Había una vez un sátrapa cuya obsesión era
dominar a toda la América latina desde su bunker de La Habana. Apenas asaltó el
poder en 1959, comenzó sus diligencias para hacer realidad ese proyecto y
durante toda la década de los 60s y parte de los 70s lo intentó una y otra vez
por medios violentos, insurreccionales o terroristas. Cancelada esa quimera a
fines de los 70s, mudó sus aventuras para Africa, como sub-potencia subordinada
de los planes soviéticos en la guerra fría.
A fines de los 80s, la caída mundial del
“socialismo real” lo dejó en el esterero económico y político y sus delirios de
poder planetario quedaron en el olvido. Le tocaba sobrevivir a las ruina en la
que sus locuras habían dejado al único territorio que había logrado conquistar:
la pequeña, sufrida y empobrecida isla cubana.
Pero como dice Blades, ¡la vida nos depara cada
sorpresa…! y en Venezuela salió un día un pendejo a la calle. El sátrapa, quien
para nada había perdido su enorme viveza, lo vio primero y de él se apoderó.
Comenzaría una segunda oportunidad para realizar sus sueños de dominio
latinoamericano, ahora que estaba más viejo y más diablo. El pendejo venezolano
resultó un alumno muy aventajado, que no discutía ninguna instrucción. Tenía,
además, una enorme y súbita riqueza producida por los altos precios petroleros
de la época. Así, transformó a su discípulo en un satrapita y juntos ganaron
otros territorios para la obsesión originaria.
Les tocó, además, la suerte de contar con el
liderazgo latinoamericano más mediocre, timorato y lambucio que haya conocido
nuestra historia. Y un gigante geopolítico –Brasil- al que sólo interesan los
negocios, por lo que se aviene a ceder la iniciativa política a cambio de
billetes para sus ricos. En este panorama surgió UNASUR, con las estrictas
funciones de hacerle contrapeso a la OEA y a los Estados Unidos, de apoyar
todas las aventuras del sátrapa y su alumno y de sabotear toda iniciativa
democrática que surja en la región.
A los pocos meses de existencia tienen al frente
del “organismo” al más obsecuente de los vasallos no cubanos del sátrapa: Alí
Rodríguez, de quien todos los enterados conocen que no es un funcionario del
satrapita sino del sátrapa mayor.
@TUrgelles
turgelles2@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.