es que, los ciudadanos, los familiares de las víctimas no reclaman, callan y con su silencio se convierte en coautores de estos hechos criminales. Los agraviados deben saber que tienen que reclamar, los derechos se reclaman,  no importa que los  administran  Justicia, en nombre de la Republica y por Autoridad de la Ley  no actúen, usted si tiene que hacerlo, para cuando retorne al País el estado de derecho y estos Funcionarios Públicos, sean emplazados rindan cuenta de sus macabras   gestiones y usted sea indemnizado.
                          ¿ QUÉ  ES LA IMPUNIDAD?
 La impunidad, es un delito calificado, que consiste en dejar un crimen sin castigo. La sola lectura de la acepción dice su importancia en relación a la Jurisdicción Penal. El ilustre doctrinario CARRARA,  establece que la impunidad es “la falta de castigo, esto es la libertad que un delincuente logra, de la pena que le corresponde, por el delito que ha cometido y que debe cumplir” El típico caso de los PRANES. De las cárceles venezolanas.
Como se observa en lo planteado los motivos y circunstancias que pueden llevar a esa situación son razones de naturaleza políticas, por ser este factor del Poder el elemento de mayor incidencia en la  sensibilidad colectiva, en el ámbito social venezolano y se pueden ilustrar “Con aquellos casos en que han estado implicados funcionarios Públicos, que siendo culpables de hechos punibles de Notoriedad Pública, conocidos por la opinión pública nacional e internacional los sujetos activos de los delitos, son liberados de manera tácita de la responsabilidad criminal y en algunas oportunidades premiados,  no se les persigue, no se les castiga  por razones de orden político, desviando así la discrecionalidad del Poder Público, creando con ese accionar la sensación abusiva propia del Estado, el abuso del Poder Público en un ámbito social, donde la libertad ha sido cercenada, la prensa amordazada, los tribunales destruidos operativamente  y el poder secuestrado en manos de una minoría sostenida por la coacción, el miedo  y la cobardía de la mayor parte de la sociedad”.
A lo planteado sólo cabría agregar que la posibilidad que  opere así, es, por la ceguera de uno  del los  Poderes Públicos  que ha  creado  la tentativa del  mantenimiento de la impunidad de los delitos al darle a este accionar  la   posibilidad a una infraestructura criminal que le sirve de soporte a sus intereses.
Estos esquemas crean  la existencia de  sistemas políticos con poca estabilidad,  esta situación son muy practicadas en aquellos Países donde el Poder Ejecutivo concentra todo el Poder Público. En este orden de ideas concluyen los doctrinarios y estudiosos  de la impunidad, que esta puede ser de hecho y de derecho, entendiéndose y la de hecho, como aquellos crímenes que ocurren y ocurrirán siempre, más o manos desconocidos a los ojos de los que administran Justicia, por no haber sido determinada su autoría o por no haber sido aprehendidos sus autores que son ampliamente conocidos, que actúan a mansalva, porque no se les persigue, ni se castiga, simple y llanamente por los  cargo Públicos que ocupan la filiación al  partido que gobierna en determinado tiempo y Países.
Este escrito fue posible a los soporte documentales de Notoriedad Pública que rielan a diario en los medios de comunicación, los partes de guerra  que publican las Morgues del País, las estadística que llevan organizaciones civiles han permitido formular el presente  Clamor Justicia de los sin voces, de una gran cantidad de hermanos ciudadanos Venezolanos que han sido víctimas de de sujetos activo del crimen,  que actúan como verdadero  VERDUGOS, de los  patrocinadores de la Inseguridad Pública y de la Impunidad.
  Ante tales ocurrencias algunos  funcionarios competentes  se han burlado de la ocurrencia de estos hechos criminales se ríen se mofan de la inteligencia de los ciudadanos  de los  perjuicios y daños irreparable qué sufren familias y  de los que claman en el desierto social pidiendo Justicia y los representantes de los Niveles que la Administran permanecen tranquilos, inmutables, disfrutando de los privilegios y mieles del Poder y de sus escoceses de varios años de maduración  como Auténticos Mercaderes de la JUSTICIA; como Nerón cuando incendio a Roma, y este orate se extasiaba al ver su obra maestra, como se  destruía la ciudad y el Imperio  consecuencia del fuego que había ordenado este cavernícola  romano.
  Estos Funcionarios se olvidan de la máxima que afirma, que el Poder es muy bueno pero no es eterno y que  “Verdugo es Verdugo y que Verdugo no pide clemencia.”  Estos cuando les llegue el momento de rendir cuenta  muere con la Carroña en el Buche.
La  informaciones  recientes y actuales  evidencian  hechos similares a lo acontecido al triste celebre ofidio y verdugo  APONTE ELADIO, Ex- Magistrado en otrora cualidad que perdió  por sus actuaciones Dantescas pero no su condición de verdugo y de ofidio muy similar  a la del ofidios, (de la especie mapanare) Ex magistrado VELASQUEZ ALVARAY, sus actuaciones,  mantiene en expectativas  a una legión de connotados revolucionarios, prestos a seguir su ejemplo y saltar la talanquera,  en la actualidad  empiezan darse golpe de pechuga y a utilizar emblemas de la libertad como gorras chaquetas que develan que no quiere nada con la logia de pelaje rojo,  buscan ubicación en la cera del frente, bienvenido sean,  en este país cabemos todos.
   En este orden de ideas y de conformidad con lo expuesto  estos esbirros  toman posesión en el  sitio de partida esperando la señal que se dictará en el  concierto donde cantara el ruiseñor, APONTE  ELADIO  verdugo judicial  en otrora,  recientemente decretado  agente libre de la revolución y contratado por los ESTADO UNIDOS DE NORTE AMERICA, para su concierto  todo depende de su garganta,  su musa y las partituras que se llevó para entregarse al sus contratantes que escucharan sus interpretaciones con mucha atención para conocer otros  potenciales Ruiseñores. Esta será la señal para la  estampida de los Ruiseñores que  buscaran sus madrigueras o concha. En ese momento el ofidio APONTE ELADIO, ordenara la estampida y  ese será el momento para  premiar su actuación con los órganos reproductores del DONKY, que los llevara colgado simbólicamente en cuello como una macula que le recordara su estirpe de ofidio de la especie  Mapanare que es, por la maldad  que sembró.
El análisis expuesto conforma la infraestructura operativa de un Poder Judicial, disminuido, deteriorado y obsoleto como lo evidencia   cualquier juzgado de la Republica  en cualquier jurisdicción con  (10.000 y 12.000) causas represadas  esperando sentencia. Evidenciándose así  el delito de denegar justicia. Convirtiéndose de esta manera el  Poder Judicial,  en una herramienta política.
    En este orden de ideas y recordando el contenido filosófico de la máxima: “Que en la guerra una parte de la información es contradictoria, otra es falsa y la mayor parte dudosa”. SUN-ZI EL ARTE DE LA GUERRA.                              
edison2015@hotmail.com

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